Loe raamatut: «En esa delgada separación»

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Índice de contenido

PRIMERAS MORADAS: VIAJE

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4.

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6.

7.

SEGUNDAS MORADAS: PEREGRINAJE

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6.

7.

TERCERAS MORADAS: ESCONDITE

1.

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6.

7.

CUARTAS MORADAS: ESPERANZA

1.

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3.

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5.

6.

7.

QUINTAS MORADAS: DESENGAÑO

1.

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3.

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6.

7.

SEXTAS MORADAS: LAZOS

1.

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4.

5.

6.

7.

SÉPTIMAS MORADAS: BALBUCEO

1.

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5.

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7.

EPÍLOGO

Índice de contenidoPRIMERAS MORADAS: VIAJE 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. SEGUNDAS MORADAS: PEREGRINAJE1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. TERCERAS MORADAS: ESCONDITE1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. CUARTAS MORADAS: ESPERANZA1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. QUINTAS MORADAS: DESENGAÑO1.2. 3. 4. 5. 6. 7. SEXTAS MORADAS: LAZOS1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. SÉPTIMAS MORADAS: BALBUCEO1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. EPÍLOGO

Hitos

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en esa delgada separación

silvia eugenia castillero

Universidad Veracruzana

Sara Ladrón de Guevara

Rectora

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Secretaria Académica

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Édgar García Valencia

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D.R.© Universidad Veracruzana

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Nogueira núm. 7, Centro, CP 91000

Xalapa, Veracruz, México

Tels. 228 818 59 80; 228 818 13 88

direccioneditorial@uv.mx

https://www.uv.mx/editorial

ISBN: 978-607-502-750-0

Imagen de portada: Jorge Cerón Ruiz

Cuidado de edición: Nina Crangle

Para José María Uruñuela,

por quien he cruzado las fronteras.

PRIMERAS MORADAS: VIAJE

1.

La milpa gotea,

hojas largas y filosas guillotinan

los cuerpos caídos.

Los vi rodar hacia el campo

sobre el paisaje. Salpicaban.

No hay pueblo, solo migrantes;

la gente viene a venderles comida

sillas, baños; les venden sueños

hasta que los desgranan.

Y los dejan en las milpas.

Colgados.

En el interior de la planta

algo se asfixia, un gusano

se la come por dentro y la deforma

hasta parecer un arbusto espinoso.

2.

Cien sombras van y vienen a lo largo de las vías,

la incertidumbre también es negra igual que la noche;

cien siluetas listas para ganarle a las demás

sin equivocarse en elegir el carro varado;

trepar por las escaleras laterales hasta el techo,

ganar un pedazo de parrilla, aferrarse a ella

durante el recorrido de seis horas de Ixtepec a Medias Aguas

y no caer en esa trituradora de las ruedas de acero.

Sombras entre las que pueden ir también los piratas de los caminos

que asaltan ahí mismo en la intemperie.

3.

Una calle de tierra

extendida a lo largo de las vías.

En Medias Aguas,

antes de que La Bestia se estacione

–ya entrado el amanecer–

una multitud hormiguea, salta del tren

para alcanzar una parcela con pasto,

una sombra bajo los árboles

o un abrevadero.

4.

Troncos y varillas en sus manos alargan la madrugada.

Cara de guerreros, dedos como poleas

se enlazan al techo del tren.

Irán lejos a toparse con el norte.

Las manos giran como ejes de maquinaria,

juntas todas se confunden:

tornillos, engranes,

los cuerpos se amalgaman

atados al metal.

Brazos y piernas pierden el quicio,

comienzan a caer.

Torsos y cabezas.

Y los campos.

5.

Colosal,

de corrientes malignas corroe,

me avanza y caigo, el viento;

quedo pegado a ese mismo aire,

me trae hacia un vacío que succiona

hasta que estoy dentro de las vías,

el aire se vuelve ruido y velocidad.

Si cabeceas caes.

Solo lleva cajones sin parrillas –el tren–

cajas rectangulares con una barra de acero

en donde vamos crucificados.

Si caes, tus tímpanos revientan

zumbido, vértigo, sordera.

Luego el rostro se contrae

Tasuta katkend on lõppenud.