Versos Breves Sobre Rios

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2. UNA MAÑANA DE ABRIL

Una mañana de abril

lloviendo mucho estaba

un arroyito allí

en el campo se formaba.

De pronto el arroyito

ha empezado a correr

cuesta abajo se marchaba

y mucho que va a crecer.

La lluvia sigue cayendo

mucho tiempo y ya llevaba

el arroyito creciendo

un gran río se formaba.

El agua que transportaba

miraba allí extrañado

una gota junto a otra

muchas se habían juntado.

―¿Dónde vamos? ―preguntaba

una gota pequeñita

otra que le escuchaba

dijo: ―Espera bonita.

―¿Qué tengo que esperar?

―la gotita preguntó.

―Es que aún no llegamos

―la otra le contestó.

―¿Pero a donde nos vamos?

yo en la nube estaba

allí me quisiera ir.

La otra le contestaba:

―La nube ya no existe

toda ella se quitó

por eso hemos caído

y este río se formó.

―¡Un río!, ¿eso qué es?

―la pequeña preguntaba.

La otra con gran paciencia

de esta forma contestaba:

―El agua de nuestra nube

a la tierra ha caído

y poco a poco juntando

a nosotras nos ha cogido.

»Ahora vamos en él

no nos podemos parar

y espera que lleguemos

iremos al ancho mar.

Y la gotita muy triste

así está preguntando

―Yo a mi nube la quiero

¿donde está? ―Y va mirando.

Pero la nube en el cielo

parece que ya no está

el sol que había salido

la viene a deslumbrar.

La gotita le pregunta

―Y mi nube ¿dónde está?

El sol riendo la dice

―Por el río baja ya.

Y de pronto han llegado

al lago a descansar

la carrera ha terminado

allí se van a quedar.

La gotita con las otras

en el lago está viviendo

no se olvida de la nube

de la que se fue corriendo.

AMOR

3. UN DÍA MUY TEMPRANITO

Un día muy tempranito

pensando me encontraba

cerca del Guadalquivir

pues paseando estaba.

Mirando aquellas aguas

que despacio recorrían

la verita de Sevilla

la ciudad que aun dormía.

No querían despertarla

o al menos lo parecía

suavemente se deslizan

y ningún ruido hacían.

El río baña Sevilla

esos días de calor

cuando en agosto el sol brilla

y así se está mejor.

Agua del Guadalquivir

mansamente te deslizas

pasando bajo los puentes

y removiendo la brisa.

Espejo de la ciudad

donde a diario se mira

bonita se encontrará

qué bien allí se respira.

Con tu brisa mañanera

la que soplándola está

agua del Guadalquivir

tu aroma la envolverá.

Sevilla es tu ciudad

desde antaño es conocida

por tenerte a su vera

es así ella querida.

Los calores del estío

tu agua rebajarán

y un paseo al lado del río

muy bien que a todos vendrá.

Y por las noches de luna

esa que está reflejada

se ve como poco a poco

ella se baña en el agua.

En esa agüita fresquita

del río Guadalquivir

el que pasa por Sevilla

y la hace revivir.

Pueblos por ella han pasado

que nunca olvidarán

lo bien que aquí vivían

por eso regresarán.

Es la ciudad la que atrae

con su río tan cercano

esa agua tan serena

en invierno y en verano.

El río Guadalquivir

en la ciudad de Sevilla

un lugar para vivir

tranquilo, de maravilla.

AMOR

4. DICEN QUE UN 12 DE OCTUBRE

Dicen que un 12 de octubre

Colón a tierra llegó

y que con ese pasito

nuevo mundo descubrió.

Aunque él no era consciente

de que eso sucedía

“A las indias ha llegado”

por todos lados se oía.

Un echo trascendental

nadie en duda lo pone

aunque él no lo quería

su historia así lo expone.

Nuevo Mundo, ¿y qué es eso?

quizás ni se preguntó

al ver que no había especias

otras cosas encontró.

Más de medio siglo hace

que aquello sucedió

y aun nos preguntamos

¿Cómo él lo consiguió?

¿Fue su intuición quizás?

la que así le orientó

o fue una casualidad

por la que lo consiguió.

Es Rodrigo de Triana

el que “¡tierra!”, así gritó

luego, él fue el primero

que aquello descubrió.

El pilluelo trianero

que le gustaba mirar

ese río de pequeño

donde aprendió a nadar.

Embelesado mirando

cómo el agua bajaba

Rodrigo está pensando

que dónde ella llegaba.

No se hubiera imaginado

que un día se iría

siguiendo aquellas aguas

y muy lejos llegaría.

Cristóbal le preguntaba

cuando en la popa veía

al joven muy pensativo

que hoy, qué le sucedía.

“¿Será esta agua aquella

que por Triana bajaba

en la misma que bañarme

de pequeño me gustaba?”

“No, aquella era dulce

―Cristóbal le informaba―.

Esta, muy salada está”

seguro le contestaba.

Pensamientos marineros

que surgen al recordar

la tierra donde nacieron

tan lejos del ancho mar.

Crepúsculos compartidos

cuando el sol se alejaba

horas que ellos pasaron

navegando en esas aguas.

“¿La mar salada?”, pregunta

el joven sin comprender

de dónde sale la sal

que no les deja beber.

Sedientos ya todos iban

no podían aguantar

el calor que allí hacía

y sin poderse bañar.

Una noche estrellada

el joven pensando estaba

en su Sevilla que lejos

de allí se encontraba.

Con lágrimas en los ojos

su familia recordaba

cuando de pronto pasó

algo que no esperaba.

Rodrigo mira a lo lejos

los demás durmiendo estaban

aquello parece tierra

y rápido lo chillaba.

Todos se han despertado

Cristóbal felicitó

al joven que ha gritado

porque tierra divisó.

Poco nos dice la historia

de aquel joven avispado

que descubrió el nuevo mundo

y a los otros ha avisado.

De Triana, de Sevilla

eso sí sabemos bien

que le gustaba el agua

eso es fijo también.

El río Guadalquivir

en donde él se bañaba

fue el que le empujó

así dicen que contaba.

“El agua del río baja

cantando una canción

cuando la escuchas, no puedes

librarte de su atracción”.

Fue Rodrigo de Triana

el primero en divisar

aquella tierra lejana

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