Raamatust
En en el presente libro se explica cómo obtener cristales súper-planos utilizando un microscopio óptico pequeño.Las sustancias a cristalizar se pueden preparar a partir de reactivos que se encuentran en el hogar (vitamina C, por ejemplo), como también en laboratorios de colegios o de universidades.Las imágenes obtenidas permiten que nos planteemos la pregunta: ¿Se trata realmente de arte? Según el renombrado artista francés Marcel Duchamp (1887-1978), los llamados «objetos encontrados» (objets trouvés) sí son obras de arte, ya que si de una infinidad de imágenes se elige una, se transmite una sensación que puede ser compartida por el público e incluso podría llegar a ser premiada por un jurado de artistas. Tal es el caso de las imágenes de los cristales y los poemas químicos presentes en este libro: podemos decir que en ellos arte y ciencia no se pueden separar.Entre 1930 y 1960 varios investigadores dejaron cristalizar saliva, suero sanguíneo o lágrimas esparcidas sobre vidrio y vieron cambios en las formas de los cristales en casos de enfermedad. No obstante, los intentos diagnósticos posteriores resultaron ser irreproducibles. Intentando entender este comportamiento, hace diez años comencé a investigar y, de manera interesante, encontré que incluso leves cambios de temperatura o humedad producen cambios mayores en las formas de los cristales que aquellos provocados por enfermedades. Esto lo explicó todo. Sin embargo, quedé tan fascinado por las formas de los cristales que los produje y fotografié usando diversas sustancias químicas, considerándolos como obras de arte que Dios me regala. Ahora las comparto para que los lectores de este libro puedan disfrutar con cada una de las obras obtenidas. Mario Markus