366 inspiraciones para la vida diaria

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366 inspiraciones para la vida diaria
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© Sofía Gámberlan



Diseño de edición: Letrame Editorial.



ISBN: 978-84-18362-19-4



Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.



Letrame Editorial no tiene por qué estar de acuerdo con las opiniones del autor o con el texto de la publicación, recordando siempre que la obra que tiene en sus manos puede ser una novela de ficción o un ensayo en el que el autor haga valoraciones personales y subjetivas.



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Dedicado a todos los que han seguido este proyecto desde sus inicios.



La constancia y el encuentro lo han hecho posible.




En especial a ti, Alex.



La confianza y el amor ahora dan su fruto.




Y a ti, Blanca, mi estrella luminosa.



La inspiración y la energía amorosa lo fusiona todo.



Siempre, de corazón a corazón.




¡Gracias!





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A veces, una simple inspiración puede ser el motivo para transformar tu vida en VIDA. La inspiración es ese estímulo que puede activar y vivificar tu creatividad para resolver aquello que está buscando una salida.




En este libro vas a encontrar una inspiración para cada día. La puedes leer al levantarte o en el momento que tú elijas. Puedes leerla cuantas veces quieras, al hacerlo vas a poder verificar que cada lectura es un regalo único y con infinitas posibilidades.




La autora también te invita a que, en esos momentos en los que anhelas una respuesta sobre algún tema concreto, cuando quieres encontrar inspiración y claridad u oxigenar tu mente y abrir tu corazón, abras el libro y leas con atención la página que has seleccionado en sincronía con la VIDA. La chispa y la «gracia» del encuentro de las palabras con tu consciencia puede ser la diferencia entre las minúsculas —vida— y las mayúsculas —VIDA—. Entrégate a la experiencia y disfruta tu aventura, es solo para ti.




Estas inspiraciones que ahora tienes en tus manos, se fueron plasmando a lo largo de 2019, cuando Sofía Gámberlan se comprometió con sus seguidores en redes sociales a escribir espontáneamente, casi cada día, unas palabras que sirvieran de inspiración para la transformación.




Ahora, estas 366 inspiraciones son para ti.





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Mi nombre es Sofía Gámberlan y soy escritora transpersonal y mentora de transformación y poder personal.




Soy historiadora del arte, aunque la vida me llevó a entrenarme y formarme en meditación transpersonal, mindfulness y diferentes técnicas para el desarrollo de la conciencia, así como en escritura creativa, expresiva y terapéutica.




Me interesa transformar el conocimiento y las experiencias personales en palabras, sabiduría y VIDA. A veces, las personas nos acomodamos a existir en minúsculas y nos olvidamos de VIVIR en mayúsculas.




La muerte de mi hija me regaló grandes aprendizajes y vivencias, y reactivó en mí el coraje, la decisión y la creatividad para VIVIR la VIDA con mayúsculas y agradecer a las minúsculas el camino recorrido. Hoy, te tiendo la mano y te agradezco que me permitas acompañarte en tu caminar diario, es un honor para mí.






ENERO











1 de enero, día 1




Empieza de nuevo.



Primera página en blanco.



El mundo de las infinitas posibilidades se abre.



Hoy decido que el corazón sea mi brújula.



Me limpio las legañas y salgo de la niebla.



Es el año del gran sol.







2 de enero, día 2




Después de sentir lo que podía denominar como una colisión, aprecié un fuerte dolor general y bastante desconcierto. Me hallaba tirada en, lo que parecía, un laberinto.




Cuando el caos inicial, el dolor corporal y la resistencia ante la nueva situación se fueron apaciguando en mí, me dispuse a caminar hacia el corazón de aquel laberinto. Cuantos más pasos lograba dar, mayor era mi sensación de que aquello se movía. Mi intuición era cierta: la distribución del laberinto iba transformándose a mi paso.




Al principio, pensé que esto me complicaba aún más esta aventura que parecía haber surgido de la nada. Aunque enseguida tuve una idea: sintonizar con todo lo que me rodeaba y moverme en consonancia a ello.




¿Qué surge en ti a medida que estás leyendo esto?




La realidad puede ser como el laberinto que acabo de mencionar. Aunque nos cuesta admitirlo, es cambiante y diferente. En cada instante la realidad es distinta, ya que cada instante es único e irrepetible. Esto puede resultar complicado de entender para la mente que carece de memorias sobre algo así.




Por eso, hoy puedes llevar a tu mente un paso más allá y aceptar que vivir es el reto de habitar un instante nuevo a cada momento.





3 de enero, día 3




Hablábamos. De repente, me confesó: «La verdad es que no sé dónde meterme, me encantaría que me tragara la tierra o salir corriendo y no parar hasta llegar a un lugar donde me sintiera segura… No sé».




Yo la miré y le dije: «Te comprendo perfectamente. Aunque, ¿sabes una cosa? Eso se llama huir, evadirte de la realidad, resistirte a experimentar emociones, perderte la lección de aprendizaje que te quiere regalar esta situación».




Nos miramos y respiramos silencio.




Cuando no sepas donde meterte, puedes probar a «meterte en ti», es el lugar más hermoso al que puedes acceder. Y, cuando te re-conozcas, vas a dejar de tener ganas de salir huyendo, ya que siempre encontrarás en ti la paz y la calma necesarias para cada «presente».





4 de enero, día 4




Ayer dibujé mi «Árbol de la Abundancia». Me ha encantado la experiencia para tomar consciencia de los regalos de la Vida.




Empecé haciendo un dibujo grande de un árbol con sus raíces, sus ramas y sus frutos, en diferentes tamaños. En cada raíz, escribí una cualidad que refleja mi abundancia como persona y, cuando esta es muy importante y significativa en mi vida, la coloqué en una raíz gruesa. En los frutos, escribí los regalos que la vida me ha proporcionado; poniendo los más importantes en los frutos más grandes.




Después de acabar mi árbol, lo contemplé y, después de un rato, unas lágrimas de agradecimiento brotaron de mis ojos. Me sorprendieron todos los dones y todas las cosas importantes con las que la vida en su abundancia me ha colmado.




Me he propuesto celebrar mi Árbol de la Abundancia cada día sintiéndome viva y conectada con la VIDA. Me he comprometido conmigo misma en mantener activa en mi interior la luz de la gratitud.






5 de enero, día 5




Aquella mañana resplandeciente me desperté sintiendo que, cuando extiendo mis alas y me muestro en calma y auténtica, irradio lo que soy, y desaparecen las dudas.




Me levanté de la cama con el firme propósito de enfocarme en mi proyecto. Había andado revuelta y algún que otro miedo se había colado por la nariz para frenar aquellas ansias de compartir lo que tanto tiempo había escondido tan inútilmente.




En aquel momento, salté sobre los miedos y pasé a la acción aún llena de vacilaciones.




Así es como aprendí a bailar con la incertidumbre y el desasosiego de la desconfianza propia.




Así es como verifiqué la trascendencia que tiene el «desde dónde».







6 de enero, día 6




Hoy siento la magia de vivir una vida cada día más elegida.




La magia es la inspiración que brota del corazón, es la intuición que se despierta de la confianza en mí y en la Vida, es la paz que me aporta la coherencia de ser cada día más consciente del equilibrio entre lo que pienso, lo que digo, lo que siento y lo que hago.




Hoy y, cada día de mi vida, me regalo la magia de ser yo misma, la autenticidad más allá de la identidad más superficial.




¿Te apetece llenar tu vida de magia?





7 de enero, día 7





Aquella noche me sentí perdida.




La tristeza por la ausencia de mi verdadera naturaleza me asfixiaba. Volví a sentir aquel agujero negro en mi estómago, tan intenso como un salto al vacío.




Descubrir que volvía a traicionarme, abrió una nueva puerta a la consciencia.




Esta vez, el miedo a vivir desconectada de por vida me hizo comprender que la pérdida solo se aloja en mi mente. Respiré la sensación de vacío y dejé que me enseñara el camino.




Ahora recorro ese camino a diario, un camino con alma que me permite sentir todo lo que me limita para transformarlo en amor.




Estoy abandonando la creencia errónea del egoísmo y la estoy transformando en amor propio.





8 de enero, día 8

 




Manteníamos una conversación tranquila cuando me preguntó:




¿Por qué siento que este exceso de desconfianza me está impidiendo avanzar en la vida?




Te comprendo. Creo que la soledad más profunda y dolorosa que una persona puede sentir es la falta de confianza.




Estoy realizando un trabajo interior y me estoy dando cuenta de que, cuando era niña, sufrí una gran decepción que viví como una traición. Sentí que mi madre no me ofreció el suficiente afecto y amor que yo necesitaba en aquellos momentos. Nunca me he sentido valorada. Estoy descubriendo que, para no ser herida, me comporto de manera esquiva, nada flexible y bastante fría. Llevo demasiado tiempo construyendo muros a mi alrededor y demasiado alerta para que nadie sobrepase la línea. Siento que esto es agotador.




Claro que lo es. Por eso es importante que aprendas a conectar con tus «partes rotas», con esa herida del pasado que aún está en ti de manera profunda, y que recuperes y valides tu autoestima. Así, podrás sentirte merecedora de experimentar la felicidad.




Recuerda que la confianza es el engranaje que facilita la vida y que todos podemos practicar con responsabilidad. Para sentirte en armonía y realmente vivo, es necesario que confíes en ti mismo.





9 de enero, día 9




Desde que era una niña me encanta escribir historias. Este potencial se manifestó leyendo. Me pasaba las horas disfrutando e imaginando escenas que nutrían mi fantasía y mi creatividad.




Fue así como descubrí que, a través de las historias, podemos llegar a conocernos a nosotros mismos y a los demás. Para mí se abrió un mundo de autoindagación y autoconocimiento. La escritura puede ser el arte de conocerte a ti mismo y el arte de las emociones, cuando así lo eliges o cuando te dejas elegir por ella.




Uno de los grandes retos de estos tiempos que vivimos es recuperar nuestra voz, esa voz interior que hemos acallado por miedo a… tantas cosas. Volver a darle VIDA es volver a expresar realmente lo que somos, lo que hemos venido a decir al mundo y desde dónde lo comunicamos.






10 de enero, día 10




Practica el arte de crearte a ti misma, pues es el camino de vuelta al hogar.




Esas palabras calaron hondamente en mí. Aún las recuerdo cuando me siento desconectada de todo y de mí.




¿A qué hemos venido a esta vida si no a crear-nos y a conocer-nos?




Para acompañar a otras personas en sus caminos vitales es, necesario y prioritario, integrar y agradecer la historia personal para poder llegar a ese santuario sagrado que somos. Cuando nuestro Ser deja de ser algo buscado y desconocido y simplemente ES, sucede la magia. La magia de SER, la magia de crear, la magia de acompañar desde el alma, la magia de VIVIR en el hogar.




¿Te atreves a volver al hogar?






11 de enero, día 11




¿Te ha pasado alguna vez que te has entregado tanto en una relación que te has alejado de ti mismo?




Hoy es el momento perfecto para revisar la salud de tus relaciones. Cuando te acomodas, te desconectas de quien eres en realidad.




Acomodarse a una situación, a ciertas creencias limitadoras, a una relación, a una determinada forma de vivir adormece el alma y cualquier cosa: anhelos, sueños, proyectos, amor propio…




Hoy te invito a meditar sobre ello.







12 de enero, día 12




¿Qué puedo hacer? Siento que no sé interpretar mi brújula y eso me está costando la vida.




Y es que cuando la mente, el cuerpo y el alma están desconectados unos de otros, la vida puede ser un caos. La interpretación de la realidad se distorsiona, las emociones nos gobiernan, las decisiones se posponen, el sentido de la vida puede ser ya un sinsentido…




Hoy me miro al espejo y veo mi brújula. A veces, la interpretación me desvía del camino. A veces, me lleva a lo profundo.




Hoy, decido seguir aprendiendo a leer mi brújula para que esta no me lleve donde ella quiere, sino donde yo decida conscientemente.





13 de enero, día 13




¿Qué ves cuando te miras en el espejo?




—No puedo mirarme, mis ojos se desvían a velocidad de crucero —me dijo con aquel nudo ancestral en la garganta.




Me siento como una sombra, un fantasma que, por mucho ruido que haga, nadie le hace caso. Vivo en un profundo vacío. Mi alma no se ve en el espejo.




Sentí que la llama interior había dejado de habitarla. Solo se me ocurrió mirarla a los ojos, acercarme a ella y abrazarla tan fuerte que sintiera mi fuego.




Después, buscamos un espejo y, como si se hubiera caído la venda, se vistió de coraje y asumió sus ojos, aquellos maravillosos puentes entre el alma y el espejo.




De repente, las lágrimas disolvieron la oscuridad en la que, hasta ese momento, se había bañado.




Hoy volvió a la vida.




Hoy comenzó a construir su VIDA.




Hoy empezó a mirarse y a transformar su vacío en presencia amorosa.





14 de enero, día 14




Hoy me ha dado por preguntarme cuánto de falso hay en mi vida.




A veces, simplemente con mirar adentro se ve lo que hay fuera y viceversa.




Hoy me propongo revisar la incoherencia para poder descubrir que lo que pienso, lo que digo, lo que hago y lo que siento puede ser un auténtico caos saboteador que me habla de la falsedad y la distorsión de la realidad que mi mente crea y que yo puedo creer, sin más, a pies juntillas.






15 de enero, día 15




Buenos días, tristeza.




Buenos días, bonita. Qué pronto me has identificado hoy.




Sí, ya no quiero evitarte, ni esconderte. Me estoy entrenando para aumentar mi capacidad para sostenerte cuando llegas. He comprendido la importancia de darme cuenta de cómo me siento sin buscar explicaciones, justificaciones ni razones. Me gustaría darme permiso y concederme el tiempo necesario para recuperarme de cualquier cosa que me suceda, sin exigencias ni mandatos.




Me gusta lo que escucho de ti. Así es, una de mis funciones es regalarte un tiempo fructífero para tu propia introspección y para que puedas expresar el dolor emocional y afectivo de la manera más adecuada y adaptativa para ti. Te felicito.




Gracias, tristeza. Te abrazo.





16 de enero, día 16




Hoy, simplemente, te recuerdo.




Y es que hoy siento en lo profundo algo más que sentimientos. Estoy llenando mi vacío con mi propio amor. Ya tampoco me echo de menos. Solo me recuerdo. Y esto me lleva a ti.




Recordar es una hermosa palabra que nos devuelve al corazón. Su raíz etimológica es latina: «recordis». Re- es un prefijo que significa «de nuevo» y -cordis es la base de la palabra cuyo significado es «corazón». Así, recordar es volver a pasar por el corazón.




Hoy vuelvo a pasarme por el corazón con algo más que sentimientos. Hoy me he sentado a meditar y me he vivido Amor. Vuelvo a mí, ya no me echo de menos de manera desgarradora. La Presencia me devuelve a mí.






17 de enero, día 17




¿Sabes las vueltas que di hasta atreverme a saltar? Que si hoy toca un paso para atrás, mañana cinco, al otro tocaba mirar el precipicio y así perdí la cuenta.




Hoy es la cuenta quien me perdió a mí. Todo aquello que se suponía que esperaban de mí saltó conmigo. Las cuentas dejaron de cuadrar… para otros.




Hoy vivo en un salto continuo para no volver a perderme. ¡Ya no!




Hoy miro los precipicios y los interiorizo para hacernos uno. ¡Y salto!





18 de enero, día 18




—Abandónate —me dijo.




—¿Abandonarme? ¿Qué querría decir? —me pregunté. Ya estaba bastante abandonada…




—Me refiero a que sueltes el control y la culpa, esos «amigos» que tanto te gobiernan y limitan. Abandonarte a lo que Es para encontrarte.




Abandonarte a vivir plenamente las emociones en vez de huir de ellas.




Abandonarte a vivir lo que sea que se presente, sin tantos juicios de valor ni memorias que confunden.




Abandonarte es permanecer en ti con amor.




Deja de abandonarte para habitarte.





19 de enero, día 19




Caos, caos, caos…




¿No te das cuenta de que cada día insinúas que lo que te ocurre depende, en gran medida, de lo que acontece a tu alrededor y de cómo reaccionan los demás contigo?




Cada día nos olvidamos de que la paz mental es un estado interior y que solo cuando nuestra mente está calmada y en paz, podemos percibir un mundo en paz.




Recuerda hoy que nada ni nadie amenaza tu paz, eso es solo una creencia más de tu mente a la que te aferras poderosamente para no responsabilizarte totalmente de ti.




Tu paz es cosa tuya. Y si cada habitante de este hermoso planeta tomara consciencia de esto y después tomara acción, la paz sería real y dejaría de ser un anhelo de los corazones en pie de guerra.





20 de enero, día 20




Qué sensación esa de sentirme atrapada por un obstáculo en un callejón sin salida.




Hoy se me ocurre imaginar una puerta y pintar encima la palabra «salida». Imaginar que abro esa puerta, salgo y la cierro con firmeza. Y el problema, al carecer de vista, se queda rezagado dando vueltas y no logra cruzar al otro lado.




Me deleito en la libertad de imaginar que me encuentro en un lugar libre de preocupaciones y problemas. Y, en esta nueva percepción, siento que puedo encontrar soluciones que antes no podía ver.




Si transformo la percepción del problema en una oportunidad para aprender, podré avanzar. Si me doy cuenta de que en mi mente hay pensamientos que pueden ayudarme y otros dañarme, soy más libre de elegir los que me ayudan.





21 de enero, día 21




Del miedo al amor. Tal vez conozcas las leyes de la expresividad. Están relacionadas con la manera en que nos comunicamos en todos los ámbitos de nuestra vida.




Cuando vivimos desde el miedo, nos expresamos desde el enfado, la irritación, la ira, el dolor, el resentimiento, la tensión, la tristeza, el estrés… Y cuando lo hacemos desde el amor, nos expresamos desde la ausencia del miedo, es decir, desde la confianza, la alegría, la seguridad, la sinceridad, la autenticidad, la calma…




Lo ideal es escuchar, hablar, pensar y actuar desde el amor y con amor. Hoy me gustaría contarte algo más de estas leyes de la expresividad.




La primera ley expresa que todo lo que te dicen desde el amor, si tú estás en miedo lo malinterpretas, lo juzgas o lo rechazas. La segunda ley declara que todo lo que te dicen desde el amor, si tú estás en amor es pura armonía. La tercera ley manifiesta que todo lo que te dicen desde el miedo, si tú estás en miedo acaba en discusión, desacuerdo, discrepancia, hostilidad, discordia… Y, por último, la cuarta ley expone que todo lo que te dicen desde el miedo, si tú estás en amor es el punto de partida para comenzar a comprender a las personas.




Este es un enfoque perfecto para observar cómo te comunicas con el mundo y desde dónde, y tomar decisiones y acciones para que realmente tu manera de estar en el mundo se transforme.




22 de enero, día 22




Ayer, después de comer, al observar desde mi ventana, un gorrión posado en el árbol que hay delante de mi casa llamó mi atención.




Lo observaba balancearse con el fuerte viento, se mantenía tranquilo y totalmente presente, aceptando el viento y el momento. Nada parecía perturbarlo.




Después, echó a volar.




Qué fácil, ¿verdad?




Y parece que, para nosotros, mantenernos serenos en el presente es algo que hemos convertido en utopía. El pájaro no tiene miedo en la rama. A nosotros nos viene un poco de viento y se nos cae el árbol encima, se nos olvida respirar, se nos atascan las alas.




Cuánto que aprender de la observación atenta al momento, a los animales, a los niños, a todo cuanto nos rodea, ya venga del exterior como de nuestro interior.




Hoy te propongo ser aire y fundirte con él, para que cuando sople no le tengas miedo, ya que te habrás convertido en él.





23 de enero, día 23




Mis manos, mis tesoros.




Durante años, viví odiando mis manos porque algunas personas me habían dicho que no servían para nada. Y me lo creí.

 




Durante años, viví sin prestar atención a lo que mis manos podían hacer cada día. Me alejé de ellas por temor. Y me lo creí.




Durante años, he vivido aislada de mis dones y talentos porque, desde el exterior, me llegaba el mensaje que era frágil y que no había de «eso» para mí. Y me lo creí.




Cuántas veces nos hemos creído las inseguridades de los demás proyectadas en nosotros. Tantas veces que consiguieron desconectarnos de nosotros mismos y vivir la vida que esos «otros» no se atrevían a vivir y querían para nosotros.




Hoy te invito a que dejes de creer lo que viene de afuera y te zambullas en lo que hay adentro. Revisar creencias erróneas y falsas que, además, no son tuyas hará que pases a la acción y seas cada vez más auténtico, vivas más conectado con tu verdadera naturaleza y, por tanto, con tus dones y talentos. Y estos están para ser compartidos, ya que, si no, se acaban apagando en tu interior y, en consecuencia, tú también.




Desde hace un tiempo, elegí vivir mis manos. Son mis bendiciones. Con mis manos, puedo transmitirte lo que ahora estás leyendo.




24 de enero, día 24




¿Te has dado cuenta de que el sarcasmo es un veneno que mata por dentro y acaba con las relaciones de cualquier tipo?




El sarcasmo saca al exterior, en forma de palabras dañinas, toda esa violencia interior que nos resulta difícil reciclar por nuestra cuenta.




Si hoy observas tus palabras y la manera en que salen de tu boca, sobre todo, hacia otras personas, puedes darte cuenta de la carga negativa, tóxica y violenta que llevan.




Y si también puedes centrar tu atención en las perlas que te dedicas, vas a poder comprender que, si tú te dices a ti mismo esas lindezas, has dejado la puerta abierta a que otras personas hagan lo mismo contigo.




Así que, puedes dejar de apuntar el dedo hacia afuera y re-dirigirlo hacia ti. Tu comportamiento habla de ti.




Te deseo un día en armonía.





25 de enero, día 25




Veo llover, y la lluvia goteando en mi ventana me recuerda mis lágrimas.




¡Cuántas veces me salvaron la vida!




¡Cuántas veces me desahogaron por dentro!




¡Cuántas veces dieron vida física a la emoción!




Llueve. Sin embargo, hoy brilla el sol en mi corazón.




El día que conecté con la alegría esencial, el mar salado de mis lágrimas se convirtió en un eterno océano de quietud y sonrisas infinitas.





26 de enero, día 26




Tu vaivén me ha despertado. Sentí como si me hubieran sacado de mi cuerpo a bocados en las curvas.




Y respiro.




¿Qué otra cosa puedo hacer para honrar la vida?




Mi cuerpo y la Presencia son. Los dejo Ser.




Mi mente calmada me hace un guiño cómplice de realidad, ahora los filtros están en proceso de limpieza.




Ahora, la «loca de la casa» me da la mano, y paseamos por los subterráneos, convirtiendo los vaivenes del destino en amaneceres de consciencia.




27 de enero, día 27




Nunca olvidaré tus ojos.




Te doy las gracias por abrirme la puerta a otra dimensión: la Belleza de tu alma y, por lo tanto, de la mía.




Tu sencillez me deslumbró.




Aquella profundidad silenciosa me abarca hasta el fin de mis días.




La infinitud del no tiempo contigo es la experiencia más trascendente que mis memorias guardan.




Nunca olvidaré tus ojos.





28 de enero, día 28




De repente, me crecieron alas.




¿Has experimentado alguna vez esa sensación interna de fluidez, de equilibrio, de coraje, de comprender que todo es correcto así como ES?




Eso es lo que siento hoy. De repente, el trabajo interior con la escritura, la observación, la escucha y la plena atención a todo lo que soy y todo lo que me rodea, han hecho que sienta mis alas y me atreva a inspirarme —respirarme por dentro— para volar hacia esa vida anhelada que mi alma me susurraba desde hacía tiempo y que, ahora, ya puedo descifrar y hacerme consciente del valor de tomar acción.





29 de enero, día 29




Me encuentro inmersa en la oscuridad.




Camino y camino y las sombras siguen ahí.




¿Por qué no me dais una tregua? Estoy cansada.




Somos parte de ti. Aunque huyas, siempre vamos contigo. Míranos a la cara y te darás cuenta de que podemos transformarnos en un precioso potencial que te pertenece.





30 de enero, día 30




La vida siempre encuentra por dónde colarse.




Hace unos años, la Vida me habló: «Siempre he estado aquí, a tu lado, aunque no te hayas parado a sentirme. No quieres verme, ni notarme, ni entregarte. Cuando estés preparada, dame la mano, voy a tu lado, nunca te dejo».




Y yo, por un tiempo más, seguí mirando hacia otro lado, aunque haciéndome consciente de esa experiencia y de la fuerza que despertó en mí.




Hoy puedo decirte que hace tiempo caminamos de la mano y que la mayoría del tiempo, cuando no me despisto, somos una.




…La VIDA y yo…





31 de enero, día 31




Para tomar consciencia de tu momento presente, es interesante que descubras lo que te ha sido útil y lo que ya ha dejado de serlo.




Puedes hacerte consciente de cómo te organizas: tu mesa de trabajo, tu ordenador personal, tu agenda, cada habitación y cada armario de tu hogar.




Puedes observar también los pensamientos que aparecen en tu mente, qué te dicen, de qué tipo son, si se repiten a menudo.




Cuando hablas, puedes descubrir la forma que tienes de expresarte, los juicios que emites, las creencias más arraigadas sobre cualquier tema. Date cuenta de que puede haber decenas de opciones, aunque la tuya es esa en concreto. Ponla en duda, valora si te aporta algo y si puedes transformarla.




Igualmente, puedes atender a tus emociones. Puede que descubras que te cuesta gestionar alguna en particular.




Puedes atender también tus relaciones: ¿pones límites? ¿Te quejas de lo que «te hacen»? ¿Te sientes una víctima? Observa tus roles en las mismas.




Estos son solo algunos ejemplos. Puedes llevar tu atención a cualquier ámbito. A la luz de la consciencia, lo que observas se expande y deja de estar en la oscuridad y la ignorancia. Así es como empiezas a responsabilizarte de tu vida.






FEBRERO







1 de febrero, día 32




Solo quiero que me quieran bien.




Y tú, ¿te quieres a ti mismo?




Sé que esta pregunta puede que ni te la hayas formulado nunca, y es la base para que te ames «bien».




¿Cómo puede una persona amar a otra si no se ama a sí misma?




Difícilmente.




Porque si no se ama, lo que busca es que la otra persona «rellene» sus carencias y sus heridas infantiles.




Puede que llegue el día en que te des cuenta de que no estás en este mundo para llenar vacíos de nadie. Estar para uno mismo, para aprender a amarse y responsabilizarse de las heridas y carencias propias y, desde esa elección libre, amar y dejarse amar por otra persona que también se encargue de sí misma y no cargue a nadie con lo que es suyo.




Y ahora, ¿sigues queriendo que te quieran «bien»?




2 de febrero, día 33




Hoy me gustaría enfocarme en lo difícil que puede resultarnos «prescindir» de cosas, pensamientos, personas, creencias, situaciones que pueden ser dañinas para nosotros.




Hay un ejercicio que, para empezar a hacerte consciente de esto, te invita a abrir tu armario y elegir, al menos, una prenda de ropa que hayas dejado de ponerte. Sácala y regálala o deshazte de ella. Mira a ver qué supone esta acción en ti, qué emociones te remueve.




También puedes observar, con mayor detenimiento, tus rutinas y darte cuenta de cuáles han dejado de aportarte bienestar.




Puedes darte un paseo por tu casa y mirar la cantidad de objetos que guardas sin saber para qué. Ya es hora de hacer limpieza. Si vas a transformar tu vida, esto implica todos los ámbitos.




Puedes también revisar aquellas situaciones, personas, comportamientos que te restan energía. Así como el tipo de relaciones