Maht 21 lehekülge
Dos minutos para un discurso
Raamatust
¿Os parece que un discurso solo tiene cabida en eventos extraordinarios o en actos solemnes? ¿Lo veis como algo aburrido «estirado» o pasado de moda? Tal vez, si en vez de discurso lo llamáramos mensaje o reflexión en voz alta, la cosa cambiaría ¡A que sí! Dejémoslo entonces en eso, en mensaje o, mucho mejor todavía, en un mensaje para compartir sentimientos y estados de ánimo en momentos destacados de la vida, con familiares, amigos o compañeros.
Pronunciar un discurso es como contar una pequeña historia; una pequeña historia de agradecimiento, de bienvenida, de despedida o de presentación… No importa cuál sea el motivo del discurso, sino las emociones que imprimamos en él y nuestra manera de transmitirlas a sus destinatarios.