El enemigo del pueblo
Raamatust
"Lo único que hice fue tratar de preguntar algo. Soy reportero. Me dedico a eso. Y, dado que la prensa se había visto asediada a lo largo de la campaña de 2016, he aquí lo que me dije: «Mi trabajo es hacer preguntas a los funcionarios del gobierno y enfrentarme al poder con la verdad». Pero, tras la elección de Trump, había quedado claro que el deber de la prensa era aún mayor: teníamos que luchar por la verdad, porque de pronto era un campo de batalla. Durante años habíamos hecho nuestro trabajo dando por sentado que determinados hechos y verdades eran universales; con esta Administración, eso ya no era así. Había que cuestionarlo todo. Deseaba dejar claro que podían atacarnos todo lo que quisieran, podían llamarnos lo que quisieran, pero nosotros íbamos a seguir buscando la verdad. Y, cuando estuviésemos seguros de haberla encontrado, daríamos la noticia. No una noticia falsa. Una noticia real".Extracto de
EL ENEMIGO DEL PUEBLOEn
El enemigo del pueblo, Acosta cuenta por primera vez la historia completa de su experiencia cubriendo la campaña y la Administración Trump, y ofrece una visión desde dentro para explicar cómo el presidente Trump ha utilizado su guerra contra los medios de comunicación para socavar el tejido de la democracia. Acosta nos muestra los entresijos de los principales escándalos de la Administración Trump y relata las mentiras y los ataques para mostrar el verdadero coste de la retórica de Trump, que ha dado pie a algunas de las fuerzas más oscuras de la vida política estadounidense. Acosta también detalla lo que supone convertirse en el corresponsal más odiado por el presidente y le ha convertido en el blanco de la venganza de la Casa Blanca.A través de entrevistas, transcripciones, escaramuzas y encontronazos con algunas de las figuras más polémicas de la Administración —Sean Spicer, Jared Kushner, Sarah Huckabee Sanders, Reince Priebus, Steve Bannon y Stephen Miller entre otros—, Acosta nos ofrece una crónica inquietante y oportuna de la lucha diaria por lograr que la Casa Blanca de Trump se responsabilice de sus palabras y de sus actos.