Curso de Derecho Constitucional. Tomo I

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B) Complejidad-Simplicidad

“Cuanto más compleja es una institución más elevado es su nivel institucional”.

La complejidad puede referirse a la división en unidades organizativas, una estructura jerárquica y funcional. Mientras mayor el número de éstas, más compleja es la institución y por ende más institución es, esto se debe a que tiene una mejor capacidad de organización, lo que ayuda a mantener la fidelidad de los integrantes.

Por otro lado si cuenta con varios objetivos, puede adaptarse más fácilmente a la pérdida de uno de ellos, que aquella que fijó uno solo.

También respecto de esta variable, hay que tener presente que un sistema cuya organización, administración y funcionamiento dependen de una persona es más inestable.

C) Autonomía-Subordinación

“Cuanto más autónoma es una institución, más institución es”.

La autonomía en las instituciones es medida por el grado en que sus propios intereses y valores se pueden diferenciar de otras instituciones o fuerzas sociales. Esto se refiere a que la institución no actúe en función de los intereses de determinados grupos sociales, políticos, económicos, religiosos que pretendieran utilizarla para obtener sus propios objetivos, llegando incluso a la corrupción de la institución.

D) Coherencia-Desunión

“Una organización está más o menos institucionalizada en proporción directa con su grado de unificación o coherencia”.

Para que una organización sea efectiva requiere por lo menos de un consenso sustancial en cuanto a los límites funcionales del grupo y acerca de los procedimientos para resolver las disputas que se susciten.

TEMARIO DEL CAPÍTULO III:

Teoría de la Institución

1. Concepto.

A) Colectividad.

B) Órganos

C) Normas

2. Instituciones Jurídicas e Instituciones Políticas.

3. La Teoría de la Institución de Maurice Hauriou.

4. Elementos.

A) Una idea objetiva transformada en una obra social por el fundador.

B) El reclutamiento de adhesiones en número indeterminado en el medio social.

C) La sujeción de las voluntades subjetivas al servicio de la idea institucional.

5. Criterios de Institucionalización Política: Las Variables de Huntington.

A) Adaptabilidad-Rigidez.

B) Complejidad-Simplicidad.

C) Autonomía-Subordinación.

D) Coherencia-Desunión.

CUESTIONARIO DEL CAPÍTULO III:

Teoría de la Institución

1. Nombre los elementos esenciales que deben estar presentes en toda institución.

2. Instituciones jurídicas e instituciones políticas. ¿Cuál supone un concepto más amplio y por qué?

3. Explique a qué se refería Hauriou con “idea objetiva” al definir institución.

4. ¿En qué consiste la institucionalización del poder?

5. Mencione brevemente los criterios de institucionalización de Huntington.

6. Relacione los conceptos de adaptabilidad y complejidad de las instituciones.

7. Si Ud. fuera legislador. ¿Regularía la autonomía de las instituciones y de qué manera?

IV. Teoría de la Sociedad

1. EL HOMBRE, UN SER ESPECIAL

El ser humano se ha considerado siempre una especie singular y ha quedado de manifiesto en distintos textos de sociología, como el de Kingsley Davis, que reconociendo la singularidad del género agrega como elemento significativo “la aguda conciencia del gran abismo que los separa del resto del reino animal, abismo que no tiene igual en ninguna otra parte del mundo sensible. No sólo han tenido conciencia de su singularidad, sino que, como hombres que son, trataron de explicarla”42.

Sin duda alguna que hay tres características bastante peculiares, que a nuestro modo de ver, son de gran importancia para entender la figura del ser humano como un individuo único, totalmente distinto del resto de las especies, capaz de vincularse con otros de una manera totalmente propia y posibilitado, precisamente, para formar la sociedad:

A) Mundanidad

El hombre, como ser pensante y racional, siempre ha tenido conciencia de su existencia. Y a la vez ha tenido conciencia de que existe en un mundo físico que lo rodea, diferente de su mundo interior, y en el cual interactúa. Y de esta interacción obtendrá la satisfacción de sus necesidades básicas (alimento, vivienda y abrigo), gran parte de su experiencia animal, la satisfacción de su curiosidad intuitiva, etc.

Pero además, al estar en este mundo físico, se dará cuenta de que no se encuentra solo. Y es aquí donde encontramos la otra característica que nos interesa.

B) Sociabilidad

El hombre, al interactuar con el medio que lo rodea, también lo hará con sus semejantes. “El hombre no existe, sino que coexiste; no vive sino que convive”43.

La convivencia implica que entre todos los elementos presentes en el mundo del ser humano, hay algunos con los que la persona tiene que tratar de un modo diferente, porque cuentan para él, para su vida, de manera especial.

Dentro de este grupo de elementos “especiales”, “trascendentes” para la persona, encontramos a los otros hombres con los cuales se relaciona y a los cuales, en cierto modo necesita; ahora, si bien es un aspecto importante de la sociabilidad humana, al tener conciencia de este otro “semejante a mí”, el hombre no sólo verá satisfechas sus necesidades sociales o de simple convivencia, sino que además verá satisfechas otro tipo de necesidades como lo son las psicológicas (por ejemplo el sentirse apoyado y protegido por sus semejantes), las emotivas (que lo llevarán a formar su grupo familiar), las afectivas (ejemplarizadas al asumir los individuos su papel de padres), las espirituales (relacionadas con la idea de divinidad y tabú, conceptos que serán explicados con posterioridad), etc.

Se nos presenta la sociedad no como algo artificial y voluntario de la naturaleza humana, sino más bien como un modo específico de vivir del hombre.

La vida en sociedad sirve como modo de adaptación al ambiente, confiere la fuerza del número y de la especialización a los individuos asociados, y de tal modo los ayuda en lo que atañe a la protección, la nutrición y la reproducción, que no sólo es beneficiosa para sus miembros, sino también para la especie.

Llegamos entonces a la idea de que el hombre es un ser social.

Aristóteles expresó que “el hombre es por naturaleza un animal social, el cual no puede prescindir del contacto con otros hombres, condición que de ser posible lo convierte en un bruto (animal) o en un dios, en síntesis, algo no humano”44.

Sobre el mismo punto, indica Juan Antonio Widow, que “no se ha tenido noticia de la existencia de ningún individuo humano que haya podido vivir totalmente privado de vínculos con otros hombres. Por esto, para entender qué es la sociedad humana y por qué existe, hay que partir de la evidencia, de la observación de la realidad”45.

El carácter de ser imprescindible el contacto humano se debe, básicamente, a que el hombre es el único ser vivo dotado de un elemento de la racionalidad: la palabra, elemento condicionante para que los hombres se acerquen los unos a los otros, ya que sólo aquí adquiere real significado. Se fundamenta así la teoría de la comunicación, que es una necesidad del ser humano y se traduce en que desde su nacimiento, el individuo requiere y tiene el derecho a comunicarse con otros, y a la vez, el derecho a recibir información de los demás.

Se convierte entonces el hombre en el “único animal capaz de comunicar nociones a sus semejantes”46.

C) Politicidad

Desde el punto de vista que el hombre es un ser social, se le considera político: “El hombre es un animal político, (zoon politikon)”, palabras que pertenecen a Aristóteles, confirman esta idea, la que luego fue seguida por el pensamiento tomista, el cual estimó que el orden que da Dios a lo creado es perfectamente reproducible en la tierra a través de las relaciones de mando y obediencia que han de darse entre gobernantes y gobernados.

Pero ¿por qué el hombre es por naturaleza político?, Por la sencilla razón de que le es necesario organizar su convivencia con los demás; sus relaciones con sus pares; las relaciones de poder que nacen de esta interacción.

El hombre, para poder mantenerse en sociedad, para interactuar con su prójimo precisa de la comunidad política. Se toma entonces la politicidad como la forma perfecta que tiene el hombre de darse una forma de organización en este mundo: “Lo Social se manifiesta en el grupo. Sin grupo no hay hechos sociales. El hombre vive necesariamente en grupos; en los grupos es de donde recibe esa forma de vida que constituye su comportamiento social, y el grupo es el lugar de esa forma de vida (lo social), en la cual somos algo más que un conjunto de individuos aislados o reunidos”47.

Sin embargo, el carácter político de la naturaleza humana no ha sido compartido por todos los filósofos y autores. En efecto, para la teoría pactista, la politicidad no es un producto de la naturaleza humana, sino el resultado de un pacto social al que los hombres llegan mediante una elaboración racional: Tanto Hobbes48, Rousseau y Locke49, si bien estiman conveniente la idea de proteger los derechos, de salvar el orden, de evitar la guerra a través de un pacto que los resguarde, suponen la existencia previa de un modo de vida no político, es decir, los hombres pueden prescindir de la organización política. Para ello, el hombre vive políticamente organizado en un Estado porque quiere, porque se le ha ocurrido. O en otros términos, la sociabilidad es susceptible de darse y de mantenerse sin estructura política, en un plano espontáneo desprovisto de organización estatal.

 

2. EVOLUCIÓN DE LAS RELACIONES SOCIALES

A) La Familia

Podríamos denominar a la familia “como el tipo de sociedad más primigenio y connatural del hombre”50. En un sentido lato, la familia designa al conjunto de personas que viven bajo un mismo techo, sometidas a la dirección y con los recursos del jefe de la casa.

Al hablar de familia es fácil imaginar un hombre y una mujer unidos por sentimientos mutuos. Probablemente nacerán de esta relación los hijos.

Aunque quizá resulte extraño para algunos, además de la fuerte carga emotiva que conlleva este tipo de relación, resulta también esencial la relación sexual que naturalmente se da en este tipo de relación social. Esto implica profundas semejanzas pero a la vez diferencias entre los seres a los que concierne. Y esto es de extraordinaria importancia, pues si las personas fueran exactamente iguales, sus relaciones serían quizá tan limitadas como la de las hormigas o de las abejas.

Es importante destacar que en “la familia la persona se forja, adquiriendo las virtudes y costumbres básicas que le dan su sello; desde la familia, proyectando el carácter moral allí adquirido”51.

Pero naturalmente que el hombre buscó en esta relación perdurabilidad y estabilidad. Llegamos así al concepto de matrimonio, palabra derivada del latín matrimonium, que procedería de las voces matris munium, que significa carga o cuidado de madre. Según las Siete Partidas, esta institución se llama así y no patrimonium, puesto que es la madre quien debe sufrir los mayores trabajos con los hijos.

Claramente el primitivo concepto de matrimonio era bastante diferente al que tenemos hoy en día, es decir, de acuerdo a nuestro Derecho Civil, “un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente”52. Ello se debía a que ciertas culturas aceptaban la poligamia, por razones de carácter económico-productivas y de descendencia, o consideraban válido el término del matrimonio, por ejemplo, por repudio, todo lo cual ha sido superado en occidente, por una manifiesta influencia de la cultura cristiana y de la consideración del matrimonio, mucho más que como un contrato, como un sacramento.

Sin embargo, la institución de la familia ha sufrido cambios substanciales en las últimas décadas, impulsados por las diversas transformaciones de la sociedad, variando su estructura y funciones, surgiendo nuevas configuraciones de familias, como parejas sin hijos, hogares sin núcleos, hogares unipersonales53 como las familias monoparentales (familias con un solo padre), además de transformándose los roles dentro del modelo familiar en el cual se ha ido quebrantando el modelo de patriarcados, provocados por el aumento de separaciones, nulidades y divorcios.

El hombre encuentra dentro de su núcleo familiar ciertas relaciones que le resultarán de vital importancia en futuro:

A.1) Relaciones entre los padres, que son de naturaleza eminentemente afectiva, y que se basan precisamente en la estabilidad del matrimonio, que implica mutuos deberes y derechos.

(a) En relación a la familia, referencia de la Constitución de 1980 versus las anteriores.

El texto constitucional de 1980 es el primer cuerpo fundamental en reconocer el valor que juega la familia en la sociedad. En el inciso segundo del artículo primero, la Constitución reconoce que “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad” (Art. 1, inc. 2º Constitución). Constituye así, una innovación relevante con respecto a sus antecesores, al reconocerle una existencia anterior a la del propio Estado.

Ello porque, en las Constituciones anteriores, la palabra “familia” era utilizada de manera escasísima, y nunca de manera principal. En la Constitución de 1925, se utilizaba el concepto a propósito de los derechos de libertad de trabajo y su protección (Art. 10 nº 14 Constitución Política chilena de 1925) y a la seguridad social (Art. 10 Nº 16, Constitución Política chilena de 1925). Más escaso es aún su uso en la Carta Fundamental de 1833, que corresponde a la primera que tuvo Chile de manera estable; en ella, se utilizaba el concepto únicamente a propósito de los modos de adquirir la nacionalidad (Art. 6 nº3 Constitución Política chilena de 1833)

El hombre encuentra dentro de su núcleo familiar ciertas relaciones que le resultarán de vital importancia en futuro, lo que no impide que el concepto mismo de familia haya ido variando con el tiempo, desde ser una institución basada en el matrimonio, a comprenderse de un modo más laxo.

(b) Evolución de las relaciones de familia y Acuerdo de Unión Civil.

La institución de la familia ha sufrido cambios substanciales en las últimas décadas, impulsada por las diversas transformaciones de la sociedad, variando su estructura y funciones. Así, han surgido nuevas configuraciones de familia, como parejas sin hijos, hogares unipersonales,como las familias monoparentales (familias con un solo padre); además de la transformación que han sufrido los roles dentro del modelo familiar, en el cual se ha ido quebrantando el modelo de patriarcados, provocados por el aumento de separaciones, nulidades y divorcios.

Dentro de estos cambios podemos mencionar, en Chile, la promulgación en abril del 2015 de la ley de “Acuerdo de Unión Civil”. Esta consiste en la existencia de un contrato que busca reconocer efectos jurídicos al concubinato entre personas de igual o distinto sexo, mediante la creación de un nuevo estado civil (Art. 1 Ley N° 20.680). Si bien su constitucionalidad fue cuestionada por algunos parlamentarios, finalmente el Tribunal Constitucional rechazó dichos requerimientos54.

A.2) Relaciones entre padres e hijos, que además de ser afectivas, se proyectan al plano de la ordenación.

De estas relaciones, el individuo adquiere experiencias fundamentales para su desarrollo ulterior, tales como las que lo ayudan a formarse en relaciones de convivencia, de solidaridad y, en general, de naturaleza social. Además, aprende el desempeño básico de papeles tan trascendentes como los de marido, mujer, padre o madre; obtiene los aspectos esenciales de su educación, de su formación valórica y sentido patrio y los elementos que le permiten integrarse correctamente a la sociedad de la que es miembro. Por ello, resulta en extremo difícil la formación de una persona sin contar con la familia y es muy probable que el individuo que ha vivido aislado tenga dificultades para cumplir con las funciones que le corresponden, pues no tendrá los ejemplos ya citados, de primera mano a través del esquema familiar.

B) Tribu o Aldea

Podríamos referirnos a la Tribu o Aldea como la siguiente fase de organización social, es decir, la etapa posterior a la familia. Y es que muchas veces, la mayoría, la tribu resultaba de la reunión de familias: “La tribu tuvo también su religión, su altar y su divinidad protectora. Ordinariamente el dios de la tribu era de la misma especie que el de patria o de la familia, un hombre divinizado, un héroe, de quien la tribu tomaba su nombre, llamándole por eso los griegos el héroe epónimo. La tribu, como la patria, tenía su asamblea y expedía decretos a que debían someterse todos sus miembros, tenía tribunal y derecho a la justicia sobre ellos y un jefe llamado tribuno. En todo lo que nos ha quedado de las instituciones de la tribu, se observa que se constituye en su origen para ser una sociedad independiente y como si no hubiese tenido ningún poder social que le fuese superior”55.

La tribu o aldea primitiva contiene una serie de elementos que la identifican:

B.1) Idea de Divinidad: El hombre desde sus inicios ha tratado de explicarse los fenómenos de la naturaleza, interpretando las fuerzas que por sí solo no es capaz de manejar, acudiendo entonces a las ideas de magia y divinidad. A través de la primera, logra dar un sentido coherente a “su” realidad. Un sistema primitivo de magia constituye un universo de discurso coherente como la ciencia, en función del cual pueden discernirse una concepción inteligible de la realidad y claras maneras de decidir qué creencias concuerdan o no con esa realidad56.

Con la concepción de la Divinidad ocurre algo muy parecido. Surgían los Dioses, en primer lugar, como una “fácil” respuesta a todas aquellas situaciones y circunstancias que no tenían una explicación para el hombre primitivo, y en segundo lugar, como un bastión de seguridad “personal” al poder contar con el respaldo de entes superiores. Primero, estos dioses son un reflejo de las fuerzas de la naturaleza o de los aspectos misteriosos que el hombre no es capaz de explicar por sí mismo, como la procreación, y luego van tomando rasgos más humanos, llegando a reproducir incluso pasiones y vicios del ser humano: “Cuanto menos dominio técnico ejerce el hombre sobre la naturaleza, más se dirige con sus deseos, expresados en un peculiar lenguaje de signos, a seres sobrehumanos”57.

Sólo el hombre más evolucionado será capaz de centrar finalmente sus creencias en entes superiores racionalmente ordenadores y creadores, que son la base de las principales religiones del mundo.

Resulta entonces fácil imaginar que el hombre asociado en aldeas fue potenciando esta idea, alcanzando este fenómeno de divinización dimensiones mucho mayores; iniciándose así una serie de ritos y adoraciones con el objeto de atraer hacia sí la ayuda y protección de la divinidad.

B.2) Idea de Orden o Regulación: La idea de asociación (primero en familia y luego en tribu) implica la de orden, y éste se obtiene por un conjunto de reglas, escritas o no; morales y posteriormente, jurídicas, del cual depende en su totalidad el rendimiento, funcionamiento y administración de la aldea.

B.3) Idea de Prohibición: En la comunidad primitiva encontraremos figuras de prohibición o tabú, que deben ser entendidas como la prohibición de un tema, persona o tipo de conducta y las conductas contrarias a la prohibición establecida, se califican como una afrenta a creencias de mayor envergadura que se vinculan a ideas de divinidad o en el ámbito metafísico.

Se ha señalado que el Tabú es una prohibición –de acuerdo a la definición precedente– y opera en distintos ámbitos: En lo religioso –tabú religioso– “el tema prohibido se considera sucio o sagrado y el tabú se impone para protegerse contra su poder”58.

Otra perspectiva es el tabú de conducta y opera a través de prohibiciones sobre el matrimonio o incesto al interior de un grupo familiar. Aquí se sigue la idea de protegerse contra algo y en el caso del incesto, se busca resguardar la autoridad del padre de familia, la que se puede ver amenazada por el hijo varón que caiga en la conducta prohibida. Así se puede observar que no resulta de mayor importancia, inicialmente, el matar a individuos que no pertenecen a ella. Y es que el homicidio de un individuo que pertenece a la tribu es visto como una ofensa al grupo, puesto que la tribu es privada de un miembro útil59.

La evolución cultural ha contribuido a que se agreguen factores morales, estableciéndose la prohibición del incesto en diferentes culturas. Ello sin olvidar que también existen tabúes de orden social, como el de las diferencias entre clases o castas.

Dentro de estos aspectos, es importante considerar la idea del Totemismo.

¿Qué es el Tótem? Se entiende como un “complejo sistema de ideas, símbolos y prácticas basadas en una supuesta relación entre el individuo y un objeto natural conocido como tótem. Este puede ser una especie concreta de animal o planta, o un fenómeno natural o fisiológico al que un grupo se cree vinculado de determinada forma”60. El Tótem tiene una doble perspectiva: se le considera como antepasado del grupo y, a la vez, un espíritu protector.

Bajo la misma línea, se puede profundizar sobre las tendencias que presenta el Totemismo:

1. Dentro de estas sociedades el tótem es visto como un ayudante dotado de poderes sobrenaturales, quien goza de respeto y veneración. La colectividad se identifica con él, dándole nombres o significados especiales.

 

2. El totemismo ha tenido como fundamento la concepción presente en algunas sociedades, una relación directa entre los seres humanos y las fuerzas de la naturaleza y esta relación ha sido el pie para clasificarlos en distintos grupos.

Vale destacar que pocos conceptos antropológicos han sido afectados por fuertes cambios, como el Totemismo, respecto del cual se ha abandonado la costumbre de considerarlo como una religión, sin desconocer que en él puedan existir ciertos elementos religiosos.

Muchos autores han dedicado tiempo y energías al estudio del Totemismo, pero existen dos de ellos que reflejan lo dicho precedentemente sobre los cambios que ha experimentado el concepto y ellos son Claude Lévi-Strauss y Sigmund Freud.

Las distintas orientaciones en la materia han quedado plasmadas en el trabajo de Peter Worsley sobre el Totemismo, para lo cual cita a Lévi-Strauss: “el totemismo no es un rasgo “etnográfico” separable, peculiar de los australianos y de algunos otros pueblos, sino un ejemplo particular de un fenómeno mucho más general, que todas las sociedades deben encarar realmente, de un modo o de otro: el problema de cómo los hombres perciben, seleccionan, ordenan intelectualmente y natural, respectivamente, y cómo se establecen las conexiones entre esos dos órdenes”61.

Siguiendo la misma línea de argumentación, el autor citado concluye que “se relacionan el mundo de los objetos naturales y el mundo de los objetos culturales”62.

Un enfoque distinto es el que muestra Freud, señalando que “el totemismo enfrenta al hombre con la naturaleza porque implica una represión de la actividad natural”63.

Las diferencias entre ambos autores quedan de manifiesto a través del siguiente texto: “Para Freud el “totemismo” implica una relación entre las necesidades y las emociones humanas y el mundo de la naturaleza; para Lévi-Strauss implica una relación entre los procesos del pensamiento humano y el mundo natural”64.

Sobre la ubicación que tiene el Tótem en la estructura de estas sociedades, vale tener en cuenta lo señalado por Claude Lévi-Strauss, bajo el siguiente tenor: “El mundo animal y el mundo vegetal no son utilizados solamente porque se encuentren allí, sino porque proponen al hombre un método de pensamiento”65 .

Interesante resulta ver la relación entre Tabú y Totemismo, respecto de lo cual Freud indica que “los tabúes son un rasgo del clan totémico en el cual se heredan... son un fenómeno de descendencia... fueron generados en el hecho primario y luego se heredaron en el clan totémico... recalca que los tabúes deben haber tenido origen en el tiempo, y cómo los clanes alegan descender de animales a los que identifican con el pasado original66.

Muchos autores han criticado en Freud el hecho de haberse encargado exclusivamente de las tribus australianas para el estudio del totemismo y la razón de tal elección obedece a la necesidad de contar con un grupo que obedeciera a la estructura de sociedad unilineal que sea capaz de explicar la materia de análisis. Sobre este grupo pudo concluir que “el reconocimiento de que las motivaciones y las prohibiciones son parte integrante del sistema unilineal. No es que tengamos tales y tales tabúes y fobias porque seamos matrilineales, sino que somos matrilineales porque tenemos tales y tales tabúes y fobias”67.

B.4) Idea de Mando y Obediencia: En toda tribu o aldea se encuentra este tipo de esquema, fundado en algunos criterios como la reproducción del orden familiar, el mando religioso (sacerdote como gobernante), mando guerrero y otras formas mixtas de mando. Estas figuras resultan bastante estáticas y su designación obedece, en la mayoría de los casos, a criterios tradicionales.

Es básico para estructurar el concepto de Sociedad pues esta relación de mando y obediencia se configura cuando un número de personas llevan a cabo alguna empresa en común para conseguir beneficios a la comunidad y el obedecer se basa en respaldar el mando para lograr dicho objetivo.

C) Asociaciones o Grupos Intermedios

“Por asociación debe entenderse una relación social con una regulación limitadora hacia fuera cuando el mantenimiento de su orden está garantizado por la conducta de determinados hombres destinada en especial a ese propósito”68. De aquí que podemos decir que las asociaciones o grupos intermedios no son una comunidad, sino que se trata de organizaciones dentro de una comunidad. El nombre “grupos intermedios” se debe a que estas asociaciones se sitúan en un punto intermedio entre la persona y el Estado (Estado que también es una comunidad), sirviendo como canal para la realización de fines propios y de intereses particulares que no deben ser absorbidos por el sistema político, sino respetados y reconocidos.

La existencia de ciertos grupos o asociaciones y su reconocimiento como expresión de la sociabilidad humana es un factor extraordinariamente importante desde el punto de vista del Derecho Político para definir distintos regímenes políticos, entre los que desde ya podemos distinguir los republicanos, los autocráticos y totalitarios, esto según la tipología de Bernard Crick69.

El citado autor señala que: “Un sistema político puede estar lo bastante bien fundado en la historia, el hábito y la creencia, para resistir un comportamiento inconscientemente impolítico e incluso antipolítico. (Un estadista hasta puede pensar que está actuando de conformidad con ciertos principios ideológicos; pero si se halla sometido a las presiones políticas, su comportamiento real puede ser más razonable que su retórica). Las doctrinas políticas son producto del tiempo y de las circunstancias; hay coyunturas en que parecen requerirse todos sus elementos. Pero esto no significa que sea sensato intentar sistematizarlas en algún conglomerado político perfecto; porque representan intereses diferentes y su común aceptación de los métodos políticos no implica, en definitiva, un acuerdo sobre algo más fundamental que eso”70.

Es en los regímenes totalitarios donde encontramos la ausencia de estos grupos como intermedios e independientes del Estado, pudiendo ser considerados en realidad desde dos puntos de vista:

C.1) Punto de vista corporativo: Donde el grupo intermedio es querido y propiciado por el Estado para una mejor dominación de las fuerzas sociales, como es el caso del fascismo italiano.

C.2) Punto de vista de sujeción: En donde la asociación es orientada en su acción y dominación a todo sector dentro de la sociedad, como es el caso del nacionalsocialismo alemán.

D) Comunidad

Se le puede aplicar el término comunidad a donde se presente un conjunto de seres humanos pequeño o grande y sus miembros vivan juntos, de tal forma que todos participen no de este o aquel interés particular, sino de las condiciones básicas de una vida en común.

Podríamos entonces definir la comunidad como “una relación social cuando y en la medida en que la actitud en la acción social se inspira en el sentimiento subjetivo de los partícipes de construir un todo”71.

Con una orientación más sociológica, se puede citar a Fichter, quien entiende la comunidad como “un grupo territorial de personas con relaciones recíprocas, que se sirve de medios comunes para lograr fines comunes”72.

En ningún momento debe confundirse la comunidad con la sociedad, porque la primera es un sector organizado dentro de la sociedad completa. Así podemos considerar a la comunidad como un paso más adelantado de sociabilidad humana donde tiene importancia la cohesión social que lleva un grado superior de abstracción, reflexión y acuerdo racional.

De lo cual se pueden extraer las siguientes características de la comunidad:

D.1) “una comunidad está esencialmente “ligada al suelo” en cuanto que las personas viven establemente en una zona determinada”73.

Según lo señalado, podemos indicar que entre los miembros de la comunidad surgen estrechos lazos a raíz de la estabilidad territorial.