Loe raamatut: «Mujeres en la investigación matemática, escenarios de visibilización»
MUJERES EN LA INVESTIGACIÓN MATEMÁTICA,
escenarios de visibilización
Nelsy Rocío González Gutiérrez
Mujeres en la investigación matemática, escenarios de visibilización / González Gutiérrez, Nelsy Rocío. Editorial UPTC, 2020. 288 p.
ISBN 978-958-660-385-0 (impreso)
ISBN 978-958-660-422-2 (virtual)
1. Género. 2. Matemáticas. 3. Investigación.
4. Universidad. 5. Historia Social.
(Dewey 500 / 21).
Primera Edición, 2020
50 ejemplares (impresos)
Mujeres en la investigación matemática, escenarios de visibilización
ISBN 978-958-660-385-0 (impreso)
ISBN 978-958-660-422-2 (virtual)
Colección de Investigación UPTC N.° 154
© Nelsy Rocío González Gutiérrez, 2020
© Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 2020
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Imprenta
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Libro financiado por la Dirección de Investigaciones de la UPTC. Se permite la reproducción parcial o total, con la autorización expresa de los titulares del derecho de autor. Este libro es registrado en Depósito Legal, según lo establecido en la Ley 44 de 1993, el Decreto 460 del 16 de marzo de 1995, el Decreto 2150 de 1995 y el Decreto 358 de 2000.
Libro resultado del Proyecto de investigación UPTC SGI 2672
Citación: González Gutiérrez, N. (2020). Mujeres en la investigación matemática, escenarios de visibilización. Tunja: Editorial UPTC
A mi hijo Samuel,
representante de una nueva generación
que merece tener un mejor futuro,
con equidad de oportunidades.
A Alvarito, ejemplo de buena persona,
marcando siempre la diferencia.
Contenido
Prólogo
Agradecimientos
Introducción
Capítulo 1. Interrelaciones en los estudios de ciencia, género e historia
1.1 La perspectiva histórica de esta investigación
1.2 La historia social en la educación como marco de referencia
1.3 La ciencia, el género y la historia como interlocutores
1.3.1 La ciencia
1.3.2 Género e historia
1.4 Región epistémica en que se enmarca el análisis
1.5 Epílogo
Capítulo 2. Estereotipos sobre la mujer en la sociedad colombiana 1961-2000
2.1 Cultura colombiana en la segunda mitad del siglo XX
2.2 Concepciones, imaginarios y orígenes de la educación de la mujer
2.2.1 Influencias educativas heredadas del siglo de la pedagogía respecto a la formación de la mujer
2.3 La mujer y la vida universitaria
2.4 Percepción de la mujer en los medios de masa
2.5 Epílogo
Capítulo 3. Vicisitudes en los procesos investigativos del área de matemáticas
3.1 Género versus ciencia
3.2 Las mujeres y la matemática: mitos y realidades
3.2.1 Presencia de la mujer en la investigación matemática a lo largo de la historia
3.3 La matemática y su historia en Colombia
3.3.1 El título de profesor en Matemáticas
3.3.2 La década del sesenta, caracterizada por el apogeo de los pregrados de Matemáticas en Colombia
3.3.3 La década del setenta: el auge de la formación posgraduada en Matemáticas
3.3.4 La década de los ochenta, determinante en la dispersión de los programas de posgrado
3.3.5 Algunas pautas del desarrollo
3.4 La investigación matemática en Colombia, indicadores y cifras
3.5 Epílogo
Capítulo 4. Una mirada al currículo de las carreras con componente formal matemática en Colombia (1961-2000)
4.1 Modelos pedagógicos predominantes en la universidad colombiana en la segunda mitad del siglo xx
4.1.1 Universidad Nacional de Colombia (UNAL)
4.1.2 Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC)
4.1.3 Universidad Pedagógica Nacional (UPN)
4.2 La cotidianidad en las carreras de matemáticas
4.3 Epílogo
Capítulo 5. Las voces de las investigadoras matemáticas colombianas
5.1 Ambiente familiar de las investigadoras
5.2 La formación académica de las investigadoras
5.3 Producción académica e impacto nacional
5.4 Vida cotidiana y laboral de las investigadoras
5.5 Epílogo
Conclusiones e interrogantes
Fuentes documentales y bibliografía
Fuentes primarias
Referencias
Anexos
A.1 Diplomas de pregrado y posgrado de las investigadoras
B.1 Nota de estilo sobre la institucionalización por parte de la ONU de un Día Internacional de las Mujeres y de las Niñas de Ciencia
Índice alfabético
Prólogo
El libro que se presenta, de la Dra. Nelsy Rocío González Gutiérrez, es producto de su investigación doctoral. Por lo tanto, es un trabajo que fue desarrollado con la seriedad y disciplina científica que caracterizan a la autora del texto.
La Dra. González analizó desde la perspectiva teórica de género la manera como se ha invisibilizado el trabajo de la mujer científica, partiendo de un recorrido histórico donde la ausencia de las mujeres es notoria. Pero, no precisamente porque ellas no hubiesen pensado o participado, sino porque la sociedad patriarcal les impidió el acceso a la educación; sin embargo, algunas se rebelaron y buscando diferentes mecanismos se introdujeron y aprendieron de ese mundo científico del que se habían apropiado los hombres para también ellas dar sus aportes, aunque también siguieron invisibilizadas, porque su función social estaba destinada a los espacios del hogar.
Lo anterior explica que los libros de historia den cuenta de nombres como Pitágoras, Euclides, Arquímedes, Fermat, Pascal, Leibniz, Euler, Gauss, Cauchy, Abel, Galois, Cantor, Hilbert... donde la presencia de los varones, en el ámbito de las matemáticas, es el hilo conductor. Considero que esto motivó a la Dra. González para adentrarse en ese mundo matemático, en el que ella precisamente es un ejemplo de mujer que se atreve a romper esquemas respecto a la formación y producción científica de las personas de su género que optaron por la ciencia matemática.
Para lograr este propósito, la autora del libro presenta a las mujeres que han realizado aportes cruciales en el devenir histórico del avance científico y tecnológico, pero que sus nombres permanecen invisibilizados en las listas de personajes influyentes en el acervo conceptual de la matemática. Consideramos, dentro de este contexto, que el aporte que se realiza en esta investigación es el de rescatar del olvido nombres de notables matemáticas cuyos aportes dieron paso a la conquista de adelantos científicos y tecnológicos que son hitos en la mayoría de los libros de historia de la ciencia y cuyos nombres quedan en el plano secundario en contraste con los de sus colegas masculinos. Por ejemplo, el caso de la matemática norteamericana afrodescendiente Katherine Johnson, quien fue fundamental en la conquista del espacio por el hombre; en su paso por la NASA, ella integró el equipo encargado del cálculo de las coordenadas exactas que modelarían la trayectoria de la cápsula con el primer norteamericano en orbitar la Tierra (misión Friendship 7), así mismo su ingenio sería fundamental en el posterior alunizaje, pues calculó la trayectoria de vuelo del Apolo 11 hacia la Luna.
También se reivindican, en este libro los aportes de otras investigadoras de diferentes nacionalidades. Entre otros, los aportes de la alemana Emmy Noether, nacida en una familia judía, considerada mundialmente como la madre del álgebra abstracta, y cuyas contribuciones serían fundamentales en la formulación de la Teoría Especial de Relatividad de Albert Einstein; el mismo Einstein se referiría a Noether como “el genio matemático creativo más importante que haya existido desde que comenzó la educación superior para las mujeres”.
Es así que la autora del libro, desde su vivencia, se introduce en el mundo matemático, buscando aquellas científicas matemáticas colombianas para destacar a las mujeres que han sobresalido en este campo del conocimiento. De esta manera, a través de las voces de las investigadoras, se reconocen las experiencias de tres eminentes matemáticas colombianas que han impactado positivamente en la comunidad matemática latinoamericanas: Clara Helena Sánchez Botero, Liliana Blanco Castañeda y Sonia Marleni Sabogal Pedraza. Estas tres matemáticas no solo aportaron desde la docencia universitaria los resultados de sus investigaciones a sus estudiantes, sino que también rompieron barreras demostrando que la mujer, en alguna de ellas, también lograba avances científicos a pesar de su doble función: madre y académica.
Otro aporte que nos presenta la Dra. González es su aproximación a temáticas y problemas esenciales para una reconstrucción histórica y analítica de los procesos de inclusión de la mujer en la educación y los aportes que han realizado a la ciencia. Sin lugar a dudas, el siglo XX fue la época en que la mujer logró el acceso a la educación superior. Esto le permitió a la mujer romper la gran barrera de exclusión para incursionar en el campo de la ciencia; sin embargo, hay que decir que el techo de cristal para la mujer continúa en nuestros países.
También queremos destacar que los trabajos de tesis que se están realizando desde el Doctorado en Ciencias de la Educación, de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. RUDECOLOMBIA, en la línea de investigación de Historia y Prospectiva de la Universidad Latinoamericana y, en particular, en el campo de género que va desde las educadoras rurales hasta las universitarias, están permitiendo que trabajos como el presentado sobre la historia de la educación de la mujer en Colombia, en el período 1961-2000, nos revelen las dificultades de la mujer en las ciencias matemáticas en Colombia para visibilizar sus investigaciones. Por lo tanto, este estudio permite comprender, en el contexto histórico, lo que ha sido la situación de la mujer en este campo de estudio, así como constituir imaginarios alternativos. A través de las voces de las docentes, los lectores conocerán esta realidad sociocultural que compara el desarrollo de los estudios de matemáticas en tres universidades colombianas, así como la situación relativa a los géneros, tanto académica como social, que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX.
Y, por otra parte, en este trabajo, se analizan además los modelos y planes de estudio de las tres universidades, donde se evidencia que estas educadoras científicas, matemáticas, contrario al imaginario de la época, lograban desarrollos académicos superiores de sus compañeros de clase masculinos y posteriormente, sus resultados investigativos trazaron camino para la generación de mujeres matemáticas en Colombia.
Dra. Diana Elvira Soto Arango
Directora Grupo de Investigación. HISULA-UPTC
Tunja, 15 de marzo de 2020
Agradecimientos
En primer lugar, quiero agradecer a las mujeres entrevistadas en esta investigación. Sin su generosidad y disposición, este trabajo no hubiera sido posible. Espero que sus historias ayuden a disipar el mito de que las mujeres no pueden hacer matemáticas. Así mismo, confío en que sus vivencias y experiencias ayuden a estimular el diálogo que hará que las matemáticas sean aún más inclusivas para las mujeres.
De igual forma, agradezco al Dr. Ignacio Mantilla, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, quien con su gran conocimiento de la historia del Departamento de Matemáticas de la Universidad Nacional de Colombia (UN) me ayudó a aclarar algunos antecedentes históricos de la carrera de Matemáticas de la UN.
También agradezco las precisiones históricas aportadas por el Dr. Jaime Lesmes, profesor jubilado de la Universidad de los Andes, en Bogotá, quien es egresado de la primera cohorte de matemáticos pioneros en Colombia.
Reconozco, además, los aportes y las acertadas orientaciones de la Dra. Diana Elvira Soto Arango, directora de la tesis doctoral que soporta el presente documento.
De la misma manera, agradezco a todo el cuerpo de docentes del programa de Doctorado en Ciencias de la Educación del CADE UPTC Tunja.
También quiero dar las gracias a quienes de manera oportuna proporcionaron información requerida para la primera fase de esta investigación:
Al personal de la Secretaría de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia, por suministrarme una completa base de datos de graduados(as) de los programas de formación matemática (pregrado y posgrado) de esta Universidad; a la profesora Lyda Constanza Mora Mendieta, directora del Departamento de Matemáticas de la Universidad Pedagógica Nacional (vigencia 2014-2017), por suministrarme información de primera mano para el avance en la investigación; al personal de las oficinas de archivo y planeación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, por facilitarme información de sus archivos.
Igualmente, quiero agradecer a mi familia, por su comprensión y apoyo durante la realización de esta investigación; a Alvarito, por su respaldo constante en todos mis proyectos, y a mi hijo Samuel, por soportar mis ausencias prolongadas en esta linda época de su primera infancia.
También quiero expresar mi gratitud a mis amigos y amigas, por ser esa voz de aliento que ayudó a llevar a feliz término esta investigación, y a todos aquellos que de una u otra forma han colaborado en mi crecimiento personal y profesional.
A todos y todas, muchas gracias.
Introducción
En vista del creciente interés en los temas inherentes a la mujer y su lugar en la historia, es particularmente importante que tengamos una declaración más amplia de su gran legado a la ciencia y en especial a las matemáticas. En la presente investigación1 se reflexionó en torno a la educación científica de la mujer, desde una perspectiva de la historia de la educación en un periodo determinado. A partir de las historias de vida, se analizó tanto la formación académica, como la valoración de la producción del trabajo científico de mujeres matemáticas colombianas. Se indagó sobre el tiempo que les tocó vivir, sobre las matemáticas que pudieron conocer y sobre las condiciones personales en las que fructificó su interés científico. Por lo anterior, es relevante, desde la historia de la matemática en Colombia y con la perspectiva de género, establecer las principales contribuciones de estas investigadoras en matemáticas, así como los obstáculos que tuvieron que superar para lograr sus propósitos.
Consideramos que es importante establecer una nueva mirada en los análisis de la producción del trabajo científico que necesita de un alto nivel académico y cultural, además de inteligencia, creatividad, instrucción y decisión. Estos requisitos han provocado que la historia de la ciencia se haya visto reducida a la historia de un grupo especial de individuos, y que para el caso de la historia de las mujeres en la ciencia, y en especial en las matemáticas, sea aún más selectiva2.
La historia de las primeras mujeres científicas conocidas en nuestros días, en la mayoría de casos se caracterizó por ser la hazaña de mujeres privilegiadas, con una situación excepcional, que les permitía instruirse y cultivar sus intereses científicos, a pesar de estar excluidas de las instituciones educativas formales y de las cofradías de reconocido prestigio que eran exclusivas para los hombres de ciencia. Cabe señalar que también existieron casos de otras mujeres que lograron trascender en la historia de la ciencia gracias a sus constantes luchas por ocupar el puesto que ciertas comunidades científicas arbitrariamente les habían querido arrebatar.
Aun cuando hasta hace pocos años no se había popularizado la educación de la mujer, en todas las épocas han sobresalido mujeres: “en ciertas épocas la mujer de ciencia era un fenómeno verdaderamente raro, una curiosidad cultural. En otras, era común que las mujeres se ocuparan de actividades científicas, aunque por lo general no se reconocen sus contribuciones”3. En la Antigüedad, en materia del conocimiento científico y en particular del matemático, se destacan los aportes de Hipatia de Alejandría (370-415), María Agnesi (1718-1799) y Emy Noether (1882-1935), entre otras. Todas ellas eran hijas de matemáticos, crecieron en un ambiente donde las matemáticas eran conocidas y apreciadas y donde su talento erudito fue reconocido, superando así los sistemas patriarcales de las familias y el machismo imperante en la época en que vivieron. En estos casos, podría pensarse que su vínculo familiar o su entorno filial influyeron para que sus nombres brillasen con luz propia y en la actualidad sean tan conocidas por la comunidad matemática mundial.
Sin embargo, en muchas ocasiones el trabajo científico de las mujeres matemáticas, por el simple hecho de haber sido realizado por una mujer, no era considerado de buen nivel, razón por la cual, con el ánimo de ser tenido en cuenta, el trabajo de estas mujeres debía ser atribuido a sus colegas masculinos, obligándolas prácticamente a renunciar a su autoría. En esta línea de investigación localizamos los trabajos de Figueroa et al.: “los problemas de identificación de autor se complicaban por la pérdida del apellido de algunas mujeres al casarse, o por la obligación a que se veían sometidas de utilizar un pseudónimo masculino que garantizase que su trabajo fuese tomado en serio”4.
En América Latina, la idea de la educación científica para las mujeres adquirió relevancia a fines del siglo xvii en la figura de Sor Juana Inés de la Cruz, sin duda, una de las precursoras más importantes de la lucha por la educación científica para las mujeres y máxima figura de las letras mexicanas5.
Aunque las mujeres mencionadas anteriormente abrieron importantes senderos en un territorio hostil, su conquista no se ha completado aún. A pesar del importante avance de la mujer en las últimas décadas, todavía está lejos de ocupar el espacio que le corresponde en las ciencias en general, y en las matemáticas en particular; prueba de ello es que apenas el pasado 13 de agosto de 2014, por primera vez en la historia, una mujer es premiada con la Medalla Fields de Matemáticas6. Esta medalla es considerada como el Premio Nobel de Matemáticas. La Medalla Fields fue instaurada en 1936 y cada cuatro años, durante la celebración del Congreso Internacional de Matemáticas, premia, por sus descubrimientos sobresalientes, a un máximo de cuatro matemáticos menores de 40 años. En esta ocasión la medalla fue otorgada a la matemática iraní Maryam Mirzakhani, de 37 años, y como se mencionó, por primera vez en la historia de las matemáticas este premio es otorgado a una mujer7. La actual presidenta de la Unión Matemática Internacional (IMU) Ingrid Daubechies, ha reconocido que “las mujeres siguen sin estar lo suficientemente presentes en la investigación matemática, por lo que Mirzakhani es un modelo para atraer a más féminas a los primeros puestos”8. El Congreso Internacional de Matemáticas de 2014 pasará a la historia por la coincidencia de dos efemérides relacionadas con las mujeres: la primera mujer presidente de la IMU presidió la ceremonia de entrega de la Medalla Fields a la primera mujer matemática receptora del tan anhelado galardón, considerado el Premio Nobel de Matemáticas y el premio más prestigioso en el campo de las matemáticas.
Otra importante distinción que existe entre la comunidad matemática internacional para suplir la ausencia del Premio Nobel de Matemáticas, es el denominado Premio Abel (en honor al matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829)). Este fue instituido por el gobierno noruego en enero de 2002, y entregado por primera vez en 2003. El prestigioso galardón, a partir de su proclamación premia anualmente los mejores logros científicos en el mundo de la matemática. La primera mujer en recibirlo, el 21 de mayo de 2019, fue la estadounidense Karen Keskulla Uhlenbeck, a sus 76 años de edad9.
En la revisión del estado del tema sobre el impacto de las mujeres matemáticas en la historia de la ciencia, encontramos que se ha estudiado desde diferentes concepciones. En primera instancia, debemos indicar que en esta investigación nos inscribimos en la concepción de género dada por Scott (2008),10 en el sentido de que el género es la organización social de la diferencia sexual. Igualmente, indicamos que el rol de la mujer históricamente está determinado o condicionado por su entorno social y cultural.
Compartimos las premisas de la reconocida filósofa existencialista Simone de Beauvoir11, en cuanto a que para ella ser una mujer no es un hecho natural, es el resultado de una cierta historia. No hay un destino biológico ni Psicológico que defina a una mujer como tal. Ella es el producto de una historia, de una civilización, que en primer lugar ha dado como resultado su estado actual y en segundo lugar, de cada mujer individual, de su historia personal, en particular de su infancia, que la determina como mujer, que crea en ella algo que no es nada innato, o una esencia, algo que se ha denominado “la feminidad”. Ciertamente, desempeña un papel, pero el énfasis puesto en estas diferencias, la importancia que asume, provienen de su contexto social. No debe utilizarse su capacidad de procrear como pretexto de opresión para la mujer.
Al consultar investigaciones relacionadas con esta temática, se hallan varias tendencias historiográficas. En primer lugar, autores como Herion (1997)12 plantean que mostrar ejemplos de mujeres que permitan deshacer los estereotipos prevalecientes, que las mujeres no hacen matemáticas, o que las que la hacen son de un tipo particularmente especial o hasta raro, alentarán a las mujeres a considerar las matemáticas como profesión.
Asimismo, Osen (1974)13, considera que rastrear el impacto que las mujeres han tenido en el desarrollo del pensamiento matemático, perfilar la vida de estas mujeres y explorar el contexto social en el que trabajaban, motivará a otras mujeres a estudiar esta ciencia. Para ello, la autora muestra los aportes de muchas de las mujeres notables, cuyos logros matemáticos son mejor apreciados a través de una comprensión de las sociedades y los problemas que moldearon su vida. Expone en orden cronológico, comenzando con el origen de la matemática en las grandes civilizaciones de la Antigüedad y procediendo a lo largo de las primeras décadas del siglo xx. Además, Osen (1974), nos reitera la facilidad existente para observar que los nombres de estas geniales mujeres son incomparablemente más oscuros que los de sus homólogos masculinos. Este fenómeno, sin duda, ha contribuido a perpetuar el persistente y omnipresente mito de que la matemática en sus diversas formas es un dominio masculino.
Por otro lado, Gallagker y Kaufman (2005)14, estudian las tendencias desde la psicología de las diferencias de sexo hasta el análisis en profundidad de género y cognición, analizando los hallazgos que tienden a establecer la brecha de rendimiento dilucidada en las diferencias de las pruebas estandarizadas de matemáticas que favorecen a los varones. Gallagker y Kaufman, enfatizan en que si nos fijamos únicamente en el rendimiento en las pruebas, podríamos concluir entonces que las mujeres tienen menos capacidad matemática que los hombres, pero el rendimiento de las pruebas no cuenta la historia completa. Del mismo modo, Mendick (2006)15, concentra su investigación en determinar qué tipos de masculinidades se están produciendo en las escuelas, y el impacto que estas tienen en la educación.
En el marco histórico se revisan los orígenes de la educación de la mujer universitaria en el contexto internacional, de Latinoamérica y de Colombia; en nuestro país se consulta la legislación de la educación superior, las voces de las mujeres que vivieron estas disposiciones en el periodo de estudio y se analiza la evolución de las carreras pioneras en formación matemática en Colombia. En el marco demográfico se caracteriza la población estudiada con relación al contexto espacial en el cual la profesión de matemático(a) tuvo origen en nuestro país.
Según lo anteriormente planteado, se observa que la historia de las matemáticas ha sido la de un grupo selecto de individuos que, debido a barreras social y culturalmente impuestas, resulta aún más selectiva para las mujeres. Investigaciones realizadas en este campo muestran que el acceso al conocimiento matemático para las mujeres fue demasiado restrictivo; por ejemplo, en el siglo xviii, a las mujeres les estaba prohibido asistir tanto a los encuentros de la Academia de las Ciencias en París como a los cafés, pues era allí donde los científicos se reunían para discutir los avatares de la ciencia, prohibición que la matemática Emilie de Breteuil, marquesa de Châtelet, desafió participando en dichos eventos disfrazada de hombre16.
Nuestra sociedad no ha sido ajena a la presencia de estas barreras; sin embargo, las diferencias en el rendimiento en áreas como las “ciencias duras” no tienen que ver con cuestiones de capacidad, sino más bien con niveles distintos de motivación y de expectativas. Tradicionalmente, los estereotipos generizados hacen que los profesores de estas áreas, subconscientemente, tiendan a infravalorar a las chicas, lo que lleva a una reducción de sus expectativas y por consiguiente a una baja en su nivel de rendimiento. Es decir, los estereotipos condicionan el rendimiento académico de las mujeres en las áreas científico-técnicas y alimentan su rechazo hacia carreras como matemáticas y física17.
La problemática anteriormente expuesta nos conduce al deseo de revelar el papel de las mujeres en la ciencia, y específicamente en las ciencias matemáticas, mostrando sus voces, sus historias de vida y resaltando su desempeño investigativo en esta ciencia y, a la par, analizando la situación de las científicas en la universidad colombiana: sus logros, tropiezos y aciertos.
Nosotros consideramos que esta historia está incompleta y por lo tanto ha sido escrita parcialmente, dejando vacíos en la forma en que en la misma han participado las mujeres. Desde esta perspectiva, nuestra investigación pretende dar otra visión llenando los vacíos que nos ayudarán a “renovar nuestra visión del pasado de modo que sirva de base para asentar un nuevo proyecto social”18. Destacamos que el proyecto busque reivindicar el papel de la mujer en la historia de las ciencias y sirva de ejemplo de vida para las científicas futuras. Para este propósito acudimos a la historia como herramienta para la construcción del futuro, teniendo en cuenta la misión del historiador de investigar las causas del presente para proyectar el futuro.
Por lo anterior, el objetivo general de esta investigación se centró en analizar los aportes realizados por matemáticas colombianas, en la segunda mitad del siglo xx, en el desarrollo y transformación del conocimiento matemático, para determinar las oportunidades de acceso, desarrollo y permanencia de la mujer frente a la investigación matemática en Colombia y cómo su labor ha influenciado a otras mujeres para dedicarse al estudio de esta ciencia.
Dentro de los objetivos específicos están, en primera instancia, analizar e identificar los procesos históricos que han mediado en el proceso de reconocimiento de la mujer como una investigadora en matemáticas. En segunda instancia se analizan los aportes científicos realizados por matemáticas colombianas y se identifican algunos procesos políticos, sociales y culturales que incidieron en el posicionamiento de la mujer en la comunidad científica en general y como investigadora en ciencias matemáticas en particular.
Una hipótesis que sirvió como hilo conductor durante el trabajo de investigación estuvo centrada en pensar que el ambiente socioeducativo y cultural en el que se desenvolvían las mujeres objeto de estudio, era determinante en su formación, en su desempeño profesional y en la consecución de sus logros.
Esta investigación se enmarcó en estudios de género de corte histórico-social y giró en torno a la pregunta orientadora: ¿Cómo se ha desarrollado la participación de la mujer en investigaciones propias de ciencias matemáticas en tres instituciones de educación superior de Colombia en el período comprendido entre 1961 y 2000? Para este propósito se proyectó una metodología de corte cualitativo, “basada en métodos de generación de datos flexibles y sensibles al contexto social en que se producen”19.
Reconociendo la trascendencia de la historia oral como fuente principal para la reconstrucción del pasado, se seleccionaron tres notables investigadoras matemáticas cuyas historias de vida coadyuvan en la consecución de los objetivos propuestos. Los criterios de selección para su inclusión en la investigación fueron: ser matemática colombiana, poseer producción científica en el área de matemáticas, tener título de doctorado en Matemáticas, desempeñarse profesionalmente en una universidad colombiana y gozar de reconocimiento académico entre sus colegas matemáticos(as).