Loe raamatut: «En voz alta y en silencio»

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En voz alta y en silencio. Ejercicios para mejorar las habilidades lectoras / Sofía Rodríguez Benítez… [et al.]; presentación María Alicia Peredo Merlo. -- 1a ed. –

Guadalajara, Jalisco: Editorial Universitaria: Universidad de Guadalajara.

Sistema de Educación Media Superior, 2020.

Incluye referencias bibliográficas

ISBN en trámite

1. Método de lectura en la enseñanza

2. Comprensión de lectura-Estudio y enseñanza 3. Español-Estudio y enseñanza (Media Superior) I. Rodríguez Benítez, Sofía, autor II. Peredo Merlo, María Alicia, presentación.

372.47. V97 CDD

LB2393. V97 LC



Rectoría General

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Vicerrectoría Ejecutiva

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Secretaría General

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Dirección General del Sistema de Educación Media Superior

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Secretaría Administrativa del Sistema de Educación Media Superior

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Coordinación del Corporativo de Empresas Universitarias

Missael Robles Robles

Dirección de la Editorial

Sayri Karp Mitastein

Primera edición, 2020

Sofía Rodríguez Benítez

Alejandra Tapia Franco

Cynthia Goretty Orozco Gutiérrez

Aura Esmeralda Valerio Nuño

Óscar Kaleb Gómez Gutiérrez

Coordinación editorial: Iliana Ávalos González

Jefatura de diseño: Paola Vázquez Murillo

Corrección: Luis Rico Chávez

Diagramación y diseño de portada: Pablo Ontiveros

D.R. © 2020, Universidad de Guadalajara


Editorial Universitaria

José Bonifacio Andrada 2679

Colonia Lomas de Guevara

44657 Guadalajara, Jalisco

01 800 UDG LIBRO

ISBN EN TRÁMITE

Junio de 2020

Se prohíbe la reproducción, el registro o la transmisión parcial o total de esta obra por cualquier sistema de recuperación de información, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, existente o por existir, sin el permiso por escrito del titular de los derechos correspondientes.

Diseño epub:

Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Índice

Presentación

Prefacio

Lectura en voz alta

Ejercicio 1. La dicción: destrabando la lengua

Ejercicio 2. El ritmo y la cadencia del texto

Ejercicio 3. La entonación

Ejercicio 4. La rima, auxiliar de la memoria

Ejercicio 5. Las pausas y los tonos de la puntuación

Ejercicio 6. La fluidez

Ejercicio 7. Diagnóstico

Ejercicio 8. Comprensión de la lectura oral

Lectura en silencio

Ejercicio 9. Cuestiones de apreciación

Ejercicio 10. Avances, pero ¿hacia dónde?

Ejercicio 11. Valores para la vida

Ejercicio 12. Desvelar el anuncio

Ejercicio 13. ¿Cuento o realidad?

Ejercicio 14. El insensato poder

Ejercicio 15. Los muchos sentidos de la lengua

Ejercicio 16. Salud sin dolor

Ejercicio 17. ¿Quién dices que lo dice?

Ejercicio 18. Sueños que no son inocentes

Ejercicio 19. ¿Asesinato o suicidio?

Ejercicio 20. El asombro de la imaginación

Ejercicio 21. El estilo rompe géneros

Ejercicio 22. Hombres, no borregos

Ejercicio 23. Una de... ¿héroes?

Ejercicio 24. Entre definiciones te veas

Ejercicio 25. Pescado in fraganti

Ejercicio 26. Modos de referirse al arte

Ejercicio 27. Menú caribeño

Ejercicio 28. Juventud, divino tesoro…

Ejercicio 29. Una cuantiosa herencia

Ejercicio 30. Mensaje cifrado

Ejercicio 31. Lo sagrado y lo profano

Ejercicio 32. Sabiduría maya

Ejercicio 33. Zozobra frente al desastre

Para finalizar

Bibliografía

Notas al pie

Presentación

MARÍA ALICIA PEREDO MERLO *

Si tienes este libro en tus manos, sin duda, es porque eres un lector. Y ser un buen lector es muy importante porque la lectura es la puerta que te lleva a muchos caminos: la de la información, sobre todo ahora que vivimos en un mundo que cada día produce más datos; se dice que estamos en la era o en la sociedad de la información. Otra puerta que abre la lectura es la de la libertad de pensamiento; tú puedes leer y formarte un criterio sobre el contenido, puedes aprender solo sin que nadie tenga que tomarte la lección, tú puedes decidir qué y a qué horas leer. Una vereda muy bella es la posibilidad de divertirte leyendo; puedes introducirte a mundos lejanos, reales o ficticios, donde ocurren historias y anécdotas de muchos personajes, donde podrás encontrar pasajes no imaginados pero que un autor quiere mostrar.

Este libro fue pensado para ti. Contiene una serie de ejercicios muy divertidos para que puedas desarrollar dos grandes habilidades: leer en voz alta para un público y leer en silencio para tu interior. Encontrarás una gama de lecturas muy interesantes que te ayudarán a observar qué tan bueno eres en esto de la lectura. Por ejemplo, para leer en voz alta te proponen tener buena vocalización, dicción, entonación, saber cuánto tiempo debe durar una pausa según el signo ortográfico que se encuentre en el fragmento. ¿Te gustaría ser un gran orador o declamador? Algunos grandes personajes de la historia han sido muy buenos oradores y han logrado cambios importantes en la sociedad. Es el caso de Martin Luther King Jr. con el famoso discurso que dio en el Capitolio en 1963, en Washington, en el que pugnaba por la igualdad de los derechos civiles. Si no hubiera sido un gran lector, un gran orador y un gran pensador, no habría logrado que un año después se aprobara la Ley de los Derechos Civiles. Pero también hay grandes declamadores, aunque este arte está un poco olvidado. Si un día tienes ganas, puedes escuchar a Manuel Bernal en un disco compacto para que descubras la belleza del lenguaje rimado, que parece hilvanar ideas que exaltan los sentimientos. No pierdas la oportunidad de leer en voz alta. ¡Este libro te enseñará a hacerlo muy bien!

La segunda sección te enseñará algunas estrategias para facilitar tu comprensión lectora. Leer en silencio alimenta el espíritu, te enseña a usar tu imaginación para recrear las ideas que el autor quiere compartir y, sobre todo, te hace sentir que eres una persona culta que posee una mente ilustrada. En esta parte del libro encontrarás una serie de lecturas que, a manera de ejemplo, te ayudarán a desarrollar tu capacidad analítica. Todo el lenguaje, pero sobre todo el escrito, pasa por un proceso de interpretación. Tú serás capaz de analizar, evaluar y opinar sobre todos los temas de los que previamente estés informado y sobre los nuevos. Aprenderás a almacenar información para establecer vínculos entre lo que ya conoces y lo que estás apenas conociendo. Cuando leas, fíjate en todas las imágenes que se estimulan en tu mente; estas son muy útiles para comprender mejor un texto. También encontrarás ejercicios que te ayudarán a leer entre líneas. Esto significa que podrás inferir el mensaje oculto que se encuentra más allá de lo escrito. ¡Es muy estimulante! Podrás, incluso, comparar con tus compañeros quién fue el mejor detective de los significados. Compartir lo que cada uno entiende es una aventura excitante porque descubrirás que el valor más importante de la lectura está en lo que el lector puede hacer con el texto. Además, serás un buen conversador porque tendrás muchos temas para compartir acerca de lo que aprendiste en tus lecturas.

Te invito a que disfrutes el libro que tienes en tus manos. No se trata de una tarea escolar, más bien es el inicio de una travesía entre caminos y veredas que te llevarán a lugares insospechados. No pierdas esta oportunidad. Deja que tu mente goce cuando recorras las páginas de este libro.

Prefacio

Por medio de la escritura se han transmitido ideas políticas, discursos, anécdotas, palabras sabias, condenas... La invención del código de escritura marcó la diferencia entre prehistoria e historia, por lo que ha acompañado al hombre en gran parte de su desarrollo evolutivo y social: desde los antiguos babilonios hasta los autores contemporáneos han utilizado la escritura como una forma de comunicación, para transferir ideas, preservar memorias de acontecimientos históricos o establecer leyes que regulen el comportamiento de los individuos, entre otros objetivos. Y junto con la escritura, la lectura es una herramienta por la que estos textos han tenido un alcance extraordinario. En la antigua Grecia, por ejemplo, las obras teatrales representadas en anfiteatros o en la calle, llevaban al público las composiciones de los letrados de la época, obras que de otra manera hubieran sido inaccesibles.

Ciertamente, parte de la sabiduría y la cultura de los pueblos, cuando aún eran primitivos, ha perdurado gracias a que permanecían en la memoria y se transmitían mediante la oralidad. Siglos después, esta tradición continuaría con los juglares y trovadores, quienes visitaban poblados recogiendo y relatando historias a cambio de alojamiento y comida. Con la invención de la imprenta, los círculos de lectura se crearon en la intimidad: la lectura se convirtió en una actividad hogareña, se recitaban en voz alta las noticias del periódico durante la mañana y, por la tarde, las mujeres escuchaban pasajes de alguna novela mientras bordaban.

Leer influye de muchas maneras en la mente de las personas; la lectura transforma, vuelve al individuo crítico y autodidacta, le permite aprender a autorregularse. Al cultivar nuestra imaginación, establecemos conexiones entre neuronas que de otra manera no ejercitaríamos; la descripción de mundos ficticios puede influir en la manera de percibir nuestro entorno y volvernos más observadores, y la empatía creada con los personajes de un relato podría tornarnos más amables y comprensivos en nuestras relaciones interpersonales. Además, el ejercicio de la lectura retrasa o hace menos perceptible y más gradual el proceso degenerativo natural del cerebro, pues favorece la concentración y la actividad cerebral (Wolf, 2011).

El presente libro recopila lecturas de diversas temáticas, acompañadas de ejercicios prácticos de reflexión y análisis, para mejorar la lectura y aprovechar los beneficios que esta proporciona, y que pueden practicarse de manera individual o en grupo, en el aula o fuera de ella. Su propósito es reforzar los hábitos de lectura con algunas técnicas, dando pauta para que cada uno desarrolle a su vez estrategias propias de lectura, para enriquecer su léxico, optimizar su aprendizaje y, en general, su experiencia lectora.

A finales del siglo XIX, sólo 14% de la población mexicana estaba alfabetizada. Durante el Porfiriato, el gobierno comenzó a implementar algunas campañas de lectura un tanto más formales, pero fue hasta la época en que el filósofo, educador, escritor y político José Vasconcelos fungió como titular de la Secretaría de Educación Pública (1921-1924) cuando, por disposiciones suyas, se dio un verdadero impulso educativo que incluyó la enseñanza de la lectura.

Cuando sólo unos cuantos sabían leer, era una costumbre de familia y de círculos de amistad la lectura en voz alta, sobre todo de algunas obras literarias. Hoy en día se fomenta muy poco la lectura vocalizada, puesto que la mayoría de la población está alfabetizada. Aun así, en las prácticas poéticas y teatrales, en congresos y conferencias donde investigadores leen públicamente resultados de sus trabajos, y en los círculos de estudio, la lectura vocalizada es necesaria. Es decir, la lectura en voz alta sigue teniendo una importante utilidad social, además de ser la primera modalidad en que se aprende a leer.

Por ello, los primeros ejercicios que incluimos ponen énfasis en describir algunos aspectos de la lectura en voz alta, así como en practicarla.

Ejercicio 1. La dicción: destrabando la lengua

Ya que la lectura en voz alta tiene la finalidad de informar a otros sobre el contenido de algún texto, la pronunciación correcta de las palabras es uno de los principales aspectos que se debe cuidar cuando se lee para un público.

Para lograr una buena dicción es importante articular debidamente cada letra o conjunto de letras que integran cada sílaba, colocar los labios y la lengua de manera definida, aunque sin exagerar, según las exigencias de los fonemas y su articulación natural.

1. Practica con estos trabalenguas variando entre una mala y una buena pronunciación, aumentando también en velocidad, para que comprendas a qué nos referimos.

▶ Gritó el gurú: gárgaras y górgoros garantizan gruesos globos en el gluten. Gruesos globos en el gluten y grandes glotones, gárgaras y górgoros, gritó el gurú.

▶ Frente a la fuente de enfrente, la frente Fuensanta frunce. Fuensanta frunce la frente frente a la fuente de enfrente.

▶ Blandos brazos blande Brando. Brando blandos brazos blande. Blande Brando blandos brazos. Brazos blandos Brando blande.

▶ Sobre la jiba gigante de la jirafa, Jimena la jacarera, la gitana jaranera, jubilosa jugueteaba gorjeando la jácara, jamando la jícara, juergueando la jícama, jalando la jáquima.

▶ Qué colosal col colocó el loco aquel en aquel local del caracol. En aquel local del caracol, qué col colosal colocó el loco aquel.

▶ Marichú Morquecho, chocha, mocha y ducha por su chacha Nicha, lucha como un macho. Como un macho lucha, ducha, mucha y chocha por su chacha Nicha, Marichú Morquecho.

▶ En el yermo llano llueve llanto. En el llano yerto llanto llueve. Llorando yo llamé, yo llamé llorando, y la lluvia llenó yertas llanuras. Llanto llueve sobre el llano yerto y yo… yo no llamo ya, yo no lloro ya.

▶ Piedra quiebra en la quebrada de Petra el picapedrero Pedro Pliego. Y al quebrar Pedro Pliego la piedra en la quebrada de Petra, pierde piedra Pedro.

▶ El tomatero Matute mató al matutero Mota porque Mota el matutero tomó de su tomatera un tomate. Y como notó Matute que un tomate tomó Mota, por eso, por un tomate, mató a Mota el matutero el tomatero Matute.

▶ Tres tristes tigres tragaban trigo sobre tres tristes trastos sentados en un trigal. En un trigal, sentados sobre tres tristes trastos, tragaban trigo tres tristes tigres.

▶ Camarón caramelo, caramelo camarón (repetirlo varias veces).

2. Memoriza uno para que lo repitas con elocuencia frente a tus compañeros en una competencia donde se califique fluidez y dicción.

Ahora que has probado tus habilidades con estos trabalenguas breves, te presentamos como ejercicio complementario los párrafos iniciales de los cinco relatos que conforman Las vocales malditas, obra del escritor mexicano Óscar de la Borbolla, quien con su gran ingenio creó estas composiciones. En cada una de ellas utiliza palabras escritas con una sola vocal, en una especie de juego del lenguaje que es todo un reto para la buena dicción y la búsqueda de sentido.

3. Lee estos relatos en voz alta para identificar cuál letra o conjunto de letras se te dificulta pronunciar. Primero hazlo despacio y luego cada vez más rápido, para que notes cuáles son tus problemas de dicción o si no tienes ninguno. Después de haberlos repasado varias veces, elige uno para que lo leas frente a tus compañeros sin equivocarte y, si es posible, imponiendo en el tono la emoción que corresponde al sentido que te sugiere su contenido.

Las vocales malditas

Óscar de la Borbolla

(Fragmentos)

Cantata a Satanás

Abraham amaba a Sara cada mañana clara: pasaba la manaza, arañaba la lana, arrancaba la bata, la abrazaba; clavaba las garras hasta matarla. Sara atarantada callaba harta, Abraham la cansaba.

El hereje rebelde

En el verde césped del edén, célebre sede de creyentes, el decente Efrén se estremece. Tres deberes del mes lee en el templete del regente: “Defender el vergel del Hereje Rebelde, tener fe en el celeste Jefe de tez perenne, ser excelente”.

Mimí sin bikini

Insistir, ¿Crispín?… Mi visir, mi bichín, mi cid: si sin ti viví difícil chipichipi sin fin: crisis y crisis: bilis, rinitis, tisis. (Snif, snif.)

—…

—¡Fingir!, ¿fingir mis crisis?… ¿Ni tisis, ni rinitis, ni bilis? ¡Sífilis! … ¡Cistitis!… ¡Sífilis, Crispín!… ¿Infringir mi civil vivir?, ¿crispir mi hipil?… Si sin ti, ni vi films. Viví gris sin brindis ni picnics… Si inhibí mi ji ji y vi mi fin… Sí, Crispín, vi mi fin y mi tris…

Los locos somos otro cosmos

Otto colocó los shocks. Rodolfo mostró los ojos con horror: dos globos rojos, torvos, con poco fósforo como bolsos fofos; combó los hombros, sollozó: “No doctor, no… loco no…” Sor Socorro lo frotó con yodo: “Pon flojos los codos —rogó—, ponlos como yo. Nosotros no somos ogros”. Sor Flor tomó los mohosos polos color corcho ocroso; con gozo comprobó los shocks con los focos: los tronó, brotó polvo con ozono.

Un gurú vudú

Un gurú vudú, un Duvulur, supusu un mundu futuru mu suyu; un mundu cuyu multutud frustrudu pur sus Tuntuns Mucutus nuncu luchuru, nuncu junturu sus músculus puru hundur su curul. Su tutur, Pupú Duc, un sultún mu crul, un furúnculu du Luzbul, fundú su brutul club cun un grupúsculu du brujus du truculuntus trucus cun sustu vudú. Muchus uñus ul publu sufrú pústulus, sudú jugus púrpuru, tuvu tumurus du pus, susurrú su runcur, su humbru, su murtu, su cruz.

4. Ahora reúnete con un compañero. Entre los dos traten de encontrar el sentido de uno de los textos y escriban un breve relato sobre los personajes y la situación que se esboza.

Ejercicio 2. El ritmo y la cadencia del texto

Hay aspectos del texto que pasarían desapercibidos si no se leyera en voz alta, como el ritmo, la musicalidad, las rimas, por ejemplo.

El ritmo de la lectura es la forma como se distribuyen los sonidos de las letras y sílabas, los acentos y las pausas. Estos aspectos del escrito marcan el compás y la cadencia con que debe leerse.

Practica el ritmo de la lectura con el siguiente canto del escritor cubano Nicolás Guillén, quien integró a sus composiciones poéticas los ritmos de los naturales de la isla.

1. Lee el canto en voz alta varias veces siguiendo el ritmo que marcan las palabras y los versos.

2. En grupo, organizados por su maestro, traten de memorizar el canto (algunos versos por subgrupos) para interpretarlo como si fuera una composición a varias voces; pueden incluir percusiones donde prefieran. El ritmo del propio texto les ayudará a memorizarlo y caracterizar su interpretación.

Canto negro

Nicolás Guillén

¡Yambambó, yambambé!

Repica el congo solongo,

repica el negro bien negro;

congo solongo del Songo

baila yambó sobre un pie.

Mamatomba,

serembe cuserembá.

El negro canta y se ajuma,

el negro se ajuma y canta,

el negro canta y se va.

Acuememe serembó

aé,

yambó,

aé.

Tamba, tamba, tamba, tamba

tamba del negro que tumba;

tumba del negro, caramba,

caramba, que el negro tumba:

¡Yamba, yambó, yambambé!

3. Escucha en YouTube este poema en la voz del poeta, así como versiones musicalizadas por distintos grupos.

4. Investiga en internet u otros medios sobre el poeta, la historia de Cuba y sus ritmos autóctonos. Después, comenten en grupo por qué creen que tituló así su poema y le dio ese ritmo.

Pero no pienses que sólo los poemas en verso y las canciones tienen musicalidad y ritmo. Estas características también son propias de algunos textos en prosa, como el siguiente que te invitamos a leer.

1. Lee en voz alta, cuidando el ritmo y la entonación.

Mariposa de obsidiana

Octavio Paz

Mataron a mis hermanos, a mis hijos, a mis tíos. A la orilla del lago Texcoco me eché a llorar. Del peñón subían remolinos de salitre. Me cogieron suavemente y me depositaron en el atrio de la Catedral. Me hice tan pequeña y tan gris que muchos me confundieron con un montoncito de polvo. Sí, yo misma, la madre del pedernal y de la estrella, yo, encinta del rayo, soy ahora la pluma azul que abandona el pájaro en la zarza. Bailaba, los pechos en alto y girando, girando, girando hasta quedarme quieta; entonces empezaba a echar hojas, flores, frutos. En mi vientre latía el águila. Yo era la montaña que engendra cuando sueña, la casa del fuego, la olla primordial donde el hombre se cuece y se hace hombre. En la noche de las palabras degolladas mis hermanas y yo, cogidas de la mano, saltamos y cantamos alrededor de la única torre en pie del alfabeto arrasado. Aún recuerdo mis canciones:

Canta en la verde espesura

la luz de garganta dorada,

la luz, la luz decapitada.

Nos dijeron: una vereda derecha nunca conduce al invierno. Y ahora las manos me tiemblan, las palabras me cuelgan de la boca. Dame una sillita y un poco de sol.

En otros tiempos cada hora nacía del vaho de mi aliento, bailaba un instante sobre la punta de mi puñal y desaparecía por la puerta resplandeciente de mi espejito. Yo era el mediodía tatuado y la medianoche desnuda, el pequeño insecto de jade que canta entre las yerbas del amanecer y el zenzontle de barro que convoca a los muertos. Me bañaba en la cascada solar, me bañaba en mí misma, anegada en mi propio resplandor. Yo era el pedernal que rasga la cerrazón nocturna y abre las puertas del chubasco. En el cielo del Sur planté jardines de fuego, jardines de sangre. Sus ramas de coral todavía rozan la frente de los enamorados. Allá el amor es el encuentro en mitad del espacio de dos aerolitos y no esa obstinación de piedras frotándose para arrancarse un beso que chisporrotea.

Cada noche es un párpado que no acaban de atravesar las espinas. Y el día no acaba nunca, no acaba nunca de contarse a sí mismo, roto de monedas de cobre. Estoy cansada de tantas cuentas de piedra desparramadas en el polvo. Estoy cansada de este solitario tronco. Dichoso el alacrán madre, que devora a sus hijos. Dichosa la araña. Dichosa la serpiente, que muda de camisa. Dichosa el agua que se bebe a sí misma. ¿Cuándo acabarán de devorarme estas imágenes? ¿Cuándo acabaré de caer en esos ojos desiertos?

Estoy sola y caída, grano de maíz desprendido de la mazorca del tiempo. Siémbrame entre los fusilados. Naceré del ojo del capitán. Lluéveme, asoléame. Mi cuerpo arado por el tuyo ha de volverse un campo donde se siembra uno y se cosechan ciento. Espérame al otro lado del año: me encontrarás como un relámpago tendido a la orilla del otoño. Toca mis pechos de yerba. Besa mi vientre, piedra de sacrificios. En mi ombligo el remolino se aquieta: yo soy el centro fijo que mueve la danza. Arde, cae en mí: soy la fosa de cal viva que cura los huesos de su pesadumbre. Muere en mis labios. Nace en mis ojos. De mi cuerpo brotan imágenes: bebe en esas aguas y recuerda lo que olvidaste al nacer. Yo soy la herida que no cicatriza, la pequeña piedra solar: si me rozas, el mundo se incendia.

Toma mi collar de lágrimas. Te espero en ese lado del tiempo en donde la luz inaugura un reinado dichoso: el pacto de los gemelos enemigos, del agua que escapa entre los dedos del hielo, petrificado como un rey en su orgullo. Allí abrirás mi cuerpo en dos, para leer las letras de tu destino.

2. Vuelve a leerlo en equipo, jueguen con el ritmo mientras leen: utilicen una cadencia monótona y triste en algunos pasajes y en otros una alegre y enérgica, ¿cambia el sentido del texto? ¿Cómo deciden los fragmentos que deben leerse de manera monótona y cuáles de manera vivaz? ¿En qué medida los signos de puntuación condicionan la manera de leer un texto? ¿Cómo influye el ritmo de la lectura en el mensaje que el autor transmite?

3. Subraya las palabras que no comprendas. Después busca su significado en un diccionario.

4. En grupo, con la guía de su maestro, comenten sobre lo que podría estar refiriendo cada párrafo, traten de desentrañar su simbolismo y anota tu apreciación sobre el texto.

5. Por último, como una opción que podría aumentar el goce auditivo de este poema, con la ayuda de su maestro organicen una lectura coral en la que participe todo el grupo.

Žanrid ja sildid

Vanusepiirang:
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134 lk 7 illustratsiooni
ISBN:
9786075471570
Õiguste omanik:
Bookwire
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