Raamatust
Las historias del mundo griego y de las civilizaciones orientales han constituido habitualmente dos universos paralelos e independientes sin apenas relación. La imagen de una Grecia ideal, fuente y origen de las características definitorias de la civilización occidental, ha constituido también un obstáculo importante a la hora de contemplar la relación estrecha y constante que a lo largo de la historia mantuvieron ambos mundos. Oriente y Occidente son, en realidad, dos categorías conceptuales puramente artificiales e ideológicas que se construyeron en un momento determinado de la historia, que se consolidaron después y que han acabado configurando el imaginario colectivo a la hora de estructurar el mundo.
En este ameno e iluminador libro se estudian las fases principales de todo este proceso, desde las estrechas relaciones que se produjeron entre estos dos espacios geográficos desde la edad del Bronce hasta la época posterior a las conquistas de Alejandro al análisis de los principales obstáculos que han lastrado, en el terreno historiográfico, un estudio más global y coherente de estas relaciones, lo que nos ha impedido obtener una visión más real y compleja de dos mundos profundamente interrelacionados, diferenciados pero condenados en definitiva a entenderse, de manera amistosa u hostil, por los imperativos dictados por la geografía de los recursos físicos y por la inevitable tendencia a la movilidad de los seres humanos.