Como si no nos conociéramos

Olga pensaba que había encontrado el amor en Jota, pero ¡oh sorpresa! La vida no es un cuento de hadas. Entre bodas, viajes, mascotas adorables y una hija increíble llamada Isis, las grietas comenzaron a aparecer. ¿El problema? Un marido que juega a ser un diseñador de interiores, pero que en realidad es un manipulador a tiempo completo.

Olga intenta aferrarse a su vida, a su hija y a un matrimonio que se tambalea más que una silla coja. Con la llegada del divorcio, parece que todo podría mejorar, pero Jota tiene otros planes: influenciar a Isis y convertirla en su cómplice emocional. Olga, que siempre fue una luchadora, no sabe cómo lidiar con perder lo más importante: el amor de su niña.

Con un toque de humor negro, sarcasmo y una mirada honesta hacia los momentos más duros de la vida, esta es la historia de una madre que hace lo que puede para sobrevivir a la tormenta emocional de una separación devastadora y una lucha de poder que la deja rota, pero aún en pie.

¿Lo mejor de todo? A pesar de todo el drama, Olga sigue siendo una fuerza de la naturaleza y su historia es un recordatorio de que, aunque el amor duele, la vida sigue rodando… y a veces te lleva por caminos inesperados.