Fotografía infantil

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Otros componentes del equipo

BOLSAS, MOCHILAS Y MALETAS CON RUEDAS

Para fotografiar niños en localizaciones fuera del estudio necesitará una bolsa o mochila que pueda albergar el conjunto de cámaras, objetivos y otros materiales que configuren su equipo para localizaciones. Las bolsas suelen tener menor tamaño y capacidad pero ofrecen la ventaja de tener el equipo muy a mano, en caso de necesitar cambiar de objetivo, por ejemplo. En fotografía de niños ya le indicamos que no va a necesitar un gran número de objetivos, por lo que la opción de una bolsa para un equipo de iniciación o medio es muy aconsejable.

Otros fotógrafos optan por una mochila cuando se desplazan, porque permite albergar un mayor número de accesorios, además del equipo básico, y por supuesto otra cámara de recambio para casos de avería. Cuando ya se encuentra en la localización, la fotógrafa Pepa Valero deja la mochila en una habitación o en el coche y se mueve únicamente con la cámara y el objetivo principal; a veces con uno o dos objetivos dispuestos en una pequeña bolsa de las que pueden colgarse del cinturón por si son necesarios.


Pepa Valero prefiere llevar una mochila diseñada para transportar el equipo fotográfico. Ha configurado su interior para la cámara y cinco objetivos que suele llevar fuera del estudio, dejando una parte importante de su interior para accesorios, complementos y materiales de su kit para emergencias. A la derecha puede apreciarse la maleta con ruedas que usa Alba Soler para transportar su equipo para localizaciones: cuerpo de cámara con un objetivo Sigma 50 mm f/1,4, un objetivo Canon 85 mm f/1,2, otro objetivo Canon 100 mm f/2,8 macro y un flash portátil Profoto A1. La gran cantidad de compartimentos en la tapa superior de la maleta le permiten llevar accesorios fotográficos, así como pequeños elementos para atrezo y complementos de vestuario.

Existen modelos de mochilas de diferentes tamaños y configuraciones, que pueden albergar cómodamente dos cuerpos de cámara, 3 o 4 objetivos, un flash portátil y los complementos necesarios (baterías, tarjetas de memoria, kit de limpieza de objetivos, etc.). Elija un modelo que ofrezca buena protección contra golpes a su equipo, que sea ligero y lo más impermeable posible, o compre una funda de protección para la lluvia.

La maleta fotográfica con ruedas es otra solución muy usada por fotógrafos de niños que realizan gran parte de sus trabajos fuera del estudio. Estas maletas están diseñadas para soportar fuertes impactos, son relativamente ligeras, se transportan cómodamente con sus ruedas y algunos fabricantes las diseñan completamente estancas al agua, polvo y arena. Entre las maletas indestructibles que sobreviven en cualquier circunstancia se encuentran las fabricadas por Pelican y Mantona. No dude en invertir en una maleta fotográfica profesional si va a viajar mucho con ella, porque su espalda y su equipo se lo agradecerán. Alba Soler usa una maleta Tenba, “que aparte de tener ruedas, algo imprescindible para mí, tiene mil compartimentos y la uso como mi oficina portátil además de mochila para la cámara. Llevo de todo lo que uno se pueda imaginar: tijeras de podar, hilo de coser, recibos, contratos, crema de manos, colorete, pintalabios, etc. El interior se puede personalizar moviendo los separadores para ajustarlo al equipo que lleve. Además, cuenta con varios bolsillos transparentes que revelan su contenido y son muy útiles para llevar las tarjetas de memoria, las baterías y cualquier otra cosa necesaria durante la sesión”.


Manuel González usa una maleta con ruedas específicamente diseñada para fotógrafos de la marca Vanguard, donde puede llevar cómodamente todos sus objetivos favoritos, más dos cuerpos de cámara y gran número de otros accesorios.

CONSEJO
OTROS ACCESORIOS NO FOTOGRÁFICOS

Al realizar fotografías en estudio, o en la propia casa si son padres o madres aficionadas, no hay problema en disponer de un gran número de elementos para incorporar en las escenas o ayudarle en las pequeñas tareas. Sin embargo, al fotografiar en localizaciones fuera del estudio acarrear un gran volumen y peso en equipo puede convertirle en un porteador más que en un fotógrafo, perjudicándole en la movilidad para cambiar de localización y, sobre todo, incrementando el cansancio físico que reducirá sustancialmente su creatividad. Para Alba Soler “curiosamente en exteriores una de mis herramientas imprescindibles son unas tijeras de podar que llevo siempre en la maleta. Antes de empezar, recorro la escena y elimino todo lo que pueda distraer, sobre todo ramas secas que por su color pajizo sé que atraerán más la luz y aparecerán brillantes en la foto. Otro elemento imprescindible es un kit que llevo siempre en el coche con todo tipo de cosas que puedan ser de utilidad, tijeras, maquillaje, hilo de coser, ganchitos del pelo, imperdibles, etc. El hilo de coser me ha salvado más de una sesión de comunión en la que se había caído un botón de la chaqueta del traje”.

Después de sus primeras sesiones analice cuales son los accesorios no fotográficos realmente necesarios y redúzcalos al mínimo imprescindible. A continuación le indicamos algunos elementos útiles para sus primeras localizaciones:

• Kit básico de maquillaje y peluquería: polvos de maquillaje mate y barras de labios para pequeños retoques de maquillaje. Peine y cepillo para el pelo, cintas y gomas, bote de espray con agua y otro con laca para situaciones de pelos rebeldes.

• Pequeños elementos de atrezo: lápices, globos, cartulinas y telas de colores, etc.

• Juguetes y otros objetos para entretener a los niños, como peluches, muñecas, silbatos, coches, pequeños instrumentos musicales, etc.

• Elementos para fijar cosas: adhesivo instantáneo, cinta adhesiva tipo ‘americana’, alfileres e imperdibles.

• Útiles para eliminar elementos o reducir su presencia en la escena: tijeras, visillos y telas ligeras que no ocupan sitio en la maleta pero pueden ayudarnos al colocarlas sobre muebles y objetos no deseados, etc.

Equipo humano

AYUDANTES Y OTROS COLABORADORES EN LAS SESIONES

En el estudio los escenarios y la iluminación se controlan más fácilmente y deberían estar ya dispuestos cuando llegan los padres y el niño. Aunque realice algunos cambios en la iluminación y en el atrezo, puede prescindir de ayudante para estas sesiones. De hecho, Manuel González trabaja solo en estudio todas las sesiones, exceptuando las de comuniones en las que le ayuda su hermana debido a la mayor complejidad que suelen tener o, simplemente, para obtener más fluidez en las sesiones. Manuel nos comenta que en todas sus sesiones infantiles entran los papás y que ellos le sirven de apoyo o ayudante con los críos. Pero en las sesiones de comuniones los papás se quedan fuera, pues tiene comprobado que obtiene mejores resultados que con los papás dentro observando. Para ello les facilita un protocolo indicando todos los detalles de cómo se realizará la sesión. En definitiva, en la mayoría de las sesiones en estudio son los propios padres los que hacen de ayudantes implicándolos en la sesión y ofreciéndoles una experiencia única, pues de ese modo se sienten más partícipes del resultado obtenido.

Cuando la mayoría de sus sesiones se realizan fuera del estudio, nuestros fotógrafos prefieren contar con un ayudante. Pepa Valero explica que tiene “una ayudante en exteriores para que se encargue del decorado y las cámaras. Para que yo pueda estar pendiente del niño y jugar con ellos, necesito ir lo más cómoda y ligera posible, de modo que ella no se separa de mi lado y me va pasando objetivos o ajustando los accesorios de iluminación. Por supuesto, debe estar igual de atenta que yo, por si hay algún defecto en el vestuario, en la iluminación o en la localización. También suele dar conversación a los familiares y, aunque esto puede parecer una tontería, es realmente muy importante. Tener a los familiares entretenidos y tranquilos es fundamental para transmitirles seguridad tanto por mi parte como por la suya”.

Alba Soler se ocupa personalmente “de todas las tareas que me definen como artista, o sea de la toma de las fotografías y la edición de las mismas. Mi asistente coordina todas las sesiones, informa, da las citas y soluciona cualquier problema que pueda surgir para que yo únicamente tenga que preocuparme de crear. En cuanto a asistentes en la propia sesión, suelo hacer que los padres colaboren; cuanto más partícipes sean, más ilusión tienen en el resultado”.

Selección

Inicialmente puede contactar con escuelas oficiales y centros de enseñanza de fotografía. Muchos de estos centros exigen a sus alumnos que realicen unas semanas de prácticas en empresas al finalizar sus estudios. Hable con sus responsables e indíqueles qué tipo de trabajo realiza y cuáles serán las áreas en que el ayudante que busca colaborará con usted. Resúmales los conocimientos y experiencia que necesita, así como los valores que considera prioritarios. Por ejemplo, para seleccionar sus colaboradores, Pepa Valero considera fundamentales cuatro valores: “actitud, educación, disposición y lealtad; todo lo demás se aprende”.

 

OTROS COLABORADORES EN POSTPRODUCCIÓN

En las temporadas de gran volumen de trabajo, por ejemplo en Navidades y Comuniones, considere subcontratar algunas de las tareas más repetitivas, como pueden ser el procesado de sus fotografías digitales o la maquetación de álbumes y otros productos. Pepa Valero cuenta con ayuda ocasional en las tareas de procesado, así como colaboradores online a los que envía trabajos para algunos períodos puntuales.


Con esta emotiva imagen de su línea de trabajo ‘Fine Art’ Manuel González recibió el Premio Goya de Fotografía 2018, otorgado por la Asociación de Fotógrafos y Videógrafos Profesionales de Aragón. Con estas nuevas producciones ofrece fotografías para niños diferentes a las tradicionales con esta edad, que suelen ser las de Comunión. Manuel trabaja exhaustivamente su edición digital, imprime las imágenes sobre papeles artísticos de alta calidad y entrega las ampliaciones en cajas elaboradas por un artesano que colabora con él en su diseño.

Canon 5D Mark III, Canon 85 mm f/1,2, ISO 125, f/4, 1/320 s.

Aunque en ocasiones Manuel González ha subcontratado esta edición, ha comprobado en la práctica que, bajo su criterio y puesto que su edición es muy personal, no ha conseguido resultados óptimos con esta opción. Por eso y como él dice en campañas fuertes como Navidad o Comuniones aunque suele ir muy apretado, prefiere hacer la edición personalmente. Además, Manuel González cuenta entre sus colaboradores con una empresa que le fabrica sus cajas y otros envoltorios. Trabajar directamente con una pequeña industria le facilita que puedan elaborar maquetas según sus diseños y producir pequeñas tiradas. En el capítulo 9 dedicado a postproducción digital se incluyen unas páginas para guiarle en la colaboración con laboratorios fotográficos especializados para impresiones, álbumes y otros productos.

A lo largo de este capítulo habrá comprobado cómo no es necesario un gran equipamiento para realizar bellas y emocionantes fotografías de niños. Si es una madre o padre que desea mejorar las imágenes que captura de sus pequeños, no necesita más que adquirir una cámara y uno o dos objetivos de calidad razonable siguiendo nuestras indicaciones en este capítulo. Considere que cuenta con el principal activo para lograr buenas imágenes: mucho tiempo para poder fotografiarlos. Si desea subir a un escalón profesional para especializarse en fotografía de niños, tampoco necesita una gran inversión como en otras especialidades. Solamente necesitará añadir al equipo anterior uno de los conjuntos de iluminación que le han propuesto nuestros fotógrafos, al objeto de poder abordar escenas en estudio y complementar la iluminación en localizaciones, si fuera necesario.


Alba Soler suele trabajar en exteriores solamente con su cámara y sus dos objetivos favoritos de 50 y 85 mm. Considera que un equipo fotográfico reducido le permite concentrarse en aspectos más importantes que la mera calidad de la imagen, como la búsqueda de escenarios, la iluminación y la pose. En esta localización le atrajeron los azulejos e inmediatamente pensó en usarlos como fondo, para lo que pidió a la niña que se tumbara en el suelo con las flores en su regazo. Después le extendió el pelo para que destacaran sus bucles y le reajustó la postura del otro brazo para que formara una atractiva forma en “S”.

Canon 5D Mark III, Sigma 50 mm f/1,4, ISO 200, f/4, 1/125 s.


En esta sesión de Navidad Pepa Valero quería que los niños se sintieran como si fueran los personajes de un cuento y pudieran salir de entre sus páginas. Encargó la construcción de una estructura de madera, mientras en su estudio imprimía en su plóter a gran tamaño las páginas escaneadas de un antiguo libro de cuentos. Después adhirió dichas páginas sobre la estructura para simular el libro abierto. Esta imagen ilustra dos elementos clave del estilo de Pepa Valero: diseño de escenarios y atención al color. En todas sus sesiones presta mucha atención a lograr combinaciones de colores armoniosas y emotivas. Para las fotografías de campañas de Navidad suele elegir un color dominante cálido y toques de color en verdes y rojos que sirvan de contraste y puntos de atención.

Nikon D800, Nikkor 24-70 mm f/2,8 @ 38 mm, ISO 200, f/2,8, 1/30 s.

CAPÍTULO 3
Buscando su propio estilo

AL FINALIZAR ESTE CAPÍTULO HABRÁ APRENDIDO:

•A valorar las características que definen un estilo fotográfico

•Cómo transmitir emociones con sus fotografías de niños

•Algunos fundamentos del lenguaje corporal y su aplicación para mejorar las posturas de los niños en sus imágenes

•A potenciar la interacción entre el niño y otros familiares

•Cuáles son los elementos clave para contar historias emocionantes

•A buscar o diseñar escenarios sobre los que desarrollar sus historias

¿A qué nos referimos con estilo propio? Desarrollarlo en fotografía significa configurar una nueva forma de crear imágenes de una forma claramente identificable. Podemos decir que un fotógrafo ha alcanzado un estilo propio cuando el espectador es capaz de reconocer unos rasgos comunes en sus imágenes que le diferencian de otros fotógrafos. Algunas veces el estilo se basa en una forma de aproximarse al sujeto, por ejemplo, Richard Avedon opta en sus retratos por un punto de vista frontal, sin nada que distraiga del sujeto; no hay elementos en el fondo, ni busca recoger el espacio alrededor, no hay líneas de perspectiva, ni una iluminación con sombras acentuadas que puedan atraer la atención, tampoco usa el color, prefiriendo el blanco y negro. Todo se configura para que el espectador se concentre en ‘observar’ al sujeto que retrata. Otros fotógrafos deciden configurar su estilo basándose justo en decisiones opuestas a las de Avedon, por ejemplo Martin Parr elige trabajar en color y, además, busca contrastes y saturación extrema, escoge ópticas y encuadres donde incluye una descripción completa del entorno, parece querer decirnos: ‘mira con atención no sólo a los sujetos, sino también lo que hacen y donde se encuentran’.

Conseguir un estilo propio no es una tarea que se pueda dar por finalizada. Todos los artistas, y por supuesto los fotógrafos, están en permanente evolución, buscando recoger en sus obras nuevos temas o, simplemente, cambiando su forma de aproximarse a ellos en función de su desarrollo personal, las influencias del entorno y la exploración de nuevos caminos en sus técnicas artísticas. Analicemos juntos cual es el estilo que han desarrollado cada uno de los fotógrafos incluidos en este libro.

Tres fotógrafos, tres estilos

CREAR EN EL ESTUDIO: MANUEL GONZÁLEZ

Manuel González, aunque también realiza sesiones en el exterior, prefiere el estudio para sus fotografías de niños. Considera que llevar a los pequeños a un lugar fuera de sus espacios habituales le facilita que estén menos concentrados en la sesión. Además, el estudio les permite trabajar de forma similar durante todo el año con independencia de la luz solar y las condiciones meteorológicas, que en Sevilla suelen ser muy extremas (demasiado frío en invierno y demasiado calor en verano).


Manuel González considera que solamente es necesario un pequeño estudio con un fondo gris para lograr fotografías donde poder trasladar a los niños ¡a los confines del universo! Esta imagen condensa su método de trabajo: primero situó la iluminación mediante un flash montado en una ventana rectangular a la derecha, después fotografió a la niña delante del fondo gris de su estudio, vestida unicamente con una pieza de tul y una diadema que disponía en su almacén de atrezo. En la postproducción digital añadió el fondo de estrellas y las alitas, según se detalla en el capítulo 9.

Canon 5D Mark III, Canon 35 mm f/1,4, ISO 500, f/3,5, 1/200 s.

En vez de agobiarse por el reducido tamaño de su estudio, Manuel ‘le ha dado la vuelta a la tortilla’ y ha ido conformando su estilo en función del espacio de que disponía. Por ello fue eliminando luces que resultaban un quebradero de cabeza con los niños por los cables y trípodes y quedándose con esquemas de iluminación muy sencillos, basados casi en su totalidad en un flash montado con una ventana rectangular vertical como accesorio difusor. Al no poder montar mucho atrezo y elementos para fondos, decidió usar fondo y suelo blanco sobre los que después superpone texturas en la postproducción digital de las fotografías. Precisamente esa cuidada edición posterior en el ordenador es una de sus marcas de estilo, porque considera que la toma de la fotografía es solo la primera parte del proceso, que después complementará en la edición buscando los sutiles matices de colores que considera más adecuados a cada imagen.

Manuel prefiere que los pequeños aparezcan con poses sencillas, distraídos jugando con algún muñeco o, simplemente, sentados. No considera que a las fotografías de niños les vayan las poses muy complicadas o con un excesivo atrezo. En cuanto al ansiado estilo propio, la fotografía de Manuel se conoce por su marcada edición, el utilizar poco atrezo y siempre de manera que esté interactuando con el propio niño, creando una simbiosis perfecta. Nos comenta que “el estilo no es más que destacar tu fotografía en algo. Por ejemplo si eres de utilizar atrezo, que tu fotografía se reconozca por ese atrezo. Si eres de utilizar colores vivos, pues que tu fotografía se reconozca por esos colores, etc. En mi caso mi fotografía pienso que se reconoce por la edición, para la cual me he molestado en buscar una colorimetría, una paleta de colores y todo esto desde cero sin utilizar preajustes o acciones compradas. Soy de la opinión que si utilizamos este tipo de preajustes o acciones compradas no estamos personalizando nuestro trabajo; por otra parte, si lo tenemos nosotros los puede tener cualquier otra persona. Todos deberíamos, como primer ejercicio, preguntarnos qué queremos representar en nuestra obra y en consecuencia ir buscando esos matices que hagan diferentes nuestras fotografías de los demás. Siempre digo que todos tenemos referentes y que los podemos utilizar para crear un estilo fotográfico propio”.

NARRAR EN EXTERIORES: ALBA SOLER

Si algo caracteriza el estilo de Alba Soler es la construcción de historias con los niños que fotografía casi siempre en exteriores. Prefiere a los niños porque se siente más libre para crear historias que con los adultos. Nos indica que “desde el momento en que quise ser fotógrafa tuve claro que quería hacer sesiones donde lo importante fuera preparar la sesión de fotos: fondo, vestuario, iluminación, etc. Después necesitaba especializarme, porque si una cosa creo es en la especialización, y decidí hacer solamente niños, desde el embarazo, bebés y hasta que se hacen mayores. Elegí esta especialidad porque tienes muchas más posibilidades creativas. Con los adultos es todo más serio y elegante, pero con los niños puedes desarrollar más la imaginación”.

Para crear sus pequeñas princesas y príncipes inmersos en cuentos de hadas, Alba escoge localizaciones donde domine la naturaleza, ya sean ríos, bosques o, simplemente, un prado con flores. Selecciona el vestuario cuidadosamente, añadiendo complementos sencillos pero sumamente efectivos: un pañuelo, un pequeño ramillete o una diadema decorada con flores para las niñas, y sombreros de pirata o espadas para los niños. Considera que la labor de un estilista es fundamental para lograr ese toque especial de producción que tienen sus fotografías.

 

En la postproducción digital cuida mucho que los tonos de piel sean cálidos y atractivos, prestando también atención a los colores de la vegetación, los prefiere poco saturados y con una ligera dominante amarilla. No concibe entregar un retrato que no haya sido cuidadosamente mejorado con técnicas de retoque y suavizado de piel. Prefiere que en sus fotografías domine la sugerencia y lo velado, de modo que suele usar una profundidad de campo muy limitada en la toma e incluso después en la postproducción incrementa localmente el desenfoque de algunas zonas.


Una imagen que contiene los rasgos más representativos del trabajo de Alba Soler: escenarios en la naturaleza, vestuario muy escogido y poses naturales, prestando especial atención a evocar los sentimientos de los niños en cada edad. A pesar de que la mayoría de sus fotografías las realiza en exteriores, desea conseguir en ellas la perfección de una iluminación en estudio; por ello suele combinar la luz natural con luz de flash de forma muy armónica. A fin de completar la atmósfera de ensueño en sus fotografías suele trabajar cuidadosamente en postproducción los matices de piel y los tonos de la vegetación.

Canon 5D Mark III, Canon 85 mm f/1,2, ISO 200, f/2,8, 1/160 s.

REPORTAJES COMBINADOS: PEPA VALERO

En sus reportajes y álbumes de niños, a Pepa Valero le gusta ofrecer una visión poliédrica que refleje las múltiples personalidades que afloran en un pequeño. Por ello suele combinar fotografías en estudio con otras en exteriores, siempre buscando que las imágenes sean muy pictóricas y expresivas, que emocionen al espectador. Le encanta jugar con los pequeños y recoger esa atmósfera de juego en sus fotografías captando sus movimientos y expresiones. En estudio acostumbra a trabajar sobre un concepto o idea motivadora; unas veces puede ser recrear una escena de un cuento infantil o, simplemente, un decorado realizado con luces. También suele complementar sus sesiones de estudio con algunos primeros planos muy cercanos.

Dependiendo de la campaña Pepa adapta su postproducción digital a ella, con el fin de mejorar su efectividad en la comunicación de su idea inicial. Por ejemplo, en las campañas de Navidad prefiere los colores más vivos y saturados, donde destaquen verdes y rojos; mientras que en las campañas de Primavera y Primera Comunión se decanta por atmósferas luminosas, con tonos muy pasteles y casi lavados de color; y en verano dominan los tonos amarillos y cianes.

Para avanzar en la búsqueda de su propio estilo es fundamental que investigue lo que considera interesante de recoger y expresar en cada una de las etapas de los niños y niñas que fotografíe; también debería valorar si hay algunas edades que se adapten mejor a su temperamento y método de trabajo. Si le resulta difícil interactuar con los niños, quizás es mejor que se especialice en madres embarazadas, que seguirán más fácilmente sus indicaciones, o bebés recién nacidos, que mantienen las posturas sin ningún problema. Sin embargo, si se decide por niños de 3 a 8 años puede estar seguro de que necesitará grandes dosis de paciencia y habilidades para controlarlos durante la sesión.

Explore también lo que le gusta artísticamente y digiera con calma una amplia selección de fotógrafos y artistas de todas las épocas. Para ello le recomiendo que vaya construyendo su cuaderno de referencias e ideas, bien en papel o en una carpeta en su ordenador donde vaya almacenando imágenes y textos que le resulten útiles como inspiración. Aunque usted desee especializarse en fotografía de niños, no se limite a buscar imágenes e información de fotógrafos que trabajen dicha especialidad; explore otros campos como la moda, publicidad, reportaje de bodas, etc.


La atmósfera de juego y la interacción con los niños son dos claves en el desarrollo de las sesiones de Pepa Valero. Para esta fotografía les pidió a los niños que “simularan que se habían escapado del libro y que me dijeran que no se lo contase a nadie ni hiciera ruido”. Otra de las características de su estilo son los decorados que diseña para sus sesiones en estudio aquí ideó un escenario que era un libro del cual se escapaban los duendes dibujados en él. Para la iluminación situó un flash con ventana y rejilla a la izquierda, con un reflector dorado a la derecha, destacando el fondo con otro flash montado con un cono para concentrar la luz sobre el libro. Midió la exposición necesaria para las luces pequeñas de Navidad y ajustó la potencia de los flashes para poder usar dichos ajustes de exposición.

Nikon D750, Sigma 50 mm f/1,4, ISO 400, f/2,8, 1/125 s.


Otra gran fuente de inspiración son los libros y películas para niños; recoja ideas y tramas de sus historias, así como de la forma de contarlas, de sus portadas y carteles anunciadores, etc. La chispa de la creatividad se enciende en muchas ocasiones porque su cerebro observa algo que le interesa y lo relaciona con otras imágenes o experiencias propias. Quizás los reflejos de una fotografía de arquitectura le hagan pensar en realizar su próxima sesión buscando la incorporación de ellos en sus retratos, o esa gama tan limitada de colores de unas Polaroid antiguas le conecte con su niñez y desee probar a editar digitalmente sus fotografías de niños para obtener unos colores similares.