Cómo vivir sin dolor si eres músico

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Cómo vivir sin dolor si eres músico
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CÓMO VIVIR SIN DOLOR SI ERES MÚSICO


Ana Velázquez

CÓMO VIVIR SIN DOLOR SI ERES MÚSICO


© 2013, Ana Velázquez Colominas

© 2013, Ediciones Robinbook, s. l., Barcelona

Diseño de cubierta: Regina Richling

Imagen de cubierta: iStockphoto

Producción: ebc, serveis editorials

Diseño de interior: Montse Gómez

ISBN: 978-84-99176-21-5

Producción del ePub: booqlab

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.»

A mis adorables niños perdidos: Marcel, Martí i Eudald

A mis padres y a mi hermana Mónica, excepcional terapeuta, gracias por estar siempre a mi lado.

A Anna Cester Bofarull, Rosa Muntaner Borràs, Cati Poveda Martínez, Enric Iglesias Redolar, Gerardo Ruales Suárez, Anna Carrasco Borràs, Pablo Ventura Matínez, JoséMi Moraleda, Ona Ramos, Ricard Solé Escayola, Antonio Bustamante, Carmen Bustamante, Yolanda González Buceta, Sebas Limongi, Chano Domínguez, David Matheu Haskell-Bell, Daniel Pérez, Laura Colominas López y Joan Calabuig Gaspar.

Las fotografías han sido realizadas por Tito LosMozos ¡Muchas gracias por darme tu tiempo!

Muy especialmente quiero agradecer la participación de todos los profesores y alumnos de la Escuela y Conservatorio de Música de Tarragona y a su directora Marta Sardaña por querer posar en las fotografías y mostrar las buenas y malas costumbres posturales.

La composición y los retoques fotográficos han sido perfeccionados con mucho amor y cariño por mi queridísimo tío Josep Colominas López, un gran profesional con la paciencia y comprensión de un santo. Gracias por compartir tantas horas a mi lado y hacer posible esta publicación.

«Descubrir la relación entre mi cuerpo, mi mente y la batería, de forma sana y consciente gracias al trabajo postural, a su enfoque y forma de tratar, me ha ayudado a superar las dolencias y prevenirlas de la mejor manera posible. ¡Gracias Ana!»

SEBAS LIMONGI,

batería del grupo Cyan

«Cada día vemos nuestro cuerpo pero nos olvidamos de escucharlo. ¿Somos realmente conscientes de nosotros mismos?»

YOLANDA GONZÁLEZ BUCETA


ÍNDICE

Introducción

1. ¿Qué es la posturología?

2. La evaluación postural en estática

3. Evaluación de la postura con el instrumento

4. Alteraciones corporales en el sistema postural

5. La pauta preventiva. Ejemplo de corrección postural

6. Técnicas y métodos corporales: ¿Cómo y cúal elegir?

7. La conciencia corporal a través de la respiración

8. Higiene postural

9. Glosario

Bibliografía


INTRODUCCIÓN

Este libro es una guía para conocer el rendimiento general del cuerpo del músico y para mejorar la calidad de su trabajo, evitando las lesiones más frecuentes y buscando un rendimiento óptimo a partir del conocimiento de la diferencia entre posturología y postura.

El trabajo del músico es una de las profesiones con más riesgo de padecer una lesión por la cantidad de movimientos repetitivos que realiza en una postura forzada y por los factores de riesgo a que está sometido. Los riesgos ergonómicos, psicosociales, la interacción con la empresa —en el caso de que estén contratados—, la organización del trabajo, los cambios repentinos y bruscos en la actividad laboral, los horarios de trabajo y ritmo son algunos ejemplos.

Cada músico conoce qué punto o puntos de los anteriores son los que más le afectan en su día a día. Y deberá actuar en consecuencia para evitar que determinados factores puedan afectar a su salud.

Hoy en día hay solución para casi todo. Si bien no se puede cambiar la situación laboral, sí que se puede trabajar para mejorar el estado emocional que genera una situación angustiosa. Hay que invertir en vivirla desde una sensación que no afecte tanto al estado físico, gestionando las emociones y solucionando lo que está al alcance de cada uno, con ayuda externa experta, paso a paso. El estado emocional estable es indispensable para poder trabajar el físico en las mejores condiciones posibles. Vamos a buscar una excelencia física dando por trabajadas, antes o simultáneamente, la estabilidad emocional básica del músico.

Cuando hay un cambio brusco en el estado emocional la postura queda afectada, al igual que el estado general de salud. Y sin ser de forma consciente se ve afectado el equilibrio. El hombre es un ser emocional, no hay que olvidarlo, las consecuencias son instantáneas a todos los niveles.

De ahí la importancia de escuchar y sentir el propio cuerpo y estado de salud. Por la relación directa tan importante que existe con la expresividad musical y el rendimiento artístico.

No es cierto que los instrumentos se toquen de una determinada forma sin margen de cambio, como algunos autores señalan en sus libros descriptivos de postura, técnica o análisis de los factores de riesgo. Precisamente en estos libros se estudia el rendimiento del artista midiendo con detalle ángulos de movimiento y de estática corporal, sin dar la opción de rectificar desde un primer origen de estudio esta postura. La manera de prevenir lesiones y mejorar la calidad técnica es enseñando desde el inicio la más óptima colocación y determinando si hay una alteración en el sistema postural, al margen del riesgo repetitivo del movimiento.

No se describe en este libro ni especula sobre las posibles hipótesis del rechazo que algunos músicos tienen al probar las soluciones ergonómicas de adaptación en los propios instrumentos. Por otro lado, ya hace tiempo que existen estas soluciones en el mercado, y ya se ha probado su eficacia y su nula afectación en los cambios de sonoridad.

La ciencia sigue estando al servicio del arte. En este libro se insiste en detallar las diferencias en el concepto y diferentes formas de actuar con la finalidad de detectar alteraciones posturales antes de que se conviertan en lesiones físicas, psicosociales o en una disminución de la calidad técnica o sonora.

La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo destaca una serie de factores psicosociales como factores que intervienen en la aparición de trastornos músculo-esqueléticos (TME). Los estudios que demuestran la interrelación de riesgos psicosociales-ergonómicos en la aparición de lumbalgias o accidentes son muchos por lo que no los detallaremos ya que no es el objetivo final de este trabajo.


¿QUÉ ES LA POSTUROLOGÍA?

La posturología es la ciencia que estudia el equilibrio estático de la persona, tomando como resultante la conjunción de las fuerzas de la gravedad y la genética.

Tiene como base de estudio el sistema postural fino, el sistema que regula el equilibrio estático, donde están clasificadas todas las entradas neuronales y sensitivas que pueden alterar este orden corporal, ya sean externas o internas. Hay varias maneras de valorar este sistema, evaluaciones funcionales y medidas, como la resultante de la estabilometría.

El estabilómetro (plataforma de fuerza) es el instrumento de medida que usan los posturólogos para poder evaluar clínicamente la regulación de la actividad tónica postural de los músculos, o sea, el centro de presiones que, con un margen de error del 1%, coincide perfectamente con el centro de gravedad. El cuerpo está continuamente oscilando hacia delante y hacia detrás, y en menos grados hacia la derecha y la izquierda. Son las oscilaciones necesarias para que el cuerpo pueda equilibrarse continuamente. En sedestación (posición del cuerpo estando sentado) también ocurren estos desequilibrios constantes siempre que se mantengan los pies bien apoyados en el suelo, de aquí la importancia de sentarse ergonómicamente de forma correcta.

 

Si estas alteraciones en estática no son fisiológicas, la dinámica también estará alterada.

En instrumentos muy grandes esta alteración se ve reflejada inmediatamente en la llamada plataforma de estabilometría (véase un ejemplo en el trombón, capítulo 4). Hay que tratar las alteraciones estáticas inmediatamente después de que sean detectadas para poder mejorar el gesto técnico, el rendimiento y hacer una buena campaña preventiva de lesiones.

La posturología detecta el origen de la anomalía postural.

Cuando, por ejemplo, se observa un hombro más elevado que el otro, ¿de dónde procede esta alteración?

Si se observa el hombro más elevado sin el instrumento o sin interpretación y se sigue manteniendo en el movimiento artístico, significa que el instrumento sólo ha colaborado a incrementar este desorden biomecánico o, como mínimo, a mantener esta actitud postural.

Si, por el contrario, el hombro elevado ha sido fruto de la práctica instrumental, la solución ya no pertenece al ámbito de la posturología, sino a la reeducación postural. A no ser que el desequilibrio haya ocasionado otras alteraciones secundarias, como una compensación en la columna vertebral (y en consecuencia una inclinación de la cabeza y el eje principal de visión de los ojos), y hayan sido éstas las causantes de la alteración corporal y el equilibrio. O que la alteración en sí sea la causa de la alteración del sistema postural.


La posturología diagnostica el origen, el cómo y el dónde se ha producido la alteración primaria, la que ha originado este desequilibrio; en este caso, la de mantener el hombro elevado dando por supuesto que la alteración no la ha creado el instrumento. Y en el caso de haberla creado, ha hecho alteraciones secundarias que acaban por modificar la postura y alterar el equilibrio global del cuerpo. Hay que tener en cuenta que el dolor es otra causa de alteración postural y puede ser el origen de la alteración corporal.

La posturología se encarga de evaluar las alteraciones posturales. Para eso habrá que evaluar qué factores, llamados captores posturales (alteraciones de presión interna, la transferida a los pies, o las tensiones en el tejido externo de la piel, o en el oído, la visión, etc.), han sido los responsables de la alteración postural. Éste es entonces el trabajo del posturólogo sanitario (odontólogo, optometrista, fisioterapeuta, podólogo, logopeda, etc.) que ha estudiado posturología y tiene la capacidad de analizar de forma global la postura del paciente.


Conocer esta clasificación y diferenciarla es importante para optimizar el rendimiento artístico y además para todos aquellos profesores que destinan gran parte de la clase de música a la corrección en la sujeción del instrumento o de la actitud con el mismo.

Si los factores que han alterado la postura son externos al cuerpo, la solución es más rápida. Habrá ocasiones en que por un cambio externo, por ejemplo, las variaciones de la colocación de la partitura, corresponda una mejora postural inmediata. En otros casos no lo será tanto. Lo que hay que diferenciar es cuándo la alteración corporal no viene directamente derivada del gesto motor o de la postura estática en sí.

Las alteraciones posturales pueden desencadenarse de la ejecución motora con el instrumento o sin él. Hay que valorar esta última opción con detalle para descartar si la práctica instrumental es un agravante o una mejora de la reeducación motriz.

En este segundo caso se está utilizando la práctica instrumental como acto terapéutico de rehabilitación y reeducación corporal.

El cuerpo humano nunca va a adoptar una postura asimétrica por placer, sino con el fin de buscar una comodidad que, a simple vista, puede pasarnos desapercibida.

No se habla en este capítulo de estos factores externos que alteran la colocación del cuerpo, sino de cambios en la postura corporal cuando, al evaluar la postura sin el instrumento, la alteración persiste.

Estamos hablando de las alteraciones en la postura que adopta el cuerpo sin el instrumento, que en la gran mayoría de los casos se agrava al interpretar.

Hay que tener cuidado en las etapas de crecimiento en la adolescencia, cuando estos cambios acelerados pueden alterar tanto esta postura que puede llegar a poner en peligro la función plena de un órgano vital. Un ejemplo es el caso de los pulmones cuando hay una desviación importante de la columna. Los profesores de música, que observan y corrigen la postura a sus alumnos, pueden ser ellos antes que los padres los primeros en detectar estas asimetrías.

Los factores extrínsecos (los estímulos que vienen de fuera del cuerpo y por lo tanto lo que está alterado es el proceso en que el cuerpo integra esta información) que hacen que la postura se altere son principalmente tres captores: el visual, la visión; el oral, la boca y el podal, los pies.

De la correcta información que el cuerpo recibe de todos ellos sale la correcta transmisión del equilibrio y la coordinación, que repercute directamente en la velocidad de acción y la agilidad.

Del captor visual, de la visión, se deriva la importancia de la capacidad de adaptación de los músculos que permiten el movimiento ocular, que estén simétricamente coordinados y sin restricción de movimientos. Si por ejemplo hay un aumento de tensión en la parte externa del ojo, en el músculo recto externo, hay un aumento de tensión en todos los músculos posteriores del cuerpo, como son los músculos de la nuca, la espalda, piernas y planta de los pies, ya que la tensión se transmite a través de las cadenas musculares que forman los músculos en su consecuente cadena de movimiento.

El resultado del test de convergencia ocular es un ejemplo de los muchos que se realizan para evaluar parte de la musculatura. La correcta respuesta es la máxima simetría, tanto en el recorrido como en velocidad de acción al realizarlo.

Fig. 1-1. Test de convergencia ocular.

Del captor oral, de la boca y de la correcta oclusión (cierre de las mandíbulas), se puede alterar la correcta colocación de la cabeza encima de la columna y provocar una inclinación de la cabeza o del mismo tronco con la intención de ir buscando un mejor cierre bucal.

El captor oral, la boca, está muy unido al captor visual.

Una buena manera de prevenir lesiones futuras es con la evaluación de estos captores.

Si se sospecha de posibles problemas auditivos, de equilibrio o destreza motora, es importante acudir a un profesional especialista que valore el tema postural desde el punto de vista posturológico, ya que puede valorar si la alteración está también afectando a todo el sistema postural corporal y al tono muscular.

Es básico para el músico tener el cuerpo en las mejores condiciones, más aún cuando estamos hablando de psicomotricidad fina, de coordinación motora de multigestos con variantes de velocidad, presión, destreza, flexibilidad y ritmo, dónde se combina la perfecta audición, el equilibrio corporal y segmentario de las extremidades superiores e inferiores, de la respiración y de las buenas y rápidas respuestas del sistema nervioso y motor. Todo lo que se necesita para poder interpretar.


Fig. 1-2. Desviación mandibular.

Si estos captores están alterados es muy probable que el sistema vestibular, el oído y el temporal, hueso lateral de la cabeza, estén alterados en función o posición.

Es importante para el músico saber si estos captores están influenciando en su oído musical o en su equilibrio.

Si carecemos de alguna de estas partes es como si quitásemos una parte del motor del coche. Dependiendo de cual quitemos, funcionará igual (por ejemplo el depósito del agua del limpiacristales), pero en el momento que llueva barro será indispensable haber sido precavidos y haber mirado antes de salir de casa si ese depósito estaba lleno.

Con el cuerpo humano pasa lo mismo y por este motivo hay que vigilar que los pequeños o grandes cambios adaptativos al instrumento o gesto de movimiento interpretativo no estén alterando la postura o sean fruto de alteraciones en el sistema postural y afecten al tono muscular global de todo el cuerpo.

Del captor podal, los pies, se derivan las desviaciones en el plano anterior, posterior y lateral. De aquí la importancia de saber el origen del cambio postural, que es de lo que se encarga la posturología.

Por este motivo, hay diferentes profesionales sanitarios especialistas en posturología. Y cada uno de ellos es capaz de detectar el origen real de la alteración y puede derivar si lo considera oportuno a otro profesional posturólogo y de esta forma erradicar el problema desde la raíz. Dependiendo de dónde esté el origen postural, se necesitará para solucionarlo desde la raíz un optometrista, cuando el problema sea visual, un odontólogo, cuando el problema sea en la boca, un logopeda, cuando el problema venga de las cuerdas vocales y la coordinación en la deglución, o un podólogo cuando el problema sea en los pies o en la marcha o carrera.

El fisioterapeuta es necesario para reequilibrar y restablecer la falta de movilidad en el sistema corporal, trabajar los músculos, los bloqueos articulares, las fascias (membrana conjuntiva de color blanquecino que envuelve diferentes estructuras, en este caso, hablamos de las fascias de los músculos), el tejido conectivo (es el encargado de unir los tejidos de un mismo órgano) y los nervios que se han visto alterados en este proceso de readaptación postural.

Es esencial tener en cuenta estas variaciones entre instrumentistas, ya que de ahí saldrá la pauta personalizada de entrenamiento muscular que confecciona el fisioterapeuta según el tipo de instrumento o técnica artística. La finalidad es la de rentabilizar al máximo las energías y condiciones físicas del músico para llegar cuanto antes al punto más álgido de la excelencia artística. El objetivo es que el músico se sienta muy a gusto con su cuerpo al mismo tiempo que optimiza el rendimiento que saca del mismo.

Por lo tanto, la posturología es una especialidad médica que estudia e integra el sistema postural fino. A través de unos test clínicos es posible conocer la causa primaria de la disfunción y qué alteraciones son las que modifican la postura.

Diferencia entre posturología y postura

Entonces, ¿por qué y para qué necesitan los músicos la posturología? Porque hay lesiones posturales derivadas de un cambio en el sistema postural provocadas o no por el instrumento.

Y para que los cambios que provoca la ejecución motora e interpretativa con el instrumento, estructurales en la sujeción, la colocación y la técnica, se apliquen y sirvan después de haber detectado si el problema inicial es propiamente de postura o del sistema postural. Si se empiezan a hacer cambios posturales y no mejora la postura, hay que sospechar que la alteración que ha agravado el equilibrio del cuerpo viene ocasionado por un cambio en el sistema postural, o sea, por alguno de los captores posturales.

 

En este libro se dan ejemplos de cambios posturales derivados de una incorrecta colocación corporal, ya sea derivada por las posturas de apoyo con los instrumentos, la colocación con los mismos o cambios en algún captor postural que acaban, por lo tanto, alterando la postura (véase capítulo 4). También se explican cambios posturales propiamente dichos, alteraciones en las cadenas musculares o en los planos de movimiento, sin proceder de una alteración del sistema postural, cuyo resultado final también es un cambio en la postura.

Al fin y al cabo, lo que se quiere recalcar es que el instrumentista pueda valorar con criterio si cuando interpreta provoca cambios en la postura de forma fija o son alteraciones posturales derivadas de la expresividad. También se pretende determinar si éste o estos cambios se mantienen también en la estática fuera de los momentos interpretativos.

Otro aspecto que también se puede valorar es si estos cambios posturales se agravan con el transcurso del tiempo, llegando a impedir ejercer con soltura su interpretación y si finalmente este cambio postural se origina por un cambio corporal o por una alteración en el sistema postural. Dependiendo de su procedencia, tendrá una solución u otra.

Si es una alteración en el sistema postural, se deberá consultar con un especialista. Si es una alteración de la postura, podrá averiguarlo con las explicaciones que siguen a continuación.