Desarrollo cognitivo, sensorial, motor y psicomotor en la infancia. SSC322_3

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5. La creatividad

Creatividad es sinónimo de inventiva, de pensamiento original, de respuesta original, de pensamiento divergente, de imaginación, etc. Es la capacidad del individuo de generar ideas y conceptos conocidos desde otro enfoque o punto de vista. La creatividad supone la capacidad de ver nuevas posibilidades donde los demás no las ven. La creatividad puede estar en el enfoque, en la visión, en la respuesta, etc.

Todos los individuos tienen capacidad creativa, aunque algunos la desarrollan y acusan en mayor medida. La escuela debe ocuparse de desarrollar esta capacidad, superando el hecho de que a lo largo de la historia se ha tachado a la institución escolar de coartar e inhibir la capacidad creativa de los niños.

Para Vygotsky, la creatividad es un potencial de todos los seres humanos, un potencial, además, que se puede y se debe desarrollar. Todos los individuos tienen la capacidad de imaginar, transformar y crear la realidad. Aunque, como todo en su teoría, la actividad creadora tiene un carácter social, dando importancia a la creatividad colectiva, que es la que desarrolla y hace avanzar a una sociedad.

Por la propia génesis del concepto, no hay unas características del individuo creativo, pero sí una serie de cualidades comunes, entre las que destacan:

1 Gran curiosidad.

2 Alto nivel de observación del entorno.

3 Importante volumen de información almacenada en su memoria.

4 Capacidad de empatía hacia los problemas del entorno.

5 Independencia de los pensamientos, pensamiento divergente.

6 Personalidad inconformista hacia lo establecido.

7 Gran capacidad de análisis y síntesis.

8 Alta capacidad de redefinición y reacomodación de ideas.

9 Originalidad en las respuestas.

10 Capacidad de iniciativas.

11 Fluidez mental y verbal.

12 Flexibilidad en los planteamientos.

13 Alto nivel de motivación.

Sabiendo que son estas las cualidades comunes que presentan los individuos con alta capacidad creativa, es fácil deducir que para trabajar la creatividad en los niños, un buen punto de partida puede ser fomentar el desarrollo de estas características.

Las condiciones previas necesarias para poder trabajar la creatividad individual y grupal son:

1 Planificación previa de la acción educativa, iniciando el aprendizaje con una reflexión en torno al contenido a trabajar.

2 Actitud positiva hacia el trabajo.

3 Actitud receptiva hacia las nuevas ideas.

4 Entusiasmo ante las creaciones ajenas.

5 Estimulación mental y emocional.

6 Alto nivel de concentración.

Los posibles obstáculos en el desarrollo de la capacidad creativa pueden resumirse en:

1 Una atmósfera de trabajo inhibidora.

2 Limitación de actitudes y respuestas espontáneas.

3 Señalación sistemática de errores, entendidos como respuestas distintas a las esperadas.

4 Trabajos excesivamente planificados y esquematizados.

5 Coerción de la autorreflexión con criterios propios.

6 Ambiente de desconfianza y rigidez emocional.

7 Temor al ridículo.

8 Miedo al fracaso.

9 Desprecio a las diferencias.

Como objetivos de las actividades de desarrollo de la creatividad se pueden señalar los siguientes:

1 Aumentar la capacidad de los niños para producir ideas nuevas.

2 Ofrecer la posibilidad de aplicar las nuevas ideas que surjan.

3 Ofrecer la capacidad para seguir patrones de pensamiento diferentes a los establecidos.

4 Interactuar con el medio de forma satisfactoria, desarrollando estrategias propias.

Algunos factores que favorecen el desarrollo de la creatividad infantil son los siguientes:

1 Tener libertad para hacer a su modo la actividad que se les proponga, tener la oportunidad de reflejar en ella su propio “yo” (libertad de expresión individual).

2 Ofrecer materiales y escenarios que posibiliten su libre exploración, que fomenten su capacidad de investigación y manipulación.

3 Crear contextos multiculturales. Posibilitar contextos en los que se relacionen con niños de distintas culturas, países o etnias, para que amplíen su capacidad de miras.

4 Facilitar la improvisación. La actividad ha de estar planificada, pero debe dejar lugar a la libre improvisación.

5 Potenciar la creatividad en las respuestas a distintos tipos de problemas, generando estrategias diversas.

Estos son solo algunos de los factores que pueden posibilitar el desarrollo creativo de los niños, aunque se pueden utilizar muchos más.

Ningún educador debe olvidar la importancia de fomentar la creatividad en sus alumnos, una capacidad cognitiva que se considera de inteligencia superior.


Los niños y niñas son curiosos por naturaleza y empiezan a pensar de forma natural, por lo que tarde o temprano bombardean con preguntas. Se debe aprovechar esta oportunidad para hablar y reflexionar con ellos, motivarlos a seguir pensando y enseñarles a aceptar que otras personas pueden pensar de manera distinta o tener puntos de vista diferentes al suyo.


Aplicación práctica

En el aula de dos años tienes programado trabajar mañana la educación musical de negritas y silencios creando patrones, esta actividad está orientada a fomentar el desarrollo de las capacidades creativas en los niños y niñas. ¿Cómo plantearías esta actividad?

SOLUCIÓN (Posible solución)

A la hora de realizar esta actividad, tenemos que tener en cuenta que podemos trabajarla de diferentes formas.

Por ejemplo, se les reparte a los niños y niñas globos blancos y negros. Se les explica que cada globo es una nota musical, (en este caso el globo negro es la negrita y el blanco el silencio), cuando un niño enseñe un globo negro por ejemplo habría que dar un golpe en la mesa, y en el momento que enseñara el globo blanco, habría que hacer un silencio. Así cada niño y niña hará su patrón con los globos, los demás compañeros junto al educador irán realizando estos patrones, y a su vez estaremos creando música.

6. La reflexión y el razonamiento

Todas las habilidades cognitivas estudiadas hasta el momento tratan de explicar el proceso por el cual el individuo adquiere y mantiene el conocimiento. Con la reflexión y el razonamiento se va a tratar de analizar la forma en la que el individuo utiliza la información y los conocimientos que ya tiene para enfrentarse a una situación y ofrecer una respuesta satisfactoria.

La reflexión y el razonamiento son capacidades cognitivas superiores, y requieren de la existencia de todas las anteriores para poder desarrollarse y evolucionar.

El niño es capaz de extraer conclusiones partiendo de las afirmaciones lógicas que ofrece el educador. Es decir, puede usar un razonamiento deductivo, mediante el cual, partiendo de una premisa dada por el educador, su conocimiento evoluciona hacia conclusiones generales. Que el niño sea capaz de usar el razonamiento deductivo no quiere decir que la conclusión final a la que llegue sea siempre la correcta, sino que esto dependerá del empleo que el niño haga de todas las capacidades cognitivas, anteriormente expuestas y de esta misma.

La reflexión ha de ser previa y posterior a la acción. Para ejecutar respuestas correctas, es necesario que el niño reflexione sobre la situación planteada, que piense las posibles opciones de acción y sus posibles consecuencias. Tras la acción, el individuo debe volver a la reflexión, para analizar lo positivo y/o negativo de su conducta y de sus consecuencias. En base a este análisis, razonará la necesidad de incluir este patrón en su conducta o no.

En la escuela debe incidirse intensamente sobre la necesidad de reflexionar nuestras acciones y sobre la necesidad de razonarlas.

El razonamiento, íntimamente ligado a la reflexión, sin la cual no podría darse, puede definirse como “la capacidad para ofrecer soluciones a problemas”.

Ya hemos visto, a lo largo de las diferentes teorías del aprendizaje, la concepción que cada una mantiene sobre cómo se produce el razonamiento infantil que conduce a la adquisición de nuevos aprendizajes.

Así, para Piaget, “las características y formas que adopta el razonamiento y la reflexión en la infancia van a depender del momento evolutivo del niño y de las características que va a tener en función del mismo”. En la teoría piagetiana el razonamiento se produce mediante el proceso de asimilaciónacomodación.

Para Vygotsky, “la reflexión y el razonamiento no dependen sólo de los momentos evolutivos, sino también de la interacción del individuo con el mundo que le rodea”. En la teoría Vygotskiana, el razonamiento se producía en el proceso de la internalización.

Estas son, grosso modo, las capacidades cognitivas que rigen el pensamiento humano. El educador ha de conocerlas todas, al igual que debe saber cómo desarrollar su potencial al máximo en todos sus alumnos.

No hay que olvidar, sino que debe tenerse siempre muy presente en nuestra práctica educativa, que estas capacidades no son estáticas ni innatas, y que todas ellas son susceptibles de ser educadas, fomentadas y desarrolladas. Para ello, es imprescindible conocer al niño, sus intereses, sus motivaciones etc., y saber reconducirlas hasta donde se pretende, en un clima distendido, relajado y afectivo.

 

Nota

La atención sufre oscilaciones normales debidas a fatiga, estrés, emociones diversas y también por trastornos de la afectividad, la psicomotricidad, daño cerebral, etc.

7. Resumen

Los procesos cognitivos que influyen en el aprendizaje pueden dividirse en dos tipos:

Procesos cognitivos básicos: dentro de los cuales se distinguen la atención, la memoria y la percepción.

Procesos psicológicos superiores: pudiendo identificarse en esta categoría la inteligencia, la creatividad y la reflexión y el razonamiento. Estas capacidades cognitivas superiores requieren de la existencia de los procesos cognitivos básicos para desarrollarse y evolucionar.

La principal importancia que en la educación tiene el conocimiento de estos procesos cognitivos radica en el hecho de saber que estas capacidades y procesos cognitivos pueden entrenarse y perfeccionarse. Por lo que, el educador debe conocer a la perfección tanto los procesos cognitivos básicos como superiores, para poder actuar y fomentar su desarrollo en el niño.


Ejercicios de repaso y autoevaluación

1. Enumere los determinantes externos que conozca y que sean influyentes en los procesos de atención en el individuo.

2. Determine las principales características de los distintos tipos de memoria que conoce.

3. Refiera al menos cuatro características que definan al niño creativo.

Capítulo 3

Relación entre desarrollo sensonrio-motor y cognitivo en la infancia

1. Introducción

Las diferentes investigaciones realizadas en el campo de la Psicología de la Educación coinciden en afirmar que existe una clara relación entre el desarrollo cognitivo y el sensorio-motor, del que depende y al que a su vez condiciona.

Piaget se configura como principal referente en este campo, ya que su teoría es la que más énfasis establece en la relación directa entre el proceso del desarrollo sensoriomotor en el niño y su evolución cognitiva. De hecho, para Jean Piaget, el momento evolutivo en el que se encuentra un individuo va a depender fundamentalmente de sus experiencias a nivel sensoriomotor, sobre todo en los primeros años de vida. Es, por tanto, la acción corporal, sensoriomotora, la generadora de experiencias vitales que van a provocar en el individuo el desencadenante de una serie de procesos psicológicos que desembocarán en la conformación de estructuras cognitivas cada vez más complejas.

Debido a la indudable relevancia de la relación cognitiva y sensorio-motora en la infancia, en el presente capítulo se profundizará en el estudio del desarrollo evolutivo que Piaget llevó a cabo en sus investigaciones con la infancia.

2. Aportaciones de la teoría epistemología genética de Piaget

Según Jean Piaget, el periodo que va desde el nacimiento a la adquisición del lenguaje está marcado por un desarrollo mental extraordinario, que se conseguirá a través de las percepciones y los movimientos. Es la llamada Asimilación Sensorio-motriz. Después, y a lo largo de todo el desarrollo de las capacidades cognitivas del individuo, las experiencias sensoriomotoras van a asumir gran importancia, llegando incluso a ser determinantes en muchos aprendizajes.

El científico llegó a esta conclusión tras la constante observación de sus tres hijos pequeños, sobre los cuales construyó la base de su teoría.

Dentro de la teoría de Piaget sobre el aprendizaje humano se enmarcan los llamados Estadios Evolutivos:

1 Periodo Sensoriomotor (0 a 2 años).

2 Periodo Preoperacional (2 a 6 años).

3 Periodo de Operaciones Concretas (6 a 12 años).

4 Periodo de Operaciones Formales (12 a 16 años).


Sabía que...

“Los seis primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo del ser humano porque, en ellos, el niño configura sus habilidades psicomotoras, cognitivas, lingüísticas, emocionales y sociales”, destaca María Teresa Sanz de Acedo, pedagoga y doctora en Psicología, especializada en el área Evolutiva y de la Educación.

El 50 % de la capacidad para el aprendizaje de una persona se desarrolla en los primeros 6 años de vida.

2.1. Periodo sensoriomotor (0 a 2 años)

Los estudios de Piaget sobre esta etapa han dado como fruto tres libros que se consideran una trilogía sobre el periodo sensoriomotor:

1 El nacimiento de la inteligencia del niño (1936): en él se expone la inteligencia sensoriomotora, desde los reflejos hasta la aparición de la inteligencia representativa, cerca de los dos años de edad.

2 La construcción de lo real en el niño (1937): en él se trata la construcción de las categorías básicas del pensamiento: espacio, tiempo, causalidad, permanencia de los objetos, etc.

3 La formación del símbolo en el niño (1946): en él se estudia la génesis de la capacidad de representación, donde se da el paso de la inteligencia sensoriomotora a la representativa y conceptual.

El periodo sensoriomotor está, a su vez, dividido en seis subestadios. Todos llevan un orden cronológico y se suceden en el tiempo. Para que el niño pase de un subestadio sensoriomotor a otro es necesario que haya superado y completado el primero. Hay, por lo tanto, una secuencia evolutiva de un subestadio a otro.

A continuación, se describen las principales características de cada uno de estos subestadios.

Subestadio 1: el ejercicio de los reflejos (0-1 mes)

Cuando el niño nace, tiene incorporada de forma innata una serie de reflejos que van a mediatizar sus primeras relaciones con el mundo que le rodea. A lo largo del tiempo, algunos de estos reflejos van desapareciendo, otros se perpetuarán para el resto de su vida (como el estornudo, por ejemplo) y otros se irán convirtiendo con el desarrollo en actos voluntarios.

La aparición de un acto reflejo es la respuesta de algún esquema motor a una estimulación externa, que le viene de fuera. El niño no controla la aparición de esta respuesta y no siempre aparece exactamente igual, ya que variará en función de los matices del estímulo y del ambiente en el que esta se produzca.


Los reflejos en el recién nacido son muy importantes y aportan mucha información. Cuando un reflejo no surge en el momento determinado o periodo crítico, o sigue persistiendo durante mucho más tiempo de lo establecido, puede ser un aviso de la existencia de una lesión neurológica.

En los reflejos que permanecen pueden determinarse tres momentos fundamentales en su desarrollo:

1 En un primer momento, el reflejo es totalmente instintivo y una mera respuesta a la estimulación externa. A veces, las respuestas motoras que conforman un reflejo se van perfeccionando y generalizando.

2 En un segundo momento, los reflejos pasan a convertirse en hábitos. El niño discrimina los estímulos y las respuestas que él mismo da.

3 En una tercera fase, aparece la inteligencia sensoriomotora, que se aplica a la manipulación de objetos. Los esquemas motores ya comienzan a tener una causalidad.


Ejemplo

Según la teoría epistemológica genetica de Piaget, el periodo que va desde el nacimiento a la adquisición del lenguaje está marcado por un desarrollo mental extraordinario, que se conseguirá a través de las percepciones y los movimientos.

Los principales reflejos son:

1 Reflejo de moro: suele desaparecer a los 3 o 4 meses. Es una reacción motora que aparece cuando el bebé está asustado porque siente en peligro su estabilidad corporal. Levanta los brazos hacia arriba y flexiona los pulgares. La ausencia de este esquema motor denota problemas en el niño, pero su presencia en niños más mayores también es indicativa de problemas. También es conocido como respuesta de sobresalto.

2 Reflejo de succión: consiste en una búsqueda, mediante succión, cuando se estimula la zona alrededor de la boca. Este reflejo aparece en la semana 32 del embarazo y no termina de formarse hasta la 36, aproximadamente. Por esta razón, es frecuente en los bebés prematuros que el reflejo de succión sea débil o, incluso, inexistente en bebés nacidos antes de la semana 32 de gestación.

3 Reflejo de sobresalto: surge cuando el bebé se asusta por la acción de cualquier estímulo externo. El patrón motriz es el de retraer rápidamente y con fuerza todas las extremidades, brazos y piernas.

4 Reflejo de paso: también conocido como reflejo de marcha automática. Consiste en el reflejo de simular el paso de andar cuando el bebé toca una superficie dura con las plantas de los pies. Es muy parecido y está relacionado con el anteriormente comentado reflejo de moro.

5 Reflejo de Babinski: consiste en que cuando se acaricia firmemente la planta del pie, el bebé tiende a doblar el dedo gordo hacia la parte superior del pie, mientras que los demás dedos se abre en forma de abanico. Este reflejo permanece durante toda la etapa sensoriomotora, hasta aproximadamente los 2 años.

6 Reflejo tónico del cuello: cuando el bebé, tumbado de cuerpo supino, rota la cabeza hacia un lado, el brazo del lado al que se gira se extiende con la mano abierta, y el otro se flexiona y aprieta fuertemente el puño. Se asocia a una postura de defensa.

7 Reflejo de presión: cuando se pone algo en la palma abierta de la mano del bebé, este la cierra fuertemente para capturar el objeto que hace presión. Este reflejo se realiza con una gran fuerza motora.

8 Reflejo de búsqueda: también conocido como reflejo de hociqueo. Consiste en que al tocar la mejilla del bebé, este girará la cabeza hacia ese lado y comenzará a succionar.

9 Reflejo de paracaídas: aparece más tardío que todos los anteriores, pero antes de que el niño comience a caminar. Cuando nota que el cuerpo cae hacia delante desde una posición erguida, los brazos se extienden rápidamente para evitar la caída.


Ejemplo

Cuando el niño nace, tiene incorporada de forma innata una serie de reflejos. Algunos irán desapareciendo con el tiempo. Otros le durarán toda la vida.

Algunos reflejos que permanecen a lo largo de toda la vida son los siguientes:

1 Reflejo de bostezo: se produce cuando se siente una necesidad de oxígeno extra.

2 Reflejo de la tos: se sucede cuando se recibe la estimulación de las vías respiratorias.

3 Reflejo de nauseas: aparece cuando se estimula fuertemente la garganta o la parte posterior de la boca, produciéndole a la persona nauseas.

4 Reflejo de parpadeo: se produce cuando sentimos un contacto directo en los ojos o cuando estos son sometidos a luces muy fuertes o brillantes.

5 Reflejo de estornudo: lo produce el sujeto cuando nota una estimulación externa en las vías nasales.

Como podemos observar, todos los reflejos que se mantienen a lo largo de la vida adulta tienen como finalidad la de proteger al cuerpo de posibles agresiones externas.

 

La repetición de todos los reflejos innatos va conformando la creación de esquemas de respuesta aprendidos, de forma que el niño los va interiorizando en sus esquemas mentales, y, por lo tanto, va conformando sus primeras estructuras cognitivas.

Subestadio 2: el desarrollo de los esquemas (1-4 meses)

Durante este periodo, los esquemas cognitivos siguen evolucionando, fruto de la asimilación y acomodación motriz. Aparece por primera vez la coordinación de esquemas. El niño comienza a asociar esquemas entre ellos, sobre todo de audición y visión. Por ejemplo, el niño comienza a volverse a mirar cuando escucha un ruido tras él.

También comienza a aparecer la coordinación de reflejos, por ejemplo, en los de succión-presión y en los de visión-presión. El bebé comienza a llevarse a la boca todo lo que coge, igualmente comienza a querer apretar y coger todo aquello que le rodea. Pero, toda esta creación de coordinación de esquemas está muy limitada, ya que al bebé le cuesta mucho descentrarse de su propio cuerpo.

En este subestadio es de especial importancia la aparición de las reacciones circulares primarias. Una reacción circular hace referencia a la adquisición de un ciclo de conductas. El niño reproduce al azar un esquema sensoriomotor y trata de conservarlo en su conducta, a través de la repetición una y otra vez de ese movimiento. Se crean así estructuras adquiridas, que se pueden llamar hábitos. El hablar de hábitos implica que hay una voluntariedad de la acción del bebé.

Las reacciones circulares permiten al niño ensayar otros esquemas y coordinarlos con otros distintos. El niño hace esto por el puro placer de experimentar, pero, en ocasiones, sucede que los resultados de su experimentación le son gratos y procura perpetuarlos. Todas las reacciones circulares primarias están centradas en el propio cuerpo del bebé.

Las reacciones circulares primarias están a medio camino entre los reflejos y la inteligencia. Se puede afirmar esto, porque el niño ya reacciona ante algo nuevo, hay una asimilación cognoscitiva, el niño ya diferencia, por lo que comienza a prepararse el camino para el proceso de acomodación, aunque aún no se puede hablar de acomodación como tal.


Cuando el niño y niña nace trae de forma innata una serie de reflejos, algunos irán desapareciendo con el tiempo, otros le durarán toda la vida, y su finalidad es la de proteger el cuerpo.


Nota

Todos los reflejos que se mantienen a lo largo de la vida adulta tienen como finalidad la de proteger al cuerpo de posibles agresiones externas.

Subestadio 3: el descubrimiento de procedimientos (4-8 meses)

Los nuevos esquemas adquiridos en el subestadio anterior van a permitir la aparición de esquemas motores cada vez más complejos.

La principal característica de este periodo es que el niño comienza a ser capaz de descentrarse de su propio cuerpo y comienza a interesarse por el entorno que existe más allá de él. El bebé comienza a buscar el esquema motor que le posibilite manipular objetos externos, pero aún no hay causalidad o intención en sus movimientos.

Esta necesidad de experimentación con objetos externos no tiene por motivo único la satisfacción del deseo, sino que pretende la obtención de resultados que se escapan al campo reducido de su propio cuerpo. Es, por tanto, en este subestadio cuando por primera vez el individuo muestra la necesidad de relacionarse con el mundo externo. Se establece, así, una triada bebé-objeto-sujeto.

Cuando el niño interacciona con una persona mayor, hace gala de todo su repertorio conductual, y si el adulto responde (aunque sea casualmente) a alguna de estas conductas, con una respuesta que resulte satisfactoria para el niño, este no parará de repetirla. Entenderá que su acción es la causa directa de la respuesta del adulto, aunque no haya una correspondencia real. A esta estructura de efecto-causa que establece el niño la podemos considerar como la primera comprensión del fenómeno de causalidad. Hay que tener claro que esta causalidad no es real, ya que el niño cree que realmente su acción crea de manera irrevocable la respuesta del adulto, aunque en ocasiones no sea así.

También el bebé asocia a determinados objetos determinadas conductas motoras, es el llamado reconocimiento motor. De tal forma que, cada vez que el niño esté ante ese objeto realizará el mismo movimiento.

Por último, es importante señalar también como logro cognitivo de esta etapa, la aparición de la anticipación en la trayectoria de un objeto en movimiento, siempre que este no desaparezca del campo perceptivo del niño. En este estadio, lo que no se ve o deja de verse, no existe o deja de existir para él.

Subestadio 4: la conducta intencional (8-12 meses)

Como indica el nombre de este estadio, el logro que lo define es la aparición de las conductas intencionales. Otras dos grandes características asociadas a ésta son que el niño aumenta de forma exponencial su atención e interés por el mundo que le rodea y que aparecen las primeras coordinaciones instrumentales en la relación fin-medio.

Los esquemas motores que el niño va a reproducir ya no son solo ensayos al azar, sino que van a disponer de los medios necesarios para conseguir un fin propuesto. Aunque los esquemas de acción ya estaban presentes en las estructuras cognoscitivas del niño, lo que aparece ahora son esquemas de coordinación intencional.

También se produce una verdadera revolución en el campo del aprendizaje por imitación. Comienza en el niño, por ejemplo, la imitación de sonidos y gestos, aunque disten mucho del modelo real, pudiendo imitar en ausencia del modelo. Esto indica la existencia ya de una primitiva representación mental.


Ejemplo

Según los expertos nacemos sin saber imitar y, durante los primeros meses, a la vez que aprendemos nuevos comportamientos también aprendemos a imitar. A medida que crecemos, seguimos perfeccionando esta capacidad; imitamos más y mejor.

Subestadio 5: la exploración de nuevos medios (12-18 meses)

Se puede decir que es el último estadio puramente sensoriomotor, lo que no quiere decir que la experiencia motora y sensorial deje de servir al desarrollo cognitivo del niño, pero sí que deja de ser su única fuente de desarrollo.

En esta etapa, ya se dan las condiciones motoras necesarias para que el niño se convierta en un gran explorador del medio. El niño comienza a interesarse por las propiedades de los objetos, por lo que experimenta continuamente con ellos mediante procedimientos de ensayo y error. Aparece la búsqueda de nuevas experiencias, ya no se trata solo de repetir un patrón adquirido.

El niño pasa, pues, de un interés plenamente egocéntrico, que no va más allá de su cuerpo, a un interés por la realidad, a la que desea conocer.

Las relaciones causa-efecto que crea con los adultos cada vez están más ajustadas a la realidad y van perdiendo la dimensión mágica.

La permanencia del objeto aún está limitada a su ubicación en el campo perceptivo.

Las conductas de imitación se multiplican, cada vez las ajusta más al modelo real, aumentando, así, la evidencia de la aparición de la representación mental.

Subestadio 6: la representación mental (18-24 meses)

La representación mental es la adquisición más importante de este periodo y la que provoca su fin. El niño posee ya sus esquemas de acción interiorizados. Esto quiere decir que ya no tiene la necesidad de estar delante de los objetos para ensayar actuaciones sobre ellos. En estos momentos, a nivel de representación mental, el niño puede actuar sobre los objetos con distintos esquemas de acción y prever sus consecuencias.

Esto le permite minimizar su conducta de tanteo y ensayo-error, pudiendo progresivamente elegir de antemano el esquema de acción correcto para obtener la respuesta que espera.

Al acceder a la capacidad de representación mental, las posibilidades de experimentación con el medio se amplifican enormemente.

Al adquirir la representación, el niño logra también la permanencia del objeto, por lo que también es capaz de seguir su trayectoria, aunque éste se pierda del campo perceptivo.

Por último, la capacidad de representación ofrece al bebé el acceso a la función simbólica, que supone el punto más alto del desarrollo cognitivo en la etapa de desarrollo sensoriomotor del niño.

Queda patente que en los dos primeros años de vida del niño, cuando aún no existe de una forma desarrollada la capacidad simbólica de representación mental, todo el desarrollo de las estructuras cognitivas se produce en función de su evolución sensoriomotriz.

El hecho de que aparezca la representación mental no quiere decir que desaparezca la acción directa sobre la realidad. Esta no desaparece nunca. A lo largo de toda la vida, el individuo sigue construyendo esquemas mentales a partir de la percepción sensoriomotora que de la realidad tiene, aunque se vaya desarrollando paulatinamente la capacidad de construir estos esquemas sin un contacto directo con la realidad.

De hecho, la forma en la que se conceptualice a nivel mental la realidad va a depender en gran parte de cada individuo, de la percepción que sobre esta realidad tenga. Percepción que le vendrá dada por los sentidos.