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El año de la peste

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El primer fin de semana de cuarentena obligatoria es largo. La noche del sábado una música a decibeles inusuales aun para los hábitos saturnales de esta manzana, arma clima festivo. De balcón a balcón se gritan los brindis y se agitan los cuerpos. Al día siguiente, el clima, meteorológicamente hablando, invita a balconear. Al atardecer y sin haberlo previsto, los balcones se transforman en plateas. Alguien saca su guitarra y rememoro domingos de juventud en Plaza Francia. Cierra la noche de domingo con exquisito y vitoreadísimo concierto de piano…

Me opera la metáfora bélica y aun embelesada pienso “qué buena ´moral de tropa´”.

Al segundo cacerolazo-troll-de-las-21.30hs. consecutivo lo tapamos con gritos y se logró frenar. ¡A mí -como a tantes más- el primero me hizo sentir agobio de cuarentena, lo que no había sentido en estos 21 días! Al silencio de cacerolas le siguen gritos transformados en jolgorio. Alguien pide cantando por “unas chinas hoy”33. Desde otra ventana, donde hay, se ofrece “vení a buscar, voy a estar acá” y todo ese ruido concluye en carcajadas.

La noche del 2 de abril, mientras escribo estos relatos, me alegra el silencio de mi manzana a las 21.30 hs.

4. Duelar en cuarentena34

Nos llegan las noticias de la imposibilidad de ritos velatorios en distintas partes del mundo. Las noticias de Guayaquil destrozan35. ¿Cómo prepararse36 para duelar y/o acompañar duelos en esta cuarentena?

En estos días sobrevino la muerte de un familiar lejano, afecto de mis afectos, por causas ajenas a esta pandemia. Duelo sin ritual a causa de ella. Sin poder abrazar, más que con palabras a sus deudos.

Desde el GCBA exhortan a trabajadores de salud mental a voluntariar acompañamientos en los hoteles de repatriades. Sin insumos y sin protección. Sin disposición a permitir que les profesionales diseñen la mejor estrategia posible, la más cuidadosa37. Escenario seguro, concepto sanitario básico, incomprensible para quienes agitan a las manadas con el troyano de la inseguridad. La precarización de nuestros trabajos se pone más ruidosa. Las vacancias del sistema de salud de cobertura universal teórica, a plena vista.38 También la precariedad de nuestras formaciones cuando en la encerrona de la teoría única y las prácticas rituales, pierden hospitalidad39. Es momento de repensarnos. En eso estamos…

Buenos Aires, 3 de abril de 2020.

*Lic. en Psicología. Feminista.

luisinagiusto@gmail.com

1 Sobre esta cuestión ver: Scassera, Sofía.: “Coronavirus y trabajo a distancia: los nuevos hámsters de las plataformas” en Anfibia, UNSam. Accesible en: http://revistaanfibia.com/ensayo/hamsters-plataformas-teletrabajo/

2 Agamben, Giorgio., Zizek, Slavoj. Nancy, Jean-Luc et al. Sopa de Wuhan, ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), 2020. Fue compartido en el grupo de Whatsapp de la Maestría en Estudios Interdisciplinarios de la Subjetividad, cohorte 2018 por el compañero Ismael Fernández a quien agradezco. Accesible en: https://kehuelga.net/spip.php?article6587 También agradezco a Belén Casas quien con anterioridad me compartió algunos de los artículos que allí se reúnen. Con Belén leímos Sopa de Wuhan en simultáneo, compartiéndonos por Whatsapp nuestras primeras impresiones sobre algunos de sus textos.

3 Manrique, Patricia. “Hospitalidad e inmunidad virtuosa” en Agamben, Giorigio., Zizek, Slavoj. Nancy, Jean-Luc et al. Ob. Cit.

4 Galindo, M.: “Desobediencia, por tu culpa voy a sobrevivir” en Agamben, Giorgio., Zizek, Slavoi. Nancy, Jean-Luc et al. Ob. Cit.

5 Preciado, Paul B.: “Aprendiendo del virus” en Agamben, Giorgio., Zizek, Slavoj. Nancy, Jean-Luc et al. Ob. Cit. El artículo levantado anteriormente por Lavaca.org me fue compartido por Laura Gobet a quien agradezco. También accesible en https://www.lavaca.org/notas/encerrar-y-vigilar-paul-preciado-y-la-gestion-de-las-epidemias-como-un-reflejo-de-la-soberania-politica/

6 Aunque tomaré otro rodeo, coincido con Pablo Tajman en este criterio de empezar por casa. Ver Tajman, Pablo.: “El virus y el psicoanálisis” en Lobo Suelto, 28/03/2020. Accesible en: http://lobosuelto.com/el-virus-y-el-psicoanalisis-pablo-tajman/

7 Ver Villani, Roly: “La cuarentena de lxs sin techo” en Anfibia, UNSam. Accesible en: http://revistaanfibia.com/cronica/la-cuarentena-lxs-sin-techo/

8 Friedan, Betty: La mística de la feminidad. Madrid: Cátedra, 2009 [1963]

9 Fernández, Ana María y col.: Política y Subjetividad. Asambleas barriales y fábricas recuperadas. Buenos Aires: Tinta Limón, 2006.

10 Fernández, Ana María et. al.: Instituciones Estalladas. Buenos Aires: Eudeba, 1999.

11 Fernández, Ana María: Las lógicas sexuales. Amor, política y violencias. Buenos Aires, Nueva Visión, 2009.

12 Larguía, Isabel: Hacia una ciencia de la liberación de la mujer, Barcelona: Anagrama, 1976.

13 Fleisner, Paula: La vida que viene. Estética y filosofía política en el pensamiento de Gorigio Agamben. Buenos Aires: Eudeba, 2015.

14 Barttolotta, Leandro; Gago, Ignacio; Sarrais Alier, Gonzalo: La gorra coronada: diario del macrismo. Buenos Aires: Tinta Limón, 2017. Agradezco a Federico Ferme la sugerencia de esta lectura.

15 Lagarde, Marcela: ¿Fin al feminicidio? Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones sobre los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada, Cámara de Diputados, México, 2004. Federici, Silvia: Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpos y acumulación originaria, Madrid: Traficantes de Sueños, 2010 [2004]. Fernández, Ana María: “Gender Violence: femicides in Argentina” en Interdisciplinary Journal of Family Studies, XVII, 2/2012. Fuerza Artística de Choque Comunicativo: “Femicidio es genocidio” en lavaca.org., 2/6/2017.

16 Butler, Judith: Vida precaria. El poder del duelo y la violencia. Buenos Aires: Paidós, 2006.

17 Castoriadis, Cornelius.: El avance de la insignificancia. Buenos Aires, Eudeba, 1997.

18 Ver: “Lo importante y también urgente” en Diario Página 12, Rosario 12, 22 de marzo de 2020. Accesible en: https://www.pagina12.com.ar/254480-lo-importante-y-tambien-urgente

19 Ver Alcaraz, Flor: “Coronaviurs y aborto: el derecho a la interrupción del embarazo no está en cuarentena” LATFEM.org, 26/03/2020. Accesible en: https://latfem.org/coronavirus-y-aborto-el-derecho-a-la-interrupcion-del-embarazo-no-esta-en-cuarentena/

20 Lourau, René: El análisis institucional. Buenos Aires: Amorrortu, 1975.

21 Canción de León Gieco.

22 Fernández, Ana María: El campo grupal. Notas para una genealogía. Buenos Aires: Nueva Visión, 1986.

23 Ferme, Federico: “Para una economía de los intercambios simbólicos. Debate con el subjetivismo y el objetivismo en la obra de Bourdieu” en Vieytes, R. (coord.) Los modos de la narración. Buenos Aires: FUCES, 2019. Accesible en: http://dspace.uces.edu.ar:8180/xmlui/bitstream/handle/123456789/4768/Los%20modos%20de%20la%20narraci%C3%B3n.pdf?sequence=1

24 De la presentación 2020 de Agarrate Catalina, Murga Uruguaya campeona del último carnaval. Accesible en: https://www.youtube.com/watch?v=otsc5smEDtI

25 Con perdón de Dona.

26 Han, Byung-Chul.: “La emergencia viral y el mundo de mañana”. En Agamben, Giorgio, Zizek, Slavoj. Nancy, Jean-Luc et al. Ob. Cit.

27 Zibechi, Raúl: “A las puertas de un nuevo orden mundial”. En Agamben, Giorgio., Zizek, Slavoj. Nancy, Jean-Luc et al. Ob. Cit.

 

28 Canción de Rata Blanca

29 La yerbera es un personaje ya mítico de Gualeguaychú, Entre Ríos. Mujer con saber y poder de curar con hierbas, saber-poder que le valió su apelativo.

30 Fernández, Ana María: Las lógicas colectivas. Imaginarios, cuerpos y multiplicidades, Buenos Aires: Biblos, 2007.

31 Mbembe, Achille.: Necropolítica. Madrid: Melusina, 2011[2006].

32 Ver las relaciones entre punitivismo y pánico moral en Cohen, Stanley: Demonios populares y “pánicos morales” Barcelona: Gedisa, 2017 [1972].

33 Canción “Legalización” de Ska-P.

34 En memoria de J. J. “gringo” Cruz (1929-2020) quien prodigó ternura paternal a mi padre a puro ejercicio de función.

35 https://www.pagina12.com.ar/256736-el-drama-de-los-muertos-por-coronavirus-en-las-calles-de-ecu

36 Tal vez la excepcionalidad de esta circunstancia también incluye el hecho de saber que pronto podríamos morir, duelar o estar en posición de acompañar duelos. Por imposible que parezca, es muy sensible que algo de esto se trastoca.

37 Ver comunicado de profesionales del Htal. Ameghino en Facebook.

38 Como bien visibiliza Belén Casas, también en Facebook.

39 Fernández, Ana María: Jóvenes de vidas grises. Psicoanálisis y Biopolíticas. Buenos Aires: Biblos, 2013.

#Quedateencasa:

Familia, maltrato infantil y Covid19

Marilen Osinalde*

Constanza Robledo**

El mes de abril es el período de aislamiento y restricción por el COVID-19 y también el mes de la concientización a nivel mundial del maltrato infantil. Las dos están mucho más relacionadas de lo que parece.

Estamos inundados de noticias e historias en redes sociales que muestran una cuarentena ideal (o eso es lo que se quiere mostrar). Se cocina, se “entrena”, se ordenan placares y los niños cumplen una rutina ordenada, juntos y “en familia”.

#Quédate en casa se viralizó mundialmente como mensaje para protegernos entre todos. Indiscutiblemente el resguardo y el aislamiento físico previenen el contagio del COVID-19, preserva nuestra salud (física).

Sin embargo, este hashtag supone la presencia de un hogar que cuida y aloja de los peligros externos. Presencia supuesta porque muchos no tienen una casa, y cuestionable que proteja, porque muchos niños son maltratados dentro del hogar. Para muchos hoy, el peligro es también interno: ahora están encerrados viviendo abuso psicológico, físico o sexual. En familias disfuncionales donde ya se ejercía violencia, el aislamiento aumenta esta condición. Mientras que en otras puede desprender conflictos nuevos en las relaciones.

El último estudio de UNICEF en Argentina demuestra que el 70% de los hogares utiliza métodos de disciplina hacia los niños que incluyen violencia física o verbal. Si bien la mayoría de los adultos no están de acuerdo con ejercer malos tratos, lo hacen. Hay generaciones que se educaron, y ahora educan, con modelos de crianza basados en la violencia. Gritos, zamarreos, amenazas, descalificación, castigos físicos, aislamientos. Son conductas naturalizadas y justificadas, en general por padres o cuidadores que explican que “De vez en cuando un chirlo no le hace nada”.

En los contextos de emergencia, la violencia se incrementa y la capacidad de asistencia se debilita debido al cambio y la falta de recursos. Las fallas de los sistemas ya no se disimulan. La atención está puesta en el virus, que se considera hoy lo más peligroso para la integridad de todos.

Este período puede ser vivido como un evento estresante y también convertirse en una situación traumática. Tanto las dificultades escolares, como las condiciones socio ambientales son factores que acrecientan el riesgo de violencia dentro del hogar.

Muchos han quedado en este momento sin asistencia en salud mental, sin un lugar de refugio o escape. Se les bloqueó la posibilidad de ayuda externa y quedaron solos. Para estos niños la escuela es una casa que contiene y no sólo un lugar donde aprender. Para otros, estar en su hogar es una tortura. La idealización y sacralización del sistema familiar los imposibilita de pertenecer a otros sistemas que ofrezcan relaciones saludables.

La pérdida de espacios como el terapéutico impiden al niño vincularse con ambientes que le ofrezcan un modo vincular diverso y le devuelvan una mirada reparadora. Una terapia online con un niño maltratado es difícil. Sienten temor de por sí, el juego es limitado y establecer un vínculo confiable es difícil. Peor aún si el padre que lo maltrata está a su lado. En estos días, hemos pasado por situaciones como llamar un paciente para ver cómo está y cómo organiza la tarea escolar. Su mamá, que ejerce disciplina correctiva, le pidió que pusiera la llamada en altavoz. Frente al control, se perdió la privacidad.

La ansiedad, la angustia y la incertidumbre pueden generar más desborde y menos posibilidad de postergar la descarga. El confinamiento y convivencia sin elección puede ser frustrante y fomentar la agresión. Si a un niño le pegan porque al volver de la escuela hace ruido, estando todo el día en la casa hará más ruido y probablemente será más maltratado. La concepción de una familia violenta todavía es inconcebible para parte de la sociedad. A pesar de que es una temática con mayor visibilización.

Por otro lado, los niños que tienen dificultades de aprendizaje, son los que a la hora de hacer la tarea “agotan” a sus padres. Según ellos, se cansan porque “El niño no puede, no entiende, se distrae, o simplemente “no le da”. Muchos de estos padres son quienes encuentran en la dificultad la justificación para sus propios desbordes, lo que mal conocemos como la disciplina correctiva. Es una de las formas de maltrato más difíciles de desnaturalizar, porque aún hoy, está socialmente aceptada y no asociada en el imaginario colectivo al maltrato infantil.

Estos niños están entre dos grandes problemas. En primer lugar, entender y procesar desde su vulnerabilidad emocional la situación totalmente extraordinaria que estamos transitando a nivel mundial. Una situación que los obliga, entre otras cosas, a vincularse con el aprender desde una nueva perspectiva tecnológica, con nuevas modalidades, con nuevos procedimientos. Por otro lado, permanecer en un contexto familiar disfuncional, violento y/o que acumula tensión.

Todas las crisis abren infinitas posibilidades de cambio. Necesitamos promover mayor concientización sobre los malos tratos a los que los niños están expuestos y fomentar modos de crianza saludables. El covid-19 es una emergencia sanitaria, el maltrato infantil una emergencia social. En este contexto que nos atraviesa a todos, debemos repensar qué podemos aportar cada uno desde su lugar, ahora y para el futuro que sigue.

En una situación de violencia, el niño siempre es la víctima del abuso de poder que ejerce el adulto. Una buena infancia dura para toda la vida, fomentarla previene toda una arista de problemáticas posteriores.

*Lic. En Psicología, especialista en evaluación y diagnóstico psicológico. Ex miembro del equipo de Asistencia a víctimas de violencia intrafamiliar en la Obra Social de las Fuerzas Armadas. Ex docente en la Universidad del Salvador. Pertenece al Pool de Salud Mental de la ONG Médicos sin Fronteras.

**Psicopedagoga, Prof. En Cs. De La Educación. Profesional del Equipo de Asistencia a víctimas de violencia intrafamiliar en la Obra Social de las Fuerzas Armadas. mconstanzarobledo@gmail.com

Bibliografía

Buenaventura DELGADO, Historia de la infancia, Ariel, Barcelona, 1998

CASTAÑEDA, A., Evitando la revictimización. Desarrollo de la entrevista a niños, niñas y adolescentes. Cuaderno de Trabajo N°1. (2010) Save the Children Perú

GARROTE, Norberto. Maltrato infantil. Journal, Argentina (2018)

PERRONE, R., NANNINI, M., Violencia y Abusos sexuales en la familia. Paidós, Buenos Aires (2010).

El lazo social

como límite al avance neoiberal

Lucas Méndez*

En tiempos de incertidumbre y desesperanza, es imprescindible gestar proyectos colectivos desde donde planificar la esperanza junto a otros

Enrique Pichón Riviere

En 1930 Sigmund Freud creó uno de sus trabajos más filosóficos: El Malestar en la Cultura, en el cual nos propone reflexionar sobre el malestar permanente de los sujetos por el hecho de estar sometidos a la coacción cultural. En aquel momento, Europa vivía una de las etapas más oscuras y convulsionadas de su historia. Faltaban apenas tres años para que Hitler comience su carrera como canciller y de ahí en adelante, todo el hecho harto conocido por el mundo.

En nuestros tiempos, podríamos pensar que ya no sería, solamente, la represión de los deseos en su estado más puro, ahora se suma la imposibilidad producida por la evolución del sistema capitalista, que encarna lo más despiadado e incrementa este malestar exponencialmente. El capitalismo enferma.

Estudios de la Sociedad Argentina de Cardiología, del mes de abril de 2018 confirman que más del 40% de la población nacional tiene alta presión, más del 60% tiene sobre peso y más del 30% tiene muy elevado el colesterol en sangre, con lo cual es muy preocupante el panorama sanitario en nuestro país.

Así mismo, el INDEC (Índice de Precios al Consumidor) confirmó que, en el segundo semestre del 2018, la pobreza ascendió al 32% en Argentina. Son 14.3 millones de personas las que viven en la pobreza, mientras que la indigencia está en los 6.7%.

Para pensar este malestar que sufren hoy los sujetos, podríamos contextualizarlo a nivel social. En el pasado más reciente, se ha observado una caída del Estado Nación como institución donadora de sentido, una función que podría asimilarse a la paterna en tanto operaba como referente de los sujetos. Por otro la emergencia de una operatoria radicalmente otra, la emergencia de un sistema que fue ocupando el lugar del Estado Nación, pero desentendido de su función primordial dadora de sentido.

A partir de la década del 70, el sistema capitalista profundizó sus formas de acumulación, mutando al neoliberalismo. En la Argentina y América Latina, a través, de un plan sistemático, logra penetrar con la furia de un huracán y arrasar con todo a su paso. El pico neoliberal se dio, en primer lugar, en la década de los 90 y posteriormente, en la actualidad recrudece su avance dejando una huella negra en nuestra historia.

El plan fundamental del neoliberalismo consiste en denigrar y deprimir al Estado Nación, además de incapacitarlo operativamente. Lograda esta primera etapa, sin un Estado Nación que done sentido, el lugar fue ocupado por el Mercado.

El Estado Nación ya no la instancia dominante productora de subjetividad, y ese corrimiento de su lugar afecta profundamente a los sujetos generando un malestar aún mayor al ya mencionado por Freud, en su texto de referencia.

De un tiempo a esta parte, se hace más evidente la dificultad que el neoliberalismo genera en los lazos sociales, ya sea obstaculizando el establecimiento de los lazos como su sostenimiento. El discurso neoliberal rompe los vínculos sociales ya que apunta a un sujeto individual que goza solo a partir de su transformación en un mero consumidor de objetos. La proliferación del consumo como un (no) sentido es la (no) lógica. Es por excelencia el lugar de individuación de los sujetos. Es allí en donde el lazo de diluye y rige la lógica del “sálvese quien pueda”.

En condiciones neoliberales, la dominación del sujeto no es la alienación - como lo fue durante la hegemonía del Estado Nación - sino la fragmentación. Podemos pensar en este sentido, que lo propuesto culturalmente, es coercitivo y a la vez fragmentario. Lo cual elevaría el nivel de malestar dada la imposibilidad de encontrar algún paliativo pensando con esos otros.

 

“Si el destino reactivo para la subjetividad ciudadana era la alienación en un sentido dominante, el destino reactivo de la subjetividad consumidora es la ausencia de sentido”

Digamos que la ausencia de sentido banaliza la posibilidad de hacer lazo social y concluye en la fragmentación, elevando los niveles de malestar del sujeto.

“El agotamiento del Estado Nación como pan-institución donadora de sentido no sólo implica el agotamiento de esa lógica social y sus tipos subjetivos, sino también el agotamiento de sus estrategias de subjetivación.”1

Dicho de otro modo, el pasaje del Estado al mercado, altera radicalmente el estatuto de la subjetividad instituida en los tiempos actuales. El soporte subjetivo de la organización social ya no es el ciudadano producido por las instituciones sino el consumidor instalado por los artefactos del mercado. Con este pasaje se expropia al sujeto de lo colectivo.

La serie, formada por personas que se encuentran agrupadas con un fin inmediato, pero sin vinculación como lazo social, también se ve fulminada desde el discurso neoliberal. Hoy se accede al banco desde el “home banking”, se ha reducido la necesidad de hacer “cola en un banco” y los jóvenes se envían mensajes a través de alguna red social, a pesar de estar en el mismo recinto y en el mismo momento. Se llega al emburbujamiento del sujeto y la imposibilidad de hacer lazo.

El mercado se encarga de convertir al Estado en un administrador y lo precariza. Es allí en donde pierde su más importante función, la de donar sentido en su “función paterna” a las instituciones transmisoras, y deja vacíos, lagunas que afectan que aíslan a los sujetos. Esta disgregación también constituye demandas aisladas, dispersas.

Digamos que, todos estos cambios de organización social, produjeron en el sujeto un entendimiento distinto de la realidad. El sistema comenzó a organizar las relaciones vinculares, ya no desde la hegemonía del Estado, articulando en su función paterna, sino desde la lógica de mercado, que tiene como fin fundamental la propuesta del consumo para aumentar la rentabilidad. Ya no importan los límites impuestos desde el Estado a través de sus instituciones. Ya no son necesarios. Ya no se trata del “capitalismo antiguo” que nos mostraba a un sujeto alienado. El Neoliberalismo es una fábrica de subjetividades. Reviste mayor gravedad en lo que respecta al malestar del sujeto ya que lo que en el capitalismo industrial era exclusiva responsabilidad del otro, encarnado en la clase social dominante, hoy se vuelve contra el propio sujeto que a partir de su propio rendimiento es amo y esclavo en un mismo lugar. Tal como lo argumentó Foucault, el sujeto se volvió un “empresario de sí mismo”.

Teniendo en cuenta que una de las herramientas fundamentales utilizadas contra el sujeto es el aislamiento, podríamos pensar en la posibilidad de encausar en lo colectivo como una forma de alivio del malestar. Pensar con otros, entre otros, como una salida posible al enfrascamiento consumista.

Lo colectivo no únicamente como “masa” o “populismo” sino haciendo hincapié en el lazo social como sostén de una subjetividad que de otro modo se ve altamente fragmentada por los discursos imperantes.

Sigmund Freud trabajo el concepto de Masa en su texto “Psicología de las masas y análisis del yo” (1905) como la suma de lo individual que deviene plural. La construcción populista produce acciones que limitan a ese Otro al que se dirigen las demandas. Se configura como un límite al neoliberalismo, y a partir de esta concepción el sujeto se incluye en un colectivo que puede acercar las demandas de los sujetos al Estado y sus representantes.

En “Psicología de las masas y análisis del yo” Freud nos muestra cómo una persona que forma parte de una masa se subordina y deja de ser independiente. Las masas son asociaciones de individuos que se someten a la autoridad de un líder que los domina con sugestión. Esta masa de individuos se manifiesta con características arcaicas: violentas, impulsivas, bárbaras. Estos grupos sin tarea, hipnotizados, sin posibilidad de análisis alguno se sostienen por la identificación con el líder que genera de modo secundario identificaciones entre los participantes de la masa.

La identificación se produce a partir de que la masa - un gran grupo de individuos - pone en el líder el lugar del ideal del yo, operador simbólico que sostiene la identificación de los yoes de los miembros entre sí.

A diferencia de lo que sucede en “la masa”, la idea de Populismo implica algo más que la identificación con el líder. Desde su inicio, los sujetos que integran el colectivo deben estar implicados en el colectivo con sus necesidades y demandas. Podríamos decir que la demanda ocupa el lugar del líder. A diferencia del sujeto de la masa, sometido a un amo que lo sugestiona y en donde no es necesaria la participación intelectual de los sujetos, en el populismo el sujeto se implica con su identidad en tanto ésta es política.

“El populismo es todo proyecto político hegemónico aplicable a situaciones en las que existan demandas sociales insatisfechas. La articulación de esas demandas democráticas es el objetivo principal del líder populista”.

El populismo es un modo de construcción de lo político inherente a una comunidad. Sabemos que es impensable que una comunidad pueda satisfacer todas las demandas de los sujetos. La demanda populista implica hablar y hacerse escuchar.

Laclau concibe al populismo como expresión indiferente a la ideología, a las versiones, grupos, clases o momentos históricos. También al desarrollo económico y social de una sociedad. Lo define como “lucha popular democrática”, formación social que depende de una lógica de articulación de demandas.

Postula a la demanda como una centralidad. Porque son las demandas insatisfechas de los sujetos las que se transformarán en reclamos y devendrán políticas. Es la tarea de poder sostener esas demandas, expresadas en una equivalencia simbólica, tomada como bandera del propio reclamo popular.

El populismo propicia la articulación de esas demandas dispersas expresadas en una que tracciona como equivalencia y comienza con la construcción de lo político como forma identitaria de la sociedad.

El populismo es contingente, sostiene. Construcción política que tiene su origen en la demanda social. Podríamos pensar en una demanda que nace de una necesidad insatisfecha, que en la vincularidad con sus pares se evidencia como emergente de realidad. La demanda es colectiva, se manifesta, se cristaliza en demanda social. Una lucha popular democrática. Populismo como formación social que depende de una lógica de articulación de demandas que se relacionan y conforman identidad.

La posibilidad de articular una demanda popular produce lazo social.

La construcción de algo nuevo, que se inaugura desde una posición humana por lo tanto siempre carente y no sustentada en ideales narcisistas ni en amos omnipotentes.

El psicoanálisis y el populismo tienen puntos de encuentro en tanto ambos abogan por la emancipación del sujeto y proponen el lazo social como constituyente de la subjetividad.

La construcción de la identidad en tanto política –como propone el populismo-, da razón de ser a un colectivo a partir de demandas genuinas y no de ideales encarnados en la figura del líder –como sucede en la masa-. Instituye la directa “participación” democrática en los sujetos que están en relación con sus propias necesidades y sus propios deseos, dejando de lado la “representación” democrática que los hace legos. Delegar, en ese sentido es darle a otro la representación de lo propio. Esto es una amenaza al sistema. Hacerse cargo de lo propio, dejar de estar sometido al Otro. Categorías de la emancipación del sujeto que cobran sentido en populismo y psicoanálisis.

Pensar la implicancia del discurso psicoanalítico y el populismo como discursos que pueden formar un horizonte común para intentar contrarrestar el tremendo malestar que en la época actual constituye el avance del neoliberalismo.

*Psicoanalista y Psicólogo social

lumendez80@gmail.com

Bibliografía

Sigmund Freud - El Malestar en la cultura

Sigmund Freud: “Psicología de las masas y análisis del yo”

Sociedad Argentina de Cardiología: https://www.sac.org.ar/actualidad/nueva-radiografia-de-los-factores-de-riesgo-en-la-argentina/

“Del Fragmento a la Situación” - Grupo Doce

Nora Merlin - “Populismo y democracia” - Revista Topia

Ernesto Laclau - “La razón Populista”

1 “Del fragmento a la situación” - Grupo Doce