Loe raamatut: «El Sketch (Cómo abordar su escritura sin torcerse un tobillo) - Toni García»
Inicio
El Sketch
Cómo abordar su escritura
sin torcerse un tobillo
Un libro de
Toni García
Prólogo
Michael Palin
Diseño e ilustración de portada
Laura Vicario
Ilustración interior
Carla Fuentes
Correcciones
Cristian Arenós Rebolledo
Paz Palau Pellicer
Edición y maquetación
Cristian Arenós Rebolledo
Edición digital febrero 2018
ISBN: 978-84-946656-5-3
© La máquina que hace PING!
Plaza Estación, 9 Bajo 12560
Benicasim - Castellón
España
www.lamaquinaquehaceping.com
maquinaping@gmail.com
(+34).670.386.111
La máquina que hace Ping!
agradece profundamente
su colaboración a
eeeeeeeeee eeeeeeeeeeee e
Michael Palin
Paul Bird
Carla Fuentes
Miguel Armengot Gomez
Asier Merino Vicario
AmyJo Doherty
Rebecca Onézime
Prólogo de un prólogo
PRÓLOGO DE UN PRÓLOGO
Cuando Michael Palin recibió nuestro mail solicitándole un prólogo para El Sketch, quiso el azar que nunca le llegara adjunto el texto que debía prologar. Aún así, con las escasas cuatro líneas que contenía el cuerpo del correo, decidió aceptar el absurdo reto que, sin querer, aterrizó en su mesa.
Cualquiera que conozca el universo de los Monty Python, entenderá que Michael encontrara la vicisitud poco menos que insólita, y por lo tanto, sugerente. Y entonces nos regaló el prólogo perfecto para este libro. En él nos ofrece un camino invisible para atravesar las normas, una invitación a la transgresión y a la irreverencia más salvaje. Y eso mismo es lo que Toni García Peralta sugiere con su sketch. Porque él también enfrenta y fusiona formas que se presuponen antagónicas, y muestra que todos los caminos existen, incluso los que no se ven. Sobre todo, los que no se ven.
Un prólogo
UN PRÓLOGO
Mi vida laboral comenzó con la escritura de sketches. En aquellos días de mediados de los años sesenta, un sketch requería de tres cosas: un inicio, un nudo y un final, o un remate. Terry Jones y yo andábamos escribiendo este tipo de sketch convencional mucho antes de unirnos a Monty Python. Yo solía escribir la mayoría de ellos bien entrada la noche, con café y cigarrillos (como un verdadero escritor). En 1969 dejé de fumar. Tuvimos un hijo, así que necesitaba dormir todo lo que fuera posible. Y apareció Monty Python, y de repente, los viejos sketches pasados de moda, ya no eran la única manera de hacer reír a la gente. Gracias a Terry Gilliam, teníamos en nuestras manos las maravillas de la animación, para llevarnos de un sketch a otro sin la necesidad de un remate.
Tasuta katkend on lõppenud.