Shambala. Escuela de dioses

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Shambala. Escuela de dioses
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Shambala

Escuela de Dioses

Estrella de Belén Jiménez Martínez

Ilustraciones: Alba Plaza

Ediciones Amatista


Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados pueden ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (artículos 270 y siguientes del Código Penal).

Shambala Escuela de Dioses

© 2021 Estrella de Belén Jiménez Martínez

© 2021 Ediciones Amatista, S.L.

C/ Francisco Martí Mora, 1 07011 Palma. Baleares. España

www.edicionesamatista.com

info@edicionesamatista.com

Ilustraciones: Alba Plaza

Diseño y maquetación: Mario Zárate Moreras

ISBN Epub: 978-84-18716-32-4

ISBN PDF Accesible: 978-84-18716-33-1

ISBN Bajo demanda POD: 978-84-18716-31-7

ISBN Impreso: 978-84-18716-30-0

D.L.: PM 00829-2021

A Papá y a Mamá, os amo, nos vemos como cada noche en Shambala…

Agradecimientos

He tenido el honor de disfrutar de diferentes seres que han ido guiando mi camino. Son personas con un gusto exquisito por la expresión del arte en sus diferentes formas. entre ellos Marga, Leticia o Sara profesoras por vocación, saben buscar las habilidades de sus alumnos, a mí, me animaron a escribir y a ellos, pequeños grandes maestros, a descubrir, entender y a crear algunos de los maravillosos dibujos que acompañan el arte de otro de esos seres increíbles hasta que los conoces, Alba, la ilustradora que ha embellecido las palabras de este libro con imágenes pura magia, y los más jóvenes, sorprendentes, hacen fácil lo difícil, en un trabajo de clase a manos de sus profes.

Gracias amados, seres Francisco Javier Expósito, escritor, y Guillermo Hernández, cantautor, son el arte hecho humano. Javier con su exquisita expresión de la belleza, ha escrito el prólogo de Shambala ayudándome a colocar meticulosamente las notas en forma de palabras, para estructurar la danza cósmica del amor, y Guillermo… Solo tenéis que escuchar su música. Gracias a Rosa Herrera, Diosa sanadora en Shambala y médica en la Tierra. Ella me ha acompañado a los confines del universo con su sabiduría hasta dejarme en manos de Manuel, mi editor, pero hablar de él daría para otro libro, la magia más imposible con él siempre se hace presente. Gracias a María, la Jefa en todas partes, yo la llamo Rey Sol, ya que con ella siempre brillarás, hasta en los lugares más terroríficos. Gracias a mi maestra de Reiki, Anne Sofie Clarín y a todos los que vinieron con ella, Ricardo, Xavi, Silvia, Thomas, Julia, Pati, Chamónica, Leo, Mary, Diana, Paqui, Inma. Juli, eres el Sanamor más efectivo de Shambala, en la Tierra eres todo magia. Gracias Antoñita, tu dedicación al cuidado y a la salud no tiene límites. Gracias a Pablo Flores, es pura felicidad, en la Tierra la comparte dominando cualquier tipo de arte que la comunique y a María Franco, ella es una Duendelfa y siempre anima a vivir. En la Tierra es psicóloga y también devuelve la ilusión por la vida. Dani, como buen Sol Siriano, la reparte. En la Tierra casualmente trabaja en los medios de comunicación. Gracias Adriana, madre cósmica en Shambala, aquí, ingeniera de la vida, y a Mónica Sánchez, medico cirujana, Sanamor en Shambala. Mónica y Paloma, donde estéis siempre aparece la unión. Gracias Julián Millán y Libia, sois adorables pececillos. Gracias a mis hermanas, me habéis hecho superar las pruebas más duras, sois mi fortaleza. La ventaja de ser la pequeña es querer ser la mayor versión de mí misma para alcanzaros. Gracias a mis sobrinos, habéis superado cualquier fantasía con la realidad de lo que sois. Meli, Guardiana de la luz y de mi vida, mi motivo… Con tu alegría haces este planeta más interesante, tú viste lo que nadie más pudo ver, hiciste lo que solo tú podías hacer, gracias a ese momento yo sigo estando aquí, me hiciste recordar para seguir existiendo en este planeta, con este libro intento hacer por alguien lo que tú hiciste por mí. Lorena, tu arte es belleza, tu ilusión al leer el manuscrito dio vida a la mía para escribir. Dena, Tiá, Miquel, Yolanda, Estelita, Damià, Sandra, Alejandra, Manuel, Fernando y Ari, con vosotros la guerra más horrorosa se convierte en un remanso de paz…. Carlos, Dragolión en la escuela y mi amor en la Tierra. Paz, me has devuelto la esperanza en el mundo. Gracias a Ludovico Einaudi, maravilloso compositor italiano con el que han vibrado cada una de mis células, haciéndome sentir las emociones más intensas en cada una de las notas que emite, su música, es para mí la inspiración de una Musa. Feliski, es todo lo que un ser puede alcanzar a ser, se dedica a cuidar, sanar y guiar espiritualmente, en la Tierra, en Shambala es la Diosa Madre de toda Vida. Amador, María y Pepi, gran parte de los cimientos que me sujetan son gracias a vosotros y a toda mi familia de luz, a los que estáis encarnados y a los que no, ya que sois los que me habéis pedido, dictado y ordenado escribir Shambala escuela de Dioses, gracias amados guías.

Podréis disfrutar de la visión en forma de dibujos, que tienen los pequeños grandes maestros del colegio, El Sagrado Corazón de Palma de Mallorca, guiados por Leticia de la Torriente, en…

www.edicionesamatista.com/shambala/

www.shambalaescueladedioses.com

Índice

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

Intención

Vida

Luz

Amor

Apuntes de la Diosa Pleyadiana

Acerca de la Autora

PRÓLOGO

Decía San Francisco de Asís que las cosas imposibles tienen su razón de ser para que alguien las haga posibles. Da igual la magnitud de la imposibilidad, puesto que lo verdaderamente importante es la grandeza de voluntad del posibilitador, esto es: los arrestos a la hora de ponerse el mundo por montera que tiene el hacedor de milagros y, la capacidad que tiene para abrirse a lo sobrenatural. Cuánto de quimera tiene algo para nosotros. Puede ser alcanzar y coger de la mesa una moneda con tres años o llegar a la Luna con las alas cuando ya eres un anciano. No importa el tamaño del sueño, lo singular es bajarlo a tierra y manifestarlo. Y este libro y su autora son una muestra más de ese poder que tiene la visión que baña nuestros adentros, y el valor de la voluntad para confiar en su fuerza y expresarla lo más hermosamente posible que somos capaces.

Antes de seguir, parémonos un momento en el nombre de esta heroína a la que nos referimos, y que en su aventura ha dado a luz este artefacto espiritual de difícil encasillamiento. Estrella de Belén. Ya en su naturaleza, en el principio de este nombre, radica la singularidad del misterio de esta historia. Estrella nos lleva ya a otros confines, a otras realidades, luces que habitan paraísos inescrutables en el cielo, a los que no llega más que una leve caricia de nuestra vista. Orión, Pléyades, Sirio, Arcturus, sistemas galácticos de cuerpos que reflejan la altivez luminosa del Sol a millones y millones de años luz, y que, ¡mira tú!, bendita paradoja de lo cuántico, están aquí solo a un palmo, a la espera de que reconozcamos su existencia porque sus órbitas y movimientos nos influyen como los seres que los habitan. Somos parte de un Cosmos que llevamos dentro. Estrella es un nombre que ilumina como un candil o un farol, y el libro que vais a degustar es como el cometa que surge en el cielo a la noche frente a nuestros ojos; os va a dejar perplejos, absortos en el hueco que deja esa luz pasajera en el cielo. Al menos vosotros tendréis la posibilidad de volver a las páginas de este cometa que cuenta una historia, la de un reino mágico, y no por ello inexistente o falso. Shambala.

Y he aquí la relación de ese reino de Shambala con la segunda parte del nombre de nuestra autora: de Belén. Estrella de Belén. ¿No es Belén acaso el nombre del nacimiento de un nuevo reino que se anuncia?, ¿de un nuevo paraíso en la Tierra?, cuyo nombre elegido en este caso no es otro que Jesús de Galilea. Es el nacimiento de un ser que traerá la nueva del reino de Dios, visto de otro modo, predicado de otra manera, representado al final como nunca antes se había hecho. Y esto es lo que hace Estrella de Belén contándonos la historia de Shambala, una escuela de dioses que acaban convirtiéndose en humanos para aprender a vivir sobre la Tierra y ejercer en sí mismos la voluntad de la Fuente. La buena nueva de un ser humano nuevo que tiene consciencia del espíritu que lo habita. Lo mismo que hizo el niño de Belén ─lugar simbólico del nacimiento del nuevo reino─ cuando decidió encarnar en nuestro planeta y llevar hasta las últimas consecuencias su divinidad revestida de humanidad.

Por lo tanto, ya tenemos la interpretación del nombre, Estrella de Belén, y su simbolismo aleado con el contenido que se nos ofrece en este cuento poético lleno de inocencia. Luz de un nuevo amanecer, de un nuevo mundo, de una nueva época, de un nuevo reino, de una nueva escuela de ser humanos. Ese es el significado que nace al desapegarnos del significado que muere dentro nuestro y así, a su vez, en el mundo que creamos. Una nueva escuela de seres humanos que aspiren ahora a desprenderse de los significados que aprendieron durante milenios como orugas, para hacer tabla rasa, y desde el vacío que conlleva el capullo de la transformación, entrar en el nuevo reino que abre con sus alas la mariposa.

 

Estrella de Belén es la autora y también el libro, una unidad de doble fondo desde lo aéreo y lo terrestre, Shambala de aquí y Shambala de allá, lo que nace de la experiencia de lo visible y lo invisible. Escuela de dioses en el cielo y en la tierra, en la tierra y en el cielo, porque lo de arriba es lo de abajo, y lo de abajo es lo de arriba como dice la Ley de Correspondencia del Kybalion. Vamos del olvido al recuerdo, y del recuerdo al olvido, hasta que nos damos cuenta de que, ¡ahí va!, somos todo y nos habíamos perdido de nuestra esencia…

Gracias a Estrella de Belén, hermana del alma, diosa y maestra, humana y alumna, podéis acudir a la nueva escuela que alumbra, a la puerta que a un nuevo umbral cruza: la escuela de Shambala.

Francisco Javier Expósito Lorenzo

INTRODUCCIÓN

¿Alguna vez te has sentido solo, aunque estés acompañado o incomprendido, aunque te estés comunicando? Si despiertas ganándote cada centímetro para merecerte tu lugar en el mundo y regalas tu esfuerzo por un bien mayor, teniendo que volverlo a hacer al día siguiente, triste cada vez que has intentado ser feliz y te han hecho creer que no podías, explicándote cómo debías serlo, enfadado cuando los límites de esas mentes prodigiosas han frustrado tu ilusión, para seguir buscando la magia de la bella danza de la vida, sin fuerza, paralizado por el miedo a no ser suficientemente bueno para merecerla, dejándote a expensas de juicios, actos y pensamientos impuestos en el inconsciente colectivo por creencias o patrones familiares. Si es así, este es tu libro, donde descubrirás que todos los sueños se hacen realidad. Te aventurarás en un espacio sin tiempo que te llevará a la esencia verdadera de tu ser, el Amor… Desde una forma diferente de pensar, de sentir o de imaginar, despertando la Sabiduría que hay en el interior de los 12 reinos mágicos, ocultos en las capas de tu ADN. En “Shambala escuela de Dioses” no existen ni el mal ni el bien, solo energía atascada en el olvido del Dios del cosmos que habita en el cofre que atesora nuestra alma, nuestro cuerpo. Allí somos seres complementarios que forman un equipo, dando el resultado de una nueva creación: Por ejemplo, una tarta, empezamos a cocinarla, 1º. Con la ILUSION, en lo abstracto, la luz del pensamiento o en nuestra parte masculina, el orden de la información depende de dónde busquemos la receta. Si es en internet será consciencia colectiva, si es con la receta de la abuela serán patrones familiares, y si has cometido la osadía de sacarla de tu propio gusto, de tu pensar, de tu sentir o de tu imaginar, es probable que alguien se ofenda por no usar la receta familiar, o te llamen loco o rarito por ponerle pimienta a tu tarta. Una vez decidido, condicionado o no, viene el 2º paso, la MAGIA, que da vida a la luz del pensamiento con el sentimiento, lo abstracto se convierte en concreto, en nuestra parte femenina: Encendemos el horno, sentimos el calor, tocamos el huevo y estornudamos con la pimienta. La información ordenada como hemos decidido entra en caos al batir nuestra masa, dando forma a la receta, materializando nuestro pensamiento hasta meterla en el horno, y cuando está cocinada obtenemos el 3er. paso, la ALEGRIA, el resultado de la ilusión de la Luz y la magia de la vida, o hijo…, la FELICIDAD es disfrutarla. Todos somos hijos de un hombre y una mujer, ¿y cuántos hemos pensado que no somos ninguno de los tres? Que ni somos huevo, ni receta, ni tarta, cuando en realidad somos todo en todo momento. En la física cuántica encontré una forma fantástica de explicar la espiritualidad: somos todo a la vez. El átomo está formado por protones + positivos o masculino, por electrones – negativos o femenino y neutrones, que llevan la carga de los dos. Todo lo demás es oscuridad vacía donde nace toda vida. ¿Cómo algo tan fascinante y maravilloso como la oscuridad puede estar tan manipulado provocando tanto miedo en la humanidad? De un agujero negro nace la luz sin dejarla salir hasta estar lista para expandirse y brillar, como el agujero negro que sujeta nuestra galaxia haciéndonos evolucionar. Si nos vieran desde fuera, solo verían el agujero negro que nos sostiene uniéndonos y, a lo mejor pensarían como nosotros al ver uno: ─ ¿Qué misterios guardará dentro?, ¿habrá vida en su interior? ─ Como el útero materno del que todos venimos, vacío y oscuro hasta estar maduros para ser luz y no arder. Después de nacer, esa oscuridad que da vida a toda vida se traslada a nuestro interior y, cada vez que respiramos, la llenamos de la luz de nuestra divina presencia, como las raíces de los árboles sujetas en la oscuridad de la tierra, la semilla antes de ser planta, o el conejo en su madriguera. En definitiva, el 96% del universo es materia o energía oscura… El 4% restante es luz, como en nuestro interior.

La oscuridad en su inmensidad da vida a toda luz, que acaba compitiendo con otras luces, por brillar más, y es ahí donde nacen las sombras, esas que crean la incertidumbre y el miedo a lo desconocido al ocultar la luz, proyectando las sombras sin permitirnos ver la vida que hay detrás, como nos explica el mito de la caverna. Despejarlas de forma agradable y divertida es mi objetivo, liberando ese lastre que arrastramos en la oscuridad que todos portamos en nuestro interior. Allí habitan también las sombras. Esa parte de nuestro ser es precisamente la que da forma al resultado de cada sentimiento y pensamiento expresado, y es posible que la creencia de que la oscuridad o la energía negativa son malas afecte a nuestra vida materializando esas sombras con las que cuesta tanto amar la vida de forma incondicional, llegando a tener miedo a vivirla.

El motivo principal de esta aventura es ayudarte en el desarrollo de tu inteligencia emocional, (idioma universal que todos poseemos) igual que “Shambala: Escuela de Dioses” hace conmigo. En este libro los miedos son herramientas de supervivencia, siendo muy importante la valoración, la confianza y, sobre todo, la información que transmitimos como verdades inamovibles, basadas en experiencias sujetas por creencias falsas. Shambala nos ha enviado muchos seres a lo largo de los tiempos con diferentes formas y distintos nombres, pero con la misma vibración y el mismo mensaje: transformar las creencias en certezas. Estén donde estén, trabajan a destajo para evolucionar ayudando al cambio. Que le pregunten a Galileo por verdades inamovibles. Einstein, con su fracaso escolar, no sé si dudó de sí mismo, o se imaginó donde llegaría. Puede que alguien creyera que Beethoven con su sordera no podía crear una gran obra maestra de la música y mucho menos con tres notas. Lo que sé seguro es que lo consiguió. ¿Qué hubiera pensado yo de pequeña, cuando llegué a creer que no valía, si me hubieran dicho que escribiría un libro? Mis carcajadas se hubieran escuchado en los confines del universo, hubiera apostado mi cabeza… y la hubiera perdido. Pero mi madre, que siempre me acompañará desde Shambala, o desde la Tierra, me decía: todos los caminos se andarán, el Amor todo lo puede. No te creas nada que no sepas, ni a mí misma. Busca todas las respuestas hasta que descubras la verdad.

Años más tarde, me encontré con muchas verdades en diferentes seres; ellos demuestran que con las herramientas adecuadas todo es posible. Shambala me ha impulsado a atravesar los límites impuestos por uno mismo o por otros. Fui consciente del impacto que causan las creencias y de la importancia de compartir el aprendizaje y el conocimiento con los demás, ya que en Shambala lo que sabe uno lo aprenden todos. Gracias a esta escuela y a sus mágicos seres, hallé mi fórmula para expresar el bello arte de escribir desde mi libre sentir, como hace con todos los que cada noche pasamos por allí. Shambala nos envía en todo momento a seres maravillosos, amantes de la vida, personas que se dedican a proteger, o, sanar, con problemas para hablar de la muerte o de la enfermedad, otros que se dedican a enseñar, en la misma situación para explicar las formas o el tiempo a sus alumnos, y a madres y padres en apuros para hacer llegar a sus hijos las emociones y sentimientos. Si pudiera ponerle palabras a tanto Amor compartido, igual podría devolverles algo de lo que hacen cada día y echarles una mano en esa sagrada labor… Pero ¿cómo hablar de la intención y darle una personalidad a esa voluntad sin ponerle límites de género, tiempo o espacio? Con el experimento del gato de Schrödinger pude explicarlo: nada está predeterminado, depende solo de nuestra intención, si soy o seré, o si el gato vive o muere. Solo en nosotros nace esa decisión, un tesoro que siempre podemos conquistar; la astrología dio la personalidad a esa energía donde nacen todos los Reinos llenos de vidas por disfrutar, de mundos por conocer, y la geometría sagrada hizo el resto.

En esta escuela lo que le pasa a uno afecta a todos, si uno está triste todos lo estarán, por este motivo, siempre encuentra la manera de ayudar a alcanzar la felicidad, ya que gracias a la unidad, también pasa al revés… Cuando uno es feliz, todos lo son, por esta causa, si son conceptos de difícil acceso tropiezas con ellos y, si no son fáciles de explicar, te regalará un manual de autoayuda, un ensayo metafísico, una vivencia trascendental, o una experiencia traumática. Basta con que uno lo entienda. Las emociones, los sentimientos y la conciencia han sido mis aliados en el aprendizaje para devolverle a Shambala un poquito de lo que cada día me regala cumpliendo mi sueño, que es ayudar a que seamos UN MUNDO MÁS FELIZ. Con la ilusión hallé la voluntad en lo imposible. Allí apareció la magia que me llevó a la alegría, hasta la felicidad de ver este libro escrito con una fórmula infalible para alcanzar los sueños: ILUSIÓN + MAGIA + ALEGRÍA = FELICIDAD, donde la separación te lleva a la unión; del miedo nace el amor por la vida en los aciertos y errores, en la guerra o en la paz, amando de forma incondicional. Recordarás con tu memoria celular que no existen ni el “mal” ni el “bien”, que tienes el poder del cosmos en tu interior, que eres todo a la vez, luz y oscuridad, pensamiento y sentimiento, pasado y futuro. El resultado depende de lo que elijamos expresar en el momento presente. Esa es nuestra divina presencia, es el poder de decidir lo que elegimos vivir… con ese regalo de existir. Sabrás qué pasa antes de nacer, después de morir, qué hacemos en esta tierra, qué sentido tiene vivir, o lo que pactaste hacer en esta realidad antes de venir.

Mi pacto es recordar esta información y así otros también recordarán; es la forma que tiene Shambala de unir lo que nunca estuvo separado. Lo descubrí de pequeña cuando tuve mi propia experiencia cercana a la muerte. Pensé que volvería a casa, a la Fuente de todo…y así pasó, pero antes llegué a Shambala. No salía de mi asombro cuando allí me encontré con todos mis seres amados… Los que estaban vivos en la Tierra y los que ya habían desencarnado, y comprendí que estamos vivos en diferentes realidades, unidos por el amor incondicional que existe en todo a la vez transcendiendo cualquier límite. Años más tarde pude poner palabras a lo que había vivido… A mi entender, geometría celestial de lo sagrado que habita en la espiritualidad de nuestro inconsciente, ¿cómo llevarla a la consciencia sin la ciencia?, gracias a la frecuencia Fibonacci, los números y la teoría de cuerdas, entendí que la Tierra es el planeta más especial de todos los universos. Solo aquí se conquista la felicidad de bailar la danza cósmica del amor. Fue tan poderoso ese sentimiento, la plenitud y la conciencia que habita en todos los planos dimensionales en los que existimos y de los que nos nutrimos pese a nuestro desconocimiento, que recordé al instante la verdadera esencia del ser que soy y el pacto que tengo: hacer recordar al que así lo elija lo que allí descubrí. Volví al instante con mi intención. Solo tuve que pensarlo y los cuerpos dimensionales, 5 más densos que llamamos elementos y 7 más sutiles llamados chakras, me trajeron de vuelta a mi templo de luz, el cuerpo que habita mi ser.

Llegué a la fuente de todo el poder que crea mi existencia, fue como entrar en un caleidoscopio, un túnel de luz con infinitos colores formando figuras geométricas. Todo era información, conceptos, pensamientos, números, vibración, hasta ser partículas, moléculas, átomos. Todos esos pensamientos se convirtieron en emociones y sentimientos. Era cada risa, cada llanto, cada gesto y cada acto, era un planeta a la vez que un cactus en el desierto, o una emoción. Todo el cosmos existía en mi interior. Ese día de muerte, destrucción y desolación encontré el Amor, pero era diferente. Ese día amé mi vida, la de los demás, mi muerte y hasta mi sufrimiento. Entendí que la enfermedad solo es la oportunidad de liberarse de lo que nos frena, arrasando los límites impuestos por el pensamiento, restaurando la armonía y el equilibrio de nuestro libre sentir. Amé hasta el dolor. Por este motivo, he decidido cumplir con mi pacto en este momento de crisis mundial de enfermedad y muerte, por ética y moral. No podría volver a morir tranquila si no compartiera esta información. Además, los que ya han desencarnado, siempre presentes en Shambala, preocupados por sus seres queridos vivos aquí en esta realidad, tampoco me dejarían dormir en paz, sabiendo que podría ser útil en este momento lo que allí aprendí … Que cada uno decide cuándo nacer, cuándo morir y cómo vivir, que venimos muy bien acompañados y que jamás morimos solos, aunque lo parezca, que allí no existe el sufrimiento, el dolor o los prejuicios que nos mueven aquí.

 

Tener esta información ha salvado mi vida. No pretendo salvar la de nadie, no es una afirmación de cómo son las cosas o cómo tienen que ser, solo pretendo hacer más fácil este momento tan sombrío y ofrecer algo de consuelo. Decidí volver a la Tierra a contar todo lo que me encargaron los que viven en esa realidad y también viven en esta. ¿Cómo los miro, sabiendo que la noche anterior hemos estado en Shambala, creando la realidad que viviremos al día siguiente, aunque tengamos que viajar a los anillos de Saturno? ¿Cómo no recordarles lo que ellos me recuerdan a mí cada día cuando me los encuentro? Si ellos mismos son los que guían cada paso de mi existencia, mi familia de vida y de luz. Si hablara de todos, incluyendo los que ya no estáis encarnados, este libro sería eterno, aquí existen los límites como el tiempo. Gracias a ellos, me estáis enseñando a amar de forma incondicional en el único sitio que se puede aprender, en la Tierra. Aquí es difícil expresar el libre sentir independientemente del resultado que se pueda obtener. Hay veces que lo consigo, otras no… Doy lo que quieren de mí, con la esperanza de que acepten lo que soy de verdad, hasta que yo acepto esa experiencia como parte de mi plan divino y me doy cuenta de que también es vivir, compartir, es perfecto tal cual es, independientemente de lo que se comparta, la vida siempre nos regala esos preciosos momentos.

“Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar”.

Antonio Machado

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