Maht 320 lehekülgi
Raamatust
En el inicio de los tiempos modernos, la nobleza catalana asumió prácticas de acumulación de la propiedad que reconfigurarían su propia representación genealógica. La intensa movilidad social que caracteriza a la nueva aristocracia, sus estrategias e intereses, inciden en este proceso de consolidación patrimonial, de la misma forma que lo hacen también los privilegios de exclusión que dividen a estas familias. Los orígenes sociales dispares de esta nobleza radicada en la ciudad, los acuerdos y fricciones entre núcleos de autoridad familiar y parientes desposeídos, el uso de las normas y la extinción de los linajes, permiten construir dos tipos de genealogía, una identificada con la acumulación y otra supeditada y hasta olvidada. La apariencia, el ritual, las redes de lealtad constituyen prácticas que juegan a favor de la primera, cautiva de la lucha por la propiedad.