Diseño creativo: manual de ideas

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Diseño creativo: manual de ideas
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Ramos Betancur, Juan Diego

Diseño creativo: manual de ideas/ Juan Diego Ramos Betancur. – Medellín: Editorial EAFIT, 2019

396 p.; 22 cm. -- (Ediciones Universidad EAFIT)

ISBN 978-958-720-624-1

ISBN 978-958-720-653-1 (versión EPUB)

1. Aptitud creadora. 2. Pensamiento creativo. 3. Diseño industrial. I. Tít. II. Serie

620.0042 cd 23 ed.

R175

Universidad EAFIT– Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas

Diseño creativo

Manual de ideas

Primera edición: diciembre de 2019

© Ramos Betancur, Juan Diego

Diseño creativo: manual de ideas/ Juan Diego Ramos Betancur.

© Del epílogo, Simón Ballen Botero y Julián Jaramillo Vallejo

© Editorial EAFIT

Carrera 49 No. 7 sur - 50

Tel.: 261 95 23, Medellín

http://www.eafit.edu.co/fondoeditorial

Correo electrónico: fonedit@eafit.edu.co

ISBN 978-958-720-624-1

ISBN 978-958-720-653-1 (versión epub)

Coordinación editorial: Claudia Ivonne Giraldo

Correcciones: Juan Felipe Restrepo David y Amparo Restrepo

Nota: cada una de las imágenes y fotografías que acompañan los capítulos, como diálogo e ilustración del contenido, fueron intervenidas por el autor con el fin de mostrar, paralelo a su reflexión, una manera de acercamiento creativo a los materiales gráficos.

Universidad EAFIT | Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto Número 759, del 6 de mayo de 1971, de la Presidencia de la República de Colombia. Reconocimiento personería jurídica: Número 75, del 28 de junio de 1960, expedida por la Gobernación de Antioquia. Acreditada institucionalmente por el Ministerio de Educación Nacional hasta el 2026, mediante Resolución 2158 emitida el 13 de febrero de 2018

Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier propósito, sin la autorización escrita de la editorial

Diseño epub: Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Agradecimientos

A Sonsón y Abejorral por Eduardo Ramos Henao y por María del Rosario (Maruja) Betancur Arango, por traerme a la vida, por cada beso y cada abrazo.

A Mónica, a Juan Pablo y a Esteban, por todos los motivos posibles.

A Alberto Rodríguez G. por su confianza al invitarme a trabajar en EAFIT.

A Juan Luis Mejía Arango por su magnanimidad, humanismo, ejemplo y afecto. Y a todas las demás almas maravillosas, amigos, docentes y estudiantes, que de tan variadas y profundas maneras han estado a mi lado, y me han entregado su afecto, talento, inteligencia y apoyo incondicional.

Contenido

De Walt Whitman

Capítulo del primer encuentro, a manera de introducción

Qué prefieres: ¿imitar y repetir o diseñar creativamente?

Tu intención es…

¿Cuál es el propósito?

Ser en el diseño y

Ser en la creatividad

Imitar

Hola Diseño, ¿eres tú?

Cuando la mano toca al mundo

Si sabemos de dónde venimos, podemos anticipar hacia dónde vamos

¿Cuál zona de confort?

Los mil y un días

Ten esto en cuenta… siempre

El universo crea… ¡cree!

El conversar

Métase en proyectos sin saber nada antes

Seguir jugando

Use el séptimo sentido: el del humor

Tilopa

Uno siempre puede, si quiere

Verbos existenciales

Improvisa

Lo auténtico

La institución

Innovación social

Scamper

Divergencia y convergencia

Explora tus zonas erróneas

Maya y Apolo

La belleza

Expresa tu talento

Pensamientos de desvelo

Los innovadores

El método

La actitud

Cada uno es cada cual

La cruda realidad

El creativo no siempre está loco

Sobre hombros de gigantes

Las analogías

Biografía

Esto somos

No es fácil cambiar

Yo no busco. Yo encuentro

Soñar el mundo

Separamos para conocer

No dejes nada para después

Culturas con iniciativa

Crear mundos posibles

Las palabras hacen al mundo

Causalidad o Casualidad

Lo fantástico

Soñar despiertos

Pedagogías y didácticas del Diseño Creativo

Matriz 9 x 3 de esculturas vitales

Matriz de operaciones booleanas y Formas orgánicas

El amor, la creatividad y las artes y los oficios

La Euritmia

Conceptos

Diseño Conceptual y Diseño de Conceptos

Epílogo

Currículo en Blanco

Design Acomedy: del diseño de autor y otras tragicomedias

 

Notas al Pie

De Walt Whitman


Walt Whitman.

Ilustración

El poeta norteamericano Walt Whitman ha sido un delicado y profundo faro que me ha iluminado entre la niebla de la existencia. Sus palabras les han dado optimismo a mis palabras. Su vitalidad ha hecho que haya vivido mi vida con más intensidad. Su poema “Canto a mí mismo”,1 de su libro Hojas de hierba, le ha regalado a mi alma su abrazo amoroso.

Me celebro y me canto a mí mismo.

Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,

porque lo que yo tengo lo tienes tú

y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago… e invito a vagar a mi alma.

Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra

para ver cómo crece la hierba del estío.

Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,

de esta tierra y de estos vientos.

Me engendraron padres que nacieron aquí,

de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,

de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.

Y con mi aliento puro

comienzo a cantar hoy

y no terminaré mi canto hasta que me muera.

Que se callen ahora las escuelas y los credos.

Atrás. A su sitio.

Sé cuál es mi misión y no lo olvidaré;

que nadie lo olvide.

Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,

dejo hablar a todos sin restricción,

y abro de par en par las puertas a la energía original

de la naturaleza desenfrenada.

Capítulo del primer encuentro, a manera de introducción

Siempre hay un primer encuentro y rara vez olvido ese momento mágico y luminoso. El primer encuentro con el mar, con una guitarra o un piano, con un árbol, con unos ojos verdes o una boca tibia, con la bicicleta o con la nieve blanca, con las obras de Matisse, de Modigliani o de Yves Klein; la arquitectura escultórica de Santiago Calatrava o la de la sorprendente Zaha Hadid, la música de Queen o la de Pink Floyd; las colecciones de la empresa italiana Alessi o del diseñador Gianni Versace. Siempre hay un primer encuentro que nos hace despertar a la vida y nos muestra lo que llevamos dentro, que nos activa las emociones, las sorpresas, los descubrimientos, la razón de existir.

No puedo asegurar si el arte fue el que me llevó a conocer el diseño, o si el diseño me introdujo a la creatividad. O si los laberintos de la creatividad escondían tanta cantidad de belleza, de arte y de armonía, que en uno de sus recovecos llegué a algún lugar inexplicable de la mano generosa de los diseñadores Diego Mesa G. y de Julián Posada. Ese fue uno de mis primeros y grandes encuentros.

Al primer encuentro me entregó los ojos,

me sobrecogió rezumando ternura y cerrojo,

y bebí sus cejas, calé sus pupilas,

como quien espera, como quien aspira.

Al primer encuentro, ya, me entregó las manos

y me desarmó combinando tibieza y amparo,

me dejó sus huellas, presumió su tacto

como quien alerta, como quien atrajo.1

Qué prefieres: ¿imitar y repetir o diseñar creativamente?


Caballo de Leonardo de Vinci en Milán.

Escultura de Nina Akamu

La inteligencia humana no es un patrimonio de cada persona, sino que es un bien comunal en cuanto que su despliegue y enriquecimiento dependen de la capacidad de cada cultura para ofrecer los instrumentos adecuados a tal efecto. Jerome Bruner. Desarrollo cognitivo y educación1

Los orígenes míticos de la humanidad están llenos de grandes y sugestivos ideales creativos. Los humanos, en esta soledad universal inconmensurable, creamos diferentes deidades para explicar el origen de todo lo que existe. Estos seres absolutos, en su poder infinito, vieron el enorme vacío y dieron forma al universo. Al principio era el caos, por lo que ellos en su sabiduría, se propusieron ordenar los elementos y transformar esa energía multimodal en soles, planetas, gravedad, electromagnetismo, inteligencia. Y a partir de allí, establecieron la forma de los astros y las fuerzas que los regulan, el lugar de los cielos arriba y de la tierra abajo (según nuestra perspectiva); del agua, el fuego, la luz y las sombras, las diferentes especies y, al final, nosotros, la razón de todo: los sorprendentes seres humanos. Y tú y yo, y los demás, ya sobre la tierra, hemos hecho lo posible por sobrevivir como especie de la mejor manera, a pesar de los daños y los logros, de toda la sabiduría y las contradicciones.

En casi todas las culturas de la humanidad se han contado las mismas leyendas fundacionales sobre la creación del mundo y de la deriva de los eventos. Ya vivieron más de cien mil millones de personas antes que nosotros, nos antecedieron, nos dieron este lugar y este “estado del arte”. Somos hoy casi ocho mil millones y aquí vamos, viviendo y creando.

Los chinos tienen un libro profundamente simbólico conocido como I Ching, que se complementa con una práctica tradicional denominada Feng Shui. Este libro y esta práctica no son imaginarios sobre divinidades, sino que le hablan directamente al hombre, a su mundo personal; ofrecen consejos que necesitamos para vivir y enfrentar las múltiples realidades que confluyen en una sola vida. Esto es creatividad casi pura.

¿Qué cosa es ser creativo? Ser, un asunto de la ontología. Significa que tienes algo dentro de ti, que forma parte de lo que eres desde que naciste, es lo que te hace único y debes liberarlo cada día, exponerlo al mundo para que sientas la plenitud de tu existencia.

Ser creativo significa que tienes el potencial innato de hacer que se produzcan situaciones nuevas en tu vida, cuando realmente exploras en saber pensar lo no pensado, en decir, lo que no habías dicho, en sentir lo que no habías sentido o experimentado aún; o en hacer lo que no habías hecho. De hecho, denominan Metacognición a aquello que se conoce como pensar en cómo pienso, descifrar los mecanismos de la mente que poseemos, las emociones o sentimientos que están usualmente asociados a nuestros pensamientos y recuerdos.

Sigmund Freud habló de la represión y la frustración como dos mecanismos en los cuales ciertas ideas no consumadas, pensamientos y sentimientos no expresados, deseos insatisfechos o sin saciar, etcétera, se ocultan de la mente consciente. Los anhelos y los sueños interrumpidos, las pulsiones truncadas, se encuentran almacenados en ese lugar de difícil acceso que llamó inconsciente. Y, para llegar a él, se requiere conocer los sistemas simbólicos en que se han convertido los eventos que quedan en nuestra memoria como recuerdos, y los mecanismos que los regulan.

Ser Creativo no es una definición. No es parecer creativo. Ser creativo es aquel que logra sacar su poder interno y tocar al mundo en cada situación con esa fuerza potencial. Ya iremos ampliando este tema poco a poco en el transcurso de nuestras reflexiones, aunque no pretendemos agotarlo. No olvidemos que este es un texto de conocimientos tangenciales. Para ello, recurriremos a algunos amigos. Para aprender y saber más tenemos la fortuna de “pararnos en hombros de gigantes”. Sabemos de estrategias valiosas e interesantes en el campo del conocimiento y la información: Mapas Mentales, de Tony Buzán; Mapas Conceptuales, de Joseph Novak; Teoría de Sistemas, de Ludwig Von Bertalanffy y Niklas Luhmann, y la Teoría de Conjuntos matemáticos, de Cantor, Dedekind y Frege, entre muchas otras.

Dicho esto, es muy importante explicar que el Diseño2 se adquiere mediante el entrenamiento, porque es una actividad que requiere de cierto oficio, de una instrumentación, que sigue métodos o metodologías, precisa del dominio de los materiales y los procesos de manufactura, de estrategias conceptuales, fundamentos lingüísticos en semiótica, del desplegar habilidades y destrezas prácticas, manuales o intelectuales para resolver determinadas tareas y, así mismo, profundiza en los aspectos estéticos, formales y funcionales del proyecto a realizar. A diseñar se aprende como lo hacemos los humanos con la escritura o el dibujo. Se transfiere culturalmente.

El diseño, como proceso estructurado, se ha especializado en la resolución de problemas humanos, del mejoramiento de los dispositivos técnicos y tecnológicos, aunque también de intangibles en el área de servicios.

En cambio, la creatividad pertenece al ámbito de los procesos cognitivos, viene con el sujeto desde que nace. Lo que debemos hacer durante la vida es propiciar un ambiente adecuado para las personas, disponer los recursos, estimular los talentos, ofrecer condiciones afectivas, intelectuales, sociales, económicas, etc., para permitirles que logren potenciar estos componentes y procesos en relación con la solución de problemas cotidianos y la generación de ideas, en todos los escenarios posibles.

La creatividad, ya lo dijimos, es un asunto ontológico: el Ser Creativo ya está dentro. Solo debemos aprender a conectarnos con el potencial interior. Se aprende a crear del mismo modo a como lo hacemos con el caminar y el correr. Y si se favorece podemos romper el récord de maratón o de los cien metros planos. Viene con nuestra ontogenia. De ser humanos.

El diseñar se explica, se muestra, se hace. El crear se despierta, se propicia, se descubre.

¿Qué es diseño? Diseñar, en el sentido más simple, es pensar en aportar “algo” que antes no estaba en las cosas o en las ideas. Crear implica hacer que un pensamiento que no existía nazca y surja para que el diseño lo tome con sus herramientas y lo traiga al mundo. El Diseño Creativo se implementa relacionando, integrando, configurando o logrando dar novedad y originalidad a un resultado esperado. De lo que sea. El Diseño Creativo trata de entrar al mundo con lo novedoso, lo único, lo exclusivo, lo genuino, lo auténtico: es decir, lo que verdaderamente un diseñador creativo hace, que es hallar en sí mismo (insights), en su propio eureka, el hallazgo de soluciones no previstas, de encuentros sorprendentes, de copiar para mejorar, para inspirarse, para crear, para fabricar y producir algo inédito y ponerlo en el ecosistema, con todas sus especies, incluyendo prioritariamente a la sociedad humana. Los humanos, parece, diseñamos creativamente para las especies y el medio ambiente que nos rodea, siempre y cuando no se desmejoren las condiciones que esperamos para la sociedad en la que vivimos.

Se diseña creativamente relacionando diferentes ideas y pensamientos, motivaciones y propósitos. Se diseña dibujando y se crea pensando. Se logra esto cuando introduzco aspectos que antes no consideraba, se va meditando en el proceso, escribiendo, rayando ideas en el cuaderno, fabricando y, al tiempo, asociando ideas nuevas, experiencias que enseñan de la prueba y del error.

Diseñar creativamente es un goce, un encuentro consigo mismo; como dice el psicólogo croata Mihály Csíkszentmihályi en su libro Fluir, una especie de psicología de la felicidad: “fluir, es una fuente de energía psíquica en tanto que centra la atención y motiva a la acción”.3 Es decir, es un concentrarse, un pensar unido al sentir, meditar y actuar realizando conexiones conceptuales, emocionales, gráficas, literarias, mezclando posibilidades de ideas o materiales, relacionando de manera natural conceptos, bien sean distantes o cercanos, en nuestra mente tranquila y fluida.

 

Es como si la mente tramara algo, sin contar con nosotros conscientemente. Al tiempo que se van diseñando posibilidades, ese “algo” que nos ocupa, se hace en nuestro interior, se incuba creativamente.

En palabras del prestigioso premio Nobel de Economía norteamericano Herbert Simon, “los procesos de diseño son análogos en disciplinas tan diversas como la música, la arquitectura o la política”.4 Crear en cualquier oficio o campo del saber es diseñar. Todo diseñar es creativo. Toda creación utiliza el pensamiento del diseño. Diseño Creativo y punto.


Clío. Óleo

Con nuestra mente (y prácticamente todos lo sabemos por experiencia propia), tenemos la sorprendente cualidad intelectiva de buscar, encontrar y generar conceptos y/o categorías acerca de artefactos (es decir, cualquier entidad real), como resultado de nuestro quehacer técnico y tecnológico; y/o de mentefactos5 (entidades virtuales o conceptuales), como producto de nuestra inteligencia y sus procesos cognitivos en general. Producimos ideas y pensamientos extraordinarios acerca de lo que podemos fabricar y palpar, como de aquello que deseamos imaginar y fantasear. Somos, en definitiva, lo que experimentamos con el cuerpo y lo que imaginamos y explicamos con la palabra.

Poseemos esta facultad que no deja de maravillarnos, al percibir (reconocer y palpar del mundo ciertos materiales, formas y texturas, observar, detectar aromas, escuchar sonidos) las cosas que nos rodean como entidades, las mismas que convertimos en elementos con significado: roca, joya, árbol, silla, luz y sombra, lámpara o candil, átomo, galleta, infinito, concepto, etc. Y establecemos analogías (o descubrimos) relaciones comunes entre estos mismos elementos, bien sea porque consideramos que comparten afinidades visuales, conceptuales o porque decimos que poseen propiedades iguales o similares. ¿Se cumple la idea popular de que el sentido de una obra está en los ojos del observador?

Y lo singular de todo esto que existe es que surge de algo abstracto, de un grupo relativamente reducido de símbolos: grafos y sonidos. De signos (significantes y significados), es decir, agentes físicos que portan información, bits. De números, de letras, de símbolos, de señales, de indicios. Lo que hace valioso a Sherlock Holmes.

Pero ¿qué habita en la mente humana?, ¿es la realidad la que entra a la mente para acomodarse y asimilarse o es la mente la que tiñe al mundo al nombrarlo y darle un determinado sentido? Ambas opciones son válidas. Somos a veces inocentes e ingenuos y en otras prevenidos y llenos de prejuicios. Podemos dejarnos tocar espontáneamente por la realidad y, en otras, ya a priori tenemos una visión de ella. Son muchos asuntos a la vez. Demasiados quizás. Nuestra mente no puede abarcar lo que existe.

La intuición o las corazonadas, las conexiones conceptuales y también las intenciones y las motivaciones, la autorrealización y la propia identidad son aspectos de aquello que tiñe al mundo y el cómo lo percibimos. Quizá somos individuos que simplemente nos pasamos la vida habitando las intersecciones, como las que menciona el investigador en innovación Frans Johansson, en su libro El Efecto Médici. Lo que mejor sabemos hacer es realizar conexiones, relaciones entre ideas, conceptos, pensamientos y conocimientos.

Este autor afirma que: “la diferencia principal entre una idea direccional y una interseccional es que, en el primer caso, sabemos dónde vamos. La idea tiene una dirección. La innovación direccional mejora un producto en pasos bastante predecibles, en una dimensión bien definida… para la mayoría de nosotros, la mejor oportunidad de innovar se encuentra en la intersección. La intersección representa un ámbito que aumenta drásticamente las oportunidades de que ocurran combinaciones excepcionales”.6