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Un panorama sobre la legislación y políticas públicas culturales

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La normativa referida hará incidencia, por ejemplo, al momento de construir edificios, para que se destinen espacios para plazas, para lugares de esparcimiento, recreación y expresiones culturales. Esto puede tener beneficios como exoneraciones de impuestos. En Guatemala ya se ven algunas referencias de ello, como las construcciones de Cuatro Grados Norte, donde se destinaron espacios de esparcimiento. Sin embargo, este es un tema pendiente en cuanto a la generación de políticas públicas que respalden el cumplimiento de estos requisitos a nivel nacional y, con ello, aportar a la calidad de vida de sus habitantes.

Existen ejemplos en ciudades como París y Madrid que tienen programas de arte urbano reconocidos institucionalmente que deben mostrar cierto nivel de calidad y llenar normativas y requisitos específicos. Dichos referentes se pueden investigar para aplicarlos en el país y, además, son necesarios estudiar.

Todos los temas como el ejercicio de la cultura, las nuevas visiones de lo urbano van interrelacionados, deben profundizarse para generar campos más amplios en el campo de la cultura, un desafío para nuevas generaciones que quieran comprometerse e involucrarse en el tema.


19- Entrevista sobre experiencia de trabajo en el campo de la legislación cultural y políticas públicas, sostenida el 2 de marzo de 2020.

CONCLUSIONES

Guatemala cuenta con una amplia legislación cultural cuyos antecedentes datan del siglo XVIII, lo cual es una fortaleza para el desempeño del sector con un recorrido histórico que es la base de su vinculación a distintas dimensiones sociales. Un desafío importante es la necesidad de continua revisión y adaptación de las leyes según las demandas que presente la evolución del tiempo y las realidades puntuales. Otro reto es lograr una eficiente implementación y procesos que permitan dar cuenta de su aplicación en los territorios y contextos sociales concretos.

Es de vital importancia que quienes se dediquen a las diferentes áreas vinculadas a la cultura y a las artes tengan acceso y también interés en conocer los aspectos legislativos y de política pública que atañen directamente a su labor para poder respaldar su trabajo y generar propuestas sobre argumentos sólidos.

A nivel conceptual, tanto a nivel legal como de políticas públicas, se ha dado un salto al considerar la cultura como un aspecto profundamente humano que involucra las diversas formas de entender la realidad y el mundo, los amplios procesos a través de los cuales los pueblos comunican su identidad, generalmente desde la perspectiva aportada por la Unesco. Sin embargo, aunque está presente ese concepto que trasciende la dicotomía «culto e inculto», en el entendido de que no existe ser humano carente de cultura, se observa que, en algunas acciones y estrategias establecidas en acciones estratégicas, todavía se filtra el significado dicotómico; por tanto, existe el reto de llevar lo conceptual a la praxis. Algunos ejemplos de ello son temas por discutir como la clasificación de arte y artesanía, la visión de actividades desde una idea folklorizante que presenta expresiones culturales de forma fragmentada sin ahondar en la profundidad de sus aspectos simbólicos e incluso históricos desde el respeto a los pueblos. Estas visiones de los profundos entramados de significados pueden ser un punto de partida, por ejemplo, para generar nuevas formas de turismo cultural donde exista participación real de las comunidades y un verdadero diálogo de saberes.

La labor artística en sus diversas disciplinas forma parte sustancial del patrimonio intangible de la nación, tema amparado en la Constitución Política de la República como en los convenios internacionales ratificados por Guatemala. Este tema debe tener amplia difusión y conocimiento tanto hacia el gremio artístico como por la sociedad civil para la construcción de una cultura de respeto a las diversas manifestaciones del arte como pilares fundamentales de la cultura.

Para la labor de los creadores, un avance significativo fue la emisión de la Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos que ampara la protección de la obra, así como el trabajo de intérpretes y ejecutantes, tema que es necesario sea ampliamente conocido por quienes laboran en estos temas. Esta ley también respalda las sociedades de gestión colectiva.

La revisión y reforma de la ley del IPSA, aprobada en 1990, es un tema que desde hace más de cinco años se ha solicitado por diversos representantes del ámbito cultural y que actualmente es urgente dada la vulnerabilidad en la que los artistas han quedado frente a la pandemia.

A partir de la firma de los Acuerdos de Paz, la cultura se fortaleció en Guatemala a través de importantes propuestas como la Ley de Descentralización que favoreció la creación de políticas culturales municipales autónomas, el establecimiento de las Casas de la Cultura, amparadas en el Decreto 02-2003 en la Ley de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo. Se hace necesario generar procesos para el apoyo y fortalecimiento a su labor.

El Ministerio de Cultura y Deportes es el ente rector y ejecutor de las políticas culturales a nivel nacional. Es necesario un trabajo profundo en la política sectorial de fortalecimiento institucional, bajo la cual son de vital importancia los procesos anuales y bianuales de evaluación, las sistematizaciones formales como base fundamental para la toma de decisiones.

Actualmente se carece de documentos que den cuenta de procesos profundos de evaluación. Se tienen informes de Gobierno, memorias de labores, pero no se cuenta con estudios profundos de evaluación que puedan constituirse como bases sólidas que respalden estrategias y acciones; que también sean base para las autoridades que asumen cargos en el cambio de período gubernamental, se dé seguimiento y no se interrumpan los procesos en avance.

Otro aspecto en el que ya representantes y expertos en el tema cultural han ahondado es en la asignación presupuestaria a este ministerio, que tiene el desafío de contener dos temas en sí mismo: la cultura y el deporte no federado, en el que la prioridad se da al deporte. Este es un tema que demanda la necesidad de discusiones y planteamientos al Estado. Asimismo, el análisis de los procesos de ejecución y garantía de procesos de transparencia.

Por otra parte, es necesario retomar desde la parte conceptual, pero también práctica, que la recreación es un vínculo entre la cultura y el deporte. Si esto llega a comprenderse en toda su potencialidad, podrían generarse estrategias y acciones que relacionen, por ejemplo, actividades artísticas y deportivas en procesos de recreación activa y pasiva.

Un aspecto relevante planteado en las Políticas Culturales, Deportivas y Recreativas 2015-2034 es la vinculación entre el Ministerio de Cultura y Deportes y el Ministerio de Educación en cuanto al aporte que el primero puede hacer a las revisiones y modificaciones en el CNB. Este es un tema importante que es necesario abordar para garantizar la calidad educativa en su integralidad ante el retroceso que representó la decisión del gobierno pasado, el cual generó un cambio de los cursos relacionados a la formación artística en detrimento en la calidad de aprendizaje.

La crisis actual ocasionada por la pandemia del COVID-19 además de las problemáticas en cuanto al cese de los espacios de trabajo, ha presentado el inicio de un fortalecimiento organizativo del gremio artístico a través de las asociaciones que agrupan a diversas disciplinas y las sociedades de gestión colectiva. Se ha generado un proceso de diálogo con representantes del Congreso de la República para presentar diversas demandas y también dar a conocer al pleno nuevas iniciativas de ley como el «Fondo de Apoyo Cultural». Esto representa importantes avances tanto para nuevas formas de articulación, así como alianzas que, si se sostienen en el tiempo, pueden desarrollar valiosas transformaciones a nivel artístico, político y social.

Tanto el Plan Nacional de Desarrollo Cultural a Largo Plazo, como las Políticas Culturales, Deportivas y Recreativas, son claras en que el Estado tiene la obligación de incorporar la dimensión de la cultura en sus políticas, programas y proyectos. Este es un tema pendiente, ya que el actual plan de Gobierno, aunque tiene aspectos vinculados, no menciona la cultura como eje transversal. Si se considerara en sus amplios alcances, podría generar aportes sustanciales en lo pilares de acción contenidos en el plan de Gobierno, como la dimensión económica, la disminución de la violencia, el fortalecimiento a la construcción de cultura de paz y democracia, ejercicio de ciudadanía, procesos de diálogo, incluso en su incidencia a nivel de política exterior.

Es necesaria una adecuada difusión que conlleve a la ciudadanización y apropiación de las políticas culturales nacionales y municipales para que las comunidades se apropien de ellas y participen en su implementación de la mano de las autoridades. Aquí una figura muy importante es la de los promotores culturales como enlace entre la población y dichas autoridades. De esta forma, pueden concretarse las metas del fortalecimiento comunitario, el desarrollo de espíritu crítico, la creatividad y el compromiso con el contexto social concreto.

Un aspecto muy importante que es necesario revisar es que tanto el Plan Nacional de Desarrollo Cultural a Largo Plazo como las Políticas Culturales, Deportivas y Recreativas 2015-2034, reconocen la dimensión creadora y el reconocimiento al valor de las obras artísticas, pero se carece de un respaldo que valide la labor artística como trabajo. Este es un tema crucial en la actual coyuntura, pues se carece de respaldo legal, por ejemplo, en el Código de Trabajo que tipifique aspectos como formas de contratación y prestaciones entre otros, propias de la labor artística en sus diferentes ramas. Hay, respecto a esto, una reflexión que se presenta en el documento de la CSC, que podría ser un punto de referencia para el mejor desarrollo del tema.

 

Dentro de los desafíos más importantes actuales está el SIC, que urgentemente debe retomar su funcionamiento como el respaldo más importante sobre la data y mapeo de la labor cultural en el país. La propuesta de su diseño es muy completa, incluso su inserción al ESIC. Lamentablemente su implementación ha sido deficiente y se han perdido importantes hallazgos y bases de datos. Este sistema sería un pilar muy importante tanto para la toma de decisiones, diseño de estrategias, apoyo a las expresiones y espacios culturales locales, fuentes de consulta para investigaciones, pero, sobre todo, una herramienta vital de respuesta a crisis como la presentada en Guatemala en el 2020.

En este aspecto es relevante tomar en cuenta que también existen problemáticas a resolver dentro de los diversos grupos artísticos. Por una parte, la falta de conocimiento de este sistema, ante lo cual el Ministerio de Cultura y Deportes tiene la responsabilidad de generar procesos de difusión, pero también los artistas tienen la tarea de interesarse por conocer lo existente. Aquí las asociaciones tienen un importante papel para dar a conocer información relevante a sus agremiados. Es importante tomar en cuenta que por razones históricas hemos heredado una cultura de miedo y desconfianza que genera reticencias para brindar información personal, este es un aspecto en el que hay que trabajar además de retomar la confianza en las instituciones que hoy han perdido credibilidad no solo en el gremio artístico sino en la sociedad guatemalteca en general.

Dentro de las políticas culturales centroamericanas existen importantes planteamientos que desde la cultura pueden aportar a la integración regional y al logro de un desarrollo integral en conjunto. A nivel más amplio es importante que, a dentro de las estrategias de Gobierno y relaciones con el mundo, se reconozca la importancia de la diplomacia cultural como una vía muy importante de negociación y acercamiento con otras naciones.

El estudio, profundización y avance en el diseño de la Cuenta Satélite de Cultura es un tema relevante para demostrar con datos estadísticamente significativos el aporte de este sector al ámbito económico tanto en sus propias expresiones como en beneficio a industrias conexas, así como al logro del desarrollo sostenible e integral. Este es un campo abierto a grandes posibilidades de estudio, ya que si se habla de desarrollo integral, también se amplían las posibilidades al diseño de indicadores cualitativos que permitan dar cuenta de aspectos simbólicos, de entramados de significados en constante transformación desde los cuales la cultura y sus expresiones aportan a un desarrollo que, además del aspecto económico, involucre todas las dimensiones humanas, dentro de ellas la calidad de vida, los aspectos emocionales, afectivos e incluso de salud. Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el arte como un elemento sustancial para fortalecer la salud mental. (20)

Por otra parte, como se dijo anteriormente, la CSC es una herramienta muy importante para la construcción de indicadores que permitan definir y categorizar el trabajo artístico y su contribución a la generación de empleo. Estos indicadores podrían ser una base muy importante para que eventualmente exista el reconocimiento de la labor artística dentro del Código de Trabajo. Es importante acotar que, en los estudios realizados, la industria que más aportes económicos genera, dentro de la clasificación de industrias culturales, es la de patrimonio intangible, donde se ubica el trabajo de los artistas.

Hoy más que nunca es crucial un fortalecimiento en la organización y articulación de las diferentes disciplinas artísticas y del conocimiento de las leyes y políticas que respaldan su labor. Por otra parte, que las instituciones, especialmente el Ministerio de Cultura y Deportes, como ente rector encargado de su cumplimiento, establezca puentes de diálogo con actores claves para mejorar los procesos de implementación y evaluación, tomando en cuenta la voz de quienes laboran en el sector. Son procesos complejos, pero necesarios para una transformación sustancial del trabajo cultural en Guatemala, que hoy presenta nuevas posibilidades de articulación, alianzas sociales y políticas que ojalá se implementen y se mantengan en el tiempo.

20- Véase en euronews https://bit.ly/2OLITp8

REFERENCIAS

Araujo, M. (2009). Breviario de la legislación cultural. Asociación en Guatemala de amigos de la Unesco.

_____ (2016). ¿Qué es la diplomacia cultural? En El Heraldo Diplomático (boletín), año 7(11), pp. 112-126.

_____ (2019). De la importancia de las políticas culturales municipales. Charla con miembros de la Asociación Guatemalteca de Casas de la Cultura Guatemala.

Comisión Municipal para la Construcción de la Política Pública de Cultura de Quetzaltenango. (2017). Política Pública de Cultura del Municipio de Quetzaltenango. Pensando la «Cuna de la Cultura». Municipalidad de Quetzaltenango.

Congreso de la República de Guatemala. (1990). Decreto 81-90. Ley del Instituto de Previsión Social del Artista Guatemalteco. Congreso de la República de Guatemala.

Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana y Sistema de la Integración Centroamericana. (2012). Política Cultural de Integración Centroamericana PCIC 2012-20130. CECC-SICA.

García, E. (2016). Cuenta Satélite de Cultura de Guatemala. Primera aproximación desde el sistema de cuentas nacionales SCN93. Período 2001-2012. Ministerio de Cultura y Deportes.

Ministerio de Cultura y Deportes (2005). La cultura, motor del desarrollo. Plan nacional de desarrollo cultural a largo plazo. MCD.

_____ (2011). Aporte conceptual y metodologico para el Sistema de Información Cultural de Guatemala (SIC). MCD.

_____ (2016). Políticas Culturales, Deportivas y Recreativas (políticas actualizadas) 2015-2034. MCD.

Ministerio de Cultura de Colombia. (29 de noviembre de 2018). ABC de la Economía Naranja. https://bit.ly/3eTDoPZ

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (s. f). Guía para el Desarrollo de las Industrias Culturales y Creativas. Unesco.

Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia. (2020). Política General de Gobierno 2020-2024. Segeplan.

Solórzano, J. (2012). Política Cultural en el Marco General de la Política Exterior de Guatemala 2012-2016. Ministerio de Cultura y Deportes.

ENTREVISTAS

Amézquita, Fabricio. (25 de junio de 2020). Implementación de las políticas culturales del municipio de Quetzaltenango. (M. García, entrevistador)

Araujo, Max. (2 de marzo de 2020). Experiencia de trabajo en el campo de la legislación cultural y políticas públicas. (M. García, entrevistador)

Exfuncionario Sistema de Información Cultural de Guatemala. (2 de julio de 2020). Procesos de trabajo en el Sistema de Información Cultural. (M. García, entrevistador)

Godoy Palala, Victoria. (22 de mayo de 2020). Fundamentos legales de la iniciativa de ley «Fondo de Apoyo Cultural». (M. García, entrevistador)

Jiménez, Elías. (21 de mayo de 2020). Contenido de la iniciativa de ley «Fondo de Apoyo Cultural». (M. García, entrevistador)

Ovalle, Celia. (30 de junio de 2020). Experiencias de trabajo dentro del Sistema de Información Cultural. (M. García, entrevistador)