Loe raamatut: «Con tinta sangre del corazón»

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Primera edición en MINIMALIA, abril de 2013

Director de la colección: Alejandro Zenker

Cuidado editorial: Elizabeth González

Coordinadora de producción: Beatriz Hernández

Coordinadora de edición digital: Itzbe Rodríguez Ciurana

Viñeta de portada: Rafael Barbabosa

Este libro se realizó con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes a través del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales 2012

© 2013, Solar, Servicios Editoriales, S.A. de C.V.

Calle 2 número 21, San Pedro de los Pinos.

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ISBN 978-607-8312-21-4

Hecho en México

Índice

1. El fin y el método

2. Apocalípticos e integrados

3. Relajados y reprimidos

4. La parte y el todo

5. Inestabilidad y metamorfosis

6. A veces pienso y a veces soy

7. Desorden y caos

8. Nudo y laberinto

9. Complejidad y disipación

10. Repetición y diferencia

11. Intensidad y altura

12.Más o menos y quién sabe cómo

A Claudio y Marcio Sainz.

…y luego la empresa eternamente memorable porque el anciano sólo quería libertad para los esclavos porque el rayo —sitiado entre dos águilas— sólo quería el mejor arreglo y felicidad interior porque sólo fueron dos cabezas paseadas entre la burla de la tropa y expuestas en una lanza roja: canas teñidas, y el rostro de cuero con las sienes apretadas, amortajadas por el puño blanco desde la primera espada porque las castas se hallaban inflamadas por derecho y porque eran tributarios y se hallaban en el mayor abatimiento y degradación y el favor de las leyes les aprovechaba poco y han de dividirse las tierras realengas (no son mis palabras, es mi hambre de corazón) porque veis este anciano respetable, es mi padre, y la patria es primero, porque las victorias no son de las cabezas paseadas en una lanza, porque las victorias son de las cabezas de laurel y del que las cortes del imperio designaren y de los primeros hombres del imperio por sus destinos, por sus fortunas, representación y concepto y el producto total del diezmo eclesiástico y mil quinientas noventa y tres fincas de regulares del sexo femenino y bienes raíces de las obras pías y limosnas y obvenciones anuales que reciben los regulares de ambos sexos y primicias que se pagan en mil doscientos cuatro curatos y el valor material de la colegiata de Guadalupe incluso los retablos, pinturas, campanas, ornamentos,mármoles y todos los adornos y los vasos ciriales cruces blandones incensarios y el valor de las alhajas en pedrería perlas oro y plata en los expresados templos porque ya es la noche de mayo de mil ochocientos veintidós y Doña Nicolasita se ha convertido en Princesa y los demás en ujieres de palacio y gentileshombres de cámara con ejercicio porque el anciano sólo quería libertad para los esclavos y las tierras para las comunidades de los naturales (no son mis palabras, es mi hambre de corazón)

Carlos Fuentes, La región más transparente

Compruebo con una suerte de agridulce

melancolía que todas las cosas del mundo

me llevan a una cita o a un libro.

Jorge Luis Borges, “Las islas del tigre”, Atlas

1. El fin y el método

1. La primera oración de la novela sin más puntuación que comas y paréntesis, intenta que miremos todo a la vez, en lugar de por etapas. Convierte la narración temporal en un cuadro espacial. Los paréntesis muestran escenas que suceden al mismo tiempo y permiten crear la sensación de simultaneidad o instantaneidad. Nótese la omisión de verbos transitivos.

2. Se refiere a tres noticias que se conocieron al mismo tiempo: el secuestro de Carlos V y Fernando VII en Bayona por Napoleón; la abdicación de ambos, de la que Napoleón fue el árbitro; y el ascenso de José Bonaparte (“Pepe Botella”) al trono de España.

3. Gabriel de Yermo, con trescientos peninsulares, aprehende al virrey José de Iturrigaray. La Audiencia nombra virrey en funciones a Pedro Garibay. También son detenidos Francisco Primo de Verdad y Ramos, Juan Beye Cisneros, José Mariano Beristáin, el licenciado José Antonio del Cristo y fray Melchor de Talamantes. (Ernesto de la Torre, La Independencia de México, p. 169).

4. Desde su fundación en 1325 hasta la actualidad, la ciudad de México no ha sido un lugar sino un fenómeno. Antes de la Conquista española era el asiento de un Imperio azteca que se expandía con vigor, cuya población Charles Gibson estimó de 250 000 a 400 000 habitantes, y Jacques Soustelle de 560 000 a 700 000. Más recientemente, Jorge Hardoy redujo drásticamente la estimación a 165 000 individuos. Después de la Conquista, hubo un rápido descenso de población, y en la década de 1560 la cifra disminuyó a 75 000, pero la ciudad era aún una de las más grandes del mundo. En la época colonial causaba tal impresión por su tamaño y grandeza que en 1777 Juan de Vieira estimó incorrectamente su población y dijo que tenía “un millón de individuos”, y Antonio de Alcedo en 1788 le calculó 350 000 habitantes. La cifra real era menor, como el barón Alexander von Humboldt lo mostró en 1803, cuando en esa fecha realizó otro cómputo: 137 000 personas. Dijo que sólo había 2 500 blancos europeos (o gachupines, como les llamaban a los peninsulares); 65 000 criollos blancos (españoles nacidos en América); 33 000 indios; 26 500 mestizos; y 10 000 mulatos. (Timothy E. Anna, La caída del gobierno español en la ciudad de México, p. 23).

5. El cura del Sagrario de Valladolid, Francisco de la Concha, denuncia al asesor José Alonso Terán una conspiración contra el gobierno dirigida por José Mariano Michelena, José María García Obeso y fray Vicente de Santa María. (De la Torre, op. cit., p. 169).

6. La lucha nocturna de fuegos artificiales entre un perro y un toro son fiel imagen de sus correspondientes constelaciones.

7. Jaime E. Rodríguez ha demostrado la existencia de un liberalismo español e hispanoamericano nativo, vigoroso y persistente en la Independencia mexicana. (The Emergence of Spanish America, p. 42).

8. El arzobispo-virrey, Francisco Javier de Lizana, simpatizante del grupo criollo, entrega el poder a la Real Audiencia el 8 de mayo. El 30 de mayo publica Manuel Abad y Queipo una de sus famosas Representaciones que ponen de relieve los problemas socio-económicos de Nueva España. (De la Torre, op. cit., p. 169).

9. El personaje que desembarca es el nuevo virrey, Francisco Javier Venegas.

10. Joaquín Arias sorprende la conspiración independentis-ta poniendo en peligro a todos los implicados en ella, incluida doña Josefa Ortiz de Domínguez, esposa del corregidor de Querétaro.

11. Mulato que fue hecho prisionero por las fuerzas realistas en marzo de 1811. “Por ser aprehendido con un machete y una escarapela independentista y haber estado en la batalla o degüello de la Plaza de Zocoalco, pueblo del cantón de Sayula, hoy estado de Jalisco”, fue condenado a muerte y ejecutado. (Juan E. Hernández y Dávalos, Documentos para la historia de la Guerra de Independencia, p. 114).

12. Las voces y visiones no son arbitrarias. Van exponiendo los temas que se desarrollarán a lo largo del libro: nacimiento, copulación, muerte, política, economía, primeros auxilios, las artes. Escenas de guerra, crimen, revolución y encarcelamiento. Detalles sobre la agricultura y el cuidado de los caballos. La tentación del alcohol, los caballos rápidos y el juego. Quejas de abusos e injusticias. Canciones, albures, juegos de palabras, vestuarios y decoración de interiores. Prácticas de lucha y de puntería.

13. Se refieren al Día de la Ascensión.

14. “La Conquista de México por Hernán Cortés y sus hues-tes parece que fue ayer. Tiene más actualidad, en cualquier momento, que los desaguisados de Pancho Villa. No parece que hayan sido a principios del siglo xvi, el asalto al gran Teocalli y la Noche Triste y la destrucción de Tenochtitlán, sino el año pasado, ayer mismo. Se habla de ello con el mismo encono con que pudo haberse hablado del mismo tema en tiempos de don Antonio de Mendoza. Este antagonismo es fatal porque todas las razas son orgullosas en extremo. Ninguna admite la derrota y la sumisión definitiva. Reconocen haber perdido una batalla, pero esperan la revancha, que puede tardar, pero vendrá sin remedio algún día en que los vencidos de ayer serán los vencedores. Ésta es precisamente la lepra de las guerras de independencia, lepra extranjera, mueras a los españoles. Bolívar les prometía la fuerza, fueran culpables o inocentes. Era un odiador profesional, encomendero del otro bando. Más tarde, reconoció que había arado en el agua”. (José Clemente Orozco, Autobiografía, p. 68).

15. Miguel Fernández Félix, quien más tarde adoptará el nombre de Guadalupe Victoria, se inscribe en el Colegio de San Ildefonso.

16. A Hidalgo le encantaba la oratoria.

17. Nótese la costumbre de proponer alternativas o de poner mayor énfasis en las tentativas de juicio o descripción, mediante el uso de quizá, o como si, para retardar la narración.

18. Se trataba de divulgar en la Nueva España el nuevo evangelio jacobino, y “los Caballeros Racionales” empezaron a verse a sí mismos como fundadores de la república ideal. (L. B. Simpson, Muchos Méxicos, p. 211).

19. Alusión al recorrido del carro solar por los signos del zodiaco: el Sol acaba de salir de Aries y entra en Tauro, sin que falte la alusión al rapto de Europa.

20. Don Miguel Domínguez encierra a su esposa en su casa por temor a que vaya a cometer una peligrosa indiscreción.

21. El marqués de Mancera en la instrucción que dejó a su sucesor el duque de Veraguas en 1663: “Plebe, la imperfección de su naturaleza, la sobra de mantenimientos, el ocio, la libertad y la embriaguez la precipita a toda suerte de relajación y vicio”. (México a través de los siglos, IV, p. 267).

22. La sexualidad está en todas partes, bien lo dicen Deleuze y Guattari: “en el modo como un burócrata acaricia sus dossiers, como un juez hace justicia, como un hombre de negocios hace correr el dinero, como la burguesía le da por el culo al proletariado, etc. No hay necesidad de pasar por metáforas, no más que la libido de pasar por metamorfosis. Hitler ponía en tensión a los fascistas. Las banderas, las naciones, los ejércitos, los bancos ponen en tensión a mucha gente”. (L’Anti-Oedipe. Capitalisme et schizophrénie, p. 303).

23. Apodo de Felipe Santiago, insurgente atrabancado y rijoso que comandaba a un pequeño grupo de alzados por algunos pueblos en los alrededores de México. Ya que era muy pequeño de estatura, fuerte y musculoso lo llamaban “el Aguacero”, es decir, un fuerte chaparrón.

24. Es descubierta la conspiración de Querétaro, en la que están implicados Hidalgo, Allende, Aldama, Abasolo, el corregidor Miguel Domínguez y su esposa, Josefa Ortiz.

25. Habitación del alcalde de la cárcel de Querétaro, Ignacio Pérez, hombre de confianza y uno de los conjurados indepen-dentistas, en la planta baja de la casa donde habitaba el corregidor con su esposa. Ella, sin salir de su casa-prisión, se las arregla para hablar con él de la delación hecha por Arias y le pide que vaya inmediatamente a San Miguel a poner sobre aviso a Hidalgo, Abasolo, Aldama y demás conjurados.

26. Sobrenombre de Trinidad Prado, originario de Lagos. Barretero en Guanajuato al iniciarse el movimiento independentista, fue aprehendido en Zacatecas en mayo de 1811, delatado por sus propios compañeros, acusado de haber tomado parte en los asesinatos de europeos en dicha ciudad el día que don Ignacio Allende entró allí. Además de acusarlo de sublevar a la plebe contra los extranjeros, “se le acusó también de haber seguido al ejército del cura Hidalgo cuando éste marchó a Valladolid, habiéndose encontrado en las batallas que dicho cura dio a las tropas realistas. Por todo esto ordenó el general don Félix Calleja que se le instruyera sumariamente, y aunque Prado negó esos cargos fue sentenciado a la pena capital por el mismo Calleja, sentencia que se ejecutó en Zacatecas el 13 de mayo de 1811, fusilando al reo por la espalda y colgando su cadáver de la horca, con un papel que se le puso en una mano y que indicaba la constancia de su delito”. (José María de Bustamante, Cuadro histórico, p. 14).

27. Una de las más activas fue el Club Literario y Social de Querétaro, dirigido por el oficial que mandaba la milicia local, el capitán Ignacio Allende.

28. Según Humboldt, de todas las ciudades de Europa en la primera década del siglo xix, sólo eran más grandes Londres, Du-blín, París y Madrid. Por ello, después de Madrid, la ciudad de México era la segunda en el Imperio español. “Sus más cercanas competidoras eran Nueva York (que tenía 96 000 habitantes en 1810), Lima (53 000 a fines de siglo), Filadelfia (53 000 en 1810) y Boston (33 000)”. (Humboldt, Ensayo político, p. 132. U. S. Census, 1810, Preston Moore, The cabildo in Peru under the Bourbons, p. 47). “La ciudad de México tenía 168 000 personas en 1811 y 150 000 en 1824, y claramente perdió población o, cuando mucho, fluctuó de 15 000 a 20 000 individuos”. (Timothy E. Anna, The Fall of the Royal Government in Mexico City, p. 37).

29. Según Mendieta y Torquemada, el sol queda inmóvil cuando aparece en el cielo. El arquero Cintli trata de flecharlo, con lo que provoca su furia y ordena la muerte de los dioses. Xólotl se encarga de la ejecución y luego se autosacrifica. En la leyenda de “Los soles” del Códice Chimalpopoca, el sol se detiene cuatro días en el cielo en Nahui Ollin y quien lo trata de flechar es Tlahuizcalpantecuhtli. Este temor de que el sol se detuviera, se debe a que tanto en el solsticio de verano como en el de invierno, el sol no parece moverse por algunos días. (Yolotl González Torres, El culto a los astros entre los mexicas, p. 62).

30. A sus cincuenta y siete años de vida sólo había alcanzado una moderada distinción. Había enseñado latín, teología y filosofía en el antiguo Colegio (1540) de San Nicolás, de Valladolid (hoy Morelia), del cual llegó a ser rector. El profesorado veía con malos ojos su enseñanza heterodoxa y su lectura de libros prohibidos, y en 1792 hubo de retirarse del colegio y aceptar la vicaría de Colima. (L. B. Simpson, op. cit., p. 212).

31. El canibalismo aparece en dos pinturas de Goya, un grabado de la serie Los desastres de la guerra y un estudio preparatorio de La balsa de Medusa, de Théodore Géricault. La gran pintura de Géricault alude a un episodio de la época en el que los tripulantes del barco Medusa —una nave que llevaba esclavos a las colonias— se comieron unos a otros. La obra funde la desesperación con la idea de rebelión contra la autoridad, sentimientos propios de los debates de la época sobre colonialismo.

32. El lugar de la muerte está relacionado con el norte y el interior de la tierra.

33. El segundo día de Venegas en la capital, Miguel Hidal-go, cura párroco del pequeño pueblo de Dolores en la intendencia de Guanajuato, pide que terminen para siempre los virreyes y lanza el grito de Dolores, grito que inicia la Guerra de Independencia.

34. “¿Si no hay rey de España no revierte su soberanía a nosotros? ¿Si no hay un gobierno imperial legítimo en España no somos ya, de hecho, independientes? O más bien ¿nuestra obligación es mantener a las colonias en reserva para el momento de la restauración de la monarquía española? ¿Debemos actuar en nombre de la Corona pero contra Napoleón? Los efectos de los ejemplos norteamericano y francés se añadieron a estas consideraciones inmediatas. ¿Podíamos nosotros también expulsar al poder colonial? ¿Podíamos sustituir a una monarquía con una república? ¿También nosotros podíamos ser naciones modernas, independientes, comerciando con todos, publicando, leyendo y hablando con libertad, liberados para siempre de la vigilancia de la Inquisición?” (Carlos Fuentes, El espejo enterrado, pp. 258-259).

35. Hidalgo no sabía que Fernando VII, “el Deseado”, era incapaz además de malvado.

36. La marquesa con sus cuatro pajes africanos es una clara referencia a Diana de Gales, quien según Simone Simmons, su curandera psíquica y confidente, era una adicta al teléfono, y llevaba consigo cuatro teléfonos celulares para estar en contacto con sus amigos con quienes mantenía conversaciones hasta de ocho horas de duración. Diana de Gales, al igual que la protagonista, dejóde llevar ropa interior para que no se le marcaran rayas cuando la fotografiaban. (Reuters, Londres, noviembre 1998).

37. La idea es de Lacan. Según él, “el amor consiste en dar algo que no se ha conseguido a alguien que no existe”. (Écrits, p. 75).

38. Descubrió su gusto y talento por la conspiración. Los derechos del hombre, el contrato social y todas las embriagantes doctrinas de la Revolución francesa penetraron en su mente, donde urdieron el hermoso tejido de una república ideal, perfecta, de la cual estuvieran excluidos los gachupines.

39. Sin importar qué tanto sospecharan los españoles de las milicias criollas, el virrey Venegas se enfrentó a la posible amenaza de un ataque indígena a la indefensa capital. En consecuencia creó una milicia en octubre. Pidió que se organizaran batallones de ciudadanos que se llamarían Batallones Patrióticos Distinguidos de Fernando VII, y estarían compuestos por la élite criolla y peninsular. A todos los hombres desde la edad de dieciséis años que no estuvieran ya enlistados en una unidad militar y que pudieran mantenerse y pagar sus uniformes, les ordenaron que acudieran a prestar servicio “voluntario”. (Anna, op. cit., p. 86).

40. En el Códice Mendocino, yoallan, el lugar, fue representado por medio de un círculo negro lleno de ojos, que significa la oscuridad y las estrellas.

41. El personaje muestra una colección de diferentes folletos donde se pide la defensa de la nación y la unión en torno a los principios del hispanismo: el monarca, la religión y el orden.

42. El 24 de septiembre, el obispo Abad y Queipo excomulga a Hidalgo y a otros jefes de la conspiración, incluso a Allende, a Aldama y a Mariano Abasolo. En octubre el obispo Lizana confirma las excomuniones.

43. El 13 de octubre la Inquisición publica un edicto en el que se afirma que a Hidalgo se le ha encontrado culpable de herejía y de apostasía.

44. Diálogo contra los rebeldes escrito por José Mariano Beristáin y Sousa.

45. En el siglo xvii había diez parroquias en la ciudad de México: cuatro para criollos y españoles y las demás para indios y castas. La principal era el Sagrario, en la segunda capilla a mano derecha de la Catedral. Santa Catarina, con su techo plano de viguería y una torre. En el atrio tenía un “humilladero”. La Santa Veracruz era también de alfarje de vigas pero con portada muy rica. San Miguel era por el estilo. Todas fueron rehechas en el siglo xviii, salvo San Miguel, que lo fue a fines del mismo siglo xvii. Las de los indios eran San José de los Naturales, en San Francisco; Tlatelolco; Santa María la Redonda, llamada así por su interesante presbiterio en forma ochavada, único en México, separado de la nave, que llevaba artesón. San Pablo el viejo, hoy oficinas del Hospital Juárez; San Sebastián y Santa Cruz Acatlán. (Francisco de la Maza, La ciudad de México en el siglo xvii, p. 58).

46. Los diputados electos a las Cortes de Cádiz publican exhortaciones contra los insurgentes.

47. Proclamas de los principales cultos marianos de la capital (de la Virgen de Guadalupe y la Virgen de los Remedios), para con-trarrestar el uso de la Virgen de Guadalupe como protectora de los rebeldes. (Hugh M. Hamill, “Early Psychological Warfare in the Hidalgo Revolt”, Hispanic American Historical Review, pp. 41, 42, 207).

48. Cita apenas alterada del comunicado del subcomandante Marcos correspondiente al 24 de febrero de 1998: Un periscopio invertido (o la memoria, una llave enterrada). El texto original es como sigue: “La ‘explosión de los mercados’ no va sola. Es acompañada por ‘la revolución tecnológica’ y por la consiguiente creación de las superautopistas de la comunicación. Por medio de una y a través de las otras, el espacio público es invadido por el mercado y sus referentes: compra, vende. Así que la política moderna se ejerce como ‘publicidad global’. El líder político es fabricado por la publicidad. Hombres grises y mediocres simulan estaturas de estadistas (como Ernesto Zedillo en México) gracias a técnicas publicitarias y teatrales. La ‘legalidad’ (que no la legitimidad) del gobernante depende cada vez más de la máquina publicitaria, tan caprichosa como el mercado al que sirve. Un escándalo bien manejado puede destrozar una carrera política o encumbrarla, incluso en tiempos alternantes (véase Clinton y el remis de “Deep Throath” montada en la Sala Oval de la Casa Blanca). Reducida la política a una cuestión de mercado, es decir, de intercambio de mercancías, el político debe manejar las técnicas publicitarias”.

49. El gobierno declara la lealtad de la capital. “En estas áreas de máxima influencia realista, las clases bajas observaron con repulsión rayana en el pánico el avance de los insurgentes, como si fueran una ola de bárbaros que vinieran de más allá de la frontera chichimeca”. (Hugh M. Hamill, The Hidalgo Revolt, Prelude to Mexican Independence, p. 176).

50. Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Ma-riano Abasolo se levantan en armas en Dolores; de ahí pasan a San Miguel y, a su paso por Atotonilco, toman por estandarte una imagen de la Virgen de Guadalupe. (De la Torre, op. cit., p. 169).

51. Pocas referencias se hacen de este individuo en los partes de algunos jefes realistas, pero se sabe que llevaba grado de coronel y que expedicionó por varios pueblos de Michoacán y principalmente en el Estado de México. Se le perseguía con empeño, lo mismo que a Pedro Rojas, alias “El Negro”, porque éstos eran los que más se acercaban con su gente a las poblaciones inmediatas a México, y los que más quehacer daban a las tropas realistas. González fue al fin hecho prisionero en Alfajayucan, el 16 de agosto de 1815, y fusilado allí en unión del cabe-cilla Ramírez. (Carlos Amador, Noticias biográficas de insurgentes apodados, p. 73).

52. Venegas envía una fuerza de más de dos mil quinientos hombres bajo el mando de su amigo íntimo, el coronel Torcuato Trujillo, para impedir el ataque a la ciudad. (José María Luis Mora, México y sus revoluciones, I, p. 73).

53. Venegas le dice a Trujillo que “peligran trescientos años de dominio español”.

54. “Los españoles llegaron a odiar a la Virgen del Tepeyac hasta el punto de fusilar una de sus efigies y de profanar algunas otras”. (Serge Gruzinski, La Guerre des images, p. 318).

55. El coronel Calleja, comandante del Ejército del Centro, recibe en San Luis Potosí la orden de dirigirse a defender la capital.

56. Parodia de una de las primeras escenas de Perdita Durango, película española de Alex de la Iglesia. En la cinta las manos del santero ponen en marcha un disco de Pérez Prado. Con los ojos en blanco y la furia de cien chacales batiendo sus músculos, el oficiante entra en éxtasis y deja que el ritmo de los tambores africanos pauten el descuartizamiento del escuálido cadáver que yace en el suelo. Los miembros cortados caen en un caldero digno de Pedro Botero, pero que aquí está a cargo del mítico Screamin’ Jay Hawkins. En el arrebato, el santero se acerca a los fieles, elige a una chica dispuesta a vender su alma al diablo y, machete en mano, dibuja una cruz satánica en su espalda.

57. Proclama del cabildo recordándole a la población que la ciudad había jurado conservar el título que le había dado el soberano, de “la más leal”.

58. “El escobero pica con las puntas de los popotes a un distraído transeúnte; el sebero unta el rostro de un meditabundo poeta con su mercancía; el vendedor de asaduras sancochadas mancha el levitón de un almibarado petimetre; la chimolera unge con sus albóndigas o mondongo hirviendo; la mantilla airosa o la ajustada basquiña de una currutaca; el conductor de vigas, agobiado por el peso, derriba a un oidor de pelucón, gorguera y garnacha”. (Luis González Obregón, La vida en México en 1810, p. 9).

59. Venegas organiza la erección de barricadas en las calles de la ciudad y distribuye armas entre los ciudadanos.

60. Tzitzimine: figuras descarnadas de mujeres que habitaban en la oscuridad.

61. La conspiración pudo haber muerto entonces si Juan Aldama no hubiese corrido a galope los 80 kilómetros que separan Querétaro de Dolores para alertar a Hidalgo y a Allende.

62. Alusión a la obra de Francis Bacon, quien destrozaba los cuerpos representados en sus pinturas transformándolos en una masa monstruosa.

63. Pronto creció dentro del gobierno la división surgida con anterioridad a la Independencia entre los partidarios existentes. Algunos españoles liberales, guiados por José María Fagoaga, deseaban una monarquía constitucional independiente con un Borbón en el trono, y aprobaron globalmente las reformas religiosas introducidas por las cortes de 1821. A esta posición se adherían criollos adinerados y educados, como Francisco Manuel Sánchez de Tagle y el conde de Heras. Un segundo grupo se oponía a las reformas religiosas al tiempo que apoyaba la Constitución Liberal. Un tercer grupo, que incluía a la mayoría de los que tenían títulos de nobleza o mayorazgos, apoyó simplemente a Iturbide y no se preocupó demasiado por estos problemas. (Lorenzo de Zavala, Ensayo histórico de las revoluciones de Méjico desde 1808 hasta 1830, vol. I, p. 128).

64. Las Casas escribió en su Apologética historia: “Consideramos bárbaros a aquellos que no tienen escritura o lengua culta. Pero la gente de las Indias podría tratarnos de barbarísimos puesto que no comprendemos ni su lengua ni su escritura”.

65. Supuesta frase emitida por el presidente Clinton frente a Mónica Lewinsky, al proponerle una relación not appropiate: ¿Impropia para qué? De todas maneras “no hay relación sexual”, decía Lacan.

66. Forma popular de adivinación utilizada en esa época. Consistía en descabezar una codorniz que arrojaban al suelo. La dirección hacia la que revoloteaba el cuerpo del ave en sus estertores indicaba la suerte. Si se dirigía hacia el norte, significaba mal agüero, llegada de enfermedades y muerte. Si iba al occidente, la suerte sería buena.

67. No sabían nada de los derechos del hombre, del contrato social ni de Fernando VII, pero sí entendían el ¡Mueran los gachupines!, la muerte, el botín y una gloriosa fiesta de sangre. (Simpson, op. cit., p. 213).

68. El 31 de octubre Hidalgo avanza con sus fuerzas hacia la villa de Cuajimalpa, a unos 27 kilómetros de la ciudad.

69. En la capital la gente se apresura a ocultar sus valores y fortificar sus casas.

70. “Un vecino ocioso u ocupado que transitara las calles antes del toque de queda, se vería expuesto a que el buen sereno, trepado en alta escalera, al encender los faroles del alumbrado le propinase un lustroso baño”. (González Obregón, op. cit.,p. 11).

71. El virrey pone tropas en la Calzada de la Piedad y en el Paseo de Bucareli: las dos principales entradas a la ciudad por el ca-mino de Toluca. Colocan cañones en Chapultepec y envían a la caballería a vigilar los movimientos del enemigo. (Luis Castillo Ledón, Hidalgo, la vida del héroe, pp. 2, 93).

72. Desagradable encuentro con el “carro nocturno”, barrica horizontal montada sobre un eje y dos ruedas, arrastrada por una mula dirigida por un conductor que a son de campana llamaba a quienes tuvieran que vaciar sus pestilencias en aquel espantoso coche, que iba escurriendo líquidos y esparciendo “a ciencia y paciencia”, las perfumadas heces y orines.

73. Ya que la imagen de la Virgen de los Remedios se encontraba en el camino por donde avanzarían los rebeldes, el virrey ordenó que la mudaran de su santuario a la catedral. También intentó trasladar la imagen de la Virgen de Guadalupe, pero los canónigos de la basílica no vieron razón para que la mudaran. Así, a la Virgen de los Remedios la asociaron con la defensa realista de la capital por un accidente de la geografía. (Anna, op. cit., p. 91).

74. Se trata del Rosario de Ánimas, cuyos cofrades acompañados del monótono tilín tilín de su campanilla, piden con voces plañideras que se recen un Padre Nuestro y un Ave María por el descanso eterno del alma de don Fulano de tal. (González Obregón, op. cit., p. 11).

75. El 13 de octubre el virrey Venegas acudió a rezar ante la estatua de la Virgen de los Remedios en la catedral y colocó el bastón de mando a sus pies. A la Virgen la proclamaron generalísima y capitana general del Ejército Realista, protectora y guía de las fuerzas militares españolas en México. La multitud histérica de emoción. (Hamill, op. cit., p. 73).

76. La noción de compromiso es poliédrica, ya que comprometerse, como dice el diccionario, tiene también el sentido de “ponerse en peligro, exponerse a un riesgo o a una sospecha”.

77. Se trata de músicos tarascos o huicholes, ya que sólo ellos no descansaban la concha de tortuga sobre el suelo en un rodete de zacate trenzado, como los mayas, sino que la llevaban en la mano izquierda, para poder golpearla al mismo tiempo que bailaban. Las baquetas eran de astas de ciervo.

78. Cita del poema de Hugo Gutiérrez Vega, Quejas prejubilatorias, cuya estrofa completa es:


Me duelen muchas cosas

“el corazón y el sombrero”

“lo que pudo haber sido y no fue”

los ninguneos…

especialmente el autoninguneo

practicado de forma casi psiquiátrica

en el diván de mis duermevelas

€6,99

Žanrid ja sildid

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286 lk 11 illustratsiooni
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9786078312214
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