366 inspiraciones para la vida diaria

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También puedes agradecer a cada cosa, persona, situación lo que te ha aportado y desprenderte sin más. Una vez lo hayas hecho, observa tu energía, seguramente te encuentres más liviano y con más fuerzas.

3 de febrero, día 34

¿Qué haces cuando la sensación de vacío interior parece revolverte las entrañas?

Antes salía huyendo. Cogía las llaves y me iba a la calle, un zombie más.

Ahora me paro, respiro y saludo esa sensación de malestar que me embarga. Le doy espacio para poder comprender la profundidad de lo que quiere mostrarme.

La incomodidad física y emocional del vacío hace que me comprenda en lo profundo, que pierda el miedo de acercarme a mí y deje las llaves donde están.

Hoy te invito a respirar el malestar y volver a ti.

4 de febrero, día 35

¿Hasta dónde te atreves a dejar entrar a tu pareja?

¿Permites que vaya donde duele? ¿Y donde hay peligro de derrumbe por zona en obras?

¿Facilitas el acceso y la muestra de tu vulnerabilidad?

Hoy te invito a reflexionar y a ir un paso más allá.

¿Y si te atreves a dejarle entrar donde nadie se atrevió, ni siquiera tú?

Experimenta. Cuestiona. Verifica. Puedes dejar el miedo a que te hieran a un lado y aprender a abrir tu corazón.

El compartirse por dentro y desde dentro abre la vida al amor. Donde puede que otros no se atrevieron a mirar porque, tal vez, tú tampoco dejaste que lo hicieran.

5 de febrero, día 36

¿Sabes? Puede resultar doloroso sentarte a sentir toda la mierda que llevas dentro.

¿Y sabes? Es la única manera de limpiarla, reciclarla y transformarla.

Puede resultarte difícil sostenerte y estar presente con tus estados emocionales. Quizá para ello encuentres distintas anestesias cada día: comer a lo loco, comprar compulsivamente, necesidad continua de dulces, tabaco, alcohol, adicción al deporte, al trabajo, al sexo…

Al final, si quieres vivir de una manera más plena, sentir las emociones conscientemente es lo más efectivo.

Deja de huir y encuéntrate. Ten el valor de mirar a la cara toda esa «caquita» interna con coraje y amor.

Hoy te invito a vivir de una manera «más real».

6 de febrero, día 37

No te apartes del camino.

Miré hacia atrás y no vi a nadie. Miré a ambos lados, y tampoco. Delante de mí, nada.

Entonces, me di cuenta de que esa voz me susurraba desde el interior. Y estaba completamente segura de que no era mi mente.

¿Cómo puede saber esa voz que, tal vez, me estaba desviando del camino que yo misma había diseñado?

Volvió a surgir diciendo: «Soy tu voz interior de sabiduría, esa a la que no prestas atención porque estás saturada de estímulos y desconectada de ti misma».

Esta experiencia me resultó conmovedora y me hizo parar y observar como si no estuviera implicada en ello, como si fuera una espectadora en la sala del cine.

Fue así como volví a mí misma y empecé a crearme.

7 de febrero, día 38

¿Cómo puedo hacerme consciente de mis habilidades personales y hacer crecer mi autoconfianza?

Para desarrollar la confianza en ti puedes responder a esta cuestión: «¿Qué te cuentas sobre ti mismo?». Según las respuestas que obtengas, puedes generar el impulso para avanzar. Es interesante que observes las idealizaciones que has podido crear sobre ti, ya que estas pueden llevarte a la frustración y a la culpa.

Para hacerte consciente de tus habilidades, puedes preguntarte: «¿Qué es lo que puedo ofrecer?». Aunque puedas llegar a creer que no tienes nada para compartir, eso es solo un cuento que tu ego hace que te creas para seguir siendo quien controle tu vida. Todas las personas tienen mucho que compartir y ofrecer al mundo, y tú eres una de ellas.

Te invito a que cada día agradezcas lo que has recibido y sigues recibiendo, y te felicites por lo que aportas y vas a aportar a la Vida. Me gustaría que tuvieras en cuenta que las personas que confían en sí mismas también sienten miedo ante la incertidumbre y experimentan inseguridad en momentos de inestabilidad. Lo que las diferencias del resto es que han aprendido a gestionar adecuadamente esas emociones y las aceptan como parte de su experiencia vital.

8 de febrero, día 39

¿Te has preguntado alguna vez por qué el ritmo de vida actual es la excusa perfecta para acomodarnos en nuestra rutinaria zona de comodidad?

Lógicamente, si no hacemos nada diferente no recibiremos nada diferente. Así que, te propongo que experimentes… lo que sea.

Sal a dar un paseo y camina diferente a como lo haces habitualmente, no tengas miedo a jugar, puedes caminar de lado, con los pasos más largos, en zigzag o como se te ocurra, sé creativo.

Cuando cocines, déjate llevar por tu intuición y añade algún ingrediente nuevo, alguna especia o cualquier otra cosa. Y, al comerte lo que has cocinado, prueba a coger los cubiertos con la otra mano, si eres diestro come con la izquierda, y si eres zurdo, come con la derecha.

Sorpréndete haciendo algo al revés como subir las escaleras, ir hacia atrás por la calle, empezar a enjabonarte en la ducha por donde no lo haces normalmente.

Atrévete a darte eso que nunca o casi nunca te das. Como, por ejemplo, transformar tu actitud o tus pensamientos y curiosear e investigar cómo se siente la vida desde esa otra perspectiva. ¿Qué te parece? ¿Te suena divertido? ¿Te animas a probar?

9 de febrero, día 40

¿Cuándo fue la última vez que te calzaste las botas para el camino, te pusiste el sombrero para protegerte del sol, cogiste la botella de agua y te adentraste tú solito en tu desierto particular?

Día perfecto para hacerlo.

Feliz travesía.

10 de febrero, día 41

Pasean a mi lado y no me ven, y yo aquí, rota y dolorida.

¿Cuántas veces te has sentido como un maniquí abandonado en plena calle, ajena a miradas extrañas?

Ese tiempo ya pasó. Ahora es el momento de levantarse. Mírate al espejo y ámate. Nadie puede darte lo que tú no te das.

11 de febrero, día 42

Entonces la vi.

Bailaba en la terraza tan libre como su alma. Ahora ya eran la misma. Ella y su alma.

Cuántas luchas internas y cuántas batallas externas le había costado llegar a su paz interior y a su alegría esencial.

Todo eso ya no importaba.

Ahora, baila.

12 de febrero, día 43

—Déjate llevar —me susurró.

Cómo no entregarse al momento presente.

Aquel atardecer comencé a abandonar el control para encontrarme conmigo.

13 de febrero, día 44

¿Te has parado a sentir ese enfado rutinario?

¿Para qué crees que ahora «todo» te molesta, «todo» te enfada, «todo» te inquieta?

La inquietud, el enfado, el miedo, «el mundo contra mí» solo son emociones distorsionadas que te invitan a que el dedo deje de señalar hacia fuera y cambie la dirección hacia ti.

Mírate.

Re-conócete.

Siéntete.

Vuelve a ti.

Vuelve en ti.

14 de febrero, día 45

Nuestra madre biológica tiene o ha tenido escasos recursos emocionales para su propio crecimiento. Y nosotros, hemos seguido ese programa o patrón inconsciente.

Cuando decidimos dejar libre a nuestra madre y la aceptamos tal y como es, y no como nosotros queremos que sea, es cuando sucede la magia: el regalo de la propia autenticidad.

Conecta con tu madre interior y prepárate para vivir tu propia Vida y regalarte a ti mismo todo el amor del que un día careciste.

15 de febrero, día 46

No eres quien crees ser.

Entonces, ¿quién eres realmente?

Investiga.

Puedes probar a no creerte todo lo que lees.

Puedes probar a no creerte todo lo que te dicen.

Puedes probar a no creerte todo lo que aparece por tu mente.

16 de febrero, día 47

Hoy tomo consciencia de los juicios mentales, las palabras que salen de mi boca y las que continuamente me dedico a mí misma.

¿Sabes que cada insulto a «otra persona» es un insulto que te dedicas a ti mismo?

¿Sabes que cuando deseas algún mal a «otra persona» es a ti a quien realmente se lo deseas?

Hazte consciente de tus actitudes y comportamientos, ya que estos están coloreando tu vida.

¿Quieres seguir viviendo en negro o te apetece conocer otros colores?

Experimenta.

Curiosea.

Cuestiona.

Verifica.

Vive.

17 de febrero, día 48

—Encuentra el regalo en todo —me dijo.

En este preciso momento, recuerdo sus palabras ahora que contemplo la inmensidad de la montaña.

Puedo respirar la montaña y siento que también la montaña me respira a mí. El regalo es vivir en conexión.

Hoy te invito a que puedas sentir la conexión contigo y con todo lo que te rodea. Respira. Respíralo. Respírate.

18 de febrero, día 49

Qué hermosa sensación esta de sentirme en casa.

Da igual dónde me encuentre: en casa, en el campo, en el trabajo, con amigos, sola.

Es esa apetecible sensación de estar en paz conmigo y con el mundo. Ahora, simplemente ES.

 

Si la sientes aún lejana. Disfruta tu tormenta de hoy, es el umbral de la calma.

19 de febrero, día 50

Mantente alerta de aquellos que te alejan de ti mismo, de tus propósitos vitales… vestidos de «blancos» egos espirituales.

A veces, creemos que otras personas tienen la clave de nuestra vida y dejamos que nos confundan. En ciertos procesos de nuestra vida, puede ser comprensible.

Aprende a practicar la confianza en ti. Escúchate. Abrázate. Tal y como eres en este momento es perfecto, de verdad que ahora no necesitas más. Solo a ti.

20 de febrero, día 51

Pasar o dejar huella.

Hay personas que simplemente se dedican a existir, a pasar por esta bella tierra sin más pretensión que trabajar, tener dinero y ser lo más feliz posible en la ignorancia.

Hay personas que eligen libremente dejar huella iluminando corazones apagados, sonriendo, acompañando, recogiendo basura en los bordes de los caminos, escuchando con amor y consciencia a los que le rodean, escribiendo palabras inspiradoras.

Como ves, hay infinidad de huellas, tantas como personas. Ahora, eres libre de elegir si solo pasas por este mundo sin más, o dejas huellas amorosa y conscientemente.

21 de febrero, día 52

Me echo tanto de menos.

Llevo tanto tiempo huyendo de mí, del dolor, de la vida, de lo que me hace sentir, evadiendo la realidad con mentiras, todas esas que me cuento cada día como quien se come unas galletas para desayunar.

¿Qué estoy haciendo?

¿A quién trato de engañar?

Esta desconexión solo me provoca agotamiento y estrés, cada día más, y mi cuerpo también empieza a resentirse.

22 de febrero, día 53

—Sálvame de mí —me dijo cuando dejó de resistirse a sus lágrimas.

Esa sensación de ser tu peor enemigo y no saber gestionar las estrategias diarias de «combate» pueden conducirte al abismo más terrible.

«Yo no puedo „salvarte de ti“, solo puedo acompañarte en la tormenta, en la guerra que ahora te habita. Por favor, mírame. ¿Qué ves?».

Una persona tranquila, que confía en sí misma y sabe quién es y lo que necesita en cada momento.

Ahora mírate, y regálate esas mismas palabras.

A veces, solo es cuestión de reorientar tu «distorsionada y desacertada» realidad.

A veces, simplemente has de ver en ti lo que ves en los demás.

Te invito a que dejes de vivirte en territorio continuo de combate y elijas ir al encuentro de la paz que ya Eres.

23 de febrero, día 54

Cuando todo se tambalea, cuando no ves lo que hay al otro lado, párate, respira y aparta la maleza.

El coraje te pertenece, recuerda que se alberga en tu corazón. Aférrate a él como te aferras a esos pensamientos «mierder» que aparecen en tu cabeza.

Ahora, aférrate solo al coraje, con fuerza y suelta «lo mierder».

Confía. Confía en la VIDA, ella sí sabe lo que hay más allá de la maleza.

24 de febrero, día 55

¿No sabes qué hacer con lo que te pasa?

¡Haz poesía!

25 de febrero, día 56

Aquella nublada mañana en que coincidimos en la puerta, me contó lo que le había ocurrido, me confesó que se sentía culpable y que le costaba gestionar aquella situación.

¿Sabes cuál es la diferencia entre sentirse culpable y sentirse responsable? La culpa hace que te sientas mal contigo y te desvaloriza, ya que te hace susceptible al chantaje y a la manipulación. Sin embargo, hacerte responsable te hace sentir mal con lo que ha ocurrido, sin embargo, te sientes bien contigo ya que aceptas lo que ocurre.

La culpa es el estado emocional que surge cuando pensamos que hemos actuado de manera incorrecta, ya sea que hicimos algo que «no debimos» haber hecho o que no hicimos algo que «debíamos hacer». La culpa es una actitud que está formada por pensamientos y emociones que nos hacen sentir desvalorizados. Esto quiere decir que, si sientes culpa, te vas a calificar negativamente como persona, te vas a sentir mal contigo misma y también devaluada de alguna manera. Generalmente, la culpa surge de manera automática y nos indica que algo en nuestro comportamiento no se encuentra en armonía con lo que realmente consideramos adecuado.

La responsabilidad es reconocer la equivocación y hacer algo por remediarlo hasta donde depende de ti, tú no puedes asumir ninguna responsabilidad por las reacciones de otra persona. Para actuar de esta manera, se requiere una autoestima sana y seguridad personal.

Ahora sabía que podía transformar su realidad.

26 de febrero, día 57

Re-considérate. Vuelve a ti. Si es necesario, empieza de nuevo y deja de abandonarte.

Ya sé que puede ser un patrón repetitivo en tu vida. Te lo digo, entre otras cosas, por eso.

Rompe esquemas, moldes, reconsidera creencias que ya no te sirven y que, en este momento, solo pesan.

Encuéntrate.

Vívete.

Igual que abres el armario y retiras la ropa que ya no te pones, puedes hacer lo mismo en tu vida: retirar todo aquello que ya no te sirve. Hay tantas cosas donde fijar la atención.

27 de febrero, día 58

La vida nos ofrece infinitas posibilidades.

A veces, nuestros condicionamientos y creencias no nos permiten abrirnos a ellas.

A veces, nos empeñamos en mantener relaciones, tanto de pareja como de amistad, trabajos, hábitos restrictivos… que nos alejan de nosotros mismos y de nuestros propósitos de vida.

A veces, nos negamos las infinitas posibilidades porque nos hemos alejado demasiado de nuestra verdadera naturaleza.

28 de febrero, día 59

Hoy doy las gracias.

Por cada lágrima derramada que me regaló calma, sosiego, limpieza y desahogo.

Por cada emoción dolorosa que pude expresar, que me regaló liberación y comprensión, que me acercó a mí.

Hoy doy las gracias por cada invierno que dio y da paso a la primavera.

Hoy, te invito a dar las gracias por…

29 de febrero, día 60

Quédate con lo que resuena en ti cada día, sin llegar al autoengaño. Estar en contacto con tu ser esencial te mostrará tu Verdad, la que acompaña tu crecimiento diario.

Sé auténtico. Comprométete contigo desde el amor. Ya has pasado demasiado tiempo con el miedo.

MARZO

1 de marzo, día 61

Vuelve a la VIDA.

Vuelve a la realidad.

Vuelve al presente.

Cuando la vida no es vida, sino existencia.

Cuando la realidad no es tal, sino que pasan los días y esta sigue distorsionada y filtrada por la mente y aún no te has percatado.

Cuando el presente deja de existir porque solo te interesa el pasado y el futuro…

Vuelve a ti.

Vuelve a la VIDA.

Vuelve a amarte.

2 de marzo, día 62

—¡Cuéntame tu secreto! —me dijo mirándome como si, clavando su mirada en la mía, fuera a lograr la respuesta que tanto ansiaba.

Le devolví la mirada y sonreí.

—Serán las cerezas de mi vestido —le respondí con ojillos picarones y soltando una profunda y delicada carcajada.

La vida es más simple de lo que pensamos. Ella dice que los complicados somos nosotros.

Ahora ve y disfruta de cada cosa, persona, situación que la vida te regale hoy.

Ahora ve y agradece todo lo que eres y lo que tienes.

Ahora ve y respira la VIDA. Conéctate con tus verdaderos propósitos y no con los que otros quieren para ti.

Ahora dime: ¿cuál es el secreto?

3 de marzo, día 63

Tu vida puede ser como un puzzle.

Hay puzzles que pueden permanecer siempre en la caja sin ni siquiera ser mirados.

Hay puzzles cuyas piezas se dejan en una mesa y se van colocando, poco a poco, hasta quedar formados.

Hay puzzles que se olvidan, las piezas se van perdiendo y, con el tiempo, pierden su color y se mantienen inacabados.

¿Qué tipo de puzzle sientes que es tu vida en este momento?

4 de marzo, día 64

Un día soñé que podía inventar lo que no encontraba y me puse a escribir.

Un día escribí lo que quería encontrar y me puse a soñar.

Y ese sueño, y ese día, y lo que encontré, y lo que no encontré, y lo que escribí, y lo que inventé, me trajeron aquí, a este ahora, y a este, y así hasta el infinito.

Sueña.

Escribe.

Inventa.

Encuentra.

Crea.

Vive.

5 de marzo, día 65

Vivamos el momento.

¡Qué gran decisión!

Sin pensar —que es cuando la magia ocurre—, cogimos el coche y llegamos a aquel lugar tan inspirador y poético.

Nos habíamos propuesto vivir el momento. ¡Juntas!

Nos convertimos en pura y deliciosa presencia.

Disfrutamos como si fuera el último día sobre la tierra.

¡Juntas!

Brindo por todas las personas que saben convertir momentos en VIDA. Somos los verdaderos alquimistas de esta existencia, la del AHORA.

6 de marzo, día 66

¿Te atreves a poner esas caras que ponías cuando «tenías menos años encima»?

¡Claro! ¿Dónde hay que mirar?

¡Mírame a mí!

Tengo el alma joven.

Ya lo sé. Y yo. Por eso disfrutamos lo que «otros» llaman tonterías.

Por eso, ahora mismo, vamos a desconectar y a poner caras. Venga, no te hagas tanto de rogar…

¿Hasta dónde crees que llegaremos?

Hasta donde las risas alcancen.

Ya sabes que son infinitas.

7 de marzo, día 67

¿Por qué mi mente me bombardea con pensamientos catastróficos todo el rato?

Estábamos hablando de la aparatosa caída que habíamos visto en aquel documental, cuando ella se vio envuelta en pensamientos que la enredaron y la sacaron del palique.

Seguro que mañana mientras esquiamos, me caigo y me tienen que sacar de la pista en helicóptero y operarme de urgencia…

Muchas veces, podemos reaccionar con miedo o aprehensión ante situaciones nuevas e inciertas para nosotros. Aunque algunas personas pueden convertir esto en «grandes catástrofes» y hacer de su vida un auténtico infierno.

Puede que te encuentres en un estado de ansiedad y, por eso, vienen a tu mente un mayor número de pensamientos catastrofistas. Y, cuando estos se repiten continuamente, te acabas creyendo que es muy probable que sucedan, ya que de la repetición constante se fijan en la mente. Esto es un autoengaño evidente del que, muchas veces, no sabemos cómo salir.

Tal vez sepas que las personas que más padecen este tipo de pensamientos demoledores vivieron una infancia difícil, en un entorno hostil en el que las amenazas y los peligros acechaban. Por eso, como no entendían muy bien por dónde aparecería el siguiente riesgo, crearon en su interior, como mecanismo de defensa y supervivencia, este tipo de pensamiento exageradamente protector.

Puede ser interesante que te tomes un descanso, cuando aparezcan esos pensamientos, para que puedas observarlos y pasarles un «filtro de realidad», y así poder valorar las posibles respuestas que se pueden dar frente a esos peligros que han aparecido en tu mente.

8 de marzo, día 68

Elijo confiar…

En mí.

En ti.

En esas infinitas posibilidades que la vida me ofrece.

En aportar valor a otras personas compartiendo mis talentos naturales.

En ellos.

Todas ellas son señales de coraje y este proviene del corazón.

En la confianza, la duda perdió la partida.

9 de marzo, día 69

¿Te has fijado cuántas veces utilizas el tiempo verbal «debería» en tus conversaciones cotidianas?

Debería no ser tan efusiva, que luego las cosas se confunden. Cuando, en realidad, te apetece llamar a ese amigo que hace siglos que no ves y darle un pedazo de abrazo tras otro.

 

Llámale y cuéntale, exprésate, habla, escucha, siente. Es simple.

Puede que te sorprendas y que «esa persona» también te diga que le apetece compartir ese abrazo y charlar durante horas contigo.

Deja de darle tanto poder a tu mente y pasa a la acción.

Aparca los «debería» y súbete al «hago».

«Hacer» desde el amor y con amor, desde la atención y lo sencillo, es una elección acertada que nos abre puertas a nuevas experiencias y actitudes.

10 de marzo, día 70

Tengo una amiga llamada VIDA.

Ella siempre quiso ser mi amiga, aunque yo prefería mirar para otro lado y vivir inmersa en mi tristeza y cómodo victimismo.

Un día me encontré con ella cara a cara, y no tuve más que escuchar lo que vino a decirme: «Puedes seguir mirando para donde quieras, aunque me gustaría que supieras que yo sigo aquí a tu lado. Siempre he estado y siempre estaré. Tuya es la decisión de vivir o seguir en tu cueva alejada del mundo real».

Y seguí en mi cueva.

Y un día, así, sin más, la miré y me acerqué a ella.

Ahora somos las mejores amigas, y cuando a veces me distraigo, ella amablemente me coge de la mano y me recuerda que habíamos quedado para caminar por el campo e irnos de picnic.

Entonces, nos abrazamos y no hay separación.

¡Soy VIDA!

¡Somos VIDA!

11 de marzo, día 71

¿Te has dado cuenta de cómo tu mente te engaña y te hace creer cada día que no puedes ser feliz si no tienes esto o aquello?

Nuestras mentes están programadas para demostrarnos constantemente que no podemos ser felices «sin todo eso».

Y esto hace que vivamos en una continua tiranía, esclavitud, imposición o como quieras llamarlo… del apego.

Y es que el apego es esa vinculación compulsiva a una cosa, persona o situación X que la mente crea cuando nos hace creer que «sin eso» no podemos ser felices.

Así que hoy te propongo aprender a quererte un poquito más y mejor. Para ello, puedes comenzar observando tu mente y lo bien que te autosaboteas dándole todo el poder y creyendo todo lo que te dice e induce a hacer.

Por un mundo más auténtico y menos delirante.

Desprográmate.

Rompe ataduras.

12 de marzo, día 72

La flor de loto sabe que el fango es necesario para crecer y florecer. Lo acepta como proceso natural.

Las personas nos resistimos al fango porque creemos férreamente que nos hace daño.

Y el auténtico daño y sufrimiento es resistirse al fango.

Ahora ve y luce tu brillo con humildad y generosidad.

Acepta y bendice tu proceso personal como necesario para SER tan espectacular como la flor de loto. Y, desde ahí, compártete, sin más y sin menos.

13 de marzo, día 73

Qué sensación cuando la desolación te acompaña a todos lados.

El bocado doloroso que te hace sentir hueco el vientre, como si el mayor regalo fuera desaparecer de repente y no despertar.

Pues esa sensación hay que experimentarla y acogerla con amor. Solo desde la consciencia es desde donde se hace espacio y va creciendo, poco a poco, la VIDA. Ese es el regalo infinito del reencuentro contigo.

Deja de abandonarte y mírate.

No estás solo.

14 de marzo, día 74

¿Qué es lo que no te permites ver?

Parece como si viviéramos en un mundo paralelo. Cada mañana, siempre lo mismo, y cada tarde, cada noche y al día siguiente, vuelta a empezar.

El mundo real no está en la dimensión mental en la que vives cada día. El mundo real empieza cuando te permites parar y observar, respirar y zambullirte en la experiencia, vacía de expectativas y prejuicios, con amabilidad y curiosidad, libre de luchas e inútiles esfuerzos.

Hoy te reto a que empieces a mirar desde otra perspectiva, con otra actitud, lejos de la cadena de sufrimiento barato y queja continua en la que se ha podido convertir tu existencia.

15 de marzo, día 75

La puerta siempre estuvo abierta. Aunque es AHORA cuando ha decidido explorar sin miedo y volar hacia su mundo interior.

Cuando nos sentimos atrapados en jaulas acomodaticias y emociones sangrientas, algo dentro está roto, destrozado y necesitado de ser mirado.

Ahora es el tiempo de transformar la desvalorización en amor. Vamos a conectar con nosotros para dejar de permanecer en vidas coloreadas con tizas que desaparecen cuando caen cuatro gotas de agua.

Vuela libre. La puerta está abierta.

16 de marzo, día 76

Hoy, me gustaría invitarte a que hagas una pausa y respires lenta y profundamente durante un rato.

Siendo lo más sincero y honesto contigo, puedes preguntarte:

¿Soy la persona que quiero ser? ¿Hago lo que realmente me llena y me hace feliz? ¿Me expreso abiertamente, sin coacciones, siendo quien me gustaría ser? ¿Amo y me permito ser amado? ¿Vivo realmente mi camino y mi vida o solo el que otros esperan o eligen por mí?

Puede que hoy sea el momento de mirarte y re-encontrarte.

Puede que hoy sea el momento perfecto para descubrir-te, sorprender-te, experimentar-te, transformar-te, amar-te y ser el protagonista de la apasionante aventura de tu vida.

Puedes empezar por confiar en tu propio valor, en los recursos internos que ya posees y en otros nuevos que puedes desarrollar, en tu creatividad, en el despliegue de todo tu potencial y en tu capacidad de atención para darte cuenta de los aspectos que necesitan ser mirados para poder ser transformados desde la confianza y el amor.

17 de marzo, día 77

—Sé la adulta que tu niña necesita —así de tajante le respondí—. Llevas jugando al escondite toda la vida y no precisamente divirtiéndote, sino huyendo de lo que sientes y siendo quien no eres.

Hoy es el mejor día para dejar de posponerte, mirar a la niña herida que vive en ti y abrir tu corazón de par en par a la vida.

¿Te atreves?

Dame la mano… Vamos a jugar.

18 de marzo, día 78

Da… Da… Da…

Sigue dando y no te atrevas a recibir.

Mírate al espejo y no te veas.

Observa la sombra en que te has convertido.

Dar sin saber ni querer recibir, te borra.

Dar sin motivo ni sentido muestra tu desvalorización.

Date cuenta de una vez y avanza.

Tu ego va a matarte y no te vas a dar ni cuenta.

Bienvenido a la VIDA.

19 de marzo, día 79

La VIDA es estar presente, agradeciendo y valorando lo que nos regala cada momento.

¿Te has preguntado alguna vez si vives de verdad?

La rutina y esa necesidad, a veces enfermiza, de querer sentirte seguro a todos los niveles y poder controlarlo todo, es lo que abre la puerta cada día a la desconexión contigo y con la vida.

Cierra los ojos de «creer ver» y abre los ojos del corazón, los que intuitivamente te guían hacia ti; los que amablemente te regalan transformar el dolor de la separación en la alegría esencial de la conexión con todo.

Te invito a pasar del control a la confianza. Es el umbral de la Presencia.

20 de marzo, día 80

¿Te dedicas un tiempo cada día para ti?

A veces, y por creencias adquiridas, no nos permitimos disfrutar ni diez minutos al día para nosotros.

Parece como si eso del disfrute no estuviera bien visto, fuera una pérdida de tiempo o te hiciera recordar a tu madre en su eterno sacrificio.

Tu vida es tuya y tú eliges.

¿A qué vas a dedicar hoy el tiempo que te regales?

Disfruta aquello que elijas.

21 de marzo, día 81

¿Cómo te encuentras?

No estoy muy bien, aunque no sé decirte lo que me pasa.

A veces, no nos sentimos «bien» y no sabemos lo que nos pasa. A veces, no queremos sentirnos así.

A veces, no nos permitimos sentir porque duele.

Hoy te invito a permanecer con lo que surja durante el día y abrirle un espacio, por pequeño que sea, en tu interior. Así, la desconexión contigo y con la Vida se irá empequeñeciendo, y tú crecerás y te fortalecerás.

Feliz día de sentir todo aquello que venga.

22 de marzo, día 82

¿Respiras para sobrevivir?

Te invito a que hoy te tomes un tiempo para descubrir si respiras para sobrevivir o tu respiración te conecta con la VIDA.

Sumérgete en la experiencia.

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