Al oriente del Edén

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El Tercer Gran Relato del Génesis Génesis 6: 1 al 8: 22

1 La Maldad y sus Consecuencias - 6: 1 - 3

2 Cuando a Dios ˝se le Partió˝ el Corazón - 6: 4 - 8

3 La Gracia de Dios en Favor de los que le Temen - 6: 9 - 22

4 El Juicio de Dios - Un Mundo Anegado en Agua - 7: 1 - 12

5 El Juicio de Dios - Para Salvación a Aquel que Cree - 7: 13 - 16

6 El Juicio de Dios - De Condenación a quien no Cree - 7: 17 - 24

7 Un Dios Cercano a sus Criaturas - 8: 1 - 5

8 Los ˝Espías˝ de Noé para Reconocer la Tierra - 8: 6 - 12

9 Una Invitación a Tomar Posesión de la Tierra - 8: 13 - 19

10 Edificando un Altar agradable al Señor - 8: 20 - 22

CAPÍTULO 1


Génesis 6: 1 - 3

“Luego los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra, y les nacieron hijas. Los hijos de Dios vieron a las hermosas mujeres y tomaron como esposas a todas las que quisieron. Entonces el Señor dijo: «Mi Espíritu no tolerará a los humanos durante mucho tiempo, porque solo son carne mortal. En el futuro, la duración de la vida no pasará de ciento veinte años».˝ (Gén. 6: 1-3)

Con el capítulo 6 de Génesis nos adentramos en una nueva sección del tercer relato, que hemos denominado ˝el viejo hombre˝, que comprende los capítulos 6, 7 y 8 de este primer libro de Moisés. En él veremos hasta donde llegó la maldad en el mundo antiguo; las consecuencias que trajo tal nivel de corrupción; el desagrado de Dios por tal situación; el diagnóstico del Señor con respecto al mundo antiguo: «La humanidad sólo vive y piensa en hacer el mal»; cuando a Dios se le rompió el corazón a causa de la perversidad del hombre. Pero Noé halló gracia a los ojos de Dios. Así mismo veremos la gracia de Dios manifestada en favor de Noé y su familia; el barco de Noé, un arca de salvación para todo aquel que creyó; el terrible juicio de Dios, de condenación para los que se pierden, pero de salvación para los que creyeron y confiaron en su promesa; y finalmente, la salvación de Dios, que es para todo aquel que cree.

Más adelante en el capítulo 9 hallaremos la descripción del Pacto de Dios con Noé, el cual es ˝tipo˝ del Nuevo Pacto; la bendición especial de Dios a Noé y a sus descendientes; nuevas normas, nuevo menú y nuevas costumbres. Veremos así mismo que en el Nuevo Pacto Dios declara que ya no existe acepción de personas, de costumbres, ni de animales; reflexionaremos sobre la finalidad del Nuevo Pacto, así como la ˝señal del Pacto˝ y el paralelismo entre el Pacto Noético y la “Santa Cena», como señal y sello del Nuevo Pacto, ahora y por la Eternidad.

En la primera reflexión de esta nueva sección podremos apreciar la situación a la que había llegado el mundo antiguo, en el cual tuvieron que vivir personajes como Enoc, Matusalén o Noé. Esto causó tal desasosiego al Señor, que tuvo unas consecuencias inmediatas para aquel tiempo y cuyos efectos aún perduran hasta el día de hoy.

Cuando tratamos de explicar la historia del «Diluvio Universal» a nuestros hijos, en especial si son pequeños, se suele explicar la historia de la salvación que Dios realizó mediante Noé y su arca. Esto no sólo es correcto sino también apropiado. El problema es que con frecuencia apenas se menciona el porqué se llegó a esa situación y el altísimo grado de corrupción, maldad y contaminación de toda la tierra a la que se había llegado en ese momento. Además de la corrupción moral y espiritual, y la gran violencia que padecía toda la humanidad, «los Vigilantes» (padres de los gigantes monstruosos) enseñaron a sus hijos y a los seres humanos a corromper y contaminar todas las especies sobre la tierra, cruzando especies entre los diferentes tipos de animales, también entre las diferentes especies de plantas y árboles, y por si fuera poco, entre hombres y animales con resultados realmente aberrantes, llenando literalmente la tierra de violencia. Sólo Noé y su familia no se corrompieron con las costumbres y los ídolos del mundo antiguo, manteniéndose fieles al Señor.

Si el conocimiento de la explosión demográfica de la población en los tiempos de Noé nos facilita una mayor comprensión del momento que se vivía en esa época, el reconocer quienes eran los llamados «hijos de Dios» pone cara y ojos a los artífices y principales responsables de la gran corrupción generalizada de ese momento, la cual motivó el gran enojo de Dios contra todo ser humano.

Igualmente veremos los elementos principales que fueron determinantes de la maldad de los ˝hijos de Dios˝ en el mundo antiguo; cuales fueron las consecuencias para la humanidad que trajo el incremento de la maldad, así como el desagrado de Dios a tal grado de corrupción; y su respuesta a la corrupción del hombre y la contaminación de toda la tierra.

EL GRAN INCREMENTO DEMOGRÁFICO DE LA POBLACIÓN EN LOS TIEMPOS DE NOÉ

Cuando nos acercamos a los tiempos antiguos pocos son los que se imaginan que en aquel entonces, desde el punto de vista demográfico, la tierra contenía una densidad de población considerable. Tanto es así, que mediante cálculos computacionales modernos realizados por algunos matemáticos, nos indican que la densidad demográfica en los tiempos de Noé podría haber llegado a ser entre los 3.000 a 4.000 millones de personas aproximadamente. Vamos, que si no fuera por la alta densidad de población de los dos gigantes asiáticos China e India, la extensión demográfica de la tierra podríamos decir que era semejante a la que tenemos en nuestros días. No debemos olvidar que antes del gran cataclismo (el diluvio universal) no existían los continentes tal como los conocemos hoy. La tierra era una sola extensión de terreno que posteriormente los geólogos la han denominado con el nombre de ˝Pangea˝.

Hoy todos los científicos reconocen que antes la tierra era una sola extensión, que algo la resquebrajó y la dividió formando las diferentes placas continentales que aún siguen separándose según la teoría de la migración de los continentes. Esto facilitó la extensión por toda la tierra tanto de personas como de animales.

Aún después del diluvio, cuando se empezaron a separar las placas continentales, se cree que existían toda una serie de puentes continentales entre las diferentes placas que facilitaron la migración a todos los continentes, tanto de animales como de personas. Pero estas cosas nos sorprenden porque con frecuencia estamos más atentos a las conclusiones de los hombres que a la Palabra de Dios.

Recordemos que en el tercer día de la creación Dios reunió a las aguas y las llamó mares (el mar) y juntó la parte seca en una sólo extensión y la llamó tierra. Y en el v 6:1 nos explica que «los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra». Todo esto no debería sorprendernos, porque ya ha sido escrito desde hace miles de años para nuestra enseñanza, pero lo olvidamos rápido por no llenar nuestra mente de la Palabra de Dios y meditar en ella.

¿QUIENES ERAN LOS ˝HIJOS DE DIOS˝ QUE SE DESCRIBEN EN GÉN. 6:2-4?

Existe una diferencia de criterio en cuanto a saber a quienes se refiere el texto bíblico cuando menciona a «los hijos de Dios» en los v 2 y 4. Hay comentaristas que opinan que cuando el texto bíblico habla de «los hijos de Dios» se refiere a los descendientes de Set y en cuanto a «las hijas de los hombres» se refiere a las hermosas mujeres descendientes de Caín. Pero, sin querer dogmatizar sobre el tema, entendemos que esta opción tiene muchas dificultades. En primer lugar ˝los hijos de Dios˝ sólo se mencionan 5 veces en el Antiguo Testamento (en Génesis 6:2 y 6:4; Job 1:6; 2:1 y 38:7) y desde luego, no son seres humanos los que se mencionan en el libro de Job.

El texto bíblico se refiere siempre a seres angelicales creados directamente por Dios como creación especial, incluidos Satanás y los ángeles que se rebelaron contra Dios. El evangelista Lucas hablando de la genealogía de Jesús (Lucas 3:38), del único que dice que es hijo de Dios es Adán. De todos los demás dice que son hijos de sus padres. Ya hemos comentado en capítulos anteriores que según la Biblia son considerados «hijos de Dios» aquellos que han nacido directamente de Dios mediante una creación especial, que según el Antiguo Testamento lo son Adán y Eva, y todos los ángeles creados por el Señor para su servicio.

Ya en el Nuevo Testamento Juan aclara que también se nos dio la potestad de ser llamados hijos de Dios a todos aquellos que hemos experimentado el nuevo nacimiento mediante el lavamiento del agua (que representa el Verbo, la Palabra, a Cristo mismo) y del Espíritu de Dios, mediante una nueva naturaleza, un nuevo ADN espiritual. El Apóstol Pablo complementa la definición en Gálatas 3:26: «pues todos sois ˝Hijos de Dios˝ por la fe en Cristo Jesús».

Otra dificultad para intentar encajar a los hijos de Set como los hijos de Dios que se mencionan en el texto, es que la Escritura dice que todas las veces que los ˝hijos de Dios˝ tenían relaciones sexuales con las mujeres humanas, ellas daban a luz a gigantes ˝nefilitas˝ que se transformaban en grandes guerreros. Desde luego está claro que según las leyes de la herencia genética descubiertas por el monje Mendel, si dos personas con caracteres de carga genética iguales se unen, sólo pueden procrear hijos con caracteres semejantes a sus padres, independientemente de que su conducta sea buena o mala.

Deducimos entonces que de padres normales que midan 1,70 o 1,80 metros, no pueden salir sistemáticamente monstruos de 4, 6 u 8 metros. Por lo tanto entendemos que aquí no se refiere a seres humanos, sino a ángeles caídos, que como dice Judas en 1:6, «no guardaron su dignidad y abandonaron su propio hogar» para unirse en una unión desigual con mujeres humanas para corromper toda la tierra y sus moradores, con el fin de evitar si fuera posible que «de la simiente de la mujer» nazca aquel Mesías que sría el Salvador enviado por Dios, y que ha de gobernar la tierra con vara de hierro.

 

En realidad esa fue la intención de Satanás desde un principio, estando aún en el jardín del Edén: la de corromper la raza humana y contaminar toda la tierra, y casi lo consigue, porque el nivel a donde había llegado la maldad, la violencia y la corrupción en tiempos de Noé fue insoportable para Dios, según vemos en los v 3, 5, 11 y 12. Sólo se halló a «Noé como hombre justo, la única persona intachable que vivía en la tierra en ese tiempo, y anduvo en íntima comunión con Dios» (v 9).

EN QUÉ CONSISTIÓ LA MALDAD DE LOS ˝HIJOS DE DIOS˝ DEL MUNDO ANTIGUO

A continuación veremos algunos de los muchos y variados aspectos de la maldad de «los hijos de Dios», esos en concreto que la Biblia define como ˝ángeles caídos˝ (también llamados «Vigilantes» por algunos como es el caso del Libro de Enoc), que motivó la ira de Dios contra los ˝Vigilantes˝, así como sobre toda la humanidad, que se había corrompido en aquel tiempo, en gran medida, por causa de ellos.

1 Abandonaron su morada celestial: Fueron aquellos ángeles caídos que, desoyendo el orden y autoridad Divinas, descendieron a la tierra para ˝enredar˝ más, si cabe, en la vida de los seres humanos y contaminar la tierra. Judas 1:6 dice que «abandonaron el lugar (celestial) al que pertenecían».

2 Abandonaron su dignidad angelical y el servicio a Dios: No sólo abandonaron las moradas eternas y la presencia del Señor, sino que Judas continúa diciendo que no guardaron su dignidad como siervos angelicales de Dios, es decir que estos ángeles no se mantuvieron dentro de los límites de autoridad que Dios les puso, abandonando el servicio a Dios para el cual habían sido creados.

3 Comprometidos en uniones desiguales: La misma Escritura nos dice que se unieron en yugo desigual con mujeres humanas, corrompiendo de ese modo su propia naturaleza, como ángeles de Dios apartados para su servicio. Todo lo cual representa una gran transgresión que el Señor no puede perdonar, toda vez que habían estado viviendo junto al Padre en los lugares celestiales.

4 Corrompieron el orden natural del matrimonio: Así como Lamec pervirtió el orden matrimonial establecido por el Señor, que un sólo varón se una en matrimonio a una sola mujer (v 4:19, volver a leer el comentario sobre ‘El inicio de la perversión del orden matrimonial’), estos ˝Vigilantes˝, según las Sagradas Escrituras, no sólo tomaron una o dos mujeres como Lamec, sino que cada uno tomo para sí todas las que quisieron, y tuvieron hijos con cada una de ellas.

5 El culto al cuerpo como móvil principal de la unión: La Palabra dice que cada uno tomó para sí todas las mujeres que quiso sin ningún límite, y el método de selección de la esposa no era otro que el de su belleza física, eligiendo las que más les agradaban a sus ojos. Como vemos, el culto a cuerpo no es exclusivo de nuestra sociedad actual.

6 La corrupción de toda carne como método principal: El fin último que perseguían estos ángeles caídos era el incumplimiento de la promesa hecha por Dios a Adán y Eva, que «de su simiente nacería el que salvaría a su pueblo de sus pecados», y este gobernaría el mundo con vara de hierro. Y el método que eligieron fue la corrupción de todos los hombres para que no hubiera continuidad de la especie humana y no pudiera nacer Jesús, el Salvador del mundo. Pero con Noé les salió el tiro por la culata.

7 Indujeron la corrupción a todos los hombres como forma de vida: De los v 3, 5, 11 y 12 podemos apreciar que la corrupción de la especie humana no era puntual o de algunos grupos de personas, sino que era generalizada, a tal punto, que el Señor declara que todos los seres humanos que habitaban la tierra se habían corrompido en un grado extremo. La intención de ˝los Vigilantes˝ no era sólo corromper la especie humana, sino enseñar a los hombres a corromperse y prostituirse como una forma de vida. Y parece ser que lo consiguieron.

8 La contaminación de toda la tierra: No sólo se produjo la corrupción moral y espiritual de la especie humana, sino también de las especies animales y de toda la tierra. Cuando El Señor creó la cubierta vegetal sobre la tierra (Gén. 1:11-13) hizo que cada hierba, cada planta y cada árbol se reprodujera según su propia semilla, igual que con los animales, manteniendo pura cada uno su propia clase y especie (1:20-25). Vemos que el Señor insistió de forma reiterada en mantener cada orden, clase y especie pura sin cruces entre diferentes especies. Pero tanto los Vigilantes como los hombres experimentaron haciendo todo tipo de cruces entre especies vegetales y animales, contaminando de ese modo toda la faz de la tierra. Hay comentaristas que opinan que los ‘faunos’ (hombres con cuernos, con torsos de hombre, y patas y cascos de cabra) y los ‘centauros’ (cabeza y torso de hombre y cuerpo y patas de caballo), u otros que aparecen en las mitologías de la antigua Grecia, Mesopotamia, Siria y en otras culturas ancestrales; quizás no fueran sólo mitos, sino experimentos llevados a cabo en aquella época mediante cruces entre diferentes animales y el hombre. Realmente se trataba de una corrupción y perversión totales, no sólo del ser humano, sino de todas las especies animales y vegetales que poblaron la tierra en ese momento. Pero pensemos por un momento lo que está sucediendo en nuestros días. Utilizando la tecnología moderna, la experimentación e investigación genética actual no difiere mucho de la que se produjo en los tiempos de Noé.

9 Un testimonio de la historia para nuestra enseñanza: Estas cosas han sido escritas para nosotros y nuestro tiempo, a fin de que cómo hijos de Dios y pueblo suyo: – Nos mantengamos en santidad, – Apartados de las costumbres del mundo, como Noé y su familia. – Llamados a no abandonar la comunión con el Padre, – Manteniéndonos en el servicio al Señor, – No favoreciendo las uniones desiguales con quienes no conocen a Dios, – Dignificando el orden matrimonial que Dios estableció, – Honrando al Creador y no a sus criaturas, – Alejándonos de la corrupción del mundo, – No viviendo según «los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida» (1ª Juan 2:16), – Preservando en la medida de lo posible la tierra que el Señor nos ha dado para vivir en ella, – Adorando y alabando su nombre, que es sobre todo nombre,– Dando gracias a Dios por su salvación en Cristo Jesús, Señor nuestro.

QUÉ CONSECUENCIAS TRAJO EL INCREMENTO DE LA MALDAD

Fueron muchas y críticas las consecuencias de la multiplicación de la maldad en toda la tierra. Aquí sólo mencionaremos algunas de ellas.

1 La muerte espiritual del hombre: La primera y más trascendente consecuencia del mal es el alejamiento de Dios, la muerte espiritual del ser humano, que la Biblia denomina ˝la muerte segunda˝. No es posible vivir en rebeldía contra Dios y permanecer en su presencia y comunión con Él.

2 La degradación progresiva de la especie humana: La Biblia dice que «Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare, eso también segará» (Gálatas 6:7). Y el apóstol Pablo continúa diciendo: «Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte» (Gál.6:8). Esto es lo que sucedió entonces y también sigue siendo válido para nuestro tiempo. «Pero los que vivimos para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharemos vida eterna».

3 El deterioro y posterior desaparición de las especies naturales: Como consecuencia de la intervención humana cruzando las especies y procurando alterar el origen genético de las especies (el ADN), se produjo un deterioro de las mismas y la consecuente desaparición de estas, tanto en el reino animal como en el vegetal. Según las ciencias paleontológicas modernas, las especies actuales que provienen de las arcaicas son más pequeñas, más frágiles y menos resistentes a los cambios climáticos, habiendo desaparecido la mayoría de especies y subespecies primigenias de las que hoy no tenemos conocimiento.

4 La desaparición de los ecosistemas y la degradación progresiva de toda la tierra: Hoy sabemos que la desaparición de los individuos que se hallan a la cabeza de un ecosistema natural, produce consecuentemente la desaparición de la totalidad de las especies que se hallan en dicho ecosistema; tanto en especies animales como del mundo vegetal. Esto significa el deterioro y posterior desertización de toda la región afectada. De ahí que los desiertos que existen actualmente en nuestro planeta, se están extendiendo en nuestros días.

5 La necesidad urgente de detener tal situación: Esta situación se volvió insostenible, de modo que alguien tenía que intervenir para evitar la destrucción total de la especie humana y de toda la tierra. La condición actual de nuestra sociedad no dista mucho del panorama que acabamos de describir sobre los tiempos antiguos. Esto nos recuerda las palabras de Pedro en su segunda epístola universal, en el capítulo 3: «Deliberadamente olvidan que hace mucho tiempo Dios hizo los cielos por la orden de su palabra, y sacó la tierra de las aguas y la rodeó con agua. Luego usó el agua para destruir el mundo antiguo con un potente diluvio. Por esa misma palabra, los cielos y la tierra que ahora existen han sido reservados para el fuego. Están guardados para el día del juicio, cuando será destruida la gente que vive sin Dios» (2ª Pedro 3:5-7 / NTV). «Pero nosotros esperamos con entusiasmo los cielos nuevos y la tierra nueva que él prometió, un mundo lleno de la justicia de Dios» (3:13).

EL DESAGRADO DE DIOS A TAL NIVEL DE CORRUPCIÓN

La corrupción a la que se llegó en los tiempos antiguos desagradó a Dios a tal punto que determinó acortar tal situación, y lo hizo de dos maneras. La primera la hallamos mediante una lectura sencilla del texto bíblico: «Mi Espíritu no tolerará a los humanos durante mucho tiempo, porque solo son carne mortal». El juicio de Dios estaba por llegar, no tardaría mucho tiempo en producirse el diluvio universal. La segunda la encontramos en el mismo texto bíblico y nos lo aclara la versión griega del v 6:3. En nuestra versión donde dice ˝mi Espíritu no tolerará˝ o ˝no contenderá˝, la versión griega de este pasaje dice ˝porque mi Espíritu no permanecerá en el hombre durante mucho tiempo˝; y a continuación leemos como Dios establece un límite para los años de vida de una persona, que será aplicable a partir del momento en que se produce el juicio del diluvio universal. Ambas situaciones se dieron simultáneamente.

LA RESPUESTA DE DIOS A LA CORRUPCIÓN DEL TIEMPO ANTIGUO

Además del juicio, Dios puso límite al tiempo de vida para la especie humana: «En el futuro, la duración de la vida no pasará de ciento veinte años». Acostumbrados a ver cómo la gente vivía entre 800 y los 900 años, esta decisión por parte de Dios pudo parecer inicialmente un castigo imponderable. El mismo Noé tenía 500 años cuando empezó a construir el arca y se tardó 100 años más hasta su término. Noé era de 600 años cuando sucedió el gran cataclismo. Este principio de limitación del tiempo de vida ha permanecido invariable desde los tiempos de Noé hasta nuestros días. Ha habido siglos en los cuales la esperanza de vida ha sido ostensiblemente inferior a causa de guerras, enfermedades y malos hábitos de los pueblos, pero aún hoy son pocos los que llegan a la edad de 120 años en cualquier latitud del mundo; y aquellos que llegan a vivir muchos años encuentran un alivio el poder acortar sus años de vida. Para aquellos que esperamos la redención de nuestros cuerpos, es un alivio saber que pronto veremos al Señor cara a cara como Él nos ve, y que nuestros cuerpos mortales serán transformado en cuerpos de gloria, cuando Jesús vuelva a nuestro encuentro.

Momento de Reflexión:

¿Crees que la corrupción, maldad y violencia del mundo actual se asemeja a la de los tiempos de Noé?

¿Qué paralelismos encuentras entre el mundo pagano actual y la sociedad antigua del tiempo de Noé?

¿Cuál crees que será la respuesta de Dios al actual deterioro y corrupción de nuestro mundo moderno ?

 

CAPÍTULO 2


Génesis 6: 4 - 8

“En esos días y durante algún tiempo después, vivían en la tierra gigantes nefilitas, pues siempre que los hijos de Dios tenían relaciones sexuales con las mujeres, ellas daban a luz hijos que luego se convirtieron en los héroes y en los famosos guerreros de la antigüedad. El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra… Entonces el Señor lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón… Entonces el Señor dijo: «Borraré de la faz de la tierra a esta raza humana que he creado… Lamento haberlos creado». Pero Noé encontró favor delante del Señor.˝ (Gén. 6: 4-8 /NTV)

Había un padre de familia con una gran hacienda y éste tenía dos hijos. Un día el menor de ellos le dijo a su padre: ‘Dame la parte de la herencia que me corresponde antes de que te mueras, porque quiero conocer el mundo fuera de esta casa.’ Y a los pocos días se fue a una tierra lejana, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada. Efectivamente, tal cómo has podido apreciar se trata de la conocida parábola del hijo pródigo que Jesús explicó en medio de los publicanos, mientras los fariseos y los escribas murmuraban sobre Él, y que se halla en el capítulo 15 del Evangelio de San Lucas.

El capítulo 15 de Lucas llama la atención por ser el capítulo de las cosas perdidas: la parábola de la oveja perdida, de la moneda que se perdió, así como la parábola del hijo pródigo que se echó a perder. El padre le dio todo lo que pidió (aunque todo era suyo y al hijo sólo le hubiera correspondido a su muerte), con el dolor de su corazón, a sabiendas del gran desatino en que iba a parar todo aquello y las calamidades por las que iba a pasar su hijo.

Esta es una historia muy parecida a la del hombre en su relación con el Padre. Dios es el dueño del Universo incluida esta tierra y todo lo que en ella hay. Pero el Señor puso en las manos del hombre la potestad de enseñorearse y gobernar la herencia de Dios.

El episodio de hoy es el relato de la historia cuando ˝a Dios se le partió el corazón˝ al ver lo que los seres humanos, sus criaturas más preciadas, hicieron con su hacienda, tal como sucedió en el caso del padre de la parábola, sabiendo de antemano lo que le iba a acontecer a su hijo. Así como el hijo se arrepintió y volvió a la casa del padre, las Escrituras nos dicen que Noé también halló gracia a los ojos de Dios.

En este pasaje tenemos la oportunidad de saber quienes eran y de dónde provenían los gigantes ˝nefilitas˝. La Escritura dice que en esa época antigua había gigantes que vivían en la tierra, y continúa diciendo que un tiempo después siguieron existiendo ˝nefilitas˝; lo cual entendemos que a pesar de haber sido destruidos durante el diluvio, junto al resto de la humanidad, es posible que se volvieran a repetir los encuentros íntimos de los ˝Vigilantes˝ (ángeles caídos) con mujeres humanas, dando a luz a los monstruos gigantes que menciona la Biblia y cuyos restos fósiles se han encontrado en todos los continentes.

Así mismo, en este capítulo mencionaremos de forma breve a que se dedicaban estos gigantes y su carácter arrogante y violento. Asistimos igualmente al lamento del Señor frente a la situación donde había llegado la tierra a causa de la violencia y la gran degradación a la que llegó la especie humana. Frente a eso, el autor del génesis intenta transmitirnos algo de las emociones que experimentó el Señor utilizando una expresión conocida por todos, a fin de que pudiéramos entender lo que significaba para Él tener que pasar la tierra por un juicio sumarísimo. De ahí la expresión «le dolió a Dios en su corazón» o «se le partió el corazón». Vemos como la suerte estaba echada, la decisión del juicio de Dios sobre la tierra era irrevocable. Finalmente veremos cómo Noé halló gracia ante los ojos de Dios, y él y toda su familia fueron librados de perecer ahogados por el diluvio.

DE DONDE PROVENÍAN LOS GIGANTES ˝NEFILITAS˝

En el v 4 encontramos el término ˝Gigantes˝ traducido en la mayoría de nuestras versiones al castellano. Pero en el original hebreo la palabra es «Nefilim», que como ya sabemos tiene un significado más amplio. Además de «gigante», también tiene las acepciones de «derribador», «patán» y «tirano» (Strong 5303). Esto nos da una mayor idea de lo que el texto bíblico estaba expresando con dicho término lingüístico.

No sólo eran monstruos gigantescos, sino también mostraba cual era su comportamiento. El nombre ˝nefilim˝ viene de la raíz «néfel», que significa «caído», «abortivo» o «nacer muerto». Estos gigantes ˝nefilitas˝ eran en realidad el fruto de la unión íntima entre los ángeles caídos y las mujeres humanas, quienes cada vez que concebían de ellos, daban a luz a personas que tenían un desarrollo gigantesco llegando a una estatura de 4, 6 y hasta de 8 metros, habiéndose hallado algunos esqueletos fósiles incluso mayores de 8 metros en las diferentes excavaciones arqueológicas.

La Escritura dice que estos seres existieron en los tiempos antiguos y también en tiempos posteriores al diluvio, volviendo a existir en diferentes épocas. Como muestra de ello tenemos el gigante de 7 metros, procedente de ˝la Ciudad Perdida de los Gigantes˝, en Ecuador, que actualmente se exhibe en el museo Mystery Park, en Suiza. El gigante Goliat que luchó contra David tenía 4 hermanos más, todos ellos gigantes. En Deuteronomio se menciona a los ˝hijos de Anac˝, como raza de ˝nefilim˝ (de gigantes) y a Og, rey de Basán, que era el único que quedaba de todo un pueblo de gigantes, cuya cama tenía una longitud de casi 5 metros entre la cabecera y los pies.

El testimonio de los 12 espías israelitas que envió Moisés a la tierra de Canaán, es que se trataba de una tierra de gigantes, y dijeron sentirse ante ellos ˝como langostas˝. Ya en tiempos modernos se hallaron túmulos y se hicieron excavaciones arqueológicas, encontrando muchos esqueletos de gigantes en todos los continentes.

Debemos decir que muchos restos de ellos están escondidos bajo llave en los departamentos de arqueología de no pocas universidades, que por diferentes razones no podemos entender. Inclusive alguna institución universitaria de prestigio internacional ha sido denunciada de forma reiterada por buscar restos arqueológicos de los gigantes para destruirlos, procurando que nadie se entere de su existencia. Esto sucedía a principios de los años 1.900, repitiéndose a lo largo de varias décadas. Posteriormente, representantes de dicha institución han reconocido públicamente la destrucción de miles de esqueletos de gigantes, durante varias décadas del siglo 20. Al parecer el motivo es que las historias de los gigantes no encajaban con las teorías evolucionistas darwinistas, tan en boga en aquellos años.

A QUE SE DEDICARON ESOS GIGANTES

La Biblia explica que estos gigantes al llegar a la edad adulta se convirtieron en guerreros que se hicieron muy famosos en la antigüedad. No se hicieron precisamente famosos por desarrollar la bondad o la ayuda al prójimo, sino por la violencia que llegaron a desarrollar en sus batallas. Parece ser que ellos se dedicaron única y exclusivamente a conflictos armados y fueron los principales responsables del alto grado de violencia que padecía toda la tierra en los tiempos antiguos: «La tierra se corrompió delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia» (v 11).

De hecho, si leemos con detenimiento todos los pasajes de la Biblia —tanto del Pentateuco, como los libros históricos y proféticos—, donde se mencionan hechos relativos a los gigantes, nos daremos cuenta que todos eran guerreros, eran déspotas y sanguinarios, y se enfrentaban al poder y la obra de Dios, así como a su pueblo Israel, intentando destruirlos de manera sistemática.

Hoy, como seres humanos y pueblo de Dios, quizás no tengamos que enfrentarnos a gigantes de carne y hueso como los que se mencionan en la Biblia. Pero frente a los retos que cada día debemos enfrentar como hijos de Dios, a veces nos parecen montañas delante nuestro, y otra veces gigantes que nos persiguen allí a donde vamos. Sólo con la fe y la confianza en el Señor podemos hacer frente a esos retos. Una vez superadas esas pruebas, los gigantes nos parecerán hormigas y las montañas nos damos cuenta que simplemente teníamos que rodearlas en fe y en el nombre del Señor, como lo hicieron los Israelitas en la toma de Jericó, y esas murallas que parecían tan inexpugnables, según nuestra perspectiva, se caerán solas si lo hacemos en su nombre.

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