Mensajes para los jóvenes

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Mensajes para los jóvenes
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Mensajes para los jóvenes

Elena G. de White


Gral. José de San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires, Rep. Argentina.

Índice de contenido

Tapa

Prefacio

Sección I - EL PROPÓSITO DE DIOS PARA LA JUVENTUD

1 - La edificación del carácter para la eternidad

2 - Un llamado a la juventud

3 - Tratar de agradarle

4 - Normas para alcanzar el éxito

5 - Nuestro día de oportunidad

6 - Alturas que se pueden alcanzar

7 - Las normas de eficiencia

8 - Escalar las alturas

9 - En sociedad con Dios

Sección II - EL CONFLICTO CON EL PECADO

10 - Satanás es un poderoso enemigo

11 - El carácter del conflicto

12 - El esfuerzo especial de Satanás

13 - La tentación no excusa el pecado

14 - La fortaleza

15 - El templo del ser

16 - No me pertenezco

17 - La verdadera conversión

18 - Consejos a una hija consentida

19 - La fortaleza de carácter obtenida por la lucha

20 - Cómo resistir la tentación

21 - La falacia del pecado

22 - Una advertencia contra el escepticismo

23 - Un punto débil

Sección III - LA VIDA VICTORIOSA PROGRESIVA

24 - Hacia adelante y hacia arriba

25 - El perfeccionamiento del carácter

26 - La batalla de la fe

27 - Apropiarse de la victoria

28 - Cómo ser fuertes

29 - La vida victoriosa

30 - Fe viviente

31 - La unión con Cristo

Sección IV - EL ANDAR EN LA LUZ

32 - El crecimiento en la gracia

33 - La conformidad con el mundo

34 - Una experiencia cristiana genuina

35 - La disciplina propia

36 - Una experiencia viviente

37 - Fiel en lo poco

38 - La responsabilidad por la luz recibida

39 - Seriedad de propósito

40 - El ejercicio de la voluntad

41 - La dirección divina

42 - La obra silenciosa del Espíritu Santo

43 - El Cristo que mora en nosotros

44 - La abnegación

45 - El carácter que Dios aprueba

46 - La presencia permanente de Cristo

Sección V - LA PREPARACIÓN PARA LA OBRA DE LA VIDA

47 - La educación cristiana

48 - La verdadera educación

49 - La necesidad de una educación cristiana

50 - La educación para la eternidad

51 - Una preparación práctica

52 - La lealtad de los estudiantes

53 - Oportunidades para el estudiante

54 - Adiestramiento para el servicio

55 - La aspiración de mejorar

56 - La verdadera sabiduría

57 - Fijarse una norma elevada

Sección VI - EL SERVICIO

58 - Los jóvenes están llamados a ser obreros

59 - La responsabilidad de ganar a otros

60 - Dar testimonio por Cristo

61 - La obra personal

62 - Los jóvenes como ganadores de personas

63 - Servicio de diferentes clases

64 - El servicio abnegado

65 - El premio de la diligencia

66 - La dignidad del trabajo

67 - Sembrar junto a todas las aguas

68 - Muchos ramos de trabajo

69 - Un servicio aceptable

Sección VII - LA SALUD Y LA EFICIENCIA

70 - La fidelidad en el servicio

71 - La ciencia del vivir

72 - La protección de la salud

73 - La santidad de la salud

74 - Una educación equilibrada

75 - La educación obtenida a expensas de la salud

76 - La insignia de la nobleza

Sección VIII - LA VIDA DE DEVOCIÓN

77 - La oración es nuestra fortaleza

78 - El poder de la oración

79 - Nuestra actitud en la oración

80 - La fe y la oración

81 - El valor del estudio de la Biblia

82 - Investigar las Escrituras por uno mismo

83 - El esfuerzo perseverante en el estudio de la Biblia

84 - La recompensa del estudio diligente de la Biblia

85 - La Biblia como agente educador

86 - La reverencia

87 - Una esperanza bien fundada

Sección IX - LA LECTURA Y LA MÚSICA

88 - La elección de la lectura

89 - El ejemplo de los efesios

90 - El alimento mental apropiado

91 - La Biblia, el libro más interesante

92 - Guardar bien las avenidas del ser

93 - La edificación del carácter cristiano

94 - El efecto de la ficción

95 - Los beneficios de la música

96 - Usos de la música

97 - Un uso indebido de la música

Sección X - LA MAYORDOMÍA

98 - Lecciones sobre economía

99 - El espíritu de sacrificio

100 - El diezmo

101 - “Honra a Jehová con tus bienes”

102 - La responsabilidad individual

103 - Los regalos en las fiestas

104 - La economía en la indumentaria

105 - La satisfacción propia

106 - La economía y la benevolencia

Sección XI - LA VIDA EN EL HOGAR

107 - Un hogar cristiano

108 - La fidelidad en los deberes domésticos

109 - La religión en el hogar

110 - El hogar es una escuela

111 - El respeto y el amor a los padres

112 - Una bendición en el hogar

113 - La edificación del carácter en el hogar

114 - Los jóvenes han de llevar responsabilidades

115 - La hora del culto

116 - Hospitalidad religiosa

Sección XII - LA VESTIMENTA Y LOS ADORNOS

117 - Elementos para la edificación del carácter

118 - El vestuario y el carácter

119 - La indumentaria apropiada

120 - La influencia del vestuario

121 - La sencillez en el vestir

122 - La idolatría en el vestir

123 - El verdadero adorno

Sección XIII - LA RECREACIÓN Y LA DIVERSIÓN

124 - El valor de la recreación

125 - El amor a los placeres mundanos

126 - Palabras de consejo

127 - Diversiones peligrosas para los jóvenes

128 - Inculcar principios rectos en los jóvenes

129 - Las influencias no santificadas en acción

130 - Gozo en la religión

131 - La recreación cristiana

132 - Las reuniones sociales

133 - Cómo pasar los días feriados

134 - Las sociedades literarias

135 - El baile

Sección XIV - LAS RELACIONES SOCIALES

136 - La sociabilidad como medio para salvar a otros

137 - La sociabilidad y la cortesía cristianas

138 - Principios guiadores

139 - La influencia de las compañías

140 - La propia influencia

141 - La elección de los compañeros

142 - La regla de oro

143 - La verdadera cortesía

144 - Rechazar las relaciones mundanas

145 - La conversación elevada

146 - La vida licenciosa de la juventud

147 - Los visitantes irreligiosos

Sección XV - EL NOVIAZGO Y EL MATRIMONIO

148 - El amor verdadero

149 - Formas erróneas de noviazgo

150 - El casamiento con incrédulos

151 - La necesidad de consejo y dirección

 

152 - El matrimonio prematuro

153 - Matrimonios prudentes e imprudentes

154 - Casándose y dándose en matrimonio

155 - Las responsabilidades del matrimonio

156 - El buen criterio y el dominio propio en el matrimonio

157 - El ejemplo de Isaac

Mensajes para los jóvenes

Elena G. de White

Título del original: Messages to Young People, Ellen G. White Publications, Washington, D.C., 1967.

Dirección: Aldo D. Orrego

Traducción: Anónimo

Diseño del interior: Carlos Schefer

Diseño de tapa: Nancy Reinhardt, Nelson Espinoza

Ilustración de tapa: Shutterstock (banco de imágenes)

Libro de edición argentina

IMPRESO EN LA ARGENTINA - Printed in Argentina

Primera edición, e - Book

MMXX

Es propiedad. © Ellen G. White Publications. © 1984 ACES.

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

ISBN 978-987-798-112-4


White, Elena G. deMensajes para los jóvenes / Elena G. de White. - 1ª ed. - Florida : Asociación Casa Editora Sudamericana, 2020.Libro digital, EPUBArchivo Digital: onlineISBN 978-987-798-112-41. Cristianismo. 2. Jóvenes. 3. Iglesia Adventista. I. Título.CDD 286.7

Publicado el 30 de marzo de 2020 por la Asociación Casa Editora Sudamericana (Gral. José de San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires).

Tel. (54-11) 5544-4848 (Opción 1) / Fax (54) 0800-122-ACES (2237)

E-mail: ventasweb@aces.com.ar

Website: editorialaces.com

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor.

Prefacio

En la antigüedad, cuando Jerusalén iba a ser reedificada, el profeta oyó en visión que un mensajero celestial decía a otro: “Corre, habla a ese joven”. Y así, en nuestros días, se ha dado a los jóvenes adventistas de ambos sexos una parte importante que realizar en el último drama de la historia terrenal.

“El Señor ha designado a los jóvenes para que acudan en su ayuda” (Joyas de los testimonios, t. 3, p. 105).

“Con semejante ejército de obreros como el que nuestros jóvenes, bien preparados, podrían proveer, ¡cuán pronto se proclamaría a todo el mundo el mensaje de un Salvador crucificado, resucitado y próximo a venir!” (La educación, p. 271).

Desde el mismo comienzo de nuestra obra, mediante el Espíritu de Profecía, los jóvenes de este movimiento han estado recibiendo mensajes como éstos. El instrumento escogido por el Señor para la manifestación de este don, Elena G. de White, era una joven que apenas tenía diecisiete años cuando comenzó sus labores. Conocía las luchas de la niñez y la juventud con los poderes de las tinieblas, y la vida victoriosa en Cristo. De su pluma salieron muchos mensajes de instrucción, simpatía, reprensión y aliento dirigidos expresamente a los jóvenes. Y tales mensajes, que siempre guían la mente de los jóvenes a Cristo y a su Palabra como la única fuente de poder para la formación de hombres y mujeres cristianos y nobles, han hecho mucho para fomentar el espíritu de consagración que caracteriza a tantos de nuestros jóvenes.

Así fue que en 1892 y 1893 se dieron mensajes que sugerían la necesidad de que nuestros jóvenes se organizaran en grupos y sociedades para la obra cristiana. A raíz de estas sugerencias se creó la Sociedad de Jóvenes Misioneros Voluntarios (hoy llamada de Jóvenes Adventistas), que demostró ser un gran poder elevador y sostenedor en la vida de la juventud adventista del mundo entero.

Aunque muchos de los escritos de la Hna. White destinados a los jóvenes se publicaron en sus libros, numerosos artículos que aparecieron en la revista The Youth’s Instructor [El Instructor de la Juventud] y en otros lugares no se conservaron en forma permanente. Esas instrucciones son una herencia preciosa, y debieran estar en las manos de todos nuestros jóvenes hoy día. Por tanto, el departamento de Jóvenes de la Asociación General repasó todo lo que ella escribiera en nuestros periódicos desde el comienzo de sus tareas, y eligió los temas referentes a los jóvenes y a sus problemas. Aunque no ha sido posible conservar siempre el artículo entero, se tuvo el cuidado de hacer la selección de tal manera que ofrezca claramente la idea de la autora sobre el asunto tratado.

De modo que la compilación y el arreglo de los artículos que aparecen en este tomo fueron realizados de común acuerdo por los fideicomisarios del Patrimonio White y los directores del departamento de Jóvenes de la Asociación General. Y para cumplir el propósito de ofrecer a los lectores de habla castellana los más valiosos mensajes dados por Dios a su pueblo mediante Elena de White, y gracias a la labor esmerada de los editores que revisaron su traducción, este material se publica en la forma presente.

Esperamos que el interés de nuestros jóvenes los induzca a estudiar con cuidado todos los mensajes enviados a la iglesia remanente mediante el Espíritu de Profecía. Nuestro más ferviente ruego es que estos mensajes sean una fuente de gran fortaleza moral para los jóvenes adventistas de habla castellana en todo el mundo, para el perfeccionamiento del carácter cristiano y para dar nuevo impulso a la consumación de nuestra gran tarea: “El mensaje adventista a todo el mundo en esta generación”.

DEPARTAMENTO DE JÓVENES DE LA ASOCIACIÓN GENERAL

Sección I

Con el fin de que la obra pueda avanzar en todos los ramos, Dios pide vigor, celo y valor juveniles. Él ha escogido a los jóvenes para que ayuden en el progreso de su causa. El hacer planes con mente clara y ejecutarlos con mano valerosa requiere energía fresca y no estropeada. Los jóvenes están invitados a dar a Dios la fuerza de su juventud, para que por el ejercicio de sus poderes, por medio de la reflexión aguda y la acción vigorosa, le tributen gloria e impartan salvación a sus semejantes (Obreros evangélicos, p. 69).

1
La edificación del carácter para la eternidad

Tengo profundo interés en la juventud y deseo grandemente ver a los jóvenes esforzándose por adquirir un carácter cristiano perfecto, tratando de lograr, mediante el estudio diligente y la oración fervorosa, la preparación esencial para prestar un servicio aceptable en la causa de Dios. Anhelo verlos ayudándose mutuamente para alcanzar un nivel más elevado en la experiencia cristiana.

Cristo vino a enseñar a la familia humana el camino de la salvación e hizo este camino tan llano que hasta un niñito puede andar por él. Invita a sus discípulos a que avancen en el conocimiento del Señor; y a medida que éstos sean guiados diariamente por su dirección, aprenderán que su salida está aparejada como el alba.

Ustedes han observado la salida del sol, y la aparición gradual del día sobre la Tierra y el cielo. Poco a poco progresa la aurora, hasta que aparece el sol; la luz se hace cada vez más fuerte y clara hasta que se llega a la plena gloria del mediodía. Es ésta una bella ilustración de lo que Dios desea hacer por sus hijos en el perfeccionamiento de su experiencia cristiana. Andando día tras día en la luz que él nos envía, en la obediencia voluntaria a todos sus requerimientos, nuestra experiencia crece y se amplía hasta que alcanzamos la estatura plena de hombres y mujeres en Cristo Jesús.

Los jóvenes necesitan tener siempre presente el camino que Cristo siguió. Fue en todos sus pasos un camino de victorias. Cristo no vino a la Tierra como rey, para gobernar a las naciones. Vino como hombre humilde para ser tentado y para vencer la tentación; para que sigamos en pos de él, como debemos ir, para conocer al Señor. En el estudio de la vida de Jesús aprenderemos cuánto hará Dios, por su medio, en favor de sus hijos. Y sabremos que por grandes que sean nuestras pruebas, no pueden exceder a lo que Cristo soportó para que pudiésemos conocer el camino, la verdad y la vida. Mediante una vida de conformidad con su ejemplo, hemos de mostrar nuestro aprecio por el sacrificio que hizo en favor de nosotros.

Los jóvenes han sido comprados a un precio infinito: el de la misma sangre del Hijo de Dios. Consideren el sacrificio del Padre al permitir que su Hijo fuera inmolado. Consideren lo que Cristo abandonó cuando dejó los atrios celestiales y el trono real para dar su vida como sacrificio diario por los hombres. Sufrió reproches y abusos. Soportó todo el insulto y la burla que los hombres malvados pudieron acumular sobre él. Y cuando hubo cumplido su ministerio terrenal, sufrió la muerte de cruz. Consideren sus sufrimientos en la cruz: los clavos con que le atravesaron las manos y los pies; la mofa y el vituperio por parte de quienes vino a salvar; el ocultamiento del rostro de su Padre. Pero mediante todo esto Cristo hizo posible que todos los que quieran lleguen a poseer la vida que se mide con la vida de Dios.

Un fiel Amigo

Cuando Cristo ascendió al Padre, no dejó a sus seguidores sin ayuda. El Espíritu Santo como representante suyo, y los ángeles celestiales como espíritus ministradores, son enviados para ayudar a quienes están peleando la buena batalla de la fe con gran desventaja. Recuerda siempre que Jesús es tu ayudador. Nadie entiende tan bien como él las peculiaridades de tu carácter. Él vela sobre ti, y si estás dispuesto a dejarte guiar por él, te rodeará de influencias para el bien que te capacitarán para cumplir la totalidad de su voluntad respecto de ti.

En esta vida nos preparamos para la vida futura. Pronto habrá una gran inspección en la cual cada persona que trata de perfeccionar el carácter cristiano tendrá que someterse a la prueba de las preguntas escudriñadoras de Dios: “¿Has dado un ejemplo que los demás pudiesen seguir con seguridad? ¿Has estado expectante por los seres humanos, como quien debe rendir cuentas?” Los miembros de la hueste celestial se interesan por los jóvenes y albergan un intenso anhelo de que soporten la prueba y de que a cada uno se le dirijan las palabras de aprobación: “¡Bien, siervo bueno y fiel!... Entra en el gozo de tu señor”.1

Recuerden los jóvenes que aquí han de formar caracteres para la eternidad, y que Dios requiere de ellos que hagan lo mejor que puedan. Vigilen los que tienen más experiencia a los más jóvenes, y cuando los vean tentados, llámenlos aparte y oren con ellos y por ellos. El Señor quisiera que reconozcamos el gran sacrificio que Cristo ha hecho por nosotros, mostrando interés por la salvación de quienes él vino a salvar. Si los jóvenes buscan a Cristo, él hará que sus esfuerzos sean eficaces (The Youth’s Instructor, 21 de noviembre de 1911).

1 Mateo 25:23.

2
Un llamado a la juventud

Dios quiere que los jóvenes lleguen a ser hombres de mente seria, a estar preparados para la acción en su noble obra y a ser aptos para llevar responsabilidades. Dios llama a jóvenes de corazón incorrupto, fuertes y valientes, decididos a pelear varonilmente en la lucha que les espera, para que glorifiquen a Dios y beneficien a la humanidad. Si los jóvenes tan sólo hicieran de la Biblia un objeto de estudio, calmasen sus impetuosos deseos y escuchasen la voz de su Creador y Redentor, no sólo estarían en paz con Dios, sino que se sentirían ennoblecidos y elevados. Joven amigo, redundará en beneficio de tu interés eterno si prestas atención a las instrucciones que contiene la Palabra de Dios, pues son de inestimable importancia para ti.

Te ruego que seas prudente y consideres el resultado de llevar una vida sin freno, no gobernada por el Espíritu de Dios. “No os engañéis, nadie puede burlarse de Dios. Todo lo que el hombre siembre, eso también segará. El que siembra para su carne, de la carne segará corrupción”.2 Por amor a tu ser, por amor a Cristo, quien se dio a sí mismo para salvarte de la ruina, detente en el umbral de tu vida y pesa bien tus responsabilidades, tus oportunidades, tus posibilidades. Dios te ha dado la oportunidad de cumplir un elevado destino. Tu influencia puede dar testimonio de la verdad de Dios: puedes ser colaborador de Dios en la gran obra de la redención humana...