Eslabones del mundo andino

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Eslabones del mundo andino
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Castaño Pareja, Yoer Javier -

Eslabones del mundo andino: comercio, mercados y circuitos pecuarios en el Nuevo Reino de Granada y la Audiencia de Quito 1580-1715 / Yoer Javier Castaño Pareja. -- Medellín: Editorial EAFIT, 2019

444 p.; 24 cm. -- (Colección Académica)

ISBN 978-958-720-604-3

1. Economía colonial – Colombia. 2. Economía colonial – Ecuador. 3. Colombia – Historia - Colonia, 1550-1810. 4. Ecuador – Historia - Colonia, 1563-1808. 5. Ganadería – Historia – Colombia. 6. Ganadería – Historia – Ecuador. I. Tít. II. Serie

986 cd 23 ed.

C346

Universidad EAFIT – Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas

Eslabones del mundo andino. Comercio, mercados y circuitos pecuarios en el Nuevo Reino de Granada y la Audiencia de Quito. 1580-1715

Primera edición: octubre de 2019

© Yoer Javier Castaño Pareja

© Editorial EAFIT

Carrera 49 No.7 sur - 50

Tel.: 261 95 23, Medellín

http://www.eafit.edu.co/fondoeditorial

Correo electrónico: fonedit@eafit.edu.co

ISBN: 978-958-720-604-3

Coordinación editorial: Carmiña Cadavid Cano

Diseño: Alina Giraldo Yepes

Diagramación: Transparencia Dúo

Imagen de carátula: 1145186234, ©shutterstock.com

Universidad EAFIT | Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad. Decreto Número 759, del 6 de mayo de 1971, de la Presidencia de la República de Colombia. Reconocimiento personería jurídica: Número 75, del 28 de junio de 1960, expedida por la Gobernación de Antioquia. Acreditada institucionalmente por el Ministerio de Educación Nacional hasta el 2026, mediante Resolución 2158, emitida el 13 de febrero de 2018.

Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier propósito, sin la autorización escrita de la editorial.

Editado en Medellín, Colombia

Diseño epub:

Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Contenido

Agradecimientos

Introducción

El ámbito del consumo

Capítulo 1. Las políticas del abasto durante el período colonial y el sistema de aprovisionamiento de las zonas auríferas del primer ciclo de auge de la minería neogranadina

El consumo cárnico en las zonas mineras del Bajo Cauca antioqueño, 1580-1630

El período de la crisis de la minería aurífera: 1630-1680

Capítulo 2. Los sistemas de abasto y el consumo en las ciudades de Quito y Santafé

La ciudad de Quito

El comercio clandestino de ganados en la ciudad de Quito

Las agresivas crisis de mantenimientos de Quito durante la segunda mitad del siglo XVII y su dependencia de la oferta cárnica proveniente del Valle del río Cauca

El funcionamiento del abasto cárnico en la neogranadina ciudad de Santafé

Algunas industrias de transformación de materias primas pecuarias

“Y mucha mortandad por la calamidad del tiempo”

La esfera de la distribución y el intercambio

Capítulo 3. Los agentes operadores de la actividad pecuaria

Los tratantes y diezmeros

La participación del clero en los negocios pecuarios

La intervención de las autoridades coloniales en la venta y el comercio de ganados

Operaciones y mecanismos de pago en el comercio pecuario

Capítulo 4. Las rutas, las distancias y los gastos del comercio pecuario

Las rutas pecuarias que articulaban el Alto Magdalena con Popayán, Pasto y Quito

La ruta desde Timaná a Almaguer y Quito

La vía del comercio clandestino de ganados

La disputa entre Santafé y Quito por la oferta pecuaria del Alto Magdalena

El tráfico de ganados hacia la Dehesa de Bogotá y la ciudad de Santafé

El tránsito de bovinos desde el valle del río Cauca hacia el sur (Popayán, Pasto, Ibarra, Riobamba y Quito) y los distritos mineros de la provincia de Antioquia

El universo de la producción

Capítulo 5. Las zonas de producción pecuaria del Nuevo Reino de Granada

Las áreas de producción pecuaria proveedoras de la ciudad de Santafé

Las áreas productoras de carneros para el abasto de Santafé

La sujeción de los pueblos de la sabana cundiboyacense a los requerimientos santafereños

Producción y comercio de ganados mayores y menores en la hacienda de Susa

La ceba y el engorde de reses forasteras en la Dehesa de Bogotá

Las zonas de producción de Tierra Caliente

Los pastizales del Alto Magdalena

La cría y el comercio de mulas en la jurisdicción de Timaná

Las amenazas de la tribu andaquí sobre la producción y el comercio pecuario del Alto Magdalena

Estancias y mano de obra del Alto Magdalena

La esclavización de los indios tama

Las dehesas del Alto Magdalena dejan de ser las más importantes despensas cárnicas de Santafé, 1730-1750

Capítulo 6. La producción pecuaria en el valle del río Cauca

Estancias y ganaderos en las jurisdicciones de Buga y Cartago

El Hato Real de Roldanillo

El comercio de ganados vallecaucanos en la Audiencia de Quito

El nuevo despegue de la actividad minera neogranadina, 1700-1730

Conclusiones generales

La reorientación y la adaptación de la actividad pecuaria ante la gran crisis de la actividad minera neogranadina (1630-1680)

El oro en polvo como mecanismo facilitador de las transacciones comerciales y elemento integrador de la franja occidental de los Andes septentrionales

 

Un conocimiento más meticuloso del sistema de abasto cárnico de las villas y las ciudades coloniales

La Audiencia de Quito y su dependencia respecto a los ganados vacunos provenientes de los valles del Cauca y Magdalena

La Audiencia de Quito como núcleo articulador interandino

Nexos y rivalidades entre las audiencias de Santafé y Quito

Industrias subsidiarias de la actividad pecuaria y algunos de sus encadenamientos productivos

Los elementos constituyentes de la circulación ganadera

Referencias bibliográficas

Glosario

Anexo 1. Equivalencias de monedas, pesos y medidas

Anexo 2. Marcas de ganado de algunos propietarios de la provincia de Antioquia, s. XVII

Anexo 3. Marcas de ganado de algunos propietarios de Cartago, s. XVII

Anexo 4. Marcas de ganado de algunos propietarios de Popayán, s. XVII

Anexo 5. Marcas de ganado de algunos propietarios de Buga, Cali, Caloto, Neiva, Toro, Anserma, Santafé, la Dehesa de Bogotá y Fusagasugá, s. XVII

Anexo 6. Marcas de ganado de algunos indios, s. XVII

Notas al pie

Índice de tablas

Tabla 1. Precios del ganado en pie y sus productos derivados en las zonas mineras del Bajo Cauca antioqueño

Tabla 2. Algunos ganados remitidos desde la Gobernación de Popayán y el valle del río Cauca hacia la provincia de Antioquia

Tabla 3. Precio de la arroba de carne y de los subproductos pecuarios en las minas de Chisquío

Tabla 4. Precio (en granos) de la arroba de carne, la libra de velas y el quintal de sebo en las carnicerías de Quito

Tabla 5. Carneros y vacunos sacrificados en la Dehesa de Bogotá para el abasto de Santafé, 1669-1670

Tabla 6. Precios de la carne y de la libra de velas en Santafé (en granos)

Tabla 7. Nombres, salarios y raciones de algunos trabajadores de los rastros de Santafé y Zaragoza

Tabla 8. Bovinos provenientes del Alto Magdalena adquiridos por los tratantes Domingo Álvarez de la Bandeira, Francisco Félix Beltrán de Caicedo y don Alonso Ramírez de Oviedo

Tabla 9. Algunas compras de ganados efectuadas por el cura Antonio Ruiz Navarrete (o sus apoderados) a criadores del valle del río Cauca

Tabla 10. Ganado vacuno sacado de contrabando desde el Alto Magdalena hacia Popayán y Quito, 1687-1738

Tabla 11. Número de ganados vacunos en los pueblos del partido de Ubaté (Altiplano Cundiboyacense), 1700-1701

Tabla 12. Ganados remitidos desde el Alto Magdalena e ingresados a la Dehesa de Bogotá para su venta en Santafé (según los protocolos notariales)

Tabla 13. Ganados oriundos de la Tierra Caliente ingresados a la sabana de Bogotá (según los protocolos notariales)

Tabla 14. Precios de las mulas (en patacones) en la jurisdicción de Timaná

Tabla 15. Número de cabezas de ganado existentes en las dehesas del valle del río Cauca en 1721, según cálculos realizados para el cobro de los diezmos

Tabla 16. Algunos ganados remitidos desde las dehesas de los valles de los ríos Cauca y Patía hacia la Audiencia de Quito y otros espacios de la Gobernación de Popayán

Índice de gráficas

Gráfica 1. Producción de oro en Remedios, Cáceres, Zaragoza y Guamocó, 1576-1635

Gráfica 2. Producción aurífera en Anserma, 1606-1638

Gráfica 3. Carneros sacrificados en las carnicerías de Santafé, 1710-1711

Gráfica 4. Novillos sacrificados en las carnicerías de Santafé, 1710-1711

Gráfica 5. Precio (en reales) de los novillos introducidos a la Dehesa de Bogotá durante el siglo XVII para el consumo santafereño

Gráfica 6. Entrada de cueros de carnero y de novillo en la tenería de la Dehesa de Bogotá, 1710

Gráfica 7. Ganados de la provincia de Neiva sacados clandestinamente hacia Popayán y Quito (aproximación con base en juicios criminales)

Gráfica 8. Perfil de la ruta pecuaria Buga-Quito, siglo XVII

Gráfica 9. Algunos criadores de Tierra Caliente (Tocaima e Ibagué) en 1703

Gráficas 10 y 11. Principales criadores de ganado del Alto Magdalena en 1694

Gráfica 12. Vecinos de Toro, Cartago y Buga que habían sacado beneficio del ganado cimarrón existente entre las jurisdicciones de Buga y Cartago, 1616-1617

Gráfica 13. Principales compradores de ganado en el Hato Real de Roldanillo, 1596-1687

Gráfica 14. Oscilaciones del precio de los novillos en el Hato Real de Roldanillo, 1620-1680

Índice de mapas

Mapa 1. Terra Firma et Novum Regnum Granatense et Popayán, 1635

Mapa 2. Lugares destinados a la cría de ganado en el valle de Aburrá, s. XVII

Mapa 3. Núcleos del consumo pecuario y epicentros de la producción ganadera

Mapa 4. Ejidos y zonas de abasto ganadero adyacentes a la ciudad de Quito

Mapa 5. Rutas del tráfico ganadero en los Andes meridionales

Mapa 6. Principales zonas de producción pecuaria del Nuevo Reino de Granada

Mapa 7. Pueblos proveedores de ganado mayor y menor para la ciudad de Santafé

Mapa 8 (detalle). Ganados cimarrones en el occidente neogranadino, s. XVII

Mapa 9 (detalle). Algunas propiedades ganaderas en las jurisdicciones de Buga y Cartago, s. XVII

Siglas


ACCArchivo Central del Cauca, Popayán-Colombia
ACCSFQActas del Cabildo Colonial de San Francisco de Quito
AGIArchivo General de Indias, Sevilla
AGNArchivo General de la Nación, Bogotá-Colombia
AGN-NPNArchivo General de la Nación-Notaría Primera de Neiva
AGN-NPBArchivo General de la Nación-Notaría Primera de Bogotá
AGN-NSBArchivo General de la Nación-Notaría Segunda de Bogotá
AHAArchivo Histórico de Antioquia, Medellín-Colombia
AHAPArchivo Histórico de la Arquidiócesis de Popayán
AHCArchivo Histórico de Cali, Cali-Colombia
AHJMArchivo Histórico Judicial de Medellín, Medellín-Colombia
AHRS-UISArchivo Histórico Regional, adscrito a la Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga-Colombia
AHCAArchivo Histórico de Cartago, Valle del Cauca-Colombia
AHIArchivo Histórico de Ibagué, Ibagué-Colombia
AHIBArchivo Histórico de Ibarra, Ibarra-Ecuador
AHNArchivo Histórico de Neiva, Huila-Colombia
AMHArchivo Metropolitano de Historia, Quito-Ecuador
ANEArchivo Nacional del Ecuador, Quito
ANPNArchivo de la Notaría Primera de Neiva
NPGNotaría Primera de Garzón, Huila-Colombia
LCCQLibro de Cabildos de la Ciudad de Quito
NUCSANotaría Única del Círculo de Santa Fe de Antioquia

Agradecimientos

Para la realización de este libro conté con el apoyo de diversas instituciones e individuos. Su auxilio fue crucial a lo largo de mis estudios de postgrado en México y en el proceso de elaboración de esta investigación. Unos y otros me ayudaron de diversas formas, ya fuera con su aporte económico, con sus comentarios o críticas, con recomendaciones documentales y bibliográficas o con las palabras de aliento que fueron necesarias para superar las situaciones de desasosiego que a menudo me embargaron.

Sin la beca que me otorgó primero la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y posteriormente El Colegio de México, sencillamente no hubiera podido llevar a cabo mi doctorado. Con ambas instituciones estoy infinitamente agradecido. Le reitero mi gratitud a esta última institución (en particular al Centro de Estudios Históricos), pues financió generosamente mis estancias de investigación en diversos centros documentales de Colombia, Ecuador, España y Alemania.

Asimismo, agradezco las continuas sugerencias, acertadas observaciones, datos bibliográficos e información sobre documentos y archivos que me ofreció con desinterés, amabilidad y mucha paciencia mi director de tesis, el doctor Bernd Hausberger. Doy también las gracias a diversos profesores tanto del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México como de otras instituciones de educación superior pues con sus críticas constructivas y recomendaciones me acompañaron en este largo camino. Entre ellos cabe mencionar a los doctores Carlos Marichal, Antonio Ibarra, María Cristina Zuleta, Fernando Ciaramitaro, Carlos Sempat Assadourian, Herbert Klein, Salvador Bernabéu y Stefan Rinke.

 

Igualmente, expreso mi gratitud a los diversos miembros (docentes y estudiantes) del programa Entre Espacios, pues debido a las discusiones y diálogos que se llevaron a cabo tanto en la ciudad de México como en Berlín retomé muchos elementos que me ayudaron no solo a madurar este proyecto sino también a apasionarme mucho más por los estudios globales y transnacionales.

De la misma manera agradezco la buena atención que recibí por parte del personal de los diferentes archivos y bibliotecas que visité para recolectar el material documental de esta investigación: el Archivo General de la Nación, la Biblioteca Nacional de Colombia y la Biblioteca Luis Ángel Arango (Bogotá), el Instituto de Estudios Iberoamericanos (Berlín), el Archivo Central del Cauca (Popayán), el Archivo Nacional del Ecuador y el Archivo Metropolitano de Historia (Quito), el Archivo General de Indias y la Escuela de Estudios Hispanoamericanos (Sevilla-España), la Notaría Primera de Garzón (Huila-Colombia) y los archivos históricos locales de Antioquia, Cali, Ibagué, Cartago, Neiva (en Colombia) y de Ibarra (Ecuador). Sin la ayuda de estas personas esta tarea hubiese resultado aún más engorrosa y complicada.

Además, doy mis agradecimientos a mis buenos amigos Carlos Murgueitio, Henry Carvajal Jaramillo y Luis de Pablo Hammeken, pues en muchas ocasiones me brindaron su auxilio incondicional para iniciar y culminar la aventura intelectual que supuso la realización de esta tesis. Asimismo, manifiesto mi gratitud a mis amigos John Freddy Ríos y Ricardo Garcés por la calurosa hospitalidad que me brindaron en Quito y Berlín, respectivamente. Finalmente, agradezco el amor ilimitado y la confianza en mis talentos que siempre han manifestado los miembros de mi familia, en especial mi querida madre Beatriz Pareja Arenas.

Introducción

Presentación

Esta es una investigación que se concentra en un ámbito de la historia económica diferente a los grandes flujos de minerales preciosos americanos en el comercio internacional durante el período colonial temprano. Tampoco aborda el tráfico trasatlántico o transpacífico de bienes de consumo o elementos suntuarios durante los siglos XVI y XVII. En otros términos, las vinculaciones económicas externas no son los protagonistas de este texto. Antes bien, en este escrito se examinan aquellos elementos que propiciaron el desarrollo interior de estrechos lazos y eslabonamientos materiales en los Andes septentrionales, como lo fue la circulación de ganado y sus materias primas derivadas. A la luz de los trabajos en su momento pioneros de Carlos Sempat Assadourian1, Juan Carlos Garavaglia2, Marcello Carmagnani3 y Enrique Tandeter4, esta investigación se orienta hacia el análisis de la integración comercial que se dio entre diversos espacios internos del continente americano durante el período colonial; por ende, intenta revelar las relaciones que se establecieron y operaron dentro de una porción del enorme territorio colonial que de ninguna manera era para entonces un bloque cerrado y homogéneo concentrado en actividades autárquicas o de simple autosubsistencia.

Al igual que los autores mencionados, para lograr este objetivo no se recurre al uso anacrónico de espacios económicos limitados por las actuales fronteras nacionales, pues estas son camisas de fuerza que limitan el análisis histórico y la comprensión de las dinámicas materiales de aquellas sociedades premodernas. Pero a diferencia de las obras de estos investigadores, que se concentraron sobre todo en estudiar las dinámicas mercantiles, las lógicas de la circulación y los efectos económicos que se generaron a partir de polos o ejes como lo fueron Lima, Potosí y otros centros mineros de Alto Perú (alrededor de los cuales gravitaba la producción agrícola y pecuaria de zonas como Tucumán, Chile, Paraguay, el sur de Brasil y el Río de la Plata), mi escrito pretende dilucidar las dinámicas de un vigoroso intercambio económico propiciado por el tráfico de una mercancía de inestimable valor durante el período colonial (ya que proveía alimento, fuerza motriz y materia prima) como lo era el ganado (mayor y menor) y sus productos derivados en un área relativamente periférica y marginal para los intereses de la metrópoli, como lo fue la parte septentrional de la cordillera de los Andes, esto es, en el espacio que se conocía como las audiencias de Santafé y Quito.

Sus sectores económicos dominantes eran el oro en la primera y los tejidos en la segunda. La demanda pecuaria se efectuaba en los núcleos mineros auríferos, en las capitales de ambas jurisdicciones administrativas y en otros centros urbanos de menor escala a donde eran atraídos los vacunos para ser posteriormente distribuidos hacia otros confines. Estos eran los tres ejes articuladores que ejercían encadenamientos directos o indirectos sobre diversas áreas geográficas, en especial sobre las vastas zonas ganaderas que emergieron entre sus valles interandinos. Así que en esa parte de Sudamérica también emergió un espacio económico integrado y ligado por la reciprocidad mercantil.

El espacio/Las regiones

Este comercio interno de ganado preponderantemente bovino vinculaba diversas provincias de lo que hoy se conoce como las repúblicas de Colombia y Ecuador. Este vasto espacio geográfico estaba caracterizado por su heterogeneidad paisajística y diversidad de nichos ecológicos, ya que el sistema andino presenta a lo largo de su perfil altitudinal (en sentido de orientación transversal y sucesión escaleriforme) una serie de pisos térmicos o microclimas distribuidos en escala correspondientes a los cambios de altura (que oscilan desde el abrazador calor de la costa hasta el entumecedor frío de los páramos) que determinan que la temperatura, la humedad, la pluviosidad, el clima, la flora, la fauna y otros factores bióticos y abióticos se trasformen a medida que se avanza o se retrocede verticalmente en la cordillera.5 De modo entonces que la existencia de estos microclimas favoreció la emergencia de economías especializadas superpuestas y con una vigorosa vinculación simbiótica; es decir, posibilitaron una distribución regional de las actividades productivas.6 A la par, en su parte septentrional aquella cadena montañosa se divide en tres grandes ramales, en cuya extensión se encuentran algunos valles intramontanos (unos moderadamente cálidos, otros templados) por donde discurrían libremente (generando ciénagas y meandros) varias fuentes hídricas que con sus desbordamientos cíclicos suministraban fértiles sedimentos a las tierras aledañas. La fecundidad de estos terrenos, las famosas propiedades alimenticias de sus pastos, la abundancia de ojos de sal fueron componentes geomorfológicos que posibilitaron la temprana introducción de la actividad pecuaria en estos suelos, especialmente en las llanuras que aparecen como protagonistas a lo largo de este escrito. Además, la escasez de mano de obra indígena de estas zonas (diezmada a lo largo de varias décadas por las enfermedades, la guerra sistemática, el trabajo forzado en los placeres auríferos y la huida masiva hacia zonas selváticas inaccesibles) dejó disponibles miles de hectáreas que fueron acondicionadas para la producción de los rumiantes de origen ibérico que se demandaban tanto en los itinerantes distritos mineros de las zonas bajas y cálidas como en los grandes centros de población asentados en los fríos altiplanos. La ganadería introducida en estos grandes valles transversales (pobres en mano de obra y minerales) les permitió a sus ocupantes vincularse directa e indirectamente con varios circuitos económicos interandinos y liberarse de las cadenas del aislamiento.

Mapa 1. Terra Firma et Novum Regnum Granatense et Popayán, 1635


Fuente: Blaew, Guillermo Janszoon, “Terra Firma et Novum Regnum Granatense et Popayán, 1635”, en: Atlas de Colombia, Bogotá, Instituto Geográfico Agustín Codazzi, 1977.

Ahora bien, desde el punto de vista de las divisiones políticas de aquel entonces, la presente investigación se circunscribe a los bloques central, suroriental y suroccidental del Nuevo Reino de Granada y al altiplano norcentral de la Audiencia de Quito. Para finales del siglo XVI, diversos cronistas y cosmógrafos señalaban al Nuevo Reino de Granada como una entidad territorial que integraba todo aquello que había en el distrito de la Audiencia de Santafé (establecida en 1549) y las gobernaciones de Santa Marta, Cartagena y Popayán (que hasta 1580 incluyó a la provincia de Antioquia) y la provincia de San Juan de los Llanos. Por aquel entonces, el Nuevo Reino de Granada también incluía bajo su distrito a las ciudades de San Cristóbal y Mérida, con sus respectivas jurisdicciones.7 Con el advenimiento de la dinastía borbónica y sus intentos por fortalecer el Estado y ampliar su alcance, fue erigido definitivamente el virreinato del Nuevo Reino de Granada en 1738. Bajo el gobierno de esta nueva unidad administrativa (cuya capital era Santafé de Bogotá) estaban comprendidos los territorios de lo que hoy se conoce como Colombia, Ecuador, Panamá, Venezuela y las islas de Trinidad y Margarita, sobre los cuales, valga decirlo, se ejercía un poder muy poco efectivo. Debido a esto, en 1777, las zonas costeras de Venezuela fueron separadas del virreinato y puestas bajo la jurisdicción de la Capitanía General de Caracas.

Por su parte, la Audiencia de Quito (que a lo largo de nuestro período de estudio estaba integrada al virreinato del Perú) fue establecida en 1563 y abarcaba tres grandes componentes macrogeográficos del oeste del continente sudamericano: la costa pacífica o llanuras del litoral, la sierra andina y el oriente amazónico. Comprendía los territorios de Jaén, Valladolid, Loja, Zamora, Cuenca, La Zarza, Guayaquil, La Canela y Quixos.8 Junto con la aludida Audiencia de Santafé también ejerció jurisdicción sobre la extensa gobernación de Popayán, un territorio que, al igual que un eslabón, vinculaba estos dos centros de poder y sus respectivos espacios jurisdiccionales. Era, pues, según Jean Paul Deler, “una zona de transición entre el núcleo histórico de Quito propiamente dicho y el del Nuevo Reino de Granada”.9 Así que la aludida gobernación de Popayán (con una evolución demográfica divergente frente al espacio quiteño meridional) tenía una característica especial: una parte de ella estaba bajo la autoridad de la Audiencia de Santafé, mientras que la otra era parte de la de Quito. Así, pues, administrativamente dependía simultáneamente de ambos epicentros políticos. De este modo, ciudades como Pasto, Popayán, Cali, Buga, la villa de Chapanchica y el pueblo de Guachicono estaban integradas al gobierno de esta última audiencia. En términos generales, la gobernación de Popayán se extendía desde los inciertos límites con la provincia de Antioquia (al norte) hasta los términos del pueblo de Otavalo (al sur). Hacia el oriente (allende la cordillera central de los Andes neogranadinos) abarcaba el valle de Neiva y una extensa área de la cuenca superior del río Magdalena, y hacia el occidente (más allá del ramal occidental de los Andes neogranadinos) incluía la tierras bajas del actual pacífico colombiano y la porción meridional de las indómitas tierras del Chocó (que fue segregada de la gobernación de Popayán en 1726), cuyas condiciones geográficas la convertían en una zona aislada, de difícil control administrativo, donde el contrabando de oro y esclavos constituía una actividad cotidiana.

De hecho, durante los siglos XVI y XVII la mayor parte del occidente colombiano, una enorme extensión de la cuenca del rio Cauca y la parte superior del valle del río Magdalena estuvieron bajo el gobierno de Popayán. En palabras de Marta Herrera Ángel, entre otras características de esta provincia durante el período colonial estaban la vastedad de su territorio, su variedad geográfica y sociorracial, la relativa inestabilidad de sus límites jurisdiccionales y la falta de correspondencia entre estos últimos y los definidos para efectos de su administración religiosa.10 En el aspecto eclesiástico, la provincia estaba igualmente dividida en dos partes: el obispado de Popayán, que no cubría, por lo demás, toda la provincia, estaba supeditado al arzobispado de Bogotá, mientras que la región de Pasto dependía del obispado de Quito, que estaba subordinado al arzobispado de Lima. Era pues usual en este ámbito tanto el ajuste imperfecto de las diferentes divisiones territoriales como la superposición de circunscripciones.11

El modelo

Ahora bien, en aquel entorno de los Andes septentrionales la producción económica dominante que decidía el rango y la importancia de todas las otras producciones regionales era la del oro, el cual llegó a constituirse como la principal mercancía de exportación para el Nuevo Reino de Granada y como el más relevante elemento económico que lo vinculaba con la metrópoli; era este el sector productivo que más ingresos le generaba a la Corona en ese territorio periférico del orbe indiano. Además, no hay que olvidar que el descubrimiento y explotación de este mineral estimulaban el comercio y el asentamiento permanente. Ello a pesar de los largos períodos de crisis y depresión que padeció durante esos años tal actividad extractiva, en particular durante gran parte del siglo XVII, como consecuencia de las atrasadas técnicas de explotación, el agotamiento del material aurífero superficial y la escasez generalizada de mano de obra que se desencadenó no solamente con la reducción paulatina de la fuerza de trabajo indígena, sino también con el descenso de la trata e importación de esclavos que advino con la separación de Portugal de la Corona castellana. Según John Tepaske, el Nuevo Reino de Granada proveía por lo menos el 50% del oro producido en Hispanoamérica. El 94% de la producción minera neogranadina estaba representado por aquel dorado mineral y solo un 6% por la plata extraída en el área de Mariquita.12

También el oro fue el principal generador de impuestos y gabelas para la Real Hacienda durante esas centurias en el espacio neogranadino a pesar del alto índice de contrabando, la salida ilegal hacia naciones enemigas de la corona castellana, los fraudes cometidos por algunos funcionarios de la Real Hacienda y la producción de oro en polvo (tan apreciado por todo tipo de mercaderes) que eludía la amonedación y acuñación en las cajas reales, y por ende, no pagaba el quinto real. Y aunque el oro amonedado y acuñado tendía a ser vehículo del intercambio únicamente en las más altas esferas del comercio y solo estaba a disposición de unos pocos y privilegiados agentes económicos, era utilizado como un instrumento de la medida de valor incluso en aquellas transacciones en las cuales no se hacía uso del dinero, lo que era recurrente en una economía preindustrial caracterizada no solamente por carecer de completa libertad y autorregulación (dada la injerencia de diversos agentes extraeconómicos), sino también por la coexistencia y superposición de la economía natural con la monetaria.13