La Tierra escuela espiritual
Raamatust
Gerardo Schmedling explicaba de forma sencilla lo que para mí es el corazón de su propuesta: el planeta Tierra es una escuela del universo en plena evolución de conciencia, regida por leyes universales que interactúan con nosotros a través de infinitos procesos.
Lograr despojarse del sentimiento de ser una pieza suelta en el Universo impulsa a redimensionar el sentido de la vida y cómo participar en ella. Es un gran desafío entender que las situaciones, las personas y las cosas que simultáneamente interactúan en nuestra experiencia cotidiana son perfectas y cumplen una función.
¿Se podrá elevar la mirada para relacionarse con las instancias visibles y no visibles del orden del Universo? ¿Existirá la posibilidad de comprender que nuestro diseño corporal, emocional y mental tiene una función, una misión y nada está librado al azar?
Debo admitir que aceptar la existencia de un orden superior regido por leyes me produjo un cambio sustancial en la manera de transitar y asumir mi vida. Concebir la Tierra como escuela espiritual en plena evolución de conciencia para lograr convertirnos en habitantes armónicos del Universo es el punto de partida para enhebrar conceptos y lucubraciones que impulsan este material.