Autonomías populares y vinculación universitaria

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Sobre la planeación de proyectos de educación popular

Observación

Estas notas fueron elaboradas por Enrique, ya siendo director de Fomento Cultural y Educativo, AC (FCyE), e inmediatamente después de una evaluación realizada con asesoría del Instituto para el Desarrollo de los Pueblos (Inodep), institución entonces presidida por Paulo Freire y cuyas finalidades son las de ayudar a los grupos a trabajar más eficazmente en el camino de su liberación, por la concientización.

El contexto vivido por FCyE, en aquel momento —de evaluación de los primeros cuatro años de vida y la planeación de los siguientes— era de acumulación de varias experiencias educativas “concientizadoras” y la necesidad de dar un paso adelante en la línea de mecanismos operativos que impulsaran la organización popular.

El esfuerzo de Enrique se concentra, por tanto, en destacar los elementos, los pilares fundamentales de una planeación de proyectos de educación popular que, en su núcleo, encierra una particular visión del mundo y de la sociedad, y en particular, del proceso de cambio social y de construcción de una nueva sociedad ya desde ahora.

Insistimos que son sólo unas notas, no una exposición amplia y detallada de cada uno de estos pilares de la planeación como la concebía Enrique Gutiérrez. Por tanto, su limitación está en la descripción muy sintética de los pilares. Su riqueza está en la práctica del método que propone: cuanto más se ponga en práctica, más se va comprendiendo su dinamismo, su complejidad y su riqueza.

Uno de los principios fundamentales que orientan estas reflexiones es la prioridad de la praxis, una epistemología de corte histórico, genético–estructural. Por tanto, [cuando] hablemos de utopía, marco teórico, análisis o aporte —los cuatro bloques de la planeación— estaremos hablando en concreto; es decir, operativamente.

Desde la visión histórica, concreta, nos ubicamos en un método de planeación que parte de la práctica real, no desde la intencionalidad ni desde la teoría.

El método recupera, por tanto, la práctica y desde ahí, se esfuerza por explicar lo que la actuación de los equipos promocionales y/o de educación popular haya de utopía, marco teórico, análisis y aportación real al proceso de liberación del pueblo oprimido.

David Velasco Yáñez, SJ

Guadalajara, Jal., 1991

ESQUEMA DE LA PLANEACIÓN DE UN PROYECTO DE EDUCACIÓN POPULAR

Síntesis de unas notas (1) de Enrique Gutiérrez, SJ

FCyE, 1977

I. Los elementos de una planeación de proyectos de educación popular

1. Una Utopía Operativa: o sea, un horizonte global progresivamente factible y definitivamente deseable, hacia el cual se orienta también nuestra acción.

2. Teoría o Teorías Generales: se trata de aquella teoría o teorías de tipo más general para los fenómenos más globalizantes de la sociedad, o de tipo más particular para algunos fenómenos concretos, desde las cuales vamos a interpretar los diversos datos de la sociedad (según el caso) y nuestra situación y actuación dentro de la misma sociedad.

3. Hipótesis o Presupuestos más o menos Fundados: se trata de teorías en proceso de ser comprobadas suficientemente, pero que ya tienen cierta validez por su posibilidad de explicar determinados fenómenos.

4. Análisis de la Realidad Global o de algunos de sus sectores: se trata de la organización de los datos concretos en un momento histórico de nuestra sociedad, interrelacionados en un proceso global.

A partir de las evaluaciones antes dichas viene el revisar nuestro marco teórico sobre todo en las hipótesis no tan fundadas en las que veníamos estribando y programando nuestra acción.

II. El proceso de interrelación dinámica de estos elementos

Después de la descripción analítica de los elementos todos que comprenden un proceso de acción y que se integran después en la Praxis de nuestras planeaciones es necesario presentar la dinámica como estos elementos funcionan en la práctica normal de una planeación.

1. Ante todo, conviene aclarar que cuando solamente estamos revisando los elementos de la Acción Programada, estamos dentro de un Proceso Administrativo que sólo intenta hacer funcionar correctamente la organización de los recursos dentro de un tiempo señalado y con determinados métodos o técnicas. A lo más se llegan a formular algunas cuestiones en torno a las pequeñas teorías que pueden respaldar un método o un tipo de organización. Pero el proceso administrativo no es una auténtica praxis. (2)

2. Por muy necesario que sea el hacer revisiones administrativas de nuestra acción programada, es menester que nuestros equipos tengan algún tiempo, al menos cada mes, para un tipo de reflexión más profunda que permita el diálogo y la confrontación entre lo que hemos llamado Teoría en su conjunto y la Acción Programada.

3. En efecto, la acción que nosotros llevamos a cabo y nuestra misma presencia en una localidad, empiezan a provocar dentro de dicha localidad elementos que van a provocar diversas reacciones.

Además, progresivamente vamos a ir observando la realidad en que nos encontramos inmersos y vamos a ir descubriendo en ella aspectos nuevos, que nos van revelando diversos datos y diversas maneras como estos datos se relacionan entre sí ya en la práctica. Así, la acción va empezar a presentar interrogantes que ya no se quedan al nivel como programamos nuestra acción, sino del significado de ésta para los fines más definidos que buscamos.

En este sentido, ha empezado el diálogo entre la acción y la teoría. En determinados momentos nos puede parecer que, dado nuestro marco teórico y nuestra estrategia, la acción está trabajando al margen de lo que pretendemos. En otros casos vamos quizás a empezar a dudar de determinadas hipótesis que creíamos sólidas y que nos parecía que explicaban suficientemente la realidad circundante o de la manera como deberíamos nosotros colaborar a cambiarla. Ésta es la confrontación entre teoría y acción.

4. Va a haber casos en los que constatemos que no todos tenemos un común marco teórico y que de ahí proviene la dificultad para la acción. Habrá otros casos en [que la dificultad se derivará de] la organización o resultados que se esperan de ella, por unos miembros u otros del equipo.

Estamos también en un fenómeno de revisión de nuestro marco teórico común o de nuestra acción común.

5. En determinados casos habrá que cambiar la teoría, en otros el rumbo de la acción, ya sea de inmediato, ya en un plazo razonable (quizás en la próxima evaluación).

En otros casos la tensión entre teoría y acción va a arrojar ciertas ambigüedades que sólo podremos resolver con nuevas síntesis. En estos momentos la utopía operativa guía hacia dónde se deben hacer las nuevas síntesis. Toda síntesis deberá avanzar hacia el modelo que nos presenta la utopía dentro de los contextos reales en que nos estamos moviendo.

6. Marco Teórico de Nuestra Acción: se trata de algunos aspectos de la teoría general o de determinadas hipótesis o presupuestos que en su conjunto van a orientar y fundamentar la acción concreta que vamos a emprender.

7. Análisis de la Realidad Local: es la organización de los datos que históricamente nos ofrece en un momento dado la realidad total donde vamos a trabajar y que naturalmente mantiene una relación con el análisis de la realidad global.

8. La Línea de Acción o Estrategia: se trata de una modalidad concreta y operativa según la cual, nosotros y nuestra acción, pensamos que van a incidir en la realidad local y a través de ella, en la realidad global para la transformación estructural que buscamos.

Todo este bloque de elementos constituye lo que nosotros agrupamos bajo el nombre genérico de Teoría. Cuando hablamos de que la Praxis, supone una comparación entre teoría y acción, estamos entendiendo por teoría este conjunto de elementos que de una manera u otra están presentes en la reflexión comparativa.

9. La Acción Programada. O sea, la acción razonablemente organizada para conseguir unos resultados. Dentro de la acción programada vienen los siguientes elementos:

9.1 Objetivos: o sea, aquello que nos proponemos conseguir ya sea a corto, mediano o largo plazo.

9.2 El Análisis de Nuestros Recursos: Se trataría de un tipo de análisis que nos permite el aprovechamiento de todos nuestros recursos según sus propias condiciones. Aquí entran desde los miembros de nuestro equipo hasta los recursos económicos y desde los recursos que se pueden efectivamente conseguir.

9.3 Organización: Es la manera como razonablemente vamos a combinar estos recursos en función del objetivo que pretendemos conseguir. Naturalmente que es diferente la organización de las personas, de los locales, de los instrumentos materiales y de la economía.

9.4 El Plan de Acción: se trata de contar con el tiempo y por tanto, de programar nuestra acción como una sucesión de pasos en un lapso de tiempo.

9.5 Los Métodos, Técnicas y Tácticas: Por métodos entendemos la organización y uso de elementos muy particulares que conducen inmediatamente a resultados muy concretos.

Técnicas: casi equivalen a métodos, pero probablemente más elaborados y basados en la experiencia más científica.

Tácticas: para algunos, son todos aquellos medios que reúnen la condición de medio y no de un fin intermedio que también procuramos.

9.6 La Acción Misma: es ya cada una de las acciones de los diversos elementos que trabajan hacia el objetivo propuesto y el conjunto mismo de todas ellas.

En esta segunda sección de elementos tenemos la Acción que va a entrar en un diálogo con la Teoría.

Vienen ahora los procesos evaluativos. La Praxis es, en cierto modo, un proceso evaluativo, pero con la característica especial de confrontar tanto la Acción como la Teoría, y esto en una forma continua y muy flexible.

 

10. Evaluación de los Resultados de la Acción: esta evaluación mira directamente a la Eficiencia de nuestra acción. Trata de revisar esta evaluación si los resultados previstos al programar nuestra acción se han realmente conseguido.

11. La Evaluación Global: en esta evaluación tratamos de revisar si realmente el proceso que vamos desencadenando con nuestra acción es efectivo para orientar hacia la utopía operativa y hacia el proyecto histórico que estamos tratando de construir. Esta evaluación va a tomar todos los elementos de nuestra teoría, y en especial de nuestro marco teórico y todos los elementos de nuestra acción programada.

A partir de las evaluaciones antes dichas viene el revisar nuestro marco teórico, sobre todo en las hipótesis no tan fundadas en las que veníamos estribando y programando nuestra acción.

III. Condiciones para que el proceso de la praxis funcione correctamente

1. En primer lugar, es diferente la condición de cada uno de nuestros proyectos, si estos se encuentran en una fase exploratoria o en una fase de realización o experimental.

En la fase exploratoria, nuestra acción generalmente reviste las características de una Acción–Puente, o sea, una forma de hacernos presentes y de jugar un rol dentro de la comunidad. Pero aún nos quedan muchos interrogantes como para poder aclararnos el proyecto que queremos llevar adelante y sus estrategias fundamentales. La acción está programada para explorar la realidad. En cambio, en la fase experimental, hemos adquirido una suficiente claridad respecto de las interrogantes que teníamos antes y podemos ya formularnos con más precisión nuestras estrategias, dentro de una mejor interpretación del contexto social. Nuestra acción programada ya tiene resultados que conseguir.

2. También conviene considerar que en un momento dado podemos recibir una sobrealimentación de teoría, que viene desde fuera a través de libros o de otros agentes. Esta sobreteorización de nuestra praxis tiene el peligro de tratar de aplicar a nuestra acción teorías que se generaron en otros contextos históricos. Por esto sería muy conveniente que cuando conocemos teorías nuevas conozcamos también las acciones de donde dimanaron dichas teorías en una situación histórica concreta.

3. Pero puede suceder también lo inverso, o sea, que nuestro equipo sea invadido por la acción no programada.

Cuando un evento de la localidad nos urge a entrar en acción con el pueblo, normalmente se desequilibra nuestra praxis [debido a] un exceso de acción, para el cual no tenemos una teoría de confrontación.

En estos casos requeriremos el auxilio de quienes han tenido ya experiencias semejantes para que completen nuestra visión teórica. Este auxilio puede venir por lecturas o por otros agentes que ya han experimentado y reflexionado lo mismo que nos está pasando a nosotros.

IV. La reflexión teológica

Finalmente, en todo este proceso de nuestras planeaciones tiene un lugar la Reflexión Teológica, que nos permite reconsiderar la realidad desde el punto de partida de nuestra fe.

Una acción comprometida es afectada por aquello que da sentido a nuestra vida y en lo que en definitiva creemos. Y al revés, nuestra fe es afectada por lo que llevamos a cabo para transformar nuestra sociedad. En algún sitio y forma, es necesario que se integren estas dos dimensiones de la vida de un cristiano.

1- Se desconoce quién elaboró esta síntesis. Pudo haber sido el propio Enrique Gutiérrez, pero también es posible que haya sido Lucero Quiroz Magaña, quien fue su secretaria durante muchos años. Nota de DVY.

2- La diferenciación de una auténtica praxis se da en contraposición al proceso de revisión administrativa de las actividades realizadas, que no llegan a ser praxis, en la medida en que no se reflexionan ni se cuestionan a la luz de la utopía operativa, del marco teórico operativo o del análisis de la realidad, como veremos en los siguientes apartados. El proceso de revisión administrativa se reduce a la mera gestión de los recursos, pero no al cuestionamiento de las prácticas. Nota de DVY.

Acerca de la etapa exploratoria

Introducción

En la experiencia de los proyectos de Fomento Cultural y Educativo, AC, Enrique vio la dificultad de definir y orientar un concreto aporte al proceso del pueblo. Su mayor preocupación es que algunos proyectos [se] alargaban demasiado en lo que desde mediados de los setenta se llamó Etapa Exploratoria.

La experiencia acumulada ha ido indicando la importancia de realizar una investigación previa de una posible región o sector de trabajo popular. Esto permite una notable disminución del tiempo dedicado a la etapa exploratoria.

Por Etapa Exploratoria de un proyecto se está entendiendo, por tanto, un periodo de investigación y análisis más puntual de la región geográfica o sector popular que se ha visto como más factible de desencadenar procesos organizativo–políticos.

La Etapa Exploratoria no es sólo investigación. Pretende también ubicar al equipo frente al pueblo concreto, de tal manera que le ayude a la generación de confianza mutua, entre pueblo y el equipo.

Esta creación del papel del equipo ante la comunidad va a venir de lo que llamamos “acciones–puente” o servicios concretos que el equipo realiza en favor del pueblo y cuya característica fundamental está en ser “puente real entre el equipo y el pueblo”. Pero también “puente” porque no son las acciones definitivas que va a realizar el equipo. Son acciones que le permiten un conocimiento más íntimo de las condiciones objetivas y subjetivas del pueblo y de las capacidades reales de avance y desarrollo.

Muchos proyectos fracasan porque nunca se plantearon una mínima etapa exploratoria. Llegaron a un lugar, desarrollaron determinadas actividades y se retiraron, supuestamente “porque no había condiciones”.

El objetivo último de la Etapa Exploratoria es el diseño de un Proyecto Popular Alternativo con un determinado Sujeto Popular Emergente, por parte de un equipo suficientemente integrado que ha tomado la decisión de aportar al pueblo para su avance estratégico.

Durante la Etapa Exploratoria se da también un proceso de integración del equipo concreto. Se van conociendo sus cualidades, limitaciones, capacidades, sus mejores aportaciones, etc. En cierto sentido, la etapa exploratoria tiene otro tanto de ser un periodo de entrenamiento para el equipo en cuanto a equipo de trabajo. El equipo se da la posibilidad de entrenarse en la implementación de varios métodos de trabajo, estilos, procedimientos. Pero el más importante está en el ejercicio de la crítica y la autocrítica en el interior. De esta manera el equipo desarrolla su capacidad de escuchar y de corregir sus propios errores.

Las siguientes notas que se presentan, son otras tantas reflexiones de Enrique Gutiérrez sobre las prácticas concretas que realizan equipos de FCyE. Nuevamente aparece la “reflexión de la acción” que mueve a la modificación de determinadas prácticas.

Los tres artículos que se presentan en este manual, recuperan las reflexiones que en diversos tiempos fue haciendo Enrique a lo largo de su acompañamiento crítico a los proyectos de FCyE, AC.

De diversa manera, los tres artículos presentan las características fundamentales que debe contemplar toda Etapa Exploratoria.

Finalmente, se presenta un cuadro síntesis en el que gráficamente se visualizan estos elementos.

David Velasco Yáñez, SJ

Guadalajara, Jal, 1991

Etapa exploratoria, acciones–puente y “modelos” de acción futura

Enrique Gutiérrez, SJ

19 de junio de 1978

NOTA: En la última evaluación-planeación de Huaya, aparecieron de un lado bastantes imprecisiones nuestras respecto a estas formas de acción de nuestros Proyectos. También se iluminaron algunos otros puntos. Comunico lo que allí recogí y algunas reflexiones mías, al Equipo Evaluador, para buscar nosotros y con los Proyectos irnos aclarando más estos aspectos del proceso de los Proyectos.

1. Etapa o fase exploratoria de un proyecto

1.1 Es importante precisar que es la experiencia misma la que nos ha enseñado que un equipo, al llegar a trabajar a una localidad, pasa por una etapa que hemos llamado “exploratoria”. Y esto sucede no obstante cualesquiera estudios previos realizados para un conocimiento socioeconómico de la región, incluso en casos en que algunos de los miembros del equipo se embarcaron en dicho estudio. v.gr., del primer equipo de Tlahuelilpan, Hgo.

1.2 Negativamente, parece que la etapa exploratoria se caracteriza por que no es posible diseñar un proyecto, con objetivos por resultados (*) a plazos fijos y con cierta unidad de la orientación global de las líneas de acción. No hay hipótesis suficientemente adaptadas a la localidad y fiables, que permitan prefijar resultados a partir de determinadas acciones concretas.

1.3 Positivamente, hemos dicho que esta etapa es usada por el equipo que inicia su tarea en una localidad, precisamente en explorar desde la inmediatez de la convivencia, de los contactos, de las visitas al distrito de trabajo y sobre todo, desde una acción de servicio a la comunidad todavía preliminar.

Suponemos que se explora ya desde unos ciertos objetivos muy generales (finalidades) y desde unos ciertos presupuestos o Marco Teórico. No sólo se explora la situación sociopolítica de la localidad en su concreta complejidad y dinamismo, sino también se explora el funcionamiento de una estrategia tentativa y de ciertos métodos y tácticas.

O sea que los resultados que en esta etapa se buscan son precisamente el captar más completa y precisamente una localidad, situarnos en ella y medir los medios como podríamos ofrecerle una ayuda hacia la transformación deseable objetivamente. Esto se evalúa periódicamente.

1.4 Los frutos accesorios de la etapa exploratoria son:

• Hacia afuera, el establecer nuestro papel en la localidad, desde el cual se vuelva después inteligible nuestra aportación futura.

• Hacia adentro, consolidar al equipo y su funcionamiento en torno sobre todo a la “praxis” como proceso de reflexión–acción. Como aún no se compromete la acción definitiva del equipo, hay una gran oportunidad para ventilar y homogeneizar aspectos importantes del Marco Teórico del Proyecto.

NOTA: Para quienes aceptan que la promoción–educación popular se inicia generando el equipo de promotores, sus medios para financiarse y financiarla, habría que asignar esta finalidad preliminar a esta etapa.

1.5 Una cuestión surge: ¿Cuándo se termina una Etapa Exploratoria? ¿Cuáles son los indicadores que nos dicen que la exploración deseable está suficientemente cumplida?

Desde que se aclaró la modalidad de esta etapa exploratoria han venido surgiendo algunos indicadores de índole más bien interna a la capacitación del equipo promotor para diseñar ya el proyecto definitivo (etapa, esta segunda, llamada “experimental”, aunque no pueda agotarse su significado en manera alguna, en una mera experimentación).

1.6 Estos indicadores serían básicamente los que anuncian que un equipo ya puede hacer un proyecto más estable y bien orientado:

• En cuanto al equipo, éste ha conseguido en la etapa exploratoria, y por la misma acción llevada a cabo, una suficiente homogeneidad de visión en los aspectos claves de la planeación más definitiva: marco teórico, análisis de la localidad, finalidades, estrategia y principales líneas de acción y métodos.

• En cuanto a la situación de la localidad y de la región, el equipo ha perfilado su análisis suficientemente como para detectar la contradicción principal y las secundarias más importantes. (3) Conoce las necesidades más amplias del pueblo en la zona y los aspectos más relevantes de su idiosincrasia.

• En cuanto a lo promocional mismo, maneja suficientemente la praxis y los aspectos organizativos necesarios para su actuación expedita y efectiva.

• Todo esto ha sucedido en y por la acción.

1.7 Recientemente ha surgido una nueva sugerencia que añade en un sitio relevante, un indicador, que viene de una disposición inicial de la comunidad en que se llevará a cabo el proyecto definitivo.

Se trataría, según esta sugerencia, de considerar la etapa exploratoria con una finalidad muy importante, además de las señaladas arriba: descubrir y contactar suficientemente, a un grupo de personas de la localidad que puedan captar el servicio que buscamos ofrecer, discutirlo y en definitiva iniciar un diálogo con nosotros para aceptarlo y comprometerse a llevarlo a cabo básicamente ellos dialécticamente con nuestra ayuda.

 

Se parte de la visión de que sólo entonces se da un cierto tipo (deseable para FCyE) de promoción–educación popular, cuando son personas de la misma comunidad o región quienes asumen la responsabilidad del proceso con nuestro apoyo y ayuda. Esto hace surgir una iniciativa que es dialécticamente de personas del pueblo y de nosotros, y se lleva a cabo en un proceso del mismo estilo.

Aún debería profundizarse más esta sugerencia en todo Fomento, pero probablemente esto no será posible sin que de hecho algunos equipos la hagan suya y la comprueben en la práctica. Sólo así sabremos qué significa, cómo sucede y qué aporta o qué dificultades ofrece el hacer el proyecto definitivo según una iniciativa de personas de la comunidad comprometidas con su comunidad, discutida esta finalidad con nosotros hasta aclararnos juntos qué va a ser posible y deseable para ellos. Está aquí muy de relieve la tensión entre nuestra confianza y respeto al “pueblo” y la conciencia también de la deformación que el sistema consigue entre los oprimidos que les incapacita a luchar por su liberación en forma acertada.

1.8 Finalmente es útil asentar que la etapa exploratoria supone unas predominancias necesarias, pero que la exploración se continúa en alguna forma siempre. Por tanto, no existe uno como corte absoluto entre la etapa exploratoria y la experimental.

En cuanto a la duración de dicha etapa, no hay aún criterios claros y depende de muchas circunstancias. Ahora tendemos a pensar que dura entre un año y dos.

2. Las acciones–puente

2.1 Durante la etapa exploratoria, necesariamente el equipo promotor se sitúa en una localidad mediante su acción en servicio de ésta. Esta acción que aún no es posible planearla en forma definitiva, es un puente hacia la actividad definitiva de la etapa exploratoria, de allí las acciones–puente.

2.2 Las acciones–puente requieren más experimentación sistematizada de los proyectos para definirlas mejor. En el entretanto puede ser útil alguna caracterización de sus funciones un poco a priori y como hipótesis a comprobar.

2.3 Diríamos que las funciones que deberían llenar las acciones–puente, serían las siguientes:

• Permiten al equipo ampliar y diversificar sus contactos con la población en las líneas que hipotéticamente se quieren explorar más ampliamente.

• Permiten al equipo detectar los grupos o personas más capaces de un compromiso ulterior por su comunidad, bien orientado.

• Permiten reconocer los futuros amigos y enemigos para un plan de acción transformativo en incidencia con el proceso de cambio estructural de la región.

• Permiten adquirir ante la localidad una imagen y jugar después el rol, desde el cual se dará la ayuda educativo–promocional.

• Permiten ensayar algunos métodos de trabajo y probar sus resultados.

• De hecho, prestan un servicio actual a la comunidad en relación sobre todo con necesidades sentidas, y que pueden ser atendidas desde un aspecto útil y no demasiado comprometido.

• Deben dejar al equipo un tiempo suficiente para sistematizar su exploración, incluso poner algunos tipos de encuestas, si fueren necesarias, y aprovechar los contactos que se van ofreciendo. Sobre todo, el equipo requerirá tiempo para encontrar su modo adecuado de “praxis” y de un funcionamiento administrativo sencillo.

2.4 Las actividades–puente son actividades sistemáticas de una duración al menos de dos años, con un funcionamiento periódico y objetivos internos a la actividad, válidos, independientemente de sus demás funciones (p. ej. 2.3).

2.5 Se sitúan, dentro de los recursos del equipo, en diversas áreas o niveles de la población que faciliten la exploración, v.gr., con hombres, matrimonios, señoritas, en dos barrios o zonas de la localidad, o con peones y pequeños propietarios, etc.

2.6 Se procura diversificar las acciones de modo que aún siendo educativas den ocasión de probar varios métodos que hipotéticamente pueden ser valiosos después en los procesos promocionales y educativos más definitivos de la etapa exploratoria.

En otros casos, la acción–puente detectará necesidades de la localidad que demanden de métodos no conocidos, y que habrá que adquirir y probar antes del proyecto definitivo.

2.7 Hipotéticamente, las acciones–puente son pocas, colocadas estratégicamente para explorar la localidad y la región y que puedan después dejarse o transformarse radicalmente, si fuera preciso, al diseño del proyecto más definitivo.

2.8 Necesariamente las acciones–puente, como el proyecto todo, van a depender del tipo de personal que lo integra. La etapa exploratoria va a indicar también si dadas las peculiares necesidades o facilidades de una localidad o región, el equipo requiere una capacitación en algún aspecto técnico o aun completarse con personal más técnico en una rama determinada de la educación o de la producción, etc.

3. “Modelos” de la acción futura

3.1 Se viene usando en FCyE la terminología de “acciones” para una peculiar manera organizada de prestar cooperación a un proceso popular transitorio o más permanente: v.gr: una manifestación planeada o unos cursos de alfabetización.

Las acciones se inscriben en “líneas de acción” que representan modalidades de ciertas funciones sociales dentro de la estructura socioeconómica: v.gr., las acciones de un proyecto se inscriben en la línea de la economía cooperativista y de la educación técnica...; desde luego que buscando desde allí otras incidencias en la estructura social.

3.2 El “modelo” de la acción de un proyecto miraría a la forma peculiar en que se combinan y apoyan las líneas de acción y las acciones de cada línea, para obtener tales objetivos del proyecto. Un modelo tiende no sólo a que las acciones del proyecto se orienten a un objetivo unitario, sino a que, por su interna relación de recursos, métodos, destinatarios y resultados, las acciones se apoyen y consigan los mejores resultados con el mínimo desperdicio de energía, v.gr., si el proyecto tiene unos cursos de alfabetización, que dan unos jóvenes de la localidad, y además se hace un periódico local, el proyecto organiza y apoya los grupos de jóvenes (que dan la alfabetización y se educan ellos y concientizan), el grupo que hace el periódico (que ofrece material de lectura a los cursos de alfabetización) y los grupos de adultos, que reciben alfabetización concientizante y se organizan en el ejido.

Los modelos permiten amplias organizaciones de servicios cruzados, con tal que se evite que unos cuantos estén en todos lados y potencien además el rendimiento de los esfuerzos de cada acción.

3.3 Los modelos de acción pueden pretender en la interrelación de actividades y líneas de acción ciertas polarizaciones estratégicas de la acción global del proyecto, v.gr., una acción extensiva, una coordinación de diversos sectores de la población, una acción intensiva desde diversos ángulos que se completan, un ahorro económico, etc.

3.4 Sería deseable que, en la etapa exploratoria, el equipo promotor estudie cómo generar un modelo futuro de acción.

Conviene recordar que los modelos de acción demandan de los equipos una mayor homogeneización de marco teórico y calidad de métodos.

CUADRO SÍNTESIS

SECUENCIA DE LA ETAPA EXPLORATORIA DE UN PROYECTO POPULAR


*- Hablamos de resultados transformativos de las situaciones.

3- Contradicción, en casi todas las versiones marxistas de la época, se refiere a las oposiciones entre fuerzas sociales. Se distingue la contradicción principal como la oposición que se da entre la burguesía y el proletariado. Las contradicciones secundarias son las oposiciones y luchas que se dan al interior, o de la burguesía o del proletariado. Nota de DVY.