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Gato en Bicicleta sin Parar

First edition. January 8, 2024.

This book was written partially using AI content in the text and illustrations.

Descripción

Un cuento de hadas acerca de Kevin el gato, que renunció a un trabajo aburrido y se convirtió en un ciclista.

Gato Kevin el gato es un trabajador de oficina que funciona como un simple gerente de bajo nivel y se sienta en la oficina en una chaqueta en un edificio de negocios

El jefe constantemente se lleva a cabo de gato gato y se carga con la rutina de trabajo y las demandas de los informes. Más pronto o más tarde, el gato va a conseguir y él va a salir de este trabajo

Después de otro estúpido instrucción del jefe, gato el gato dice ¡Basta! Y él abandona su puesto de trabajo y salir de la oficina. Él decide convertirse en un ciclista y el paseo en las interminables carreteras de California

Gato el gato va a la más cercana tienda de la compañía y la compra de una motocicleta. El gato se puso un traje de motorista y se convirtió en un ciclista

Sobre el autor

Max Marshall crea historias que transportan a los lectores a tierras lejanas, les sumergen en ricas culturas y les invitan a experimentar todo el espectro de las emociones humanas.

Entre las páginas de innumerables obras maestras se esconde un escritor cuyo nombre evoca pensamientos de pasión, creatividad e imaginación sin límites.

Con un elegante dominio del lenguaje y un profundo conocimiento del alma humana, esta escritora crea personajes cuyos triunfos y luchas resuenan profundamente en lectores de todas las edades. Tanto si explora las complejidades del amor y la pérdida como si ahonda en las profundidades de la psique humana, la prosa de esta escritora es tan bella como perspicaz, revelando verdades que conmueven el corazón e inspiran el alma.

Capítulo 1: El Gato en la oficina

En un animado distrito de negocios, se puso un imponente rascacielos, donde Kevin el gato trabajado. Kevin no era su ordinario felino era un dedicado trabajador de oficina con un gran sentido de la responsabilidad. Cada día, él no su pequeña chaqueta y la cabeza para trabajar como gerente de bajo nivel en el corazón de la ciudad.

La oficina era un hervidero de actividad, con empleados ocupados trajinando, papeles volando, y los teléfonos sonando sin cesar. Pero en medio del caos, Kevin se mantuvo tranquilo y sereno como él se sentó en su escritorio, sus bigotes contracciones con la concentración.

Con su elegante de piel bien depiladas y un par de gafas de lectura posado en su nariz, Kevin miraba cada poco el profesional. Él arrastrando los pies a través de las pilas de papeleo, escribiendo notas y asistir a los correos electrónicos con precisión.

A pesar de la naturaleza mundana de su trabajo, Kevin tuvo el orgullo en su trabajo. Él meticulosamente organizado de archivos, reuniones programadas, e incluso encontrar tiempo para ayudar a pata a sus colegas cuando más la necesitaban.

Pero como las horas pasaban, Kevin no podía evitar sentir una punzada de aburrimiento fluencia. La monotonía de la vida de oficina comenzó a pesa sobre él, y él quería algo más emocionante.

Como el sol se sumerge por debajo del horizonte y las luces de la ciudad parpadeaban a la vida, Kevin suspiró y estiró sus extremidades. Otro día en la oficina había llegado a su fin, pero poco se sabe, una aventura de toda una vida que le esperaba a la vuelta de la esquina.

Capítulo 2: El jefe que tengo

Kevin el gato volvió a su oficina, listo para hacer frente a otro día de trabajo. Pero poco sabía él, dificultad se estaba gestando en la forma de su jefe, el Señor Bigotes.

El señor Bigotes fue una dura y exigente de la figura, con una predilección por la acumulación de la carga de trabajo. Desde el momento en que Kevin entró en la oficina, el Señor Bigotes estaba en su cola, ladrando órdenes y exigente informes con un aire de autoridad.

– Kevin! – El señor Bigotes en auge, su voz haciendo eco a través de la oficina.

– Necesito los informes trimestrales sobre mi escritorio al mediodía!

Con un suspiro resignado, Kevin asintió con la cabeza y se apresuraron a su escritorio, sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros. Él apenas había asentado en cuando el Señor Bigotes apareció de nuevo, con una pila de papeles más alto que Kevin mismo.

– Otro proyecto, Kevin, – el Señor Bigotes anunció, sus bigotes contracciones con anticipación.

– Te necesito para elaborar estos informes y tenerlos listos para la reunión de la junta de mañana.

Kevin corazón se hundió como el miró a la montaña de papeleo antes de él. Parecía que no importa lo duro que trabajaba, siempre hay más por hacer.

Día tras día, el Señor Bigotes siguió a la pila en el trabajo, dejando a la pobre Kevin sentirse abrumado y agotado. Él anhelaba la libertad para perseguir sus propias pasiones y sueños, pero con el Señor Bigotes respirando en su cuello, parecía una hazaña imposible.

Pero como los días se convirtieron en semanas, Kevin empezó a darse cuenta de que no podía seguir así para siempre. La tensión constante y la presión de tomar un peaje en su salud y felicidad, y él sabía que algo tenía que cambiar.

Capítulo 3: renuncié a mi trabajo

Era otro día normal en la oficina, pero por Kevin el gato, que era cualquier cosa menos ordinaria. Como él se sentó en su escritorio, enterrado bajo una montaña de papeleo sin embargo, de nuevo, un sentido de frustración comenzó a fuego lento dentro de él.

El señor Bigotes, su jefe, apareció a su lado, blandiendo sin embargo, otro conjunto de instrucciones. – Kevin, – dijo con firmeza, – necesito esos informes, en mi escritorio, al final del día. Y no se olviden de la presentación para la reunión de mañana.-

Kevin corazón se hundió mientras escuchaba al Señor Bigotes a sus demandas. Era como si el peso del mundo se había colocado directamente sobre sus hombros, y él podía soportarlo más.

– ¡Es suficiente! – Kevin declaró, su voz temblando con determinación.

– Me salga!

Jadeos llenaban el aire como Kevin negrita en el anuncio se hizo eco a través de la oficina. Sus colegas lo miró con incredulidad, pero Kevin se mantuvo firme.

Sin otra palabra, recogió sus pertenencias y se marcharon fuera de la oficina, dejando atrás el sofocante confines de su antigua vida.

Como Kevin salió en las bulliciosas calles de la ciudad, una sensación de liberación apoderó de él. Él era libre de los grilletes de su trabajo, libres de perseguir sus propios sueños y pasiones.

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