El Códice mendocino: nuevas perspectivas

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En sus medianiles, el folio i, lengüeta (b) y el folio ii (pero no la lengüeta (a) o la lengüeta (c) llevan agujeros que no parecen coincidir con la costura del siglo XVII y probablemente son anteriores a la misma. La evidencia es confusa, pero esto pudo haber sido causado por el daño anterior y por una estructura de costura anterior. Un daño similar pero menos grave aparece en la hoja en blanco equivalente ubicada luego del final del Códice mendocino (folio 72) que, por lo tanto, se podría suponer que pertenece a este grupo anterior de guardas.

Gráfico 4. Guarda frontal antes de la reencuadernación del siglo XVII, reconstrucción hipotética.


Estructura original del Cuadernillo I, reconstrucciones alternativas

El folio 9 nunca pudo haber estado unido con el folio 2 o con el folio 10, ya que las tres hojas llevan marcas de agua, y las direcciones de la trama y de los lados del fieltro no encajan. Estos tipos de evidencia probarían que el folio 1 pudo haber estado unido ya sea con el folio 2 o con el folio 10.

Gráficos 5-6. Estructura original del Cuadernillo I, reconstrucciones alternativas.


Conclusión

La Reconstrucción B es la solución más económica. En ella se asume que se tomó una decisión tardía de rehacer la segunda hoja original con una hoja de papel Peregrino que lleva una marca de agua ligeramente diferente. El presente folio 2, con el frontispicio, es la única hoja que rompe el patrón regular de los lados del molde/fieltro. La alteración significó que se tuvieron que hacer arreglos especiales para mantener el folio 9 en su lugar después de la pérdida de su compañero.

En la Reconstrucción A, la regularidad del cuadernillo fue interrumpida desde el principio por razones no explicadas. Los folios 1-2 formaron un par separado de hojas (tal vez un bifolio conjunto) y los folios 9-10 eran únicos y nunca pudieron haber estado unidos. Un factor a favor de esta versión es que la textura del folio 1, un poco tosca y gruesa, parece coincidir con la del folio 2 mejor que con la del folio 10; pero el efecto podría haber sido causado por el desgaste adicional de las dos primeras hojas.

Gráfico 7. Cuadernillo II


Gráfico 8. Cuadernillo III


Gráfico 9. Cuadernillo IV


Gráfico 10. Cuadernillo V


Nota sobre el Cuadernillo V: la secuencia de los lados del papel de molde/fieltro se rompe en el bifolio 43/48, donde las dos hojas se pliegan a la inversa de lo normal. Sin embargo, dado que no hay ninguna señal de alteración textual entre los folios 42v y 43r, 43v y 44r, 47v y 48r, 48v y 49r, probablemente esta inversión sucedió por accidente cuando se conformó el cuadernillo en blanco antes de su uso.

Cuadernillo VI

Además de las reparaciones de los bordes, este cuadernillo no fue alterado durante las reparaciones de 1986. Cada hoja está alineada en el medianil con una lengüeta de un papel similar al que se utilizó para las lengüetas (a), (c) y (d) en las guardas frontales y el Cuadernillo I, que data quizás de la reencuadernación del siglo XVII. Todas las lengüetas en esta sección están todavía firmemente pegadas y es imposible saber cómo aquellas adjuntas a los folios 51, 52 y 54 se conectan y se montan en la estructura de costura.

El folio 55 se extravió hace tiempo entre los folios 52 y 53 (Cooper Clark toma nota de la alteración, vol. I, página 85 n. º 1, pero restaura artificialmente el folio 55 a su posición correcta en su facsímil, vol. III; se siguió la misma política en el facsímil de 1992). Los folios 55 + 53 están unidos artificialmente por un doblez del papel para reparación del siglo XVII (?), para formar el bifolio central del cuadernillo arreglado con un hilo en el medianil.

En la foliación de tinta del siglo XVII en los recto de los folios 55, 53 y 54 cada segundo dígito ha sido alterado. Bajo el Comparador de Video Espectral es evidente que el actual “53” es un “54” alterado, pero las primeras lecturas de los otros dos números no son claras. Como se señaló en “Foliación”, los verso en esta área del manuscrito (como ocurre en otras partes) están numerados con el número de folio de la página anterior, probablemente para demostrar que la doble página debía ser leída como una unidad con el texto enfrentando las imágenes. Las foliaciones de verso en esta sección están correctamente ingresadas según el contenido textual, con el “53” (a 52v), nada (55v), “54” (53v) y “55” (54v). Todos los números de folio, tanto recto (original y correcciones) como verso, parecen ser de la misma mano del siglo XVII. La evidencia de la foliación es difícil de evaluar, pero las alteraciones confirman al menos alguna alteración en el orden ya presente en el momento de la foliación del siglo XVII.

Gráfico 11. Cuadernillo VI, evidencia visible


La secuencia anterior (a diferencia de la del Gráfico 12) de hecho se ajusta al orden sugerido por la foliación original, tal como se indicó anteriormente entre corchetes. En teoría, la foliación en este orden pudo haber tenido lugar antes o después de que las hojas se desordenaran. Sin embargo, la explicación más natural sería que el foliador numeró inicialmente las hojas de los recto tal como las encontró, es decir, ya desordenadas. A continuación, después de darse cuenta del desorden, corrigió los números de los tres recto y añadió los equivalentes correctos en los verso pertinentes, aunque el folio 55, que estaba fuera de lugar, permaneció entre el 52 y el 53, donde se encuentra hasta el día de hoy.

Cuadernillo VI, reconstrucción hipotética del orden de Purchas (1625 o anterior)

La secuencia de grabados en madera del Códice mendocino en Purchas his Pilgrimes, parte 3 (Londres 1625, signatura de la Bodleiana Lister E 55), páginas 1100-1101, muestra las imágenes derivadas (de manera incompleta) de estas páginas en el orden siguiente: (p. 1100) Mendocino folios 52r, 53r y (p. 1101) folios 55r, 54r, dando por resultado la reconstrucción en el siguiente gráfico. En la traducción al inglés, el texto se adapta a las imágenes, un orden que no se podría haber logrado sin un silencioso reordenamiento editorial.

Gráfico 12. Cuadernillo VI [cont.]


Por desgracia, las relaciones cronológicas de la edición de Purchas, las tiras de papel de reparación, la foliación en tinta del siglo XVII y la encuadernación del siglo XVII no son claras. El gráfico 12 anterior puede poner demasiado peso en el orden de Purchas, que toma solo los elementos selectos de cada imagen. Sin embargo, el resto de sus grabados en madera están en el orden correcto. Su evidencia parece al menos suficiente para confirmar que el orden del Cuadernillo VI ya estaba alterado al momento de la preparación de los materiales para la edición de 1625, es decir, en 1625 a más tardar. Si el Gráfico 12 refleja genuinamente el orden físico de las hojas en la época de Purchas, debería ser suficiente para fechar tanto la encuadernación del siglo XVII como la foliación en una época posterior.

Puesto que (aparte de cualquier reintegración artificial) las cinco hojas supervivientes del cuadernillo son únicas, habiendo perdido desde hace mucho tiempo sus hojas unidas, su orden al estar sueltas puede no haber sido obvio. Las posiciones de los folios 55 y 54 podrían originalmente haber sido invertidas por alguien que no se dio cuenta de que cada página de texto debía ser leída con sus imágenes enfrente. La presencia del título del cierre de la segunda sección al final del texto en el folio 54v, en lugar de estar después de sus imágenes en el folio 55r, podría haber sido suficiente para causar la inversión de las dos hojas.

Posteriormente, si en la época de Purchas los folios 55 + 53 ya estaban unidos artificialmente en un bifolio en el centro de un cuadernillo, su posterior inversión sería solo un pequeño paso, empujando al folio 55 un paso más hacia atrás, hasta su posición actual, tal como indica el gráfico 11.

Estructura original del Cuadernillo VI, reconstrucción hipotética

Gráfico 13. Cuadernillo VII


El cambio de la sección 2 a la sección 3 del texto del Códice mendocino coincide con el cambio del cuadernillo VI al cuadernillo VII (aparentemente se consiguió deliberadamente por la eliminación original de las últimas cinco hojas del VI después del folio 55) y con un cambio de papel Peregrino a papel Cruz. La estructura del cuadernillo VII podría aceptarse como bastante regular si no fuera por los rastros de evidencia entre los folios 64-65: el hilo suelto en la parte superior y los fragmentos de la lengüeta hacia abajo en el medianil. La aparición de una (aunque no ambas) de las firmas del cuadernillo estándar en el folio 66 implica que el folio 65 sigue perteneciendo al cuadernillo VII. Al menos dos reconstrucciones son posibles:

 

Cuadernillo VII, reconstrucción A

Esta reconstrucción acepta que la estructura de los folios 56-65 es un cuadernillo regular de diez hojas, pero no explica la lengüeta entre el 64 y el 65, excepto a través de algún efecto no especificado de las alteraciones posteriores.

Gráfico 14. Cuadernillo VII, reconstrucción A


Cuadernillo VII, reconstrucción B

En el supuesto de que no existan alteraciones textuales entre los folios 64 y 65, esta reconstrucción asume una estructura regular similar a la de bifolios en un cuadernillo de diez hojas, excepto que el compañero de conjunto original del folio 56 fue eliminado después del folio 64 y que el folio 65 actual fue un reemplazo inmediato.

Gráfico 15. Cuadernillo VII, reconstrucción B


Cuadernillo VIII, estado después de las reparaciones de 1986, solamente evidencia visible

Para 1986, se habían separado la última hoja del Códice mendocino (71) y la siguiente hoja en blanco (72). En las reparaciones de 1986, estas fueron usadas para formar un bifolio artificial con tejido de reparación y cosidas al cuerpo principal (el hilo estaba rodeado por un pliegue de tejido adicional independiente). Esto hizo necesario empujar el folio 72 hacia afuera, haciendo que sus antiguos agujeros de costura y su lengüeta estuvieran claramente visibles. Se liberó la lengüeta en el medianil del folio 68r (pero se la dejó en su lugar), y se reparó la superficie subyacente con tejido.

Gráfico 16. Cuadernillo VIII


Cuadernillo VIII, presunto estado anterior después de la reencuadernación del siglo XVII

Al igual que en el Cuadernillo VI, la estructura del siglo XVII era artificial. Cada hoja excepto el folio 70 (¿y 72?) fue alineada en el medianil con una lengüeta del papel de reparación ya mencionado. La lengüeta en el folio 71v es visible, tanto en el facsímil Cooper Clark de 1938 y (aunque tal vez ya estaba modificada ligeramente en su forma) en la diapositiva hecha en 1985 para el facsímil de 1992; fue eliminada en 1986 y reemplazada con un tejido más ligero. La lengüeta en el folio 68r fue liberada en 1986, pero las demás todavía están pegadas. Al igual que los folios 55 + 53, los folios 67 + 68 están unidos artificialmente por un doblez del papel de reparación antiguo, para formar el bifolio central del cuadernillo arreglado con hilo en el medianil; pero ahora es imposible decir con exactitud cómo están unidas las lengüetas de los folios 66v, 69r y 71v para encajar en la estructura artificial. No hay ninguna señal de una lengüeta antigua a cada lado del folio 70, pero su recto está pegado al medianil en el folio 69v.

La hoja en blanco, folio 72, tiene antiguos agujeros para coser que muestran un tipo y ubicación similar a aquellos de los folios i-ii, que difieren de las posiciones de la encuadernación del siglo XVII. A pesar de que lleva una marca de agua diferente, el folio 72 probablemente data de la misma época que los folios i-ii y cumplió la misma función, como una hoja de guarda al final del Códice mendocino (que ahora sirve como un espacio en blanco que separa el Códice mendocino de la segunda parte del volumen). Originalmente, estaba colocada más profundamente en la costura, con una lengüeta bastante amplia que, tal vez, estaba plegada alrededor o dentro del Cuadernillo VIII; el área de su antiguo pliegue contiene trazas de decoloración que podrían indicar que en algún momento estuvo alineada en la parte externa con un pliegue de papel de reparación, aunque ahora no queda nada de esto.

Gráfico 17. Cuadernillo VIII [cont.]


Llama la atención que la firma del cuadernillo del siglo XVII, propiamente “8” en la secuencia, no es visible en la parte superior derecha del folio 66r (hay un posible borrado en lo que sería el mismo lugar, pero la luz ultravioleta no muestra nada). Su ausencia —o posterior borrado, si alguna vez estuvo presente— podría implicar que en ese sistema estas hojas finales fueron consideradas como parte del cuadernillo anterior (Cuadernillo VII). De ser así, esto podría sugerir que el encuadernador del siglo XVII se las habría ingeniado para poner estas hojas juntas, a fin de elaborar un cuadernillo grande con los folios 56-65 + 66-71 + ¿72? Dada la artificialidad de tal estructura (no se intentó un gráfico), esto podría ser posible incluso con dos conjuntos de hilos, tal como se muestra ahora entre los folios 60-61 y 67-68. Sin embargo, es peligroso confiar demasiado en evidencia negativa de una firma de cuadernillo faltante.

Estructura original del Cuadernillo VIII, reconstrucción hipotética

La dirección de los lados de molde y fieltro muestra que ninguna de las cinco hojas desde la 66 a la 70 podrían haber estado unidas unas con otras, y sugiere que el cuadernillo VIII se parecía a los cuadernillos anteriores en su estructura original (es decir, originalmente pudo ser un cuadernillo de diez hojas, con los folios 66-70 como primeras cinco hojas, todas con sus recto como lados de “molde”). El sistema anterior de firmas de cuadernillo muestra el signo en forma de “7” como de costumbre, en el centro superior del folio 66r (esta vez sin la posterior firma del cuadernillo, tal como se explicó anteriormente). La última hoja original, folio 71 (lado “molde” en verso), vuelve a introducir una marca de agua de Peregrino (patrón D), pero en otra subvariedad. La única hoja con la que es absolutamente probable que la 71 haya estado unida es el folio 70, aunque hay algunas diferencias en la textura (tal vez debido a los daños posteriores).

Gráfico 18. Estructura original del Cuadernillo VIII, reconstrucción hipotética


Parte 2 (folios 73-85)

Tablas monetarias y guardas inferiores

Las tablas ilustran el valor comparativo de los patrones monetarios romanos y griegos contra sus equivalentes ingleses y franceses de finales del siglo XVI. Los títulos están en inglés, y en la primera tabla se menciona plata inglesa de 1563 (folios 73v-74r).

Cada una de las nueve tablas fue escrita en una hoja grande individual (las seis primeras están numeradas del 1 al 6 en tinta antigua en la esquina inferior derecha). Las tablas fueron dobladas y pegadas juntas, como se muestra abajo, para formar un folleto tosco dentro de un pliegue estrecho del pergamino. Una nota sobre las tablas, en un bifolio más pequeño (folios 83-84, sin marca de agua), se mantuvo con ellas: John Greaves pregunta si, en vista de sus errores, las tablas eran realmente las de Sir Thomas Smith elogiadas en Elizabeth de Camden.

Gráfico 19. Tablas monetarias y guardas inferiores


Códice mendocino: Resumen de reconstrucción de la historia de encuadernación

Primera etapa (década de 1540-¿1560?)

Jerónimo López informó haber visto un volumen “con tapas de pergamino”, de forma similar y tal vez identificable con el Códice mendocino, en el hogar del maestro-pintor indígena Francisco Gualpuyogualcal, hacia 1541 (Nicholson 1992, 1:1-2). Sin embargo, la identificación de ese libro con el Códice mendocino está en discusión. El propio códice no ofrece ninguna evidencia física de la existencia de una encuadernación en, más o menos, las primeras tres décadas de su existencia (antes e inmediatamente después de su travesía desde México a Francia), pero en cambio puede llegar a contener algunas pistas positivas para su supervivencia en un estado de desencuadernación.

Las alteraciones en la estructura de compaginación —el reemplazo aparente de la “portada” en el folio 2 y las cancelaciones de las hojas en los finales de los Cuadernillos VI (después del final de la sección 2 en el folio 55) y VIII (después del final de la sección 3 folio 71)— pueden ser explicadas como parte integral de la creación del libro y no necesariamente implican accidentes o pérdidas posteriores. Sin embargo, otra pista sobre el estado inicial del manuscrito puede hallarse en los toscos pliegues que todavía son visibles, especialmente en las dos primeras secciones, aunque podrían estar presentes desde el principio hasta el final (hasta el folio 71). Estos indican que en algún momento de su historia las hojas del Códice mendocino fueron toscamente dobladas dos veces, quizá primero verticalmente y después horizontalmente, a un cuarto de su tamaño. El carácter y las ubicaciones similares de los pliegues parecen indicar que el manuscrito fue plegado todo junto, o al menos un par de cuadernillos a la vez. Dicho plegado solo pudo haber sido posible si el manuscrito hubiera estado o bien desencuadernado o, a lo sumo, cubierto solamente con una capa de pergamino blando.

La examinación con lupa de los pliegues indica que se realizaron después de la pintura y la escritura: no hay signos de alteraciones en el flujo de tinta o de pintura que hubieran sido inevitables si el pincel o la pluma se hubieran aplicado sobre pliegues ya presentes en la hoja en blanco. Del mismo modo, no parece haber pliegues equivalentes en las guardas frontales (contraguarda y folios i-ii): estas muestran pliegues verticales que, sin embargo, no coinciden con los del bloque de texto principal, y sus ligeros toques de hendiduras horizontales parecen producto de una sedimentación suave contra el bloque de texto, en lugar de los efectos directos del plegado. La hoja de guarda temprana al final (folio 72) muestra aun menos signos de plegado, excepto quizás marcas de “simpatía” muy ligeras. Estas observaciones indican que el bloque de texto había sido doblado antes de que estas hojas finales fueran colocadas.

La evidencia de los pliegues puede ser considerada junto con la observación adicional de que las páginas fuera del bloque de texto del Códice mendocino, los folios 1r y 71v, son más marrones que las páginas interiores del manuscrito. Dicha decoloración se explica, naturalmente, debido a la ausencia de una cubierta o de cualquier otro tipo de hojas finales por un periodo considerable, es decir, sin ni siquiera una cubierta de pergamino blanda. Por lo tanto, en conclusión, parecería que el Códice mendocino sobrevivió desencuadernado durante un periodo de su historia temprana, y durante ese tiempo fue doblado bruscamente dos veces para formar un paquete pequeño. ¿Tal vez durante una incursión pirata?

Segunda etapa: Francia, entre 1553 (¿después de 1568?) y 1587

Durante la época en que el manuscrito estuvo en manos de André Thevet (entre 1553 y 1587), fue o bien encuadernado por primera vez o reencuadernado, con nuevas guardas de papel probablemente francés en ambos extremos (contraguarda superior, folios i-ii, 72). Los paralelismos entre la marca de agua principal de las hojas finales (patrón G) y las marcas de agua francesas de la década de 1570, junto con el aparente retraso de la firma de Thevet en la que ahora es la contraguarda superior, pueden indicar que lo reencuadernó más bien hacia el final del periodo en que lo tuvo en sus manos, tal vez después de 1568/1569, cuando asumió el título de Cosmographe du Roi. La fecha de 1571, inscrita en escritura en espejo en la última página del Códice mendocino (folio 71v), también puede ser relevante, aunque el resto de la misma está demasiado tachada para ser legible. Esta encuadernación debe haber sido fechada antes de la travesía a Inglaterra en 1587, ya que la inscripción que llevaba esa fecha está escrita en el folio ii verso. El primer sistema de firmas en el cuadernillo en forma de “7” probablemente pertenece a la época en que se realizó esta encuadernación.

Tercera etapa: Inglaterra, siglo XVII, entre c. 1655 y 1665

 

La encuadernación actual de pergamino sobre cartón evidentemente constituye una segunda (o tercera) encuadernación, realizada en Inglaterra en el siglo XVII, tal como lo indican las marcas de agua de la parte baja de las guardas. Esta incorpora el manuscrito en inglés sobre las tablas monetarias, que constituye la parte 2 (folios 73- 84). Las tablas no muestran el nombre del autor, pero se supone una atribución (que también se disputa) a Sir Thomas Smith (1513-1577) en la nota, adjunta al folio 83r, realizada por John Greaves (1602-1652), matemático de Oxford, y que también aparece en las primeras entradas de catálogo (véase más abajo). Las tablas sin duda tratan sobre el mismo tema y muestran el mismo carácter que las “Tablas Monetarias” de Sir Thomas Smith —publicadas en un apéndice de su vida por John Strype (1820, 263–73)— pero no son idénticas y están elaboradas en forma más pormenorizada, con citas clásicas que no aparecen en la versión impresa de Strype. Las marcas de agua y la escritura de la parte 2 sugieren que podría datar de principios del siglo XVII, un poco más tarde de la época de Sir Thomas Smith.

El orden alterado de las hojas en el Cuadernillo VI del Códice mendocino, en comparación con el orden de las imágenes reproducidas en la edición de Purchas de 1625, puede en sí mismo indicar que la reencuadernación se llevó a cabo después del estudio del manuscrito por parte de Purchas. Es casi seguro que la segunda serie de firmas del cuadernillo y la secuencia de foliación pertenecen a este periodo de reencuadernación, al igual que probablemente la mayoría o todas las guardas de reparación de papel grueso (lengüetas (a)-(d), etc.).

El volumen en sí, no parece contener ninguna prueba directa que permita una datación más ajustada de la encuadernación actual; la fecha de las marcas de agua de las guardas inferiores no es concluyente. Las posibilidades parecen ser (a) que la encuadernación fue realizada entre c. 1625 y 1654, muy probablemente por John Selden (fallecido el 30 de noviembre de 1654), o posiblemente, ya que su fecha de adquisición es incierta, por un propietario inmediatamente anterior; o (b) que el manuscrito fue encuadernado después de la muerte de Selden, tal vez poco después o incluso antes de su llegada a la Bodleiana, entre 1655 y 1659. Muchos de los libros impresos y manuscritos de Selden fueron reencuadernados alrededor de este tiempo; sin embargo, dichas encuadernaciones son generalmente reconocibles como encuadernaciones modestas cubiertas de cuero marrón (¿becerro?), con una decoración simple con fileteados (véase Barker-Benfield 1997, 31–34). La encuadernación del pergamino, aunque modesta y sin decoración, no parece totalmente coherente con estas.

La evidencia de las listas de libros de Selden del siglo XVII parece confirmar que la fusión de las partes 1 y 2 se realizó después de su muerte. Se preparó un catálogo escrito a mano de sus libros impresos y manuscritos (ahora MS. Selden Supra 111) poco después de su muerte y antes de que estos llegaran a Bodley, tal vez en 1655, mientras que su colección todavía se encontraba en su residencia en Londres, Carmelite House (casa de Elizabeth, condesa de Kent). El Códice mendocino aparece enumerado en la sección de libros “En la habitación anterior a la más alejada hacia el oeste:” (folios 121v-128r), en el librero final de ese espacio titulado “F”. La Sección “F” contiene 88 elementos numerados, de los cuales los números 31-88 aparecen bajo el subtítulo “Libri Arab:”. La mayoría de los libros de “F” son, de hecho, orientales (aunque no necesariamente árabes),2 pero el Códice mendocino aparece en el n .º 51 (folio 127v): Historia Mexicana Hispanica cum Figuris fol,. Ms,. Esto corresponde casi exactamente a las inscripciones del siglo XVII en el Códice mendocino, folio iir, MS. f0 y también Historia Mexicana, Hispanice. Cum figuris, quasi hieroglyphicis.

Esta entrada del catálogo no hace mención a las tablas monetarias de la parte 2 y, de hecho, en el título al comienzo de “F” (folio 126v) se lee “Libro desencuadernado” (“Bookes unbound”): parece probable, aunque no necesariamente cierto, que este título debería aplicarse a la totalidad de los 88 libros que aparecen a continuación. La palabra “desencuadernado”, si es realmente aplicable al Códice mendocino, debería, no obstante, haber incluido al menos las hojas de guarda de papel de la encuadernación francesa del siglo XVI, ya que todavía están presentes hoy, y tal vez se podrían haber extendido para formar al menos una encuadernación blanda.

Algunas hojas antes, el catálogo enumeraba los manuscritos “En las salas en el extremo largo de la Biblioteca” (folio 103r ff.). En el Estante “C”, probablemente de esa sala, bajo el título “Los manuscritos en inglés” (folio 109r), el ítem 6 contiene “Estándares Ingleses y Romanos Comparados, fo: M:S:”. Este título parece una descripción apropiada para la parte 2 (el título de la primera tabla en el folio 73v comienza con “El primer estándar romano de plata...”), y se confirma la identificación por la aparición del número “6”, escrito en negrilla con tinta en la parte superior central del folio 73r.3

Las dos partes se describen conjuntamente, ya como un solo volumen, en una lista anterior de los manuscritos de John Selden (Registros de la Biblioteca b. 475), en una sección titulada Libri MS Latini et Graeci in fol. etc (folios 20v-21r):

Historia Mexicana cum figuris q(ua)si hieroglyphicis.

w(i)th Sr Th: Smith Tables of values of Roman & gr: coynes.

(folio 20v, Col. I, tercer ítem de la lista no numerada)

Partes de este catálogo, incluyendo los folios 1r-7v y la lista en los folios 20v- 21r, son del puño y letra de Thomas Lockey que, como bibliotecario de Bodley en 1660-65, fue responsable de enumerar y organizar los libros de Selden.4

Un segundo catálogo con una fecha anterior similar (Registros de la Biblioteca b. 474) también se asocia con la bibliotecología de Lockey, aunque haya pasado por diferentes manos. En él se enumeran los materiales de manera definitiva, tal como están archivados en la biblioteca de Duke Humfrey, bajo el título general más explícito de The Catalogue of Mr: Seldens bookes at the West end of Sr: Th: Bodleys Library (folio i verso). Las dos partes del manuscrito se describen conjuntamente en términos similares bajo el título “MS Graeci et latini in folio” (folio 7v, no en la mano de Lockey): Hist(ori)a Mexicana cum figuris ipsorum, with Sr Tho: Smith’s Tables of Roman & greek Coyns. Este catálogo es fragmentario, pero sobrevive completo en otra transcripción contemporánea, MS. Add. C. 40, donde se introduce el Códice mendocino bajo el mismo título y con la misma redacción en la pág. 35. El título general de MS. Add. C. 40 (pág. xii) dice: “Un Catálogo de los libros entregados por los ejecutores del Sr. Selden de la Biblioteca de la Universidad de Oxford:”.

La evidencia del catálogo demuestra que las dos partes ahora encuadernadas como MS. Arch. Selden. A. 1 todavía estaban separadas en el momento de la muerte de John Selden en 1654, tal como estaban catalogadas en Londres en 1655 (?), pero que fueron enumeradas en conjunto por Thomas Lockey durante su periodo como bibliotecario de Bodley, antes de su renuncia el 29 de noviembre de 1665. Sin embargo, dentro de ese periodo no está claro que la encuadernación se haya realizado, ya sea en Londres entre c. 1655 y 1659, o en Oxford entre c. 1655 y 1665. Durante esa década, una gran cantidad de actividad había tenido lugar en relación a los libros de Selden, para garantizar la transferencia segura de la mayoría de ellos a Oxford y su disposición en los estantes en el extremo más lejano de la biblioteca del Duque Humfrey. Parte de ese proceso había implicado la encuadernación conjunta de varios manuscritos delgados de un espesor tipo folleto en volúmenes más grandes, por lo visto sin ninguna otra base que la de emparejar el tamaño aproximado. Fue este proceso, por ejemplo, que resultó en la encuadernación del Selden Carol Book del siglo XV no solamente con una hoja del siglo octavo de la Pastoral Care, de Gregory, sino también con una chapa de la década de 1630, The Royall Slave, de William Cartwright: junto con aún más piezas, estas se ensamblaron en una de las encuadernaciones de cuero marrón para formar el volumen ahora marcado con la signatura MS. Arch. Selden. B. 26.

Las fechas exactas de transferencia de los manuscritos de Selden son problemáticas. Parecería que algunos llegaron a Oxford en 1655 y que otros no llegaron hasta 1659 con la mayor parte de la biblioteca, pero no hay listados separados para distinguirlos. Muchos otros nunca llegaron a Oxford. Debido a problemas con el testamento de John Selden, la disposición de sus libros quedó, de hecho, en manos de sus ejecutores, entre los cuales sir Matthew Hale (1609-1676) tomó la parte más activa. Es probable que Hale pudiera haber ordenado algún tipo de organización, realizada a través de la encuadernación de materiales sueltos, antes de transferir los manuscritos asignados a Oxford. Por lo demás, no obstante, al menos las encuadernaciones de cuero marrón calzan con las de los libros que no son de Selden, que se puede demostrar que fueron encuadernados en Oxford en las décadas de 1650 y de 1660, aunque el estilo de estos y de la encuadernación del pergamino del Códice mendocino son tal vez demasiado simples para una ubicación definitiva.

Cuarta etapa: Oxford, Taller de Conservación de la Bodleiana, 1985-1986

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