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Unidos – Un nuevo pacto sobre el patrimonio para Europa

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Sari: Big Ideas #15
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El nuevo pacto sobre el patrimonio para Europa que se propone favorecerá una dinámica en este sentido. Nos permitirá conectar a los actores culturales, salvar la brecha entre el ámbito local y el mundial, y estimular las sinergias transfronterizas. Brindará un futuro a los barrios marginales, vulnerables y a menudo deteriorados de las ciudades, a través de proyectos de calidad relacionados con el patrimonio, al tiempo que impulsará el desarrollo sostenible de nuestras regiones mediante acciones innovadoras en favor del patrimonio cultural. Las inversiones convenientemente realizadas en sitios y zonas del patrimonio ayudarán a sacar a barrios enteros de la pobreza, contribuyendo así a una mejor cohesión e inclusión sociales. La formación profesional específica puede ayudar a que los jóvenes desempleados mejoren sus competencias y participen en la restauración del patrimonio de su propio entorno y de otros. También deberíamos hacer un mejor uso del Cuerpo Europeo de Solidaridad para que los jóvenes puedan trabajar, como voluntarios o profesionales, en obras de restauración, parques naturales o festivales culturales.


INNOVACIÓN EN LA ACCIÓN EN FAVOR DEL PATRIMONIO: CULTLAB3D, DARMSTADT, EN ALEMANIA (GANADOR DEL PREMIO UE/EUROPA NOSTRA DE 2018).

También debemos dejar de percibir los entornos multiculturales como un obstáculo, y verlos, por el contrario, como una fuente de riqueza y oportunidades. Los intercambios interculturales y las ideas creativas combinados con tecnologías innovadoras influyen constantemente en nuestras vidas. Nuestra cultura y nuestra herencia cultural no son estáticas; están en continuo movimiento. El complejo y polifacético «tema con variaciones» de la cultura europea cambia y evoluciona a medida que se unen nuevas voces, instrumentos y melodías. A veces se tarda un tiempo en encontrar nuevas armonías, pero todos formamos parte del mismo gran coro y orquesta al crear e interpretar juntos esta música ecléctica.


DESGRACIADAMENTE, EN MAYO DE 2020 SE DEMOLIÓ EL TEATRO NACIONAL DE ALBANIA EN TIRANA, INCLUIDO EN LA LISTA DE 2020 DE LOS 7 EN MAYOR PELIGRO.

SALVAR JUNTOS EL PATRIMONIO EN PELIGRO

Gracias a la competencia y la dedicación de millones de profesionales y voluntarios, todavía se puede disfrutar de gran parte de nuestro patrimonio europeo. Sin embargo, muchos sitios del patrimonio siguen estando amenazados por el desarrollo urbano incontrolado, la falta de recursos y unas decisiones políticas sin amplitud de miras. Esto es motivo de preocupación para todos nosotros, ya que las consecuencias van mucho más allá del ámbito del patrimonio. Un ejemplo reciente es la demolición del Teatro Nacional de Albania en Tirana, que tuvo lugar el 17 de mayo de 2020. Este edificio histórico estaba incluido en la lista de 2020 de Los 7 sitios del patrimonio en mayor peligro de Europa[13]. El teatro, situado en una zona urbana protegida del centro histórico de Tirana, fue derribado con excavadoras en un día tras dos años de protestas. Se hizo al amanecer, cuando las medidas de prevención impuestas por la pandemia casi habían terminado, y a pesar de un gran movimiento cívico integrado por artistas, periodistas y activistas. El Gobierno y las autoridades locales afirman que el teatro se derribó debido a que la falta de mantenimiento y renovación estaban provocando que se cayera a pedazos. Fue un día triste, no solo para el patrimonio cultural, sino también para la democracia y el Estado de derecho.

Los europeos tenemos que asumir que todo el patrimonio cultural de Europa es una responsabilidad que compartimos. Antes de la pandemia de COVID-19, el turismo de masas se había convertido en una pesada carga e incluso en una amenaza para varias de nuestras ciudades históricas, así como para nuestros sitios patrimoniales y tesoros culturales y naturales. Combinado con los principales riesgos causados por el cambio climático, el turismo repercute gravemente en nuestro patrimonio cultural. Se necesitan medidas urgentes para reducir estos riesgos, como parte de una futura estrategia europea para un turismo más sostenible y responsable. La gran desaceleración de la actividad turística debido a la pandemia ofrece una oportunidad que era muy necesaria. Venecia es un ejemplo extraordinario que, lamentablemente, se enfrenta a todos los riesgos mencionados. La ciudad ha sufrido un turismo masivo del tipo más destructivo, con cruceros que se acercan demasiado al centro histórico de la ciudad y destruyen un ecosistema natural ya al borde del colapso. La ciudad se ha hundido lentamente en las aguas fangosas de las malas decisiones que, además de erosionar su frágil arquitectura y patrimonio, están afectando a las vidas de las generaciones presentes y futuras. Las imágenes de peces, medusas y delfines nadando de nuevo en la laguna durante el confinamiento debido a la COVID-19 ilustran a la perfección cómo podría ser el entorno de la ciudad si no se sacrificase en aras de los beneficios a corto plazo. La supervivencia de Venecia y de su laguna no puede considerarse solo un problema veneciano o un asunto italiano. Lograr un Renacimiento sostenible de Venecia podría ser, de hecho, uno de los objetivos, e incluso un símbolo, del nuevo pacto sobre el patrimonio para Europa propuesto.


EL SITIO EN MAYOR PELIGRO DE EUROPA, EN PARTE DEBIDO AL CAMBIO CLIMÁTICO.

Este nuevo pacto sobre el patrimonio debería, por supuesto, estar estrechamente vinculado al Pacto Verde Europeo. Como se señala en el Manifiesto de la Alianza del Patrimonio Europeo, debemos garantizar que se tenga plenamente en cuenta la dimensión cultural de la transformación verde de nuestra sociedad y nuestra economía. Si bien nuestro patrimonio cultural, incluidos los paisajes culturales, está gravemente amenazado por el cambio climático, el mundo de la cultura, con su riqueza de conocimientos y competencias tradicionales, también puede utilizarse para ampliar las prácticas de mitigación y adaptación que pueden ayudar a alcanzar los ambiciosos objetivos del Pacto Verde Europeo. Con el apoyo del Instituto Banco Europeo de Inversiones, y en cooperación con el ICOMOS, estamos trabajando actualmente en pro de una acción por el clima relacionada con el patrimonio cultural a nivel europeo.


NOTRE-DAME DE PARIS NO SE DERRUMBÓ GRACIAS A LA PROFESIONALIDAD Y VALENTÍA DEL CUERPO DE BOMBEROS DE PARÍS, GALARDONADO CON UN PREMIO ESPECIAL UE/EUROPA NOSTRA EN 2019.

Otro ejemplo de la fragilidad de nuestro patrimonio fue el dramático incendio que causó importantes daños en la catedral de Notre-Dame en París el 15 de abril de 2019. El incendio demostró que incluso los lugares más conocidos y mejor protegidos del mundo pueden ser vulnerables. La avalancha enorme de apoyo y solidaridad tras los estragos del incendio demostró que población de todo el mundo comprendió instintivamente que Notre-Dame no es solo una catedral parisina o francesa, sino que nos pertenece a todos. Después se puso verdaderamente de manifiesto la formidable capacidad de unión que tiene nuestro patrimonio común. Como muestra de la profunda gratitud y admiración de Europa, los bomberos de París, que evitaron el derrumbe de la catedral, fueron galardonados con un Premio Especial del Patrimonio Europeo/Premio Europa Nostra en la Cumbre del Patrimonio Cultural Europeo celebrada en París en 2019.

Los sitios del patrimonio también se ven amenazados por conflictos políticos y militares, como hemos visto, por ejemplo, en los conflictos armados en los Balcanes durante la década de los 90 y en el conflicto más reciente en la disputada región de Nagorno-Karabaj en el Cáucaso. Recientemente, hemos sido testigos de la destrucción de tesoros culturales en Iraq, Siria y Yemen; los ataques a las antiguas ciudades de Alepo y Palmira (Siria), la demolición del museo y la biblioteca de Mosul (Iraq) y el ataque aéreo a la Gran Presa de Marib (Yemen) son solo algunos de los numerosos ejemplos. Europa no puede ignorar lo que está sucediendo en el resto del mundo. El conocimiento va acompañado de responsabilidad. Esto significa que debemos ser solidarios y compartir nuestros conocimientos y mejores prácticas. Debemos contribuir al desarrollo de las capacidades de los organismos encargados del patrimonio cultural y de las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en este ámbito en otras partes del mundo. Especialmente en África y en Oriente Medio, los sitios del patrimonio se ven cada vez más amenazados por proyectos de desarrollo incontrolado, la falta de recursos humanos y financieros y la ausencia de un liderazgo responsable, lo que puede conducir a desastres como la trágica y gigantesca explosión que se produjo en Beirut el 4 de agosto de 2020.