Fronteras de la semiótica

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Fronteras de la semiótica
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FRONTERAS DE LA SEMIÓTICA

Homenaje a Desiderio Blanco



Colección Biblioteca Universidad de Lima

Fronteras de la semiótica. Homenaje a Desiderio Blanco

Primera edición digital, noviembre de 2016

© De esta edición:

Universidad de Lima

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Diseño, edición y carátula: Fondo Editorial de la Universidad de Lima

Versión ebook 2017

Digitalizado y distribuido por Saxo.com Peru S.A.C.

https://yopublico.saxo.com/

Teléfono: 51-1-221-9998

Avenida Dos de Mayo 534, Of. 304, Miraflores

Lima - Perú

Se prohíbe la reproducción total o parcial de este libro sin permiso expreso del Fondo Editorial.

ISBN versión electrónica: 978-9972-45-376-2

Índice

Presentación

Umbrales epistemológicos

La caída de Lucifer: El fin de las evidencias y el advenimiento de la retórica

Jacques Fontanille

La aspectualidad entre lingüística y semiótica

Roberto Flores

Tiempo: De la lengua al discurso

José Luiz Fiorin

Del afecto al valor

Claude Zilberberg

Sobre semiótica poscolonial

Eero Tarasti

Pistas estésicas

La voz humana: Entre el ángel y la máquina

Herman Parret

Artes de la mirada

Raúl Dorra

La semiótica en la gravitación de los sentidos

Ana Claudia de Oliveira

Ver y creer: Desde la mutación de los materiales hasta el objeto en potencia

Giulia Ceriani

Perfiles sociosemióticos

Diana, in vivo

Eric Landowski

Discurso e historia: Los héroes nacionales

Diana Luz Pessoa de Barros

El diagnóstico semiótico en la planificación estratégica de comunicaciones de marketing

Raúl Bendezú Untiveros

De lo nítido a lo borroso: La representación del Perú en

7 ensayos de interpretación de la realidad peruana Santiago López Maguiña

La pasión de la conservación: Poder y medio ambiente

Óscar Quezada Macchiavello

Linderos estéticos

Los acrósticos de Vallejo

Enrique Ballón Aguirre

Pintura y crítica de arte: Un caso de pasión

Lucia Teixeira

L’horrible, de Maupassant

Stefano Montes

Operaciones semióticas en el análisis de las historietas

Juan A. Magariños de Morentín

El significante imperfecto de la fotografía

Eduardo Peñuela Cañizal

La salvación por el cuerpo: Sentido de la poesía de Desiderio Blanco

Raúl Bueno

Presentación

Fronteras de la semiótica es un libro que, desde la perspectiva académica, se fundamenta básicamente de dos maneras: en función de sus características intrínsecas, como una puesta al día de las más relevantes corrientes de investigación de esta ciencia, y en función de su oportunidad, como homenaje a Desiderio Blanco, maestro y pionero de la semiótica en el Perú (quien celebra en 1999 sus setenta años de edad).

Como se ve, dos vertientes de fundamentación íntimamente unidas, puesto que a través de sus cátedras en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad de Lima, de su labor como crítico de cine y de sus publicaciones, Desiderio Blanco no sólo ha impulsado y difundido los estudios semióticos con especial rigor teórico y eficacia didáctica sino que, además, ha sabido mantener permanentemente actualizada esta disciplina entre nosotros. De esta forma, muchas veces en nuestro medio, antes que en otros ámbitos aparentemente mejor informados, gracias a la labor intelectual de Desiderio Blanco, hemos tenido noticias de las últimas propuestas y debates epistemológicos de la semiótica.

Estos antecedentes explican la respuesta a la convocatoria que, como editor responsable, realicé hace aproximadamente un año. En efecto, contamos con colaboraciones de investigadores que laboran en diferentes universidades de Europa y América. Así, se hacen presentes en este homenaje: Jacques Fontanille, Eric Landowski y Claude Zilberberg, de Francia; Herman Parret, de Bélgica; Giulia Ceriani y Stefano Montes, de Italia; Eero Tarasti, de Finlandia; José Luiz Fiorin, Ana Claudia de Oliveira, Diana Luz Pessoa de Barros, Lucia Teixeira y Eduardo Peñuela, de Brasil; Raúl Dorra y Roberto Flores, de México; Juan Magariños, de Argentina; Enrique Ballón y Raúl Bueno, de los Estados Unidos; Raúl Bendezú, de Chile; Santiago López y Oscar Quezada, de Perú.

Las llamadas Fronteras, que venimos considerando, se presentan de distintos modos en los diferentes trabajos que componen este libro, lo cual nos permite organizarlo por secciones.

Bajo la denominación Umbrales epistemológicos, estamos agrupando trabajos que analizan los axiomas, las hipótesis y los procedimientos que especifican la ciencia semiótica. Tenemos aquí, en efecto, textos como los de Fontanille, Flores, Fiorin, Zilberberg y Tarasti, que examinan la organización y el funcionamiento de las consideraciones científicas de la semiótica con relación a los regímenes de creencia y fiducia (Fontanille), a la problemática de la aspectualidad (Flores), al papel del tiempo en la discursivización de la lengua (Fiorin), a la tensividad axiológica del afecto (Zilberberg) y a la irrupción de lo poscolonial como concepto crítico (Tarasti).

 

En el texto titulado “La caída de Lucifer: El fin de las evidencias y el advenimiento de la retórica”, Jacques Fontanille examina tres tipos de discursos que separan lo visible y lo creíble: el discurso religioso, el discurso histórico y el discurso del psicoanálisis. Así, la “caída de Lucifer” resulta enigmática ya que, en la Edad Media, una vez invertida su axiología, el dios de la luz, de lo visible y de las verdades evidentes fue confundido con Satanás, el “adversario” y con el Diablo, el “calumniador”. Este asunto permite al autor plantear dos hipótesis generales. La primera se refiere a la inversión de la correlación entre ver y creer: en el paso del Lucifer griego y latino al Satanás Diablo de los cristianos, dicha correlación se transforma, de ser directa y convergente pasa a ser indirecta y divergente. La segunda se refiere a las relaciones entre la percepción visual, la argumentación, el hacer persuasivo y el hacer interpretativo. En suma, estamos frente a dos tipos de correlación entre el ver y el creer: una, directa y convergente, conduce a la evidencia; la otra, indirecta y divergente, conduce a la confianza. Estos dos regímenes de creencia son desarrollados en sus características y conexiones. El viraje hacia el psicoanálisis permite dar cuenta de cómo en esta práctica la cuestión de la sinceridad se halla en la encrucijada entre los dos regímenes. Ofrecen particular interés epistemológico los esquemas de formalización de estos regímenes: ambos obedecerían al principio general de la correlación tensiva. Se parte de atribuir al “ver” la propiedad de evaluar la extensión de una información sensible, y al “creer” la de indicar la intensidad de la adhesión a esta información. Entre las gradaciones de extensión e intensidad la correlación conversa (convergente) es aquélla en la que el predicado modal que asocia “ver” y “creer” es implicativo, mientras que la correlación inversa (divergente) es aquella otra en la que dicho predicado modal es concesivo. Esta formalización permite estudiar la retórica de la inversión analógica en Heródoto, retornar a la elucidación psicoanalítica y culminar el trabajo con un cuadro de la sintaxis de correlaciones entre el ver y el creer.

En el texto titulado “Del afecto al valor”, Claude Zilberberg plantea pasar de una “fonologización” de la semiótica, actitud dominante en las décadas de los sesenta y setenta, a una “prosodización” de la semiótica. En esta propuesta, Zilberberg hace hincapié en la fuerza fundante del afecto, es decir, en las correlaciones de la tensividad, cuyas valencias son la intensidad y la extensidad. A partir de tales premisas, logra establecer algunos modelos heurísticos para una descripción e interpretación del valor, es decir, del sentido producido en el discurso. Entre los aportes más destacados de este trabajo podemos señalar el modelo que da origen a los valores de absoluto, que tienden a la exclusión, y a los valores de universo, que se orientan a la participación. A ellos se oponen, por correlación conversa, los valores de apogeo y los valores de abismo, que pueden dar cuenta de los discursos de culminación, en los que los valores más intensos son los más difundidos, y de los discursos de aniquilación, en los que los valores quedan reducidos a la mínima expresión, como los valores que propone el Nirvana. Para Zilberberg, el campo discursivo está siempre trabajado por la afectividad, la cual procura al esquematismo tensivo su término ab quo.

En el trabajo de José Luiz Fiorin, “Tiempo: De la lengua al discurso”, el autor profundiza de modo exhaustivo dos grandes paradigmas teóricos sin descuidar el examen de otras propuestas. Los paradigmas en mención son los de Benveniste y de Greimas/Courtés sobre el sistema y el proceso del tiempo, esto es, sobre el tiempo de la lengua y su discursivización. Se trata de un análisis detallado, minucioso, que nos conduce hasta las más sutiles distinciones de la construcción temporal en las lenguas romances y, en especial, en el portugués. En realidad, asistimos a una eficaz puesta en orden de las correlaciones entre lo que Benveniste llamó sistema del discurso y sistema de la historia y de lo que, a su vez, Greimas/Courtés denominaron instancia enunciativa e instancia enunciva. En estas dos instancias o sistemas, Fiorin introduce, respectivamente, el momento de la enunciación, eje fundamental de ordenación temporal de la lengua, y los momentos de referencia relacionados con él. Luego, añade el momento de los acontecimientos ordenado con relación a los diferentes momentos de referencia. De este modo, con notable acierto, Fiorin da cuenta de tres momentos estructuralmente relevantes en la constitución del sistema temporal: el momento de la enunciación, el momento de referencia y el momento del acontecimiento. En un sistema temporal enunciativo, el momento de referencia es concomitante al momento de enunciación, y en un sistema temporal enuncivo, se articulan dos subsistemas: uno regido por un momento de referencia pretérito, y otro, por un momento de referencia futuro. A su vez, aplicando la categoría topológica concomitancia versus no concomitancia (anterioridad versus posterioridad), tanto al momento de enunciación como a la puesta en orden del momento de los acontecimientos en relación a los momentos de referencia, el autor termina construyendo un cuadro de nueve tiempos generados tanto en el sistema enunciativo como en los subsistemas enuncivos del pretérito y del futuro. Este cuadro opera como guía para un aleccionador recorrido analítico a través de diversos textos.

Tal como lo indica en el título: “La aspectualidad entre lingüística y semiótica”, Roberto Flores emprende aquí un acucioso balance epistemológico de las perspectivas de aproximación a la categoría del aspecto. Cuestiona, así, el tipo de unidades pertinentes y ciertos modelos de análisis empleados por teorías lingüísticas, pragmáticas y semióticas. Asistimos de este modo, en primer término, a un trazo del perfil retórico de las gramáticas narrativas en el cual se hace hincapié en la ingenuidad con la que ciertos acercamientos complementan, implícita o explícitamente, las teorías semánticas de frase con las teorías narratológicas y, además, las beligerancias interdisciplinarias que, en posiciones extremas, o niegan la validez de la frase como unidad pertinente de análisis semántico, o niegan la existencia misma de estructuras narrativas. Ante este panorama, el examen de la narratividad, como dispositio y como inventio, permite criticar la excesiva independencia del modelo greimasiano respecto de la lingüística y plantear el problema de la integración de sucesos en esquemas narrativos o, en otros términos, el problema del tránsito entre las macrounidades del relato y su organización frástica. Resulta clave, al respecto, el reconocimiento de la estructura composicional de los enunciados y de los relatos, procedimiento que Zilberberg denomina selección y que Flores emplea para analizar la integración del contexto inmediato de la frase con vistas a su interpretación. Esto permite, ya en un tercer momento, atendiendo a la composicionalidad de las cláusulas que conforman una progresión narrativa, distinguir formalmente algunos modos de manifestación de secuencias de acontecimientos en relatos y proponer una combinatoria de contrastes semánticos para obtener distintos tipos de sucesos.

Eero Tarasti, en su ensayo “Sobre semiótica poscolonial”, amplía la relación significante/significado y la lee en términos de colonizante/colonizado. En este contexto, el análisis del llamado signo poscolonial coincide, de un modo u otro, con la rebelión del significado colonialisé contra el significante colonialisant. A través de la memoria colectiva, histórica, se plasma la omnipresencia del discurso colonizante. Así, cualquier mensaje puede ser parte del acto colonizante de la significación. Cada acto semiótico no sólo determina y define la relación significante/significado sino que incluye en sí mismo la relación dominante/dominado. A partir de esta consideración, Tarasti se aproxima a discusiones propias de la teoría poscolonial: migración, represión, resistencia, representación, diferencia, raza, género, lugar, imperialismos de pensamiento y de experiencia; en fin, situaciones en las que se dan los caldos de cultivo de lo poscolonial, restringido en este caso a toda la problemática que emerge bajo el dominio del poder imperial europeo. La liberación de las relaciones dominante/dominado convoca a una semiótica existencial, semiótica de la resistencia que depende de la creación de un espacio vacío en el que los signos puedan ser separados de sus relaciones primitivas y generar espacios nuevos y trascendentales.

Hemos llamado Pistas estésicas al conjunto de trabajos que inciden en la exploración de las bases perceptivas de la semiótica. Estamos ante artículos como los de Parret, Dorra, De Oliveira y Ceriani, que tratan de responder a la inquietud en torno al modo como se desprenden de la percepción el sentido sentido y después la significación, atendiendo a la especificidad de la voz humana entre el ángel y la máquina (Parret), a las artes de la mirada (Dorra), a la gravitación de los sentidos (De Oliveira) y a la problemática de la mutación de los materiales (Ceriani).

“La voz humana: Entre el ángel y la máquina” es el sugerente título que Herman Parret da a un armónico trabajo pleno de ricas referencias a tradiciones culturales y epistemológicas. Sobre la base de una sólida crítica semiótica, pragmática y retórica, informada, además, por apuntes musicológicos, propone la fono-estética como teoría de la cualidad de la voz, de su aisthesis, plena de subjetividad, en la que se funda el sentimiento de comunidad o, en otros términos, del ser-conjunto en la comunicación. En efecto, Parret sustenta la tesis de la esencial continuidad e imbricación de tres esferas sonoras de la voz: la voz anterior al lenguaje, la voz-palabra y la voz posterior al lenguaje. La continuidad e imbricación de estas tres esferas exige explorar la voz hecha cuerpo, el cuerpo mismo hecho voz. No se trata, pues, de una voz “liberada” del cuerpo que la profiere sino de la voz como lo indecible del cuerpo o, si se quiere, del cuerpo que hace voz sin expresarse por la voz. Las tres esferas, dispuestas en sucesión acumulativa y semantizadas de acuerdo con un sustrato sonoro específico, participan, entonces, de la corporeidad generalizada de la voz y demandan una fenomenología que las reconstruya. Parret se limita a examinar someramente, pero con notable riqueza expresiva, tres manifestaciones de la primera esfera: la tos, la risa y el balbuceo; para dar de ahí un salto al otro extremo del continuo: la voz cantada.

“Artes de la mirada” es el título que Raúl Dorra da a una amena disquisición en la que retoma la polémica ancestral, actualizada en nuestra época por autores como Ong y McLuhan, en torno a las relaciones entre estesis auditiva y estesis visual. Con afanes proféticos, muchos vaticinan que la cultura de la electricidad acabará con el predominio de lo visual reintroduciendo la actividad del oído e incluso de los otros sentidos en pro de una percepción globalizante de lo real. Dorra adopta una postura suspicaz frente a estas aseveraciones y, al detenerse en su examen, aprovecha para revisar varios temas conexos. En primer término, la crítica a la concepción meramente visual de la lectura. En íntima conexión con esta cuestión, Dorra despliega una reflexión sobre el ejercicio de la visualidad como expresión de la inteligencia analítica frente a la Escritura de Dios, esto es, frente al Libro (de la Naturaleza, de la Experiencia, del Mundo, del Universo). Esta reflexión da pie para una aproximación a la analogía, a la semejanza y a la antítesis como figuras orientadas al establecimiento de una hermenéutica (v.gr. en los bestiarios). En segundo término, Dorra demuestra exhaustivamente el rol preponderante de la mirada en todas las fases de la retórica ayuda memoria, mas esto no es óbice para comprender que toda operación perceptiva hace intervenir un mayor o menor grado de sinestesia. A final de cuentas, estas especulaciones, que no dejan de lado un análisis detallado de los juegos de la mirada en las formas paradigmáticas y entimemáticas de la argumentación, llevan a suponer, con poderosas razones, que la imprenta fue obra de la mirada y no la mirada obra de la imprenta.

 

“La semiótica en la gravitación de los sentidos” es un enunciado que, además de denominar el texto presentado por Ana Claudia de Oliveira, expresa de modo certero su preocupación central: la presentificación del cuerpo del texto en el cuerpo del sujeto. Recogiendo postulados de Greimas en las distintas etapas de su desarrollo teórico, aunque se siente más próximo el impacto de De l'Imperfection, de Oliveira articula un acercamiento apasionado al hacer sentir y al sentir mismo en la pintura, sin perder de vista ni las estesias de otras artes ni las cotidianas, propias del texto de lo vivido. Trata, así, de dilucidar esa trayectoria de los sentidos convocados por el enunciador-creador para producir en el discurso el efecto de presentidad, de experimentación de lo enunciado. En este sentido, la perspectiva tímica recoloca al sujeto en presencia del mundo en el que vive, de sus seres, de sus objetos. Se ofrecen, así, las dimensiones estésicas, estéticas y éticas del accidente, esto es, sus peculiaridades como manifestación textual en su ocurrencia, como convocatoria a la sensorialidad y como resemantización de la vida. En este contexto, ofrece particular interés el rol atribuido al formante matérico al lado de los ya conocidos formantes eidéticos, cromáticos y topológicos. Los análisis de las pinturas de Yves Klein y de Jean Dubuffet presentifican la teoría de modo impresionante y elocuente y lanzan, a su vez, el desafío de desarrollar nuevos procedimientos metodológicos para analizar el discurso de la percepción en toda su complejidad.

“Ver y creer: Desde la mutación de los materiales hasta el objeto en potencia” es el último ensayo de esta sección. En él, Giulia Ceriani hace que tomemos conciencia de cómo los nuevos materiales (metales, maderas, fibras, plástico, telas) imponen una nueva organización de la percepción, garantizan ambigüedades interpretativas y posibilidades expresivas, inéditas hasta ahora en el lenguaje de la materia. Para comprender esta nueva semiosis, o mejor intersemiosis, la autora profundiza el concepto de mutación y lo aplica a la invención de nuevos materiales y al análisis de sus consecuencias estésicas. Se perfila así otro concepto sobre la identidad de los materiales: lo que entra en crisis es la noción de autenticidad, de sinceridad perceptiva del material, ya que si la ambigüedad siempre es posible, estaremos inmersos en una incesante remisión a otras identidades producto de otras performances. En los nuevos lenguajes, los materiales, estados juntivos de cosas, se adaptan a los proyectos, estados modales de ánimo. De ahí su carácter mutante abierto a procesos enunciativos complejos, que invita a plantear una fenomenología del cambio en la continuidad, esto es, del devenir. Así, la construcción de un recorrido generativo de la significación de discursos en forma de materiales mutantes, conduce a Ceriani a proponer un método de análisis de las nuevas fibras textiles que ponga en evidencia el pasaje desde sus apariencias visivas hasta la intersemiosis operada por sus potencialidades de performance.

Si en la actualidad la tarea de la semiótica ya no es sólo describir y clasificar los signos es porque se ha fijado un objetivo más ambicioso, o temerario como diría Barthes, pero sobre todo más movilizador en la medida en que entra a un terreno de encuentro posible con otras ciencias y técnicas sociales (historia, antropología, politología, sociología, derecho, economía, marketing). Precisamente la sección de Perfiles sociosemióticos junta investigaciones que, al constatar que el sentido está en todas partes, operan convencidas de que nada de lo que interesa desde otros ámbitos de lo humano puede serles indiferente. En efecto, textos como los de Landowski, Pessoa de Barros, Bendezú, López y Quezada construyen objetos empíricos de análisis discursivo atendiendo a fenómenos que podrían interesar a otras disciplinas tales como la política (Landowski), la historia (Pessoa de Barros), el marketing (Bendezú), la ideología política (López) y la ecología (Quezada).

Eric Landowski en “Diana, in vivo”, intenta llevar a cabo una lectura semiótica de La princesa que bajaba la mirada. La situación suscitada por la súbita muerte de Diana de Gales hizo que una colectividad entera experimentase en sí misma, en bloque, a través de lo vivido por cada uno, un nosotros. Esta circunstancia permite entender que la política tiene significación para quienes se encuentran en ella mientras que lo político hace sentido de golpe. El tránsito de la política a lo político corresponde a un cambio de régimen de sentido. Landowski da cuenta, pues, de la crisis de estos regímenes analizando la actuación que tuvo que cumplir en esta ocasión la reina para reconciliarlos. El estudio de los desdoblamientos de Diana y de la seducción de su mirada sincera se entrama con reflexiones teóricas, como la del necesario balance entre lo inteligible y lo sensible, y con admoniciones, como la que llama la atención sobre los cultos de la hiperrealidad y de sus virtuales totalitarismos. Afrontar las ambivalencias inherentes a una semiótica in vivo, esto es, a una semiótica de la situación, asumiendo epistemológicamente una posición “compleja” que postula la interpenetración de sujeto y objeto, parece ser la tarea del sociosemiótico. Este ajuste de la mirada al “objeto” se abstiene de juzgar, a la usanza positivista, a la semiótica como “ciencia” y la entiende, precisamente, como una cierta mirada que aspira a ser rigurosa en la medida en que el que mira sabe que sus objetos “hacen sentido”, pues reconoce en ellos sujetos que lo miran.

Tomando en consideración dos niveles de organización: estructuras narrativas y estructuras discursivas, el objetivo del estudio titulado “Discurso e historia: Los héroes nacionales”, tal como lo señala Diana Luz Pessoa de Barros, es el análisis de la construcción discursiva de tres héroes brasileños: Tiradentes, Pedro I y el bandeirante. El análisis narrativo destaca que son sujetos de la acción, no destinadores y que, en algún momento, son reconocidos como héroes. No obstante, los dos primeros encarnan a su vez dos tipos de héroes: los santos o locos, como Tiradentes, de competencia virtual; aspectualizados en la continuidad o iteratividad de la acción rutinaria; pasionalizados en la benevolencia, generosidad, desprendimiento, resignación y conformidad; caracterizados por sus acciones verbales, no por frases de efecto, y por la violenta sanción negativa que los hace merecedores del reconocimiento de la historia; los fuertes y los poderosos, como Pedro I, de competencia actual, aspectualizados por la discontinuidad puntual de su acción extraordinaria; inscritos en pasiones tensas de malevolencia, rebelión y venganza; caracterizados por la producción de frases de efecto y de actos ilocucionales y por obtener la recompensa en su época y conservar históricamente ese reconocimiento. El análisis discursivo complementa este cuadro, trabajando un conjunto de oposiciones temáticas y figurativas (relativas, estas últimas, a lo espacial). En contraposición a estos héroes individuales, el bandeirante aparece como actante colectivo que se define por la actualidad de su competencia y por el rasgo aspectual del exceso, que toca, incluso, lo pasional. Este actante colectivo es polémico, puesto que puede aparecer como héroe o traidor.

Raúl Bendezú incursiona en “El diagnóstico semiótico en la planificación estratégica de comunicaciones de marketing” y formula criterios de medición de la eficacia publicitaria a partir de una descripción de los universos significantes propuestos mediáticamente y entretejidos en un sociodiscurso. Además, es importante establecer una correlación con los parámetros estratégicos de comunicaciones de marketing. En este sentido, propugna una visión estratégica de la comunicación y algunos conceptos semióticos para la instrumentación estratégica, en especial, el mapping semiótico, que permite plantear una estrategia conceptualizadora, y la factitividad que propicia una estrategia proactiva. En líneas generales, el trabajo promueve la investigación semiótica de la comunicación con vistas a una eficaz planificación estratégica del marketing.

Santiago López formula en “De lo nítido a lo borroso: La representación del Perú en 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”, un interesante examen sobre el régimen de visibilidad del Perú en esta paradigmática obra de José Carlos Mariátegui. Da cuenta de cómo el Perú se hace visible a través de dos escalas: una natural, que gradúa la intensidad del vínculo existente entre sujeto y naturaleza, comprendiendo así la atracción que ésta ejerce sobre aquél y el apego de aquél por ésta; otra política o histórica relativa a las medidas de extensión. De este modo, al postular Mariátegui que lo único bien definido en nuestro país es la naturaleza, las llamadas regiones naturales (costa, sierra y montaña) aparecen como valores posicionales situados en los diversos puntos de intersección de estas escalas que, además, permiten notar cómo los grados de intensidad manifiestan la mayor o menor nitidez de lo visible a la vez que de los grados de extensión emergen los niveles de lo borroso. A partir de estas condiciones teóricas, López formula un perspicaz análisis de la representación por regiones y va presentando una serie de cuestiones relativas, por ejemplo, a la no necesaria oposición de natura y cultura en el discurso de Mariátegui y a la tematización cognoscitiva de este autor como observador agudo que enuncia un programa de restauración semejante al del socialismo utópico.

En “La pasión de la conservación: Poder y medio ambiente”, Oscar Quezada aborda la creación de opinión pública apelando a una dramaturgia de base, sugerida por Landowski, y desplegando un acucioso análisis orientado a describir la perspectiva axiológica y narrativa del sujeto apasionado por la conservación del medio ambiente natural. En este trajín se va configurando una semiótica de la situación conflictiva: sujeto y anti-sujeto no sólo se enfrentan en una dimensión pragmática de las “acciones” sino también en una cognoscitiva, correspondiente a las “declaraciones”. La complejidad de la situación se manifiesta discursivamente al asumir una gran variedad de actores las mencionadas posiciones actanciales. En este contexto, el análisis da cuenta sucesivamente de la ambigüedad de la autoridad y del permanente cuestionamiento de los procedimientos y de las competencias que derivan en una escisión temática en la posición del sujeto: junto a los portavoces moderados se dan aquellos otros radicales. La pasión de la conservación no es otra que el celo, pasión ésta colectivizante, comunitaria e identificadora esquematizada en el despliegue desde su constitución, pasando por la fase de sensibilización en la que se articula propiamente el simulacro pasional, hasta su moralización. Este recorrido da lugar a varios microsistemas patémicos en los que se identifican las posiciones de los actantes y se explican sus correlaciones.