Autonomía personal y salud infantil. SSC322_3

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2. Alteraciones del habla y del lenguaje

Las alteraciones del habla y del lenguaje se pueden definir como trastornos que dificultan la comunicación lingüística, pero que afectan también a aspectos intelectuales y de la personalidad, al interferir en el rendimiento escolar y en las relaciones sociales y familiares.

Las alteraciones del habla y del lenguaje, pueden clasificarse en función del origen de estas o de sus diferentes niveles de gravedad.

Así, considerando las más comunes y su origen, pueden diferenciarse de la siguiente manera.

2.1. Trastornos del habla

Son alteraciones que se producen bien en la articulación de las palabras, en el flujo de estas o en su ritmo, o bien por la resonancia de la voz.

Según esta clasificación, encontramos las alteraciones en la articulación, en el ritmo de flujo y por resonancia.

Alteraciones en la articulación

Tal y como se indica, el problema surge cuando la articulación de la palabra no es correcta, es decir, es una alteración de tipo orgánico.

Entre ellas podemos hablar de las siguientes.

Dislalia

Se llama dislalia al trastorno funcional permanente de la emisión de un fonema sin que exista causa sensorial o motriz a dicho fenómeno, en un su jeto mayor de 4 años (antes de esa edad es normal que el niño o niña tenga dificultades con los fonemas más complejos).

Desde una descripción externa de los síntomas podemos distinguir:

1 Dislalia por omisión: el niño o niña omite el fonema. En ocasiones, se observa un alargamiento de la vocal anterior que marca la presencia de la consonante omitida. Ejemplo: “mecotón” por “melocotón”.

2 Dislalia por sustitución: el niño o niña sustituye el fonema por otro, generalmente por un fonema de adquisición precoz (p, t, m) o perteneciente a la misma familia fonética. Ejemplo: “cedo” por “cero”.

3 Dislalia por distorsión: en lugar del fonema correcto, el niño o niña produce un ‘ruido’ que no pertenece al sistema fonético del idioma. Las dos distorsiones más frecuentes en el castellano son el rotacismo gutural (/r/ francesa) y el sigmatismo lateral (/s/z/ch/ con la lengua pegada al paladar y escape lateral del aire). Ejemplo: “taractor” por “tractor”.

La mayoría de las dislalias se corrigen con el tiempo, pero algunas se pueden encontrar con relativa frecuencia en adultos. La etiología de estas perturbaciones en el habla no está muy clara, ya que parece variar según el tipo de fonemas afectados. Se aducen, en general, dos grupos de razones:

1 Aspectos perceptivos: el niño o niña sigue con una percepción global del habla y tiene una dificultad mayor de la normal para contrastar y analizar los fonemas y diversificar su sistema fonético.

2 Dificultades psico-motrices: debido a una dificultad en la coordinación de los movimientos finos y extremadamente rápidos que requiere la realización del habla.


Recuerde

La dislalia o trastorno permanente de la emisión de un fonema puede ser de tres tipos:

1 Por omisión.

2 Por sustitución.

3 Por distorsión.


Aplicación práctica

Noelia tiene cuatro años y medio y es la mayor de dos hermanos. Presenta un nivel bueno de desarrollo en todas las áreas pero tiene dificultad a la hora de expresarse oralmente. Suele intercambiar el lugar de las sílabas en la misma palabra. Por ejemplo, dice “bacallito” en lugar de “caballito”.

No suele tener problema en ser entendida por las personas cercanas ya que utiliza mucho el lenguaje gestual. Cuando está inquieta tiene que repetir las palabras, si no es totalmente imposible entender lo que dice.

Es trabajadora y constante y colabora con las tareas de clase, además se encuentra totalmente integrada en la clase, no suponiéndole ningún problema su trastorno en la articulación.

Aunque los familiares creen que la niña intenta imitar al hermano de menor edad en el habla, los educadores piensan que si no es modificada la conducta, si no supera los errores de inversión de sílabas puede interferir negativamente en la adquisición del lenguaje escrito.

Como educador, ¿qué cree que podría hacerse al respecto?

SOLUCIÓN

La dificultad que encuentra Noelia es la de ordenar las sílabas dentro de las palabras, ya que ella en realidad sabe pronunciar las palabras por separado.

El problema puede deberse a los celos que tenga hacia el hermano más pequeño intentando llamar la atención de los que la rodean, así que una buena táctica sería la de elogiar a la niña cuando se expresa adecuadamente. La importancia de la atención de los padres y educadores respecto al lenguaje de la niña es muy importante.

Podemos ayudar la niña con juegos de ritmo y estructuración temporales. Por ejemplo: fraccionar las palabras en sílabas al ritmo de algún sonido, como el da la pandereta.

Cada vez se irá haciendo más rápido hasta que la niña consiga decir la palabra en un solo golpe de pandereta.

Otra actividad beneficiosa para la niña son los ejercicios de relajación para controlar la tensión y el estrés que hace a Noelia cometer estos errores de alteración de la palabra.

Disartria

La disartria es un trastorno del habla, cuya causa se atribuye a una lesión del sistema nervioso central y periférico. Se distingue de una afasia motora en que no es un trastorno del lenguaje, sino del habla, es decir, el paciente manifiesta dificultades asociadas con la articulación de fonemas, ya sea por una razón central (parálisis) o periférica (malformación ósea o muscular de los órganos articulatorios). Entre sus síntomas destacan los siguientes:

1 Emisiones más automáticas.

2 Contexto conversacional.

3 Voz forzada, disfónica.

4 Respiración irregular y poco coordinada.

5 Articulación defectuosa.

6 Ritmo lento.

El afectado por disartria puede producir sonidos inexistentes en su lengua habitual, puesto que no articula correctamente.


Sabía que...

La Real Academia de la Lengua define el lenguaje como el conjunto de sonidos articulados con los que el hombre se expresa; y habla, como la facultad, la acción de hablar.

En el diagnóstico y rehabilitación de este trastorno debe participar un equipo multidisciplinar, que puede estar compuesto por un médico foniatra, un logopeda, un fisioterapeuta, un fonoaudiólogo y un kinesiólogo.


Definición

Kinesiología

Conjunto de los procedimientos terapéuticos encaminados a restablecer la normalidad de los movimientos del cuerpo humano.

Alteraciones en el ritmo o flujo

El ritmo o flujo del habla, posee gran importancia debido a que si no existe una sincronización entre los órganos responsables y estos elementos, la incapacidad de expresarse es más que evidente.

Generalmente, debido a estas alteraciones, pueden destacarse dos tipos de afectaciones.

Disfemia o tartamudez

La tartamudez o disfemia es una perturbación del habla y de la comunicación social, caracterizada por una descoordinación de los movimientos fono-articulatorios y por la presencia de espasmos musculares en distintos puntos de la cadena productora del habla (diafragma, glotis, lengua, labios, etc.). La intensidad de los síntomas varía según el contenido del mensaje, el interlocutor, el contexto del intercambio comunicativo y el estado anímico del sujeto, es decir, según la ansiedad con la que se inicia la conversación.

Estos síntomas suelen aparecer sobre los 3 y los 4 años de edad, y van aumentando hasta la edad adulta con posibles etapas de remisión o incluso de desaparición. Es más frecuente en niño que en niñas.

Se distinguen los siguientes síntomas:

1 Tartamudez tónica: con aparición de bloqueos iniciales y fuertes espasmos.

2 Tartamudez clónica: con reiteraciones de sílabas iniciales y espasmos leves, pero repetidos.

3 Tartamudez mixta: que es una combinación de los dos anteriores tipos.


Aplicación práctica

En una de las aulas de Educación Infantil, hay escolarizado un niño de 4 años de edad en la que por causa de espasmos, realiza múltiples interrupciones que provocan rigidez y tensión facial siendo incapaz de expresar en numerosas ocasiones lo que desea exponer al prójimo.

 

A menudo, debido a la impotencia, se da golpes en la cabeza y las piernas, con el objetivo de seguir con la frase y terminar lo que quiere decir.

¿Qué tipo de tartamudez es la que se expone y qué ayudas pueden desarrollarse con este caso en particular?

SOLUCIÓN

La forma más exitosa para tratarla es cuando se detecta de niño y se le comienza a ayudar inmediatamente. El método más eficiente es intentar volver a enseñarle a hablar al pequeño, así dejará de lado el aprendizaje equivocado. Elementos que ayudan a esto son no presionarlo en público, hablarle de manera pausada y tranquila y no terminarle las palabras que intenta decir, entre otras.

Habla taquilálica o farfulleo

Se trata de una alteración de la fluidez verbal, en la que el individuo habla a gran velocidad, articulando de forma desordenada y confusa, produciendo cambios en las sílabas y deformando los sonidos. En ocasiones la falta de ritmo llega a una cierta descoordinación respiratoria que provoca en el taquilálico ligeros bloqueos y repeticiones, confundidos en algunos casos con la tartamudez, aunque la diferencia entre ambos trastornos es importante, ya que, el taquilálico es poco consciente de su forma de hablar, y el tartamudo lo es demasiado. Además, el taquilálico es perfectamente capaz de controlar su alteración si se lo propone, mientras que el tartamudo empeora si intenta remediarlo.

Por la resonancia

La resonancia vocal, se basa en el buen funcionamiento de las cavidades superiores e inferiores de la laringe. Estas entran en resonancia, gracias a las vibraciones de las cuerdas vocales, amplificando así el sonido que es emitido. El problema surge, cuando alguna de ellas o ambas no funcionan correctamente. En este caso se dan las siguientes complicaciones, que, aunque parezcan idénticas no lo son, ya que si bien es cierto que la alteración es la misma, no ocurre lo mismo con su gravedad.

Disfonía

Es la alteración de la voz, ligada al uso incorrecto de la misma (por hipotonía o hipertonía), a una respiración insuficiente o a una mala coordinación con la fonación. Los aspectos ambientales y las enfermedades relacionadas con el aparato fonador también pueden causarla. Se traduce en una voz ronca, grave, con altibajos en el tono, voz de falsete hipertónica o en una voz sorda de escasa potencia.


Sabía que...

En la edad infantil, entre el 6 y el 9 % de los niños y niñas presentan disfonía o alteraciones de la voz, en su mayoría en relación con el abuso o mal uso de la misma.

Otra variante a tener en cuenta es la rinofonía, que se define como una alteración de la voz consecuencia de lesiones producidas en las cavidades de la resonancia, que hacen que la voz suene nasal. La rinofonía puede ser cerrada, por obstrucción del paso del aire en las cavidades nasales, lo que imprime un tono nasal a la voz, o abierta, por un insuficiente cierre del velo paladar, que imprime a su voz el típico tono “gangoso”.

Normalmente, los tratamientos que se aplican al niño o niña se basan en una intervención logopédica, médica o una combinación de ambas. Suelen ser intervenciones bastante largas y con resultados lentos, aunque con constancia se logran notables mejorías.

Afonía

A diferencia de la disfonía, que es producida por un sobrecargado de las cuerdas vocales, la afonía tiene su origen en la laringe.

Generalmente, igualmente se debe a un uso excesivo, pero también pueden darse casos en los que esta afección esté causada por enfermedades del aparato respiratorio como la faringitis, laringitis, e incluso tumores o nódulos.

El resultado, normalmente dado de forma gradual, es la ausencia de sonido, o lo que es lo mismo; quedarse sin voz.

2.2. Trastornos del lenguaje

Se dan ante la incapacidad del sujeto para expresarse o comprender (normalmente ambos van unidos). En función de su gravedad (de menor a mayor) destacamos los siguientes.

Retraso simple del lenguaje

Este retraso consiste en un desfase cronológico del conjunto de los aspectos intervinientes en el lenguaje (fonética, vocabulario, etc.) en un niño o niña que no presenta alteraciones a nivel mental, sensorial y/o motor.

Todos los niños o niñas no desarrollan su expresión oral con el mismo ritmo, por eso se debe estar muy atento a los retrasos más importantes, normalmente acompañados de trastornos fonéticos y fonológicos -que son los que más llaman la atención-, y aplicar una exploración especializada a aquellos niños o niñas que presenten la siguiente conducta verbal:

1 Niño o niña que entre los 12 y los 24 meses no presente jerga espontánea ni comprensión de palabras y órdenes sencillas.

2 Niño o niña que no pronuncie sus primeras palabras a los 24 meses.

3 Niño o niña que no construya pequeños enunciados a los 3 años (2 o 3 palabras).

4 Niño o niña que después de los 42 meses presente un lenguaje ininteligible para personas ajenas.

El retraso simple del lenguaje va acompañado, en ocasiones, de un ligero retraso psicomotor, un excesivo apoyo en la expresión gráfica y corporal y un marcado establecimiento de la dominancia lateral (lado preferido del cuerpo para ejecutar determinadas tareas).


Recuerde

Los síntomas del retraso simple del lenguaje son incomprensión de palabras y órdenes sencillas entre los 12-24 meses; no hay pronunciación de primeras palabras a los 24 meses; o incapacidad para construir pequeños enunciados.


Aplicación práctica

Usted tiene un alumno de tres años y medio de edad escolarizado en un aula de educación infantil que presenta una expresión verbal ausente de artículos y pronombres posesivos, además de un habla muy infantilizada y cuando se refiere a cualquier cosa, señala el objeto con el dedo y lo nombra simplemente. Por ejemplo, cuando ve su mochila dice “Luis”, indicando que la mochila le pertenece.

¿Qué síntomas cree que tiene el niño o niña para poder a llegar a considerarlo como un retraso simple del lenguaje?

SOLUCIÓN

1 Posee pocas palabras para comunicarse, solamente las cosas cotidianas, lo que le impide avanzar en sus conocimientos.

2 Las oraciones con las que se expresa son cortas, ejemplo ‘agua vaso’ (‘yo quiero agua en el vaso’), observamos en este ejemplo que omite el pronombre YO, verbo QUIERO, etc.

3 El poseer poco vocabulario no le permite expresarse libremente. En general, espera a que le pregunten y contesta con formas cortas; esto influye en la baja descripción de objetos y en el desarrollo pobre del pensamiento.

4 Comenzará a considerarse algo más que un RSL (retraso simple del lenguaje) cuando presente otros síntomas asociados quizás a un trastorno más generalizado con los síntomas siguientes:Manifiesta problemas articulatorios durante todo el ciclo de educación infantil.Vocabulario muy pobre y memoria auditiva irregular.Presenta problemas en la construcción gramatical de la frase.Se bloquea y se frustra fácilmente, no resiste esta frustración.Tarda en definir su lateralidad.Su rendimiento lector-escritor es deficitario.

Disfasia

La disfasia se trata de un déficit que añade al retraso cronológico importantes dificultades específicas para la estructuración del lenguaje, produciendo, así, conductas verbales anómalas, que se traducen en una desviación, respecto a los procesos normales de adquisición.

Algunas de las características más llamativas son:

1 Permanencia de ecolalia (repetición de las palabras o frases de otras personas a modo de eco) antes de contestar. La ecolalia es una característica de un trastorno del lenguaje, ya que los niños o niñas al iniciar el lenguaje pasan por una etapa de ecolalia, pero cuando esta se mantiene por más tiempo es un síntoma de autismo. Por ejemplo: “Cómo te llamas tú?...” “Pablo” para que se repita correctamente la última palabra, “Pablo”, si no le hubiésemos dado la respuesta, hubiese respondido con la última palabra de la pregunta que le hicimos, “tú”.

2 Dificultad en el manejo de los pronombres personales más allá de los 4 años.

3 Dificultad para repetir y recordar enunciados largos.

4 Heterogeneidad del léxico (presencia de palabras complejas y ausencia de otras simples).

Generalmente, este déficit va acompañado de alguna dificultad instrumental (estructuración del espacio y tiempo, por ejemplo) y de trastornos de conducta (como, por ejemplo, dificultad para concentrar la atención, hiperquinesia -actividad motora exagerada-, etc.).


Recuerde

La eocolalia es la repetición de las últimas palabras o frases de una persona, a modo de eco.

Estos niños o niñas necesitan de una reeducación logopédica, que acelere la evolución espontánea, excesivamente lenta en estos casos, que pone en peligro su escolaridad e integración social. Normalmente, el pronóstico con una reeducación temprana es positivo, aunque las secuelas que puedan identificarse en el lenguaje oral y escrito se extienden más allá del periodo escolar.

Afasia

La afasia es un trastorno del lenguaje, normalmente con origen en diversas lesiones cerebrales en la zona implicada en el lenguaje, que tiene como resultado la dificultad para llevar a cabo la comunicación independientemente de cual sea el medio que se emplee.

Generalmente, pueden observarse cuatro tipos diferentes de afasias:

1 Afasia receptiva: donde el mensaje recibido, ya sea oral o escrito, carece de sentido para la persona que posee el trastorno.

2 Afasia expresiva: aunque organice sus ideas y sepa lo que quiere comunicar, le es imposible hacerlo.

3 Afasia anómica: el sujeto puede comunicarse levemente pero con muchísima dificultad, ya que no consigue usar las palabras adecuadas.

4 Afasia global: no existen comunicación alguna, ya que no sabe lo que quiere decir ni cómo, pero tampoco entiende lo que le dicen a él/ella.

2.3. Alteración de órganos fonoarticulatorios

Las alteraciones son producidas debido a las problemáticas que se presentan en uno o varios de los órganos implicados en el proceso de comunicación.

Así, se diferencian según los órganos afectados las siguientes.

Hipoacusia

La hipoacusia, denominada coloquialmente como “sordera”, es la disminución o pérdida total de la audición, según los distintos niveles.

Dado que la audición se mide por decibelios (dBHL), los niveles de hipoacusia se diferencian de la siguiente forma:

1 Audición normal: se oyen sonidos por encima de los 20 dBHL.

2 Hipoacusia leve: en el oído menos afectado, la hipoacusia es de entre 25 y 39 dBHL.

3 Hipoacusia moderada: en el oído menos afectado, la hipoacusia es de entre 40 y 69 dBHL.

4 Hipoacusia severa: en el oído menos afectado, la hipoacusia es de entre 70 y 80 dBHL.

5 Hipoacusia profunda: en el oído menos afectado, la hipoacusia es de más de 90 dBHL.

Disglosia

Es un trastorno permanente del habla, consistente en la dificultad de pronunciación debido a alteraciones fisiológicas de los órganos articulatorios periféricos (labios, dientes, mandíbulas, etc.).

 

En función del /de los órgano/s afectado/s, pueden clasificarse de la siguiente manera:

1 Disglosia mandibular–dental: se produce al encontrarse alterada la anatomía de dichos órganos.

2 Disglosia lingual: implica directamente a la lengua. Se da por trastornos disfuncionales en la rapidez y exactitud o en la sincronización de la lengua con el resto de órganos.

3 Disglosias labiales: surgen de la malformación, inconsistencia o falta de movilidad de uno o los dos labios. Son las más conocidas, aunque su frecuencia de aparición solo es de 1/1000. Entre ellas se encuentran el labio leporino, el frenillo labial, la parálisis facial total o parcial, fisuras en los labios y la macrostomía (alargamiento anormal de la hendidura bucal).

4 Disglosias nasales: generalmente ocasionadas por dificultades respiratorias que implican otras enfermedades.

5 Disglosias palatinas: debidas a alteraciones en el paladar (fisura palatina, paladar corto...).

Disartria

Este trastorno está producido por un incorrecto funcionamiento de los músculos faciales o bucales, del sistema respiratorio, o por diversas lesiones cerebrales.

Así, la gravedad y en consonancia, el tipo de disartria y su tratamiento, dependerán de la parte que se encuentre dañada.

A grandes rasgos, las características definitorias de esta alteración son las siguientes:

1 Hablar con lentitud, o por el contrario, con mucha rapidez pero en modo de susurro.

2 Habla ralentizada (arrastre de palabras).

3 Limitaciones de movilidad en lengua, mandíbula y labios.

4 En consecuencia, dificultades al masticar, tragar, y exceso de saliva y ausencia de control sobre ello.

5 Cambios sin sentido del tono de voz y del ritmo.

6 Disfonía y voz entrecortada.