Loe raamatut: «Pilares del lujo latinoamericano»
Carrera 6 No. 115 – 65 Of. F 507
Diseño del libro: Paula Vargas Salazar
Editor: Edison Torres
Diseño de cubierta: Lina Bustillo
Primera edición en Colombia: marzo de 2022
ISBN epub: 978-958-53838-0-7
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prólogo
El lujo se ha erigido como uno de los mercados con mayor valor estratégico. Con una tasa media de crecimiento interanual del 12% durante los últimos veinte años*. Apenas demoró un año en recuperarse tra
la crisis económica del 2008 y la crisis de la pandemia de 2020. Ofrece una elevada rentabilidad, con un beneficio operativo superior al 20%. Y constituye una actividad con un altísimo nivel de prestigio.
Uno de los mayores problemas a la hora de abordar el mercado del lujo radica en que el concepto de lujo se ha vuelto bastante confuso y paradójico. Esto se ha propiciado por su espectacular expansión , como lo evidencia el elevado número de libros y estudios académicos publicados anualmente al respecto. Exclusividad-democratización, despilfarro-sostenibilidad, ostentación-experiencia, tradición-innovación, tecnología-handmade, etc., son sólo algunas de las contradictorias características que se le atribuyen, lo que ha llevado a numerosos e infructuosos intentos de segmentación: true luxury, high luxury, lujo aspiracional, lujo accesible, mercado Premium, etc.
Para intentar aclarar esta confusión, es necesario entender que el interés del lujo va mucho más allá del valor económico que representa, en la medida en que posee un gran impacto social. Desde una perspectiva sociológica, cada día está más claro que el lujo juega un rol estratégico en la configuración del imaginario social dominante. Este imaginario se entiende como la cosmovisión compartida por una sociedad, de la que se derivan las creencias, valores, gustos y aspiraciones que rigen nuestra percepción de la realidad, nuestras actitudes y nuestros comportamientos, determinando las normas e instituciones que estructuran la forma de organización social. Posicionado como un faro de la sociedad, el lujo condensa los deseos y aspiraciones disfrutados por una minoría y anhelados por el grueso de la colectividad. Así, contribuye a su difusión a través del proceso de formación del gusto, el cual, como afirmaba Bordieu, juega un papel determinante en la construcción de nuestra identidad social, tanto como individuos, como en cuanto colectividad.
En coherencia con los valores individualistas, materialistas y competitivos derivados del imaginario dominante en nuestra sociedad, actualmente el lujo se manifiesta, mayoritariamente, a través de un consumismo excesivo y ostentoso, cuya finalidad última radica en la expresión del estatus como forma de reconocimiento social. Bajo esta perspectiva, el lujo ha contribuido notablemente al proceso de globalización, atrayendo a las élites de los países menos desarrollados que los han difundido entre su población, dentro de una dinámica de colonización cultural que ha devaluado profundamente sus raíces y especifidades identitarias.
Frente a esta realidad, sin embargo, son pocos los que dudan que este imaginario se está agotando, enfrentándonos a una grave crisis de nuestro modelo de desarrollo y de sociedad. La crisis medioambiental, el aumento de las desigualdades sociales, el aumento de la intolerancia, el radicalismo y la confrontación social inducida por los populismos, las tensiones económicas y geopolíticas, así como la ineficiencia en la gestión de la pandemia, dibujan un horizonte distópico, mientras que el espectacular desarrollo científico y tecnológico, junto con la eclosión de las redes sociales, generan una gran inquietud e incertidumbre. Nos encontramos en los albores de un proceso de profunda transformación social. Se requiere la construcción de un nuevo imaginario que reconecte con nuestra esencia más humana y reoriente nuestro modelo de desarrollo ante el reto que representa un futuro crecientemente tecnológico, interconectado y global.
Pero los imaginarios no se diseñan ni se imponen. Los imaginarios surgen de una práctica social experiencial y compartida, con una fuerte carga emocional, de la mano de aquellos individuos más avanzados y comprometidos que tejen nuevas relaciones sociales, explorando nuevos valores identitarios que irán contagiando progresivamente al resto de la sociedad, hasta alcanzar la masa crítica necesaria reemplezar al imaginario agotadol. Y es precisamente aquí donde emerge un nuevo concepto de lujo, con la función social de explorar y divulgar nuevos imaginarios a través de la implementación de experiencias y objetos con un profundo discurso conceptual, que expresen plástica y sensorialmente novedosas propuestas con las que experimentar, sentir y compartir nuevos valores que nos reconecten con nuestras raíces y nos proyecten hacia la construcción de un futuro mejor. En cierta forma, el nuevo lujo también se basa en el prestigio social. La diferencia está en que, mientras el lujo convencional se articula en torno a la ostentación del estatus, el nuevo lujo pivota en torno al prestigio generado por la admiración ante aquéllos que han tenido la osadía, el criterio y el acierto de plantear nuevas alternativas ante los conflictos latentes en nuestra sociedad.
La artesanía contemporánea constituye uno de los pilares fundamentales del nuevo lujo. La artesanía siempre resurge en los periodos de cambio social, como ya ocurrió al final del siglo XIX, con el movimiento Arts & Craft, y en los años 60, con la contracultura. Pero su respuesta a la crisis suele tomar dos direcciones muy diferentes. Por una parte, resurge como una respuesta nostálgica proyectada hacia un imaginario pasado idealizado, revestido de folclorismo, que nunca volverá. Al mismo tiempo, en paralelo, aparece una artesanía renovada más innovadora y contemporánea, que busca recuperar la esencia de nuestras raíces para, reinterpretándolas, proyectarse sobre los nuevos retos a los que nos enfrentamos. Hablamos de una artesanía contemporánea muy sofisticada y avanzada, capaz de dialogar conceptualmente con las tendencias socioculturales desde una perspectiva profundamente emocional, a través de experiencias y sensaciones plásticas. Una artesanía, por lo tanto, articulada en torno a una estrecha colaboración entre la capacidad de conceptualización de los diseñadores, el diálogo emocional con los materiales y las técnicas de los artesanos y la osadía de los nuevos emprendedores implementando nuevas estrategias de gestión, promoción y comercialización. Una artesanía, en definitiva, que combina la creatividad emocional de la mano con el potencial de los nuevos materiales y tecnologías, para construir una nueva identidad que recupere la esencia de nuestras raíces.
Bajo estos planteamientos, ¿cabe la posibilidad de hablar de un lujo latinoamericano?
A lo largo de este libro, Lina Bustillo aborda una profunda reflexión sobre el concepto y los valores del lujo, apoyada en las teorías de reconocidos pensadores, para concluir que no solo existe dicha posibilidad, sino que tiene un elevado potencial y representa un valor estratégico para el desarrollo latinoamericano… siempre que se aleje del lujo ostentoso, dominado por un reducido número de grandes grupos empresariales y basado en un imaginario decadente y eurocéntrico que pretende imponer su visión al resto del mundo. El verdadero potencial del lujo latinoamericano radica, precisamente, en una nueva visión del lujo, tal y como Lina va desgranando a lo largo de cada capítulo, mostrando cómo muchos de los valores asignados al lujo convencional pueden ser reinterpretados bajo un enfoque radicalmente diferente y resaltando los recursos locales que favorecerían su desarrollo: su riqueza histórica, la pervivencia de culturas ancestrales que mantienen viva una vida más humana en comunidad y el respeto a la naturaleza, la calidad y diversidad de sus artesanías, sus impresionantes recursos naturales, su carácter abierto, espontáneo, solidario y resiliente y, especialmente, su inmensa diversidad cultural construida en torno al realismo mágico. Todo ello constituye un caldo de cultivo ideal para el desarrollo del nuevo lujo. Porque, en cierta forma, el nuevo lujo asociado a la artesanía contemporánea se configura como un laboratorio para la exploración de nuevos imaginarios, lo que le sitúa a la vanguardia de la economía naranja, jugando un rol estratégico en la dinamización social, económica y cultural, así como en la construcción de una imagen original, más valorada y reconocida en la escena internacional.
A lo largo de todo el libro se destila una gran pasión contenida. Porque el nuevo lujo es apasionante. Pero no es una aventura sencilla, es un camino por desbrozar. Como decía Antonio Machado, tiene que hacer su camino al andar, una práctica consustancial al proceso artesanal. Confío en que este libro constituya un punto de partida, un marco de referencia para abrir un espacio latinoamericano de reflexión, debate y colaboración sobre esa difusa constelación que es el nuevo lujo o, lo que es lo mismo, sobre la cocreación de un nuevo imaginario sobre el que se sustentará nuestra sociedad del mañana. Un nuevo imaginario genuinamente latinoamericano, y un nuevo imaginario global, con la activa contribución del nuevo lujo latinoamericano.
Juan Carlos Santos
Sociólogo experto en artesanía y lujo.
Valencia, España
Introducción
El lujo tiene un carácter que,
a mi modo de ver, es indomable.
Muchos han escrito sobre el lujo, algunos con el ánimo de encasillarlo con fórmulas que encapsulan su significado para poder entenderlo en el mundo comercial; otros con el ánimo de documentar las investigaciones de nuestra relación con el concepto a través del tiempo. La realidad es que la naturaleza del lujo es variable según su contexto. Los términos con los que tratamos de definir el lujo no siempre facilitan su entendimiento; en ocasiones, la terminología logra confundirnos aún más.
En la carrera de la ambición, de la globalización y la industrialización, el lujo se alejó de su esencia a tal punto que sus conceptos iniciales se convirtieron en terminología comercial. Palabras como lujo, glamour, excelencia y calidad ahora son promesas comerciales.
A pesar de acaparar ese aura del lujo en un sector o en conglomerados, el mismísimo lujo ha perdido su esplendor como lo relata Dana Thomas (2008), ha perdido la fidelidad a su ADN. Lo que ha creado es el espacio para que pequeños emprendedores llenen así los zapatos del lujo original, trabajando en la excelencia real de un nicho y no en el desdibujado lujo mundial que se entregó a la industrialización y los grandes márgenes de ganancia.
Nuestro contexto moderno nos pide cambios y pienso
que muchos de ellos incluyen volver a nuestras raíces para
encontrar las respuestas que tanto buscamos para el futuro.
Volver a las raíces para encontrar allí los valores del lujo desde nuestra esencia y no desde la ansiedad del querer ser o del tener. Es cierto que hay naciones que pusieron el concepto del lujo en el mapa y han liderado el sector, pero a mi modo de ver, se les ha salido de las manos. En el proceso, otras propuestas en diferentes culturas empiezan a ver, más allá de la cortina de humo, que el concepto no les pertenece a unos pocos con presupuesto comercial, sino que el lujo nos pertenece a todos y la belleza está en descubrir como creadores, ¿cuáles son esos pilares del lujo que nos representan como cultura?
En el mercado se encuentra una gama cada vez más amplia de marcas latinoamericanas, modernas, decididas y ambiciosas, con una oferta de productos y servicios conscientes de su autenticidad, responsables ambiental y socialmente y con creciente proyección internacional. Este auge de marcas locales se observa especialmente en los sectores de gastronomía, moda y turismo.
Un amplio sector de esta oferta ha optado por el desarrollo de propuestas basadas en una idea de “encanto latinoamericano”; es decir, basadas en la expresión de los valores culturales (tradiciones, sabores, paisajes, etc.) que representan lo mejor de nuestros países. Sin embargo, esta promoción del encanto latinoamericano requiere que los empresarios estén preparados para competir en igualdad de condiciones en el mercado internacional, así como de los consumidores el dejar de subvalorar lo local frente a lo extranjero.
Por un lado, en el marco de la oportunidad del mercado que tratan de aprovechar por igual las llamadas “economía cultural” y las “industrias creativas” y en medio de una tasa de cambio variable, no nos sorprende que las nuevas marcas apelen a la identidad nacional, busquen mercados extranjeros y traten de posicionarse en la categoría del lujo.
De otro lado, el afán que trae la revolución digital, la urgencia por expandir el negocio y el interés por “leer al cliente” conllevan una presión que nos puede conducir, casi de manera natural, a buscar referentes en el exterior, a sentirnos inseguros de nuestra oferta y a caer en la tentación de copiar algunos aspectos de los productos y servicios extranjeros.
Cuando nos detenemos a pensar conceptualmente en el lujo y lo que este representa, es fácil encontrar algunas características que se repiten en una variedad de marcas, pero recordemos que en general pensamos en marcas predominantemente europeas, que representan valores sociales y culturales propios de su tradición, su contexto e historia. Frente a esta imposición cultural de los rasgos del lujo de Europa, tan distintos de lo nuestro, me detuve a reflexionar sobre cuáles serían esas características bajo nuestro contexto latinoamericano.
Fruto de esta reflexión identifiqué algunos elementos que no se tenían presentes de una manera consciente antes en el lujo, que pertenecen a legados intrínsecos de nuestras culturas ancestrales latinoamericanas como la sostenibilidad, responsabilidad, la empatía y otros temas que comparto en este libro. También discuto algunos estudios e investigaciones que han tomado el desafío de darle forma al lujo desde sus teorías y conceptos. Esos estudios me han motivado en mi reflexión y me invitan a unirme a su vocación y mensaje. En consecuencia, parte de mi propósito es unificar los elementos presentados del lujo, en una propuesta desde el ángulo latinoamericano, como un indicador de gestión para los generadores de oferta de valor en esta categoría en la región.
En el proceso que llevo de reflexión e investigación tuve una experiencia que me sensibilizó y considero que vale la pena compartirla.
Debo confesar que gracias a esta experiencia empecé mi emprendimiento con el club de playa en la isla de Barú, en el Caribe Colombiano, que terminó siendo más que un club de playa, un experimento social. Desde entonces, me dediqué a construir un lugar de la felicidad.
Sé que suena romántico y algo utópico, pero en la búsqueda de la coherencia de mis pensamientos este lugar se convirtió en un lugar muy cercano a mi corazón, por el vínculo con mi abuelo, con mis raíces. Desde muy joven, se volvió mi lugar de la felicidad, casi como mi lugar secreto donde podía ser yo misma en total autenticidad. Al crecer pensé que sería una buena idea compartir el lugar de la felicidad con otras personas, razón por la cual terminé buscando herramientas para crear ese lugar con toda la excelencia que se merecía. A pesar de lo poco realista que parecía ese ideal, terminé especializándome en bienes y servicios de lujo en Mónaco y el resultado de esa búsqueda me ha llevado ha formular este Modelo de la Esmeralda.
En Mónaco tuve una experiencia laboral en un evento de lujo sostenible y así llegué a las enseñanzas del científico, escritor y monje budista Matthieu Ricard, según el cual, “cuando logramos el estado de bienestar estamos listos para estar al servicio de los demás, tener compasión y compartir” (Ricard, 2019).
Cuando volví a Latinoamérica emprendí con un club de playa, el Pescador de Colores, siguiendo a Ricard, la misión se tornó en generar ese estado de bienestar en mis clientes por medio de una sana nutrición con el objetivo de estimular las hormonas de la felicidad, basada en criterios ayurveda, con el uso de especias como el azafrán, el cacao y otros ingredientes. De la misma manera comprendí que otras hormonas de la felicidad se podían estimular por medio del contacto, por lo cual incluí rituales corporales de masajes relajantes y del cuidado de la piel bajo el sol, con el ánimo de estimular a través del tacto y la aromaterapia la oxitocina. Adicionalmente, el uso de otros ingredientes como la música me ayudaban a generar un ambiente que —con algunos toques de nostalgia— podía elevar la frecuencia del consumidor y generar ese estado de bienestar al que se refiere Mathieu Ricard.
Una de las características de ese lugar es la vida lenta, razón por la cual lo traigo a colación ese ejemplo, porque cuando vives una vida lenta, tienes el tiempo para desarrollar la habilidad de la observación, de la contemplación. Personalmente, considero un lujo tener esa posibilidad y esa habilidad, de poder saborear cada detalle que te pone la vida en frente. Como dice Ricard, “Estoy absolutamente convencido de que lo más importante de tener una mente bondadosa es desear el bien a los demás, y en la medida de nuestras posibilidades aliviar el sufrimiento y hacer felices a los demás. Puede parecer una idea demasiado buena, pero llega mucho más allá hasta el problema global” (Ricard, 2019).
Lo interesante de este ejercicio fue descubrir que la felicidad y el bienestar de los comensales comenzaron a tener ciertos comportamientos que capturaron mi atención. Los clientes me manifestaron, una y otra vez, el nivel de paz y tranquilidad que estaban experimentando; la capacidad de conexión íntima que lograban en ese espacio con sus seres queridos y, más allá, cómo ellos podían ayudar a las comunidades que rodeaban este club de playa, este lugar de la felicidad.
En ese momento me di cuenta que esa idea de Ricard la estaba corroborando personalmente basada en argumentos científicos acerca de las hormonas de la felicidad, del estado mental del bienestar y de la compasión que, por naturaleza, es armónica y sostenible.
Los pilares del lujo latinoamericano
¿Cómo leer el Modelo de la Esmeralda?
En este libro me baso en la metáfora visual de una esmeralda, con sus cortes y facetas que reflejan todo su esplendor, para presentar mi Modelo de los pilares del lujo latinoamericano que, de manera análoga, ofrece los aspectos a tener en cuenta para que las marcas nuestras reflejen todo el esplendor y brillo del lujo de Latinoamérica.
Llegaremos a la conclusión que los pilares del lujo latinoamericano tienen un impacto en la sociedad y aporta a su desarrollo que lo vemos particularmente en la sección de consideración propositiva. Por eso, tener presente ese radio de acción, me hace recordar aquella charla que tuve con joyeros colombianos donde aprendí que las esmeraldas son evaluadas por tres características principales: el tono, es decir la profundidad del color, el origen y la transparencia. Me quedó sonando y pensé que de hecho esos tres puntos son claves en la oferta del lujo de Latinoamérica.
Estas características tan sencillas en principio tienen un fondo interesante para nuestras propuestas comerciales y valores de marca, que a mi modo de ver le dan esa congruencia que el mercado está pidiendo.
CARACTERÍSTICAS | RELACIÓN |
Tono | Consciencia en la profundidad y trascendencia en el impacto de la marca en todos sus puntos de contacto. |
Origen | Conocimiento del punto de partida y de la misión colectiva que se adquiere con el entorno. |
Transparencia | La conducta correcta, consciente y responsable que genera honestidad, ética y confianza. |
Revisemos en detalle esta propuesta. En la Ilustración 1 muestro cómo visualizo una síntesis del modelo basado en los pilares de lujo de Latinoamérica. El modelo propone 8 pilares inspirados en los 8 lados que tiene el llamado “corte de Esmeralda” en el sector joyero, corte predilecto para la talla de esmeraldas ya que resalta de la mejor manera las cualidades de esta piedra preciosa representativa de Latinoamérica. En la Ilustración 2, vemos diferentes niveles correspondientes al diseño del corte, que representan los elementos psicosociales para sanar, los pilares del lujo latinoamericano para trabajar y sus aspectos propositivos para procurar.
Hay que tener presente que los pilares tienen un vínculo entre sí, con el ánimo de ir elevando la marca hacia un nivel de intención y valor más contundente y significativo para la sociedad. La implementación de estos pilares sugiere ser vista como un balance equilibrado entre cada uno para fortalecer la oferta de lujo de las marcas bajo una perspectiva latinoamericana.
En esta ilustración podemos ver cómo cada faceta está compuesta por los ocho lados que representan los pilares con sus elementos psico-sociales y consideraciones propositivas correspondientes. Cada uno será repasado a lo largo de éste libro.
Elementos psicosociales
En primer lugar, presento los elementos que identifiqué como aspectos psicosociales del inconsciente colectivo o aspecto sombrío que han afectado la originalidad del concepto del lujo. Con esto busco decantar los prejuicios del individuo ante el lujo, quien —sin saberlo— absorbe desinformación y ha formado criterios desdibujados sobre el lujo.
La evolución del concepto del lujo, llegó
a un punto con mucha carga psicosocial
de los consumidores. Se volvió una herramienta
para encubrir las inseguridades del individuo
y buscar validación.
La segunda intención, a partir de estos elementos psicosociales, es darle claridad a las marcas que se ven afectadas por la ligereza de clientes novatos que no tienen las herramientas para apreciar las nuevas propuestas, opacadas por la obnubilación que han logrado las marcas tradicionales de los conglomerados.
En medio de la confusión entre los valores intrínsecos del lujo y los aspectos psicosociales del consumidor, entrar a desmitificar el lujo ha sido un aprendizaje sanador y revelador. Pues se evidencia que el lujo no es únicamente europeo, las características de la oferta de lujo latinoamericano yacen sobre pilares del lujo diferentes a los tradicionales y encontramos traumas sociales desde la colonia para trabajar, que se expresan incluso en las ofertas de valor que vemos en Latinoamérica.
Los Pilares del lujo latinoamericano
En segundo lugar, como tema central presento los pilares del lujo desde la propuesta latinoamericana, como me gusta decir, desde el ser y no el querer ser.
Hoy en día las marcas de lujo recurren
desenfrenadamente a re-encontrarse
con su tradición artesanal para legitimizar
de nuevo su origen.
El gran diferencial es que en nuestra región aun tenemos latente el contacto con nuestro origen ancestral. Solo nos queda conseguir que nuestros ancestros se sientan orgullosos de la marca en la que nos hemos convertido.
Por medio de síntesis, estudios académicos sobre el conocimiento del lujo a nivel mundial, experiencia personal, estudio de marcas de nuestras regiones y entendimiento de la misma idiosincrasia latinoamericana, se expone una propuesta de fundamentos para identificar el lujo de origen latinoamericano y sugerir a las marcas una ruta hacia la oferta del lujo con origen latinoamericano.
Consideración propositiva
Finalmente, cada lado de la esmeralda, o faceta, incluye una tercera reflexión de carácter propositivo o luminoso sobre el desarrollo de una consciencia social, con enfoques filantrópicos y colaborativos, para una interacción balanceada y transparente entre los agentes de la cadena del valor. Elementos como la preservación del patrimonio, el respeto por la labor local y la educación del consumidor, son algunos de los aspectos que se proponen para co-crear un entorno sano en consumo y entendimiento del lujo original, desde el ángulo latinoamericano.
En una idea general, el lujo tiene la capacidad de construir la aspiración social, y eso es una gran responsabilidad que debemos honrar. El concepto del lujo podría aportar, siendo acorde a los valores que necesita la sociedad para evolucionar de manera constructiva.
Ahora, puntualmente podemos señalar los siguientes aportes. En el tejido social se fortalecen las relaciones entre las habilidades y profesiones, haciendo un engranaje de saberes. De esta manera se generan conversaciones y relaciones longevas entre productores, comerciantes, directores creativos, etc. Dando pie a la sofisticación e innovación de productos y servicios.
La integración de la recursividad innata de nuestra cultura aporta en el desarrollo de ideas para la productividad. Permite la innovación, la tracción para cambiar las cosas, el talento para lograrlo y la receptividad hacia la novedad.
Así, nos encaminamos hacia la ruta del dinamismo económico. Al traer a colación las necesidades y las maneras de resolver estancamientos en la cadena de producción o comercialización interna de productos y servicios. Como consecuencia, la producción interna podría proporcionar un diseño sostenible desde la concepción y propósito de la oferta de valor, con métodos no perjudiciales para el ambiente, socialmente equitativos y económicamente viables.
Adicionalmente, el desarrollo del lujo latinoamericano en nuestra comunidad aporta la preservación del patrimonio cultural. Dentro de ese mismo beneficio se logra en paralelo la generación de empleo, integrando a las comunidades artesanas y de agricultura en la cadena de valor, desarrollando una maestría dentro de la profesión e integrando a las generaciones más jóvenes. Así, vamos dando reconocimiento e importancia al legado cultural que yace en sus conocimientos.
Para mí ha sido un desafío el desarrollo de este libro puesto que cuando empecé el concepto me fue negado a nivel institucional por no ser considerado apropiado o rentable. Esto hizo que tomara mucho tiempo en retomar mis escritos y mi investigación, aunque para ser honesta creo que nunca lo abandoné, de manera inconsciente siempre lo tuve presente. Fue hasta ahora que me decidí a retomar los textos y un té caliente para acompañar la continuación de esta visión del lujo.
Con toda la intención de ser fiel a la vocación y la pasión sobre este tema comparto mis aprendizajes y curiosidad sobre el tema, despejando las dudas y desmitificado el lujo como lo conocemos hasta ahora y sembrando una nueva ruta para quienes decidan tener un impacto positivo y constructivo en nuestra sociedad a partir de esta visión del lujo. Como dijo Danilo Cañizares, curador del Congreso de Moda Latinoamericana, en nuestra primera entrevista a mediados de 2020:
“no queremos concluir este tema
pues está apenas comenzando”.
Marcas con herencia
y origen
La procedencia es un pilar fuerte e intangible en el deseo del lujo, ya que crea singularidad, misterio, magia, nos aleja de la comparación y nos ofrece caché
(Kapferer, 2012).
La historia del origen aumenta directamente la “fuerza de marca” percibida a los ojos de los consumidores, ya que agrega un nivel de profundidad y autenticidad. El origen no solo se limita al pasado en términos de cultura. También incluye los rasgos llevados a través del tiempo por la marca y su tradición.
El rol de esta faceta es una invitación a que las marcas
de lujo opten por buscar su herencia, evidenciar su origen
y afirmar su identidad. Este pilar es importante porque lidera
el ADN de la marca y acoge su compromiso con el legado
patrimonial de su vocación.
Revisemos es aspecto psicosocial de este elemento y cómo se va desarrollando como un pilar. De acuerdo con la terapeuta británica Marisa Peer, la gran enfermedad que afecta a la humanidad es el no sentirse suficiente. No es de sorprenderse que por medio de marcas se busque saciar esa inseguridad y otorgue un reconocimiento, aun si no entendamos del todo a la marca que compramos.
Al tener una cercanía por medio de una marca, que nos representa y nos enriquece el conocimiento de nuestros orígenes y herencia ancestral, empoderamos a nuestro comprador con sus propias raíces. Como consecuencia, logramos la conservación de esos pequeños y grandes capítulos de nuestro origen que hacen parte de la identidad y el legado de nuestra gente. De esta forma, a través de este pilar del lujo de Latinoamérica, se logra fomentar el valor del origen y la herencia como el medio para que ese cliente inseguro encuentre en sí mismo el reconocimiento de los valores que conducirán al empoderamiento de la preservación del patrimonio.
Elementos psicosociales del pilar
marcas con herencia y origen
Exploremos entonces, el corte de este pilar de la herencia y el origen desde los elementos psicosociales que vemos como subtemas, donde tal vez estos son los aspectos para trabajar desde el plano consciente.
La inseguridad y la necesidad
de reconocimiento
El verdugo principal de nuestra sociedad es la falta de
seguridad en nosotros mismos. Ante la continua mentalidad
de no sentirnos suficientes, el individuo se protege con el ego
o descrédito de su identidad. Por consecuencia, necesitamos
evaluaciones externas para sentir valoración y aprobación.
Como mostró Veblen (1974 [1899]), para ganar y mantener la estima de los hombres, la riqueza se debe poner en evidencia, ya que la estima se otorga solo en la evidencia. En la actualidad, la validez de esta teoría se mostró con el estudio llevado a cabo en 2016 por Strombeck y Shu, de la escuela de negocios de la Universidad William Jessup. Su investigación demuestra empíricamente que los servicios de lujo, como los bienes de lujo, son consumidos por clientes adinerados para obtener estatus social y aprobación social (Strombeck & Shu, 2016). Igualmente, otra investigación por Twenge y Campbell (2002) señaló que los niveles de autoestima de las personas mejoran cuando su estatus socioeconómico mejora. Por consecuencia, no es sorpresa que se forje un patrón de imitación de conductas y reflejo con clases sociales o individuos que nos sean aspiracionales.