Loe raamatut: «El futuro. Poesía Reunida (1979 - 2016)»
Bruno Montané Krebs
Bruno Montané Krebs nació en Valparaíso de Chile en 1957. Residió en México entre 1974 y 1976 donde fundó junto a otros poeta como Mario Santiago y Roberto Bolaño, el movimiento poético Infrarealista. Desde 1976 reside en Barcelona.
Ha publicado Helicón (1987), Cuenta (1998), El maletín de Stevenson (2002 y 2012), El cielo de los topos (2002), Mapas de bolsillo (2013) y Setanta-set poemes (2013). Traducido al catalán y alemán, ha sido incluido en diversas antologías y revistas de México, Chile, Francia y España como Revista de Bellas Artes, Berthe Trépat, Correspondencia Infrarrealista, Rimbaud vuelve a casa, Trilce, La zorra vuelve al gallinero o Litoral. Actualmente es editor de Ediciones Sin Fin, editorial de Barcelona que recupera importantes poetas latinoamericanos como Jorge Teillier, Osvaldo Lamborghini o Carmen Ollé.
Candaya Poesía, 20
EL FUTURO poesía reunida (1979-2016)
© Bruno Montané Krebs
© Prólogo: Ignacio Echevarría
Primera edición: junio de 2018
© Editorial Candaya S.L.
Camí de l’Arboçar, 4 - Les Gunyoles
08793 Avinyonet del Penedès (Barcelona)
Francesc Fernández
Imagen de la cubierta:
Dibujo 1984, de Bruno Montané Krebs
BIC: DCF
ISBN:978-84-15934-95-0
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura y Deporte
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier procedimiento, sin la previa autorización del editor.
Índice
PRÓLOGO
EL MALETÍN DE STEVENSON(1979-1981)
1. El Maletín de Stevenson(1979)
STEVENSON
INTERFERENCIAS
EL PASO DE LA LAGUNA ESTIGIA (1480-PATINIR-1524)
PINTURAS NEGRAS
PUENTES BAJO LA SOMBRA
LA RAPIDEZ DEL IMAGINISTA
EL JARDÍN DE LOS CAMINANTES
LA NIÑA Y EL ESPEJO
MEMORIA DEL CUERPO
CUERPOS LIVIANOS
LA INOCENCIA MIRA
2. EL AGUJERO DE LAS SENDAS (1980)
CERBATANA
MANO
TEXTO DE LLAMADA PARA LA SOMBRA DE LA OREJA
EL SILBATO DE LOS MARES
TÚ SERÁS LA ESTRELLA QUE MIRA
3. LAS COLINAS INTERIORES DEL PLANETA (1980-1981)
1. Las bellas palabras
REGRESANDO A LAS FACTORÍAS
ESTATUAS AL BORDE DE UNA CAMA
FALSAS MADRIGUERAS
LA BOCA ES UN DADO NEGRO
A VECES LA LUZ ERA EL CELESTE MICROBIO QUE ME COMÍA
QUÉ CREES QUE ES LA VIDA
LA RISA DEL AMOR
LA IMAGEN OBLICUA
LO QUE VIVE EL MAPA
LAS BELLAS PALABRAS
TU CEREBRO SE MUEVE EN UNA FOTOGRAFÍA
2. La visión del último trabajo
AZOTEAS
MÁS SALIDAS
ZIGZAGUEO
EL BUHONERO
SILUETA ROJA
HONDONADA
RASTREO
LA TELA
GRUPAS SOÑOLIENTAS
EL RITMO DE NUESTRA HORA
UN LAZO ROJO ALREDEDOR
LA BOCA EN LA NUCA
EL SILENCIO ES SALVAJE, FOSFORESCENTE
UN ÁNGEL SIN DERROTA
CRUCE DE LENGUAJES
LA VISIÓN DEL ÚLTIMO TRABAJO
HIERBAS Y CASACAS
PIEL DE NUBE
LUNAS HÚMEDAS, DESESPERADAS
CINTURA DE SOMBRAS
MANO QUE TOMA
NADA ERA CAVERNA
3. Vaharada
LUNA DE SONIDOS
LAS BALADAS
TU ROSTRO ANTES DE NACER
SIN LUGAR
AGORAFOBIA
INTENTOS DE REALIDAD
MISTERIOS PARA TU MANO
LUZ EN LA TERRAZA
EL SOL EN LA COLINA
BEBES EN LA LÍNEA DE LUZ
MANO EN EL HURACÁN SIN OJO
MARCADO
SOLO
EXPRESIONISMO
VACIAMIENTO DE LA ESTATUA
INMEDIATO Y RECORRIDO
SURCO DE ESPUMA
SENTIR TIEMPO
VAHARADA
DONDE VES CLARIDAD
EL CIELO DE LOS TOPOS(1987-1995)
I
HACIA LA LUNA
PENSAMIENTOS EN EL BARRO
NO OLVIDES LOS SENDEROS
OREJA REFLEJADA
ACUMULACIÓN
CEMENTO AMETRALLADO
NUBLADO
MESES
SUTILES
PENSAMIENTOS PARA TERMINAR EL TRABAJO
RESTAÑANTE
SESIONES DE PÉRDIDA
SANGRE
EL ESTILO ES UN HOSPITAL
PARA LEER EN SILENCIO
EL CIELO DE LOS TOPOS
II
BOLERO
BOLERO
BOLERO
LAS ENCANTADAS
LAS ENCANTADAS
LAS ENCANTADAS
LAS ENCANTADAS
III
UTOPÍA PARA LOS PUENTES
DESLIZAMIENTO HACIA EL ROJO
QUÉ ESTÁN ESPERANDO
MEDITACIÓN PARA UNA BALADA IMPLACABLE
CIENTOS DE ÁRBOLES Y ROCAS
EL AGUA
LA CENTRAL
UN ZAPATO DE SOL
UN RÍO EN LA LUNA
IV
LAS PALABRAS MÁS REPETIDAS
OSSA SACRA
JOYAS DE HUMEDAD
LA LUNA
TU IDEA DE LA DIVISIÓN
COMIENZO
GOTEAR
PEÑASCOS
PEQUEÑA DUREZA
LIVIANO
V
LAS BECAS DE LA MUERTE
LA MÍSTICA – LA ECONOMÍA
LA MUERTE DE LA RANA
TODO ES UTOPÍA
CAUCE
MAPAS DE BOLSILLO (2013)
Papeles y flores de la suerte
EL HUESO
RECURRENCIAS
PIE DE CORAL
RITO SOLUBLE
VOCES
SEPAMOS
LA ORILLA
ASCENSIÓN
HUESO NECESARIO
OLEAJE
PIES DE BARRO
CINABRIO
DESPERTAR
LÍMITES
CISTERNA
BROCARDO
PAPELES Y FLORES DE LA SUERTE
IRRECONOCIBLE
TODAS LAS PALABRAS
OTRO MÁS
TERROR
TIEMPO
SERIEDAD
ANTISCIOS*
Didascalia
DIDASCALIA
CASI NADA
EL CADÁVER DE LA POESÍA
POLÍTICA
CALICATA
UN DISCRETO TRABAJO
FUNDACIONES
TRANSFIGURACIÓN
RARA MAESTRÍA
TEXTURA
POEMA
BRISA
BREVE EXPLICACIÓN
LA PARTE QUE FALTA
UNA NUEVA INGENUIDAD
IRRADIACIÓN
TABUCO
LEGIBLE
POCO
Una palabra
UNA PALABRA
CONSIDERACIONES SOBRE UN POEMA ANTIGUO
BROCAL
GLACIS
MALEZA
EL TEMBLOR DE LA SOLUCIÓN
LA LUZ DE LOS MATOJOS
CIMA
SIMA
SIN NOSOTROS
RELENTE
LUGARES
RÁPIDO
CIRCUNLOQUIO
HILOS
EL GRAFÓMANO Y LA NADA
EL GRAFÓMANO Y EL VAMPIRO
EL GRAFÓMANO Y EL ÁNGEL
NULLA DIES SINE LINEA
TRAMPANTOJO
CRÁNEO
PARALIPÓMENOS
Mapas y escritos
MAPA 1
MAPA 2
MAPA 3
MAPA 4
MAPA 5
MAPA 6
MAPA 7
ESCRITO 1
ESCRITO 2
ESCRITO 3
ESCRITO 4
ESCRITO 5
ESCRITO 6
ESCRITO 7
ESCRITO 8
ESCRITO 9
ESCRITO 10
ESCRITO 11
ESCRITO 12
ESCRITO 13
Oxímoron
RETRATO MOJADO
¿QUÉ ES ESO?
OTROS
MÁS ALLÁ DEL POEMA
MÉTODOS PERDIDOS
EL FONDO DEL POEMA
BAGAZO
NINGÚN POEMA
ATRAVESAR
OXÍMORON
ATARAXIA
OMNISCIO
MODELOS EN LA SOMBRA
EN VOZ BAJA
TALUD
MIL POEMAS
VÉRTIGO
EL FUTURO(2016)
EL CIELO
ESTUPEFACTOS
INCRÉDULOS
ARROYO
OTRAS VOCES EN EL SUEÑO
TIBIO SILENCIO
HÁPAX
LUCES
FIN
AUTENTICIDAD
IMÁGENES
COHESIÓN
EL FUTURO (TRECE VECES)
CICLO INCÓLUME
SOLOS
MÁQUINA UNO
MÁQUINA DOS
MÁQUINA TRES
MÁQUINA CUATRO
UN AÑO
INTERMINABLE ABISMO
NADIE
VÓRTICE
NUEVOS PANFLETOS
UN NUEVO MITO
EL CRITERIO
ERROR O ANATEMA
EL ÓRGANO CASUAL
LA MUERTE NO LEE
TESELAS
ENSAYO SOBRE LA MOTIVACIÓN
APRENDIZAJE Y RESPIRACIÓN
EL MINERAL DE LA SANGRE
COMO BRECHT…
DESCUBRIR Y OLVIDAR
OBRA (Y REPETICIÓN)
MÁS SILENCIO
EL MIEDO
OBNUBILADOS
APLICACIONES DE LA VIDA FUTURA
ENSAYO FINAL SOBRE LA CORDURA
CIEN RETRATOS
PRÓLOGO
Ignacio Echevarría
Escribo estas líneas sin haberme repuesto todavía de la sorpresa, primero, y luego del asombro que me ha producido la lectura de este libro. Ocurre que conozco a Bruno Montané desde hace ya bastantes años, durante los cuales he tenido ocasión de leer –siempre con agrado, también con admiración– un buen número de sus poemas. Mis lecturas, sin embargo, parciales y discontinuas, espaciadas en el tiempo, me habían procurado –lo constato ahora– una idea muy insuficiente de la calidad y de la hondura, de la belleza también, y de la singularidad, de una poesía que, recorrida en su trayectoria más o menos cronológica, como aquí es presentada, entraña todo un aprendizaje.
Reunir, como se hace aquí, poemas escritos en el transcurso de cerca de cuatro décadas ofrece la posibilidad de reconocer el argumento que, sin el poeta saberlo, esos poemas tejen. Y el argumento de este libro –a mis ojos, al menos– consiste en la progresiva conciencia que, con el pasar del tiempo, su autor ha ido adquiriendo del valor que para él mismo tiene el ejercicio tenaz y constante de la poesía, un arte cuya naturaleza, sin embargo, y cuyo sentido, nunca se le revelan del todo.
“No lo sabemos pero nos pasamos / la vida entera frente al poema”, se lee en “El temblor de la solución”. Y a continuación: “Nos pasamos la vida intentando / pensar qué dice el poema / y de repente descubrimos que / a pesar de nuestros esfuerzos / el poema siempre habla de otra cosa”.
No es exacto, sin embargo, eso de que “nos pasamos la vida intentando / pensar qué dice el poema”. No al menos en el caso de Bruno Montané, cuya poesía primera no parece tan preocupada por pensar el poema como por pensar el mundo a través del poema, pues muy pronto él intuye algo que concluirá mucho más adelante: que “el verso respira y el poema es la máquina / que elegimos para que el mundo reflexione” (“Máquina uno”).
Antes de cobrar conciencia de esto, sin embargo, el poeta se demora en “la contemplación de lo que vive”, su mirada abierta al mundo, a su oscuridad, a su dolor, pero también a su belleza y a su éxtasis. Los poemas de juventud de Bruno Montané, sorprendentemente concisos y maduros, son reiterados intentos de alumbrar el mundo, de hacerlo inteligible y habitable. “No hay misterio, no hay misterio, / sólo la sensación de algo / que se hace al nombrarlo”. Tal es la tarea del poeta: nombrar su vivencia de la realidad para hacer reconocible el mundo. Como se dice en otro lugar: “Vive el mundo y escucha / todas las palabras. / Mira la realidad y siente / el ruido de los desastres, el lento canto que nos regala. / La realidad es la boca, el mundo es el oído”. Esta sorprendente dialéctica entre realidad y mundo desempeña un papel determinante en el pensamiento poético de Bruno Montané, y cabe relacionarla estrechamente con un concepto también recurrente y central en su poesía: el de respiración. La acción de respirar sirve aquí, entre otras cosas, de metáfora de la de escribir: nada de alquimia (“ningún poema hace oro de la respiración”), sino ese tráfico tenaz de la experiencia pacientemente observada y devuelta en palabras.
Pero se respira con el cuerpo y no con la mente, y por eso el cuerpo está muy presente en estos poemas, tallados con “el cuchillo y la rosa de los sentidos”, extraordinariamente sensoriales, de un erotismo a menudo explícito y casi siempre radiante. “Adónde iremos, / parecían decir las palabras / mientras el cuerpo las esperaba”, se lee en el poema titulado “Hacia la luna”. Unos versos que sugieren la carnal ancladura de esta poesía, resueltamente imbricada en la vida (pues “el poema / se escribe como se vive”) y por lo mismo desentendida del todo de la idea romántica de inspiración. Bruno Montané parece pensar más bien que el del poeta es “un discreto trabajo”, fruto de la tenacidad y de la paciencia (“la poesía sólo tiene paciencia”). Ningún poeta menos infatuado que él de su propia condición, ninguno tampoco más apegado a su oficio, acaso porque la poesía es para él el modo de preservar y de restaurar una vida dañada por lo que en más de un lugar llama “la infame economía”.
Acerca de esto último, conviene notar el pesimismo que a veces embarga la voz del poeta, abrumado por la precariedad material de su existencia. “Creemos ser poetas del ánimo / –algunos lo llaman de la experiencia– / pero sólo somos poetas de la economía”, se dice en el poema titulado “Obnubilados”. La poesía de Montané no está exenta de marcados acentos sociales y políticos. Él mismo se plantea la actividad poética como una política de resistencia contra una realidad que tiende a devorar ese mundo que permanece a la escucha. Por ahí renace su confianza en el poema, la certeza de su necesidad. Por ahí se explica que, mediada su andadura como poeta (a partir, digamos, de los poemas reunidos en 2013 en Mapas de bolsillo), la reflexión sobre la razón y el sentido de perseverar en la escritura constituya la materia misma de numerosos poemas. No hay que dejarse despistar por la ironía con que Montané, disfrazado de “grafómano”, plantea a veces esa reflexión. La ausencia de solemnidad no implica en absoluto la de convencimiento, ni invalida la justificada ufanía con que llega a decirse, aunque lleno de escrúpulos: “El tiempo ha aprendido / a decir algo en mí”.
No queda en este libro testimonio alguno de la prehistoria del poeta Bruno Montané, activo partícipe de la neovanguardia mexicana de la década de los setenta, mitografiada por Roberto Bolaño en Los detectives salvajes. En las ya viejas revistas de la época (Pájaro de Calor, Correspondencia Infrarrealista, La Zorra vuelve al Gallinero) dormitan los primeros poemas que publicó. En El maletín de Stevenson, el primero de los poemarios aquí recogidos, se intuyen –tan pronto remotas– las urgencias, los desafíos que tal vez los inspiraron. Pero en ese libro admira ya la contención, la serenidad, la delicadeza con que el poeta entonces apenas veinteañero acierta a controlar su voz.
Consta que Bruno Montané ha escrito (aunque sin recogerlos nunca en libro) poemas largos, incluso muy largos. Pero si el lector hojea este libro se percatará de que la inmensa mayoría de sus piezas tienen una extensión relativamente breve. Todos llevan, además, títulos por lo general muy sugerentes, que casi siempre constituyen un elemento sustancial del sentido, de la intención del poema, que anticipan y modulan. Estas dos características de la poesía de Bruno Montané son constantes, y sugieren una cierta idiosincrasia, de la que bien pueden extraerse algunas conclusiones.
Certeramente dijo Roberto Bolaño, mucho tiempo atrás, que esta poesía “está hecha de pinceladas suspendidas en el aire”, también “de sangre suspendida en el aire”. La técnica de Bruno Montané tiene, en efecto, al principio sobre todo, algo de la del acuarelista, o de los pintores de aguadas chinos. “Poco se necesita para escribir el poema, / poco se ha de necesitar para optar / por la precisión o el puro sueño”, declara con su humildad característica, en absoluto impostada. En cuanto a la gramática en que se sostiene ese arte de la suspensión, no pocas veces recuerda –pero se trata de sólo eso: de un recuerdo quizás arbitrario– a la de los haikús, con su síncopa fragilísima, su plasticidad tan emotiva. “Poco es imprescindible / para las raras leyes del poema, / para sus leves movimientos de baile”, continúa el poema cuyo comienzo acabo de citar. Y no es la menor sorpresa de este libro descubrir qué pronto intuye esto Bruno Montané.
En algún lugar de este libro se habla de “joyas de una eufórica paciencia”. Cabría referirse así a casi todas las piezas que contiene. En una de ellas se dice que “cuidar es una palabra / que da miedo, / cuidar es una palabra / que no entendemos”. Pero de atención y cuidado –de “método y silencio”– están hechos estos poemas, que arrancan a la decisión de escribirlos su propia esperanza. Armados con ella se adentran en ese futuro que el autor –aun sabiéndose “cantor de fugaces jardines mentales”– invoca hacia el final de este libro con ironía sutil pero en absoluto claudicante, persuadido de que su sola herramienta, la palabra, sigue siendo –qué genial ocurrencia– “la voz de los resucitados que no han muerto”.
POESÍA REUNIDA (1979-2016)
EL MALETÍN DE STEVENSON(1979-1981)
EL MALETÍN DE STEVENSON(1979-1981)
STEVENSON
La sombra de una palmera en el cuero resquebrajado
La manilla y los gérmenes el sol
el agua verde y los corales
La piel húmeda el bigote en la isla oscura
El surtidor de las palabras se aleja o aúlla:
el fondo de la enfermedad es un terciopelo quemado
un aerolito cayendo en el cráter de un volcán
La constelación de las manos que escribieron
historias
transforma su habilidad y entonces el escritor
pierde su maleta la estrella los labios secos
INTERFERENCIAS
Tocan a la puerta y la luz separa el rostro
del cuerpo
Colores en las partituras
Una letra es la señal compartida
En el frío fondo del texto
los hongos se reproducen
La humedad chisporrotea con las cerillas
que caen
Los dedos dibujan en la arena frases
donde se habla
de naufragios guerras locales
levantamientos de pueblos
Afuera comienza a llover y el agua
lentamente se desliza hasta mojar
los pies del que escribía