Manual para el cultivo de frutales en el trópico. Aguacate

Текст
0
Отзывы
Читать фрагмент
Отметить прочитанной
Как читать книгу после покупки
Manual para el cultivo de frutales en el trópico. Aguacate
Шрифт:Меньше АаБольше Аа


Table of Contents

Presentación

Aguacate

VARIEDADES

PROPAGACIÓN

SIEMBRA

TUTORADO Y PODAS

MANEJO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES

DESARROLLO Y MADUREZ DEL FRUTO

COSECHA

POSCOSECHA

AGROINDUSTRIA

MERCADEO

COSTOS DE PRODUCCIÓN

LITERATURA CITADA

[no image in epub file]

Manual para el cultivo de frutales en el trópico

Editor científico

Gerhard Fischer

Autores

Raúl Saavedra O, Herney Darío Vásquez A., Eduardo Mejía V.


© PRODUMEDIOS


ISBN: 978-958-57762-4-1

Primera edición: Octubre de 2012


Corrección de estilo:

Magdalena Arango


Producción editorial:

[no image in epub file]


Bogotá, D.C., Tel: (57 1) 893 7710

www. produmedios.org


Diseño:

Desarrollo ePub: Hipertexto Ltda

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

La reproducción, publicación o distribución de cualquier material de este documento, está estrictamente prohibida, excepto lo que el usuario pueda, para su uso personal y no comercial. No podrá usar técnicas de extracción de datos u otros dispositivos automatizados o programas para catalogar, descargar, almacenar o de cualquier otra forma reproducir, almacenar o distribuir el contenido o parte del contenido disponible en este documento sin la debida autorización de PRODUMEDIOS.

Las ideas y observaciones consignadas por los autores están bajo su responsabilidad y no interpretan necesariamente las opiniones y políticas de PRODUMEDIOS. La mención de productos o firmas comerciales en el libro no implica recomendación o apoyo por parte de Produmedios o el editor. El uso de tales productos debe ceñirse a las recomendaciones de sus respectivas etiquetas.

La fruticultura es descrita como una

mezcla armónica de ciencia y arte,

basándose, además del conocimiento

de la fisiología de la planta, en los

conocimientos de otros campos

como la geografía, la climatología, la

meteorología, la edafología, la

química, la física, la nutrición, la genética, la

patología, la entomología, la economía,

la comercialización y el manejo de los

recursos naturales.

Presentación

La fruticultura es, sin duda alguna, una de las actividades más emocionantes del ámbito agrícola. En todas las épocas, las frutas han jugado un papel muy importante en la nutrición del hombre. El hombre logró aprovechar las distintas especies silvestres y crear a través del fitomejoramiento continuo variedades más grandes y con mejores cualidades. Los antiguos romanos sabían sobre la poda, el injerto y el raleo de frutos, pero no comprendían porqué estas prácticas eran benéficas; sin embargo, aun ahora no existen explicaciones adecuadas para fenómenos de incompatibilidad de injertos y de resistencia a enfermedades.

La fruticultura es descrita como una mezcla armónica de ciencia y arte, basándose, además en el conocimiento de la fisiología de la planta, en los conocimientos de otros campos como la geografía, la climatología, la meteorología, la edafología, la química, la física, la nutrición, la genética, la patología, la entomología, la economía, la comercialización y el manejo de los recursos naturales.

Los árboles frutales son plantas perennes leñosas que deben producir cada año cosechas abundantes. Bananos, piñas, papayas y mangos son los frutos tropicales más conocidos en el mundo, pero hay otros, ya bien conocidos en los trópicos, que se vuelven cada vez más importantes en los mercados de otras zonas.

Inicialmente la explotación frutícola se limitaba tan sólo a la recolección de frutos silvestres, pero ahora la fruticultura es una actividad planificada y sistematizada por el cultivador y es una actividad rentable que complementa a la agricultura intensiva.

Los cultivos de frutales están en todos los continentes, y las particularidades de cada zona de cultivo exigen la implantación de cierto tipo de labores, como la poda, la fertilización y el riego, entre otras, con el fin de mejorar su productividad. En los últimos años el control del desarrollo del árbol con fitorreguladores, el control biológico de las plagas y demás mejoras fitosanitarias, así como la ingeniería genética, han contribuido a incrementar la producción de frutos y su calidad.

La importancia de los frutos en la dieta del ser humano se basa en su contenido de agua pura (75-95%), sus aportes de azúcares, ácidos orgánicos, vitaminas, sales minerales, fibra y otros componentes, como pectinas y pigmentos. En los últimos años, los frutos se han clasificado además como funcionales o nutracéuticos, por sus propiedades medicinales. En este contexto, la actividad antioxidante de ciertas sustancias presentes en los frutos –como los carotenoides, en los de color amarillo; la vitamina C, en cítricos, y la E, ennueces, y los bioflavonoides, en la mora– contrarresta enfermedades del hombre por su acción, en especial, sobre los radicales libres del oxígeno, siendo ésta una de las propiedades más valoradas por los consumidores actuales. Ejemplos de frutos con alta actividad antioxidante son el agraz y el arándano; otros son los cítricos, con un contenido alto de flavonoides con actividad antioxidante, anticancerígena, antiviral y antiinflamatoria, o las hojas de la uchuva, que muestran actividades antibióticas, antihepatotóxicas, antioxidantes y antiinflamatorias.

Aparte de las cualidades nutritivas y terapéuticas de los frutos, la cultura de las frutas se caracteriza por la importancia económica especial que le confiere a una región. Entre otras ventajas tenemos: elevada rentabilidad por unidad de superficie, empleo de gran cantidad de mano de obra, producción base para numerosas industrias, cultivo permanente, que valoriza la tierra en la que se planta y una producción apta para la exportación de frutas frescas y sus derivados.

Estos factores llevan a que mejore la calidad de vida de los fruticultores y sus familias y a que esta actividad juegue un papel importante en el producto bruto interno del país y de las regiones, como ocurre con la fruticultura chilena o en la región frutícola del norte del Valle del Cauca, en Colombia, en donde la fruticultura se constituye en motor del desarrollo económico.

La fruticultura representa para Colombia una fuente importante de crecimiento de la agricultura, de generación de empleo rural y de desarrollo con equidad para las distintas regiones, puesto que las frutas, además de asentarse en los diversos pisos térmicos, conforman a su vez una producción administrada con criterios de eficiencia y sostenibilidad en escalas que van desde los micro, pequeños y medianos productores hasta los grandes productores y empresarios.

En el contexto del crecimiento de la fruticultura y la comercialización de sus productos en las últimas décadas, no se debe olvidar que ésta es una actividad agrícola que requiere inversiones iniciales altas y que el cultivo pasa primero por un periodo improductivo o de baja rentabilidad, cuya duración, en el caso de los frutales perennes, varía entre tres y ocho años, según la especie, el cultivar y la tecnología aplicada. Esta situación le dificulta al pequeño productor la instalación de plantaciones comerciales, pero una solución para que las explotaciones de áreas limitadas no sean excluidas en la exportación de estos frutos podría ser la formación de cooperativas de productores.

El objetivo de este folleto es actualizar a los técnicos dedicados a la fruticultura sobre los desarrollos más importantes de las especies frutícolas en diferentes áreas temáticas, como son los recursos genéticos, la ecofisiología de las especies frutícolas y en las técnicas de manejo integrado del cultivo, de modo que les permita asesorar eficientemente a productores frutícolas de tradición y a nuevos empresarios que se vinculen a esta importante actividad para el logro de un desarrollo armónico y sostenible de la fruticultura colombiana.


Tomado de la Presentación del

Manual para el cultivo de frutales en el trópico

Editado bajo el sello de Produmedios

Aguacate

 

(Persea americana Mill.)

{1}Raúl Saavedra O., {2}Herney Darío Vásquez A. y {3}Eduardo Mejía V.

1.

El cultivo de las especies frutales en Colombia

INTRODUCCIÓN

El aguacate (Persea americana Mill.) pertenece a la familia de las lauráceas y es originario de una amplia zona geográfica que se extiende desde el Centro y Oriente de México y Guatemala hasta Centroamérica. En México, los aztecas llamaban al árbol ‘quahuitl’ y al fruto ‘ahuacatl’, dado que se asemejaba al testículo. En esta región, los materiales silvestres fueron mejorados y dieron origen a tres razas ecológicas, las cuales se conocen como: drymifolia (mexicana), guatemalensis (guatemalteca) y americana (antillana). La raza mexicana, nativa de montañas elevadas, es tolerante a bajas temperaturas; los frutos son pequeños, con alto contenido de aceite y las hojas expiden olor a anís cuando se frotan con las manos. La raza guatemalteca es de origen subtropical, adaptada a clima

fresco; presenta frutos grandes con cáscara gruesa y de menor contenido de aceite que la mexicana. La raza antillana es originaria de zonas tropicales de México y Centroamérica, adaptada a tierras cálidas y húmedas, y es la menos tolerante a bajas temperaturas; produce frutos grandes con menor contenido de aceite que las otras razas. A partir de su centro de origen y antes de 1492, el aguacate fue introducido a otras zonas de México y Centroamérica para continuar su distribución natural por Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú. El movimiento del germoplasma de aguacate a zonas alejadas de su centro de origen favoreció el cruzamiento terracial, y hoy los cultivares comerciales, explotados tanto en regiones tropicales como subtropicales del mundo, son el resultado de la hibridación entre las tres razas ecológicas. La distribución del aguacate se inició con los conquistadores de América desde el siglo XVI a España, durante el siglo XVIII a Brasil y Filipinas; posteriormente, durante el siglo XIX a las Islas Canarias, Hawái, Costa Rica y Estados Unidos; y finalmente, a mediados de los años veinte, materiales comerciales de origen mexicano, guatemalteco e híbridos fueron distribuidos desde California hacia Sudáfrica, Israel, Chile y Australia, lo cual originó la industria del aguacate donde predominó el cultivar Fuerte. A partir de 1935 se inició la era del Hass, el cual fue distribuido desde California a los países productores de aguacate; en la actualidad los cultivares Hass y Fuerte dominan el mercado en todo el mundo{1}{2}. Los principales países productores de aguacate en el mundo son: México, Chile, Estados Unidos, Indonesia, República Dominicana, Colombia, Perú, Brasil y China. Según la FAO{3}, para el año 2009 se reportaron 436.280 ha a nivel mundial, con una producción de 3.853.930 t y un rendimiento de 8,8 t/ha.

En Colombia el aguacate se cultiva desde tiempos inmemoriales, y los españoles a su llegada observaron que era muy apetecido por los nativos. Téliz{4} reporta que el primer documento sobre aguacate, denominado ‘Suma de Geografía’, fue escrito por Martín Fernández de Enciso en 1519, quien degustó el fruto en Yaharo, un pueblo cerca de Santa Marta, en Colombia. El desarrollo del cultivo continuó en forma incipiente con árboles de patio con materiales antillanos. A mediados del siglo XX, el cultivo comenzó a desarrollarse en forma comercial mediante el programa de diversificación de la Federación Nacional de Cafeteros, que promovía utilizar variedades seleccionadas o introducidas por el ICA y apropiadas técnicas para el manejo del cultivo. Actualmente el país es el décimo productor mundial de aguacate, con el 3,1% de la producción mundial, en 14.643 ha, de las cuales el 25% son tecnificadas, donde se explotan variedades e híbridos de aguacate correspondientes a Lorena, Choquette, Trinidad, Booth 8, Santana, Hass, Fuerte y Reed; el 75% restante corresponde a materiales antillanos, denominados nativos. La tendencia actual y con miras al mercado de exportación, es la explotación de la variedad Hass{5}. La participación de los principales departamentos productores se presenta en la tabla 1{6}.

El sistema radical del aguacate lo conforman la raíz principal, que es pivotante con más o menos 1 m de profundidad; y las raíces secundarias y terciarias, que definen un sistema superficial concentrado en los primeros 50 cm del suelo. Scora et al.{7}, Bernal y Díaz{2} y Calabrese{8} reportan que las raíces del aguacate tienen pocos o ningún pelo radical (raíces unicelulares que absorben agua y nutrientes), y en su reemplazo el proceso lo realizan a través de las células corticales ubicadas en los ápices de las raíces{5}. Esta característica puede indicar la sensibilidad del aguacate al exceso de agua en el suelo y a la deficiencia de nutrientes{9}.

Las hojas del aguacate son pecioladas, alternas, simples, enteras, onduladas, con yemas axilares y de diferente forma (desde ovadas, redondeadas hasta lanceoladas). La base es aguda, obtusa o truncada, y el ápice va desde muy agudo hasta obtuso. Tienen de 5 a 20 cm de longitud y de 3 a 10 cm de ancho. El haz es glabro, mientras que el envés es pubescente{2}{8}{10}{11}.

Tabla 1. Principales departamentos productores de aguacate en Colombia en el año 2010 y su participación en producción, área y rendimiento.


Fuente: Agronet, 2011{6}


El aguacate es una especie polimórfica, que alcanza de 8 a 12 m de altura, con un diámetro de tronco superior a 1,0 m y un diámetro de copa de aproximadamente 25 m. La corteza es rugosa y agrietada de unos 3 cm de espesor y de color pardo oscuro (figura 1).


Figura 1. Árbol de aguacate ‘Trapp’ en proceso de floración. Foto: Eduardo Mejía V.

Бесплатный фрагмент закончился. Хотите читать дальше?