Maht 100 lehekülgi
Algo se me va a ocurrir
Raamatust
Entre meriendas con chocolatadas y tés de distintos sabores, Hed y sus nietos comparten largas conversaciones. La avidez de los tumpis —así los llama él— tiñe de misterio las aventuras del abuelo, como si él mismo estuviera espiando su pasado, filtrado por la visión de unos ojos nuevos. —Es la primera vez que escucho que un libro puede tener paciencia —agregó Iván, algo desconcertado. —¿Paciencia para qué, abu? —preguntó Tomás. —Para esperarme —les dijo hed. —¿Para esperarte? —dijo Uma, expectante. —Sí. Me esperó en mi biblioteca todo el tiempo que hizo falta, hasta que yo estuve listo para él. Este libro me eligió. —¿Los libros pueden… elegirte? —inquirió Tomás. —Un libro que está solo y te espera —dijo Uma, reflexionando. —Abuelo… —intervino Iván. —Sí, mi amor —respondió hed, que acostumbraba decirles así a todos sus nietos. —Yo me pregunto… —y se quedó pensando. Hed sabía que detrás de esa frase siempre venía alguna de esas ocurrencias que caracterizaban a sus nietos. Y vino nomás: —¿Cómo voy a saber yo cuál va a ser el libro para toda mi vida? Hed sonrió y se quedó meditando unos segundos. —Vas a tener que explorar muchas bibliotecas, pichón. «Exploradores de bibliotecas…», se quedaron pensando los tumpis. Y empezaron a imaginarse esa aventura.