La violación de Nankín

Si desea descubrir la historia de la Violación de Nankín, siga leyendo… Entre el 13 de diciembre de 1937 y principios de febrero de 1938, los soldados japoneses entraron en la ciudad china de Nankín tras una brevísima lucha por la ciudad. Durante más de seis semanas, cometieron algunas de las peores atrocidades, primero contra los soldados chinos tras su rendición, y luego contra los civiles. Los occidentales que no huyeron de la ciudad antes de la llegada de los japoneses establecieron una zona de seguridad en las semanas previas a la entrada del Ejército Imperial en la ciudad. Este era el único lugar donde había una relativa seguridad, y muchos de los ciudadanos chinos trataron de refugiarse allí. Aunque los soldados japoneses entraron en la zona de seguridad para desalojar a los ciudadanos, sus acciones y comportamiento en el resto de la ciudad fueron mucho peores. Los principales crímenes de guerra por los que se les acusaría finalmente fueron violaciones, saqueos, incendios provocados y la ejecución de soldados y civiles. En menos de dos meses, mataron a cientos de miles de chinos y destruyeron aproximadamente un tercio de los edificios de la ciudad. Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, los comandantes y oficiales serían juzgados por las atrocidades cometidas, y muchos de ellos fueron condenados por la documentación que surgió tras el cese de los combates. En los años transcurridos desde el tribunal y la condena, se han construido monumentos para honrar a los que murieron durante esas pocas semanas entre 1937 y 1938. En este libro, aprenderá lo siguiente: Una breve historia de la históricamente importante ciudad china de Nankín La invasión japonesa de China El incidente del puente de Marco Polo La batalla de Shanghái La marcha hacia Nankín El establecimiento de la Zona de Seguridad Percepción y reacción de Occidente ante la masacre Los crímenes de guerra cometidos en Nankín El Tribunal del Lejano Oriente Y mucho más. ¡Adquiera este libro ahora para saber más sobre la masacre de Nankín!