Loe raamatut: «Pensamiento intuitivo, lógica y toma de decisiones»

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Builes Roldán, Isabella

Pensamiento intuitivo, lógica y toma de decisiones / Isabella Builes Roldán. – Medellín: Editorial EAFIT, 2021 192 p.; 24 cm. –(Colección Nodum)

ISBN 978-958-720-745-3

ISBN 978-958-720-746-0 (versión EPUB)

1. Intuición (psicología). 2. Toma de decisiones – Aspectos psicológicos. 3. Filosofía del lenguaje. I. Tít.

II. Serie

153.44 cd 23 ed.

B932

Universidad EAFIT – Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas

Pensamiento intuitivo, lógica y toma de decisiones

Primera edición: noviembre de 2021

© Isabella Builes Roldán

https://orcid.org/0000-0002-9282-2233

© Editorial EAFIT

Carrera 49 No. 7 sur - 50

Tel.: 261 95 23, Medellín

http://www.eafit.edu.co/fondoeditorial Portal de libros: https://editorial.eafit.edu.co/index.php/editorial/index Correo electrónico: fonedit@eafit.edu.co

ISBN: 978-958-720-745-3

ISBN: 978-958-720-746-0 (versión EPUB)

DOI: https://doi.org/10.17230/9789587207453lr0

Editor: Cristian Suárez Giraldo

Diseño y diagramación: Alina Giraldo Yepes

Imagen de carátula:

Universidad EAFIT | Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto Número 759, del 6 de mayo de 1971, de la Presidencia de la República de Colombia. Reconocimiento personería jurídica: Número 75, del 28 de junio de 1960, expedida por la Gobernación de Antioquia. Acreditada institucionalmente por el Ministerio de Educación Nacional hasta el 2026, mediante Resolución 2158 emitida el 13 de febrero de 2018

Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier propósito, sin la autorización escrita de la editorial

Editado en Medellín, Colombia

Diseño epub: Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Agradecimientos

Agradezco a mis padres por su valioso acompañamiento durante este proceso académico y existencial, por su paciencia, su apoyo incondicional y comprensión durante el mismo.

A Horacio Manrique Tisnés, a quien considero un maestro, por su disposición, la confianza que ha depositado en mí y por contribuir a mi formación.

A Carlos Arturo Ramírez Gómez, autor central en la investigación, por sus importantes aportes para el desarrollo del trabajo, su continuo interés en el mismo y su actitud abierta y dispuesta.

Al grupo de investigación El método analítico y sus aplicaciones en las ciencias sociales y humanas y, especialmente, a los miembros del proyecto de investigación “De la sabiduría práctica y la decisión en incertidumbre”, Juan Diego Lopera, Jonathan Echeverri, Jesús Goenaga y Horacio Manrique, porque a través de las discusiones me ayudaron a reflexionar sobre la relación entre toma de decisiones e intuición.

A la Universidad EAFIT, a la maestría en Estudios Humanísticos y a todos los docentes con quienes tuve la oportunidad de compartir durante este tiempo, Liliana López, Juan Manuel Cuartas, Sonia López, Clemencia Ardila, Júlder Gómez, Patricia Cardona, Germán Vélez y Juan Camilo Escobar, porque desde sus comentarios y distintas perspectivas aportaron a la construcción del proyecto de investigación, y me ayudaron a pensar y elaborar el tema de forma más amplia.

Desde el inicio de la humanidad, cuando los hombres no poseían ni una filosofía ni una ciencia en sentido sistemático, existió, sin embargo, el pensamiento; los hombres pensaban con los mitos, las narraciones, las creaciones poéticas. Su pensar se hacía realidad en sentimientos e instituciones, en obras plásticas como las de las pinturas rupestres, y en comportamientos rituales como la danza, las ceremonias, la magia, en los cuales el hombre se relaciona en cierto modo con el Universo y funda con sus semejantes una comunidad. Todo ello puede encerrar un sentido profundo, y puede incluso encerrar verdad en algún aspecto si no circunscribimos por entero la verdad al pensar, juzgar y teorizar objetivos, si verdad significa también un modo de comprender que desde un primer comienzo nos orienta en la vida y en la existencia […] ¿No prueba esto que hay un modo de pensar distinto del solamente objetivo, un pensar que produce también sentido y que en cierto modo nos toca quizá más hondo que la pura objetividad?

(Jan Patočka, 2004, pp. 57-58).

Entonces el universo no es conocido por el hombre más que a través de la lógica de las matemáticas, producto de su espíritu, pero no puede comprender cómo ha construido las matemáticas y la lógica si no se estudia a sí mismo psicológica y biológicamente, es decir, en función del universo entero.

(Jean Piaget, 1972, p. 110).

Tabla de contenido

Introducción

Pensamiento, lenguaje e intuición

Introducción

Presupuestos generales acerca del lenguaje: lógica y lingüística

Algunas teorías sobre el pensamiento

Relación entre pensamiento, lenguaje e intuición

Conclusiones

Apuntes sobre el concepto de intuición

Introducción

Diferencia entre dos tipos de pensamiento

Algunas perspectivas sobre la intuición en filosofía

Algunas perspectivas sobre la intuición en psicología

Proceso de pensamiento intuitivo

Conclusiones

Aspectos lógicos del pensamiento intuitivo

Introducción

Intelecto, razón, emoción

¿Qué son aspectos lógicos?

Lógica primaria

Lógica secundaria

Lógica fractal

Conclusiones

Pensamiento intuitivo y toma de decisiones

Introducción

¿Qué es la toma de decisiones?

Toma de decisiones intuitivas

Sobre la formación de la intuición

Conclusiones

Conclusiones generales

Referencias

Notas al pie

Introducción

La intuición es un tema que está siendo abordado en la actualidad por distintas teorías psicológicas dadas sus grandes implicaciones para el proceso de toma de decisiones humanas, así como para la resolución de problemas y procesos creativos. Además, este concepto ya ha sido tratado ampliamente por diversas tradiciones filosóficas, algunas de ellas se mencionan brevemente en la presente investigación. No obstante, en este trabajo desarrollamos la siguiente conjetura de Ramírez (2012, ens. 55, ens. 233): que en la intuición es posible encontrar dos tipos distintos de lógica, la lógica primaria (cimentada en la contigüidad y la semejanza) y la lógica secundaria (basada en la no contradicción); y que, de hecho, estos dos tipos de lógica interactúan –a veces de forma inextricable– en el pensamiento intuitivo. Por ello, el pensamiento intuitivo está basado en una lógica fractal. Además, la pregunta acerca de estos aspectos lógicos nos ha llevado a plantear algunos presupuestos teóricos sobre la relación entre pensamiento, lenguaje e intuición; también sobre el concepto de intuición y de proceso de pensamiento intuitivo y, adicionalmente, algunas implicaciones prácticas para la toma de decisiones.

Estimamos conveniente partir de la conjetura propuesta por Carlos Arturo Ramírez en el presente trabajo por varias razones: en principio, porque sus elaboraciones constituyen un punto de partida para varias reflexiones e investigaciones del grupo de investigación El método analítico y sus aplicaciones en las ciencias sociales y humanas, en este caso, sus aportes en torno a la lógica fractal y a la intuición fractal han sido planteados como ideas novedosas que son susceptibles de ser desarrolladas y profundizadas en ulteriores investigaciones como la presente. Al mismo tiempo, este trabajo pretende contrastar tales planteamientos con distintos autores y propuestas diversas, con el fin de nutrir la investigación sobre el tema desde una mirada local y contextual. Asimismo, resaltamos la importancia de desarrollar algunas implicaciones prácticas que se derivan de las propuestas teóricas del grupo de investigación mencionado.

Consideramos, entonces, que es importante conocer los aspectos lógicos implicados en el pensamiento intuitivo en tanto es parte esencial de la toma de decisiones en general y, por tanto, tiene implicaciones en los distintos ámbitos de la vida: personal, familiar, existencial, empresarial y público.

De acuerdo con el Banco Mundial (2015), es necesario comprender cómo funcionan los aspectos relacionados con la toma de decisiones intuitivas para intervenir sobre ellos con el fin de mejorar el desarrollo humano individual y por países. En cuanto esta información pueda llegar a quienes diseñan políticas públicas y en la medida en que seamos más conscientes de la lógica involucrada en los procesos de pensamiento intuitivo, posiblemente las políticas que se formulen tendrán más efectos en las comunidades y darán mejores resultados. También, refiriéndose a la utilidad y a la importancia de profundizar en estudios acerca de los aspectos que influyen en la toma de decisiones, menciona el Banco Mundial (2015) que estos estudios pueden arrojar luces sobre áreas diversas de gran importancia en la actualidad, como la lucha contra la pobreza, las finanzas en el hogar y la salud. En una vía similar, para Epstein (1994):

Como primer paso, es importante que aprendamos cómo pensamos. Y como pensamos, creo yo, es a través de dos mentes, experiencial y racional. Nuestra esperanza recae en aprender a comprender ambas mentes y cómo usarlas de forma armónica. Si fallamos en la comprensión de la forma de operación de la mente experiencial y su influencia en la mente racional, por mucho que intentemos ser racionales, nuestra racionalidad se verá socavada por nuestra naturaleza inherentemente experiencial. Cultivar ambas mentes, podría llevarnos a alcanzar mayor sabiduría de la que parecía posible desde tiempos pasados (p. 271).1

Este estudio es, por consiguiente, de gran interés para los profesionales de las ciencias sociales y humanas dado que, a partir de entender y comprender la lógica implicada en los procesos de pensamiento intuitivo, se podrá hacer una aproximación más adecuada a la investigación e intervención en toma de decisiones. Según Damasio (2010):

Lo que estoy planteando va más lejos de los rituales cívicos y religiosos, y abarca asuntos de la vida cotidiana que tienen que ver con una diversidad de ámbitos. Pienso, en particular, en cuestiones como la salud y el comportamiento social. Nuestra insuficiente educación de los procesos inconscientes posiblemente explica, por ejemplo, por qué somos tantos los que no hacemos lo que deberíamos hacer en materia de dieta y ejercicio físico. En efecto, pensamos que somos nosotros quienes controlamos pero, a menudo, no es así, y la epidemia de obesidad, la hipertensión arterial y las cardiopatías vienen a demostrar que no controlamos. Nuestra constitución biológica nos inclina a consumir lo que no deberíamos, pero eso mismo hacen las tradiciones culturales que se han basado en esa misma constitución biológica del ser humano y, que, a su vez, han sido moldeadas por ella, y también lo hace la propia industria publicitaria que la explota. No es ninguna conspiración, sólo algo natural (p. 421).

En consonancia con el informe del Banco Mundial (2015), el cual se basa en las investigaciones psicológicas actuales sobre el tema, los seres humanos no tomamos decisiones intentando maximizar la utilidad, sino que partimos de limitaciones tanto contextuales como psicológicas para hacer elecciones más o menos razonables. Además, la mayoría de nuestros procesos de pensamiento los realizamos de forma automática, esto es, sin deliberación consciente (Gigerenzer, 2008; Kahneman, 2003; Klein, 2015).

Para Reber (1989), “una parte considerable del contenido de la memoria es inconsciente, y, más importante todavía, una buena parte del proceso de adquisición del conocimiento tiene lugar en ausencia de la intención de aprender” (p. 230). De acuerdo con Kahneman (2003), la mayoría de nuestras elecciones las realizamos de manera intuitiva, y las reglas que rigen la intuición son similares a las de la percepción, esto último lo proponen también Lorenz (1993) y Simondon (2009; 2014).

Esta distinción expuesta entre ambos tipos de pensamiento no supone una separación entre ellos, pues en la realidad de la toma de decisiones y en todas las acciones humanas hay más bien una mezcla entre ambos (Damasio, 1996, 2010; Epstein, 1994; Evans y Stanovich, 2013). En afinidad con Buchanan y O’Connell (2006):

Desde luego, la dicotomía intuición/cerebro es en buena parte falsa. Pocos tomadores de decisiones ignoran la buena información cuando pueden conseguirla. Además, la mayoría acepta que hay momentos en que no podrán obtenerla y que por tanto tendrán que confiar en el instinto. Afortunadamente, el intelecto informa tanto a la intuición como al análisis, y la investigación muestra que los instintos de las personas son a menudo bastante buenos. La intuición incluso puede ser entrenada, sugieren John Hammond, Ralph Keeney, Howard Raiffa y Max Bazerman, entre otros (p. 10).

Según lo dicho hasta ahora, es importante estudiar a profundidad los aspectos lógicos involucrados en la toma de decisiones intuitivas y avanzar en la comprensión de su influencia, por tanto, en la presente investigación nos preguntamos: ¿Qué aspectos lógicos están comprometidos en el proceso de pensamiento intuitivo e influyen en la toma de decisiones?

Para abordar este interrogante nos hemos propuesto como objetivo general analizar algunos aspectos lógicos comprometidos en el pensamiento intuitivo y sus implicaciones para la toma de decisiones, a partir de la revisión de autores representativos, principalmente, Carlos Arturo Ramírez. Y como objetivos específicos consideramos importante describir algunas propuestas sobre los aspectos lógicos implicados en el proceso de pensamiento intuitivo; contrastar las distintas posturas existentes sobre los aspectos lógicos de la intuición; e inferir algunas implicaciones prácticas para la toma de decisiones, derivadas de las propuestas sobre la lógica de la intuición.

Para desarrollar todo esto, se realizó un estudio monográfico, entendido este como el tratamiento de un tema en el cual se estudian varios autores, de una forma rigurosa, sin pretender hacer un recorrido estrictamente exhaustivo o histórico del tema (Eco, 2001). Para ello, se usó el método hermenéutico, como una variante del método analítico, mediante el procedimiento de análisis de textos o documentos.

El método hermenéutico se basa en la comprensión e interpretación de un texto. Para Gadamer (1998), quien intenta comprender un texto tiene siempre un proyecto, anticipa un sentido del mismo, es decir, se hacen presentes las propias expectativas o precomprensiones. Luego, estas se contrastan con el sentido del texto y se llega a una fusión de horizontes (Gadamer, 1998). La hermenéutica contiene los procesos de comprensión e interpretación: para Gadamer (1998) es indispensable que a cada interpretación de un discurso le subyazca una comprensión. La capacidad de comprensión es una facultad que se da a través del lenguaje y del diálogo. La comprensión consiste en contrastar las propias precomprensiones con el texto mismo y el sentido del mismo (Gadamer, 1998). El precomprender hermenéutico (Gadamer, 1998) o analítico (Ramírez, Lopera, Zuluaga y Ortiz, 2017) consiste en asumir una actitud indogmática o abierta frente al texto y examinar constantemente nuestros prejuicios y opiniones para contrastarlos con el sentido del texto. Son las propias preguntas, ocurrencias, hábitos, pensamientos y el horizonte histórico del intérprete por donde se inicia la comprensión de un texto. En cuanto a la validez de las interpretaciones que se hagan del discurso, estas pueden evaluarse según los criterios de: a) consistencia, entre la interpretación y la lógica interna o sentido del discurso analizado; y b) eficacia, evaluando los efectos que esa interpretación produce (Ramírez y otros, 2017).

Adicionalmente, en la interpretación de un texto se pone en juego un proceso cognitivo que consiste en una relación dialéctica entre los procesos de explicación y comprensión (Ricœur, 2006). Para Ricœur, la explicación es el proceso de desplegar o exteriorizar una gama de proposiciones y sentidos relativos al discurso escrito, y la comprensión es la captación de una cadena de sentidos en un acto de síntesis que constituyen una totalidad. Dicho de otra manera, la explicación tiene su base en la estructura analítica del texto mientras que la comprensión se dirige hacia la unidad intencional del discurso. Dicha dialéctica interpretativa ocurre en dos momentos: de la comprensión a la explicación y de la explicación a la comprensión. El primero consiste en una captación ingenua del sentido del texto en su totalidad, que toma la forma de una conjetura susceptible de ser validada mediante procedimientos objetivos; y el segundo, al estar apoyado en la explicación, constituye un modo más complejo de comprensión del texto. La validación de la conjetura a través de la revisión de las relaciones internas de la composición del texto es lo que permite una comprensión compleja. Así, para configurar el sentido de un texto es necesario conjeturar. Pero el primer paso de la dialéctica no termina en la conjetura. La conjetura inicial ha de ser validada (criticada y contrastada) mediante métodos objetivos que aseguren su adecuación respecto al texto mismo. Se requiere, pues, de ambos procesos para poner a operar la interpretación como dialéctica entre explicar y comprender.

El método hermenéutico se enmarca en un método más general: el método analítico (Ramírez y otros, 2017). De acuerdo con Ramírez (2012, ens. 98, ens. 99), este tiene en cuenta tres aspectos: escuchar, analizar e intervenir. Estos, a su vez, se relacionan con los tres momentos de la hermenéutica planteada por Gadamer: Ars intelligendi, fundamentado en la comprensión y relacionado con la escucha, que permite abrirse a un discurso y que emerjan conjeturas en el sujeto; Ars explicandi, el cual se expresa en la interpretación, relacionada con el analizar, y comprende los aspectos de entender, criticar y contrastar; y Ars applicandi, referida a la aplicación, la cual inicia con la contrastación y avanza en la incorporación, y que se efectúa mediante la intervención en una situación concreta, por ejemplo, en los discursos de los autores y en las posibles propuestas que surjan a partir de la comprensión teórica de aspectos importantes de la lógica de la intuición y sus implicaciones para la toma de decisiones.

Con respecto a las fuentes abordadas en la investigación, se incluyen libros completos, capítulos de libro, artículos de investigación y tesis de pregrado, maestría y doctorado. Como fuentes primarias se encuentran las siguientes obras publicadas de Ramírez (2012) y Ramírez y otros (2017): La vida como un juego existencial: Ensayitos y El método analítico. Volumen I: Formalización teórica. Como fuentes secundarias se incluyen múltiples autores que abordan el tema de investigación. Se contó con el acompañamiento de Horacio Manrique Tisnés, como asesor de la investigación, para comparar y evaluar la interpretación de las fuentes; y también se contrastó lo trabajado con Carlos Arturo Ramírez Gómez, autor central de la investigación y en quien se basa la conjetura principal de la misma.

Como resultado del trabajo de investigación se obtuvieron los siguientes productos: un informe de investigación de tipo monográfico en donde se aborda el tema, un artículo de investigación en coautoría con el asesor,2 un capítulo de libro publicado en la colección de la Escuela de Humanidades de la Universidad EAFIT, “Dos tintas”;3 y tres ponencias nacionales,4 dos de ellas en coautoría con el asesor. Se tuvieron en cuenta en cada uno de los productos consideraciones éticas relacionadas con el manejo de las fuentes y la correcta citación de las mismas.

En el primer capítulo de este texto se discute la relación entre pensamiento, lenguaje e intuición. En él se parte de la lógica y la lingüística para establecer una definición de lenguaje como aquella estructura que subyace a toda lengua y que evidencia modos de operación o de ordenamiento como el eje sintagmático y el eje paradigmático, los cuales se relacionan con la lógica primaria abordada en el tercer capítulo. También, se plantean algunas teorías psicológicas sobre el pensamiento y en ellas identificamos que muchas se basan en la perspectiva de la lógica formal sintáctica como estándar de racionalidad en el pensamiento, y proponen la existencia de sesgos que explican el funcionamiento del mismo. Otras teorías parten de aspectos semánticos y pragmáticos para explicar el pensamiento, tales como la analogía, el pensamiento narrativo, la teoría de los modelos mentales, la abducción, entre otras. Ellas tienen en cuenta categorías fundamentales como la semejanza y la contigüidad que están en la base de las mismas. Finalmente, se plantea que la intuición está estrechamente relacionada con el lenguaje y el pensamiento, y es un fenómeno que combina aspectos biológicos y discursivos, además puede ser entendida como un tipo de pensamiento particular.

En el segundo capítulo se aborda el concepto intuición. Para ello, retomamos algunas propuestas que diferencian dos tipos de pensamiento en el ser humano, como el espíritu de geometría y el espíritu de sutileza de Pascal (2012); el pensamiento calculador y reflexivo de Heidegger (1994); el razonamiento que se opone al pensamiento intuitivo e inventivo, que plantea Serres (2013); el pensamiento mítico y el pensamiento científico de Cassirer (1998), entre otros.

Luego, se presentan algunas perspectivas sobre la intuición en filosofía y en psicología. En términos generales, para Bunge (1996), en filosofía se habla de intuición según varios sentidos: algunas veces como una facultad prerracional, la intuición sensible; otras, como una aptitud suprarracional, la intuición pura o de esencias; o también como variedad de la razón, la intuición intelectual. La primera considera que la experiencia sensible es el modo por excelencia de acceder al conocimiento verdadero; la segunda es entendida como fuente de todos los juicios a priori; la tercera, como una operación racional por medio de la cual se presentan verdades de un modo total e inmediato. Para Konrad Lorenz (1993), la intuición es una función de la percepción gestáltica y, por tanto, es un proceso fisiológico totalmente natural. Para Ramírez y otros (2017), la intuición se entiende desde tres perspectivas relacionadas: la facultad (intuición) de comprender los datos sin necesidad de razonamiento consciente, el proceso (intuir) no consciente, holístico y automático de asociación de saberes previos, y el resultado (intuiciones), el cual puede ser un estado de ánimo, un presentimiento, una ocurrencia o un saber consciente en forma de imágenes o palabras (ocurrencias), y posee generalmente el carácter de una “verdad evidente” que no es corregible por la acción de la razón y normalmente lleva asociada una alta valencia afectiva.

Después, planteamos la intuición en la investigación como un proceso de pensamiento que toma como punto de partida una serie de estímulos externos (del ambiente) o internos (basados en el propio discurso o en el cuerpo), generalmente sutiles o inadvertibles, los cuales son captados por el sujeto gracias a sus estructuras biológicas y fisiológicas, y son interpretados de acuerdo con sus saberes previos, prejuicios o presupuestos incorporados, que le permiten establecer asociaciones entre tales estímulos y analizarlos de forma automática o inconsciente. De este proceso deriva una percepción holística, que es una síntesis de los elementos involucrados en tal proceso y que da lugar a un saber sobre el conjunto de estímulos que en un principio se presentaron de forma inconexa (Ramírez y otros, 2017).

Ahora bien, teniendo en cuenta los referentes teóricos de los capítulos uno y dos, en el tercer capítulo desarrollamos la conjetura principal de la investigación según la cual en el pensamiento intuitivo se combinan la dimensión emocional e intelectual del ser humano a través de dos tipos de lógica: la lógica primaria y la lógica secundaria. El término lógica proviene de logos, que optamos por traducir como “principio universal articulante” (Flew, 1979; Ramírez, 2012, ens. 50, ens. 142) y aceptamos que hay expresión del logos en cada uno de los niveles de la realidad: en lo material, en lo imaginario y en lo simbólico. Teniendo en cuenta lo anterior, lo que comúnmente designamos como “lógica”, que sería la lógica formal, es una forma de expresión de la razón, del verbo o del logos, pero no la única.

La lógica primaria está basada en el proceso primario descrito por Freud (2010a), el cual se refiere a una forma de pensamiento que privilegia las imágenes en vez de los conceptos, se guía por el principio del placer y no diferencia entre lo percibido y lo imaginado. Las representaciones se enlazan entre sí mediante categorías como la simultaneidad, la semejanza, la contigüidad y la oposición; y tiene en cuenta las leyes de condensación y desplazamiento, hay ausencia de contradicción, atemporalidad y miramiento por la figurabilidad. Por su parte, Lacan (2010) llama dimensión metafórica y metonímica a los dos modos principales de funcionamiento de lo inconsciente. La lógica secundaria está fundamentada principalmente en la no contradicción y en el ser humano se genera a partir de un desarrollo ontogenético en el que gradualmente se comprenden estructuras y operaciones lógicas como el orden, la sucesión, la agrupación, entre otras (Piaget, 1972). Pero la lógica cotidiana es a veces primaria y a veces secundaria, o una mezcla de ambas, es por ello que se llama lógica fractal. La lógica fractal incluye ambas perspectivas lógicas, la simbólica (bivalente y basada en leyes formales); y la primaria (cimentada en unas leyes imaginarias, automáticas y generalmente no conscientes). Ramírez y otros (2017), retomando la propuesta de Benôit Mandelbrot en el ámbito de la geometría, llaman fractales a aquellos objetos (o realidades) que poseen tres características: la dimensión fraccionaria o pertenencia a dimensiones no enteras; la autosimilaridad, referida a la iteración de formas simples en varias escalas; y la porosidad, como la capacidad de interpenetración con otros objetos o realidades.

A partir de estos elementos teóricos, en el capítulo cuatro argumentamos algunas implicaciones prácticas de los aspectos lógicos del pensamiento intuitivo para la toma de decisiones. En principio, definimos la decisión basándonos en autores como Aristóteles (2001), Fromm (1966), Lopera, Echeverri y Goenaga (2019), Manrique y De Castro (en revisión), Ramírez (2012) y Ricœur (1986a), como un juicio resolutorio sobre una opción que está en nuestro poder realizar, basado en nuestros propios valores, motivaciones, hábitos y razones, que puede estar o no precedido por un proceso deliberativo y que inaugura posibilidades de acción en el mundo real. Y definimos la decisión intuitiva como aquella que se realiza predominantemente de forma espontánea, la cual tiene raíces en una captación de indicios sutiles y en un análisis inconsciente de los mismos. Además, planteamos que en toda decisión se combinan, en grados, aspectos de lógica primaria y secundaria, y por ello sostenemos que la intuición es fractal. Considerando esta cualidad de la intuición, finalizamos el capítulo sugiriendo que es posible formarla teniendo en cuenta una articulación armónica entre la lógica primaria y la lógica secundaria, con el fin de desarrollar y afianzar su cualidad fractal. Lo anterior se realiza mediante un proceso de análisis de los propios prejuicios, que puede dar como resultado una transformación subjetiva; y proponemos que este proceso es una posible vía para mejorar las destrezas en la toma de decisiones.