Algo que me interesaba particularmente de mi abuela fueron sus relaciones dentro del mundo literario: a su amistad con los poetas canarios ya mencionados, se ha de añadir la que mantuvo con algunos de los nombres más representativos de la lírica hispana, como por ejemplo Jorge Guillén, Alfonsina Storni, Rafael Alberti, Juana de Ibarbouru entre otros. Durante toda su vida mantuvo contacto epistolar con algunas de estas figuras que se encuentran entre las más prestigiosas de la literatura, pero no me consta que formara parte de grupos culturales que posteriormente se conocieron como Generación del 27, o Generación del 36, o de un grupo de mujeres del que, por su condición de mujer y vanguardista, bien podría haber formado parte: Las Sinsombrero (como otras poetisas ilustres como Ernestina de Champourcín o su propia amiga Josefina de la Torre).
Sin embargo, estas amistades no le sirvieron de mucho a la hora de lanzarse a volver a publicar, y sus escritos quedaron para ser leídos solo por sus hijos. Murió en 1991 con esa inmensa carga, que pasó a hombros de mi tía Patricha, hasta hoy.
Su obra
Saber todos estos detalles sobre su vida que hasta entonces desconocía me ayudó a interpretar mejor su obra y aproximarme más a ella. Sin embargo, mi condición de aficionado ocasional a la poesía no me habilita para hacer una crítica literaria justa, ni probablemente a decir nada que pueda ayudar al lector a interpretar mejor los poemas que aún no ha leído. Es grande el desconocimiento que tengo en la materia, pero no quiero finalizar este prólogo sin dedicar unas líneas a mis impresiones. A pesar de no ser un erudito, puedo apreciar cuán especial era su voz y su estilo, y me atrevería a afirmar que es sin duda la obra de lo que se podría llamar una poetisa de vanguardia a principios del siglo XX. Hay siempre una sucesión de imágenes sobre una imagen dominante en el poema, una metáfora no siempre clara pero intensa.
ESTATUA
Sola. Piedra. Cuajadas
las crispaciones. Sola.
Exaltada la frente
y la garra en la tierra...
Sin extensiones, fría,
calculada y entera...
—¡El alma, una moneda
que se jugó, perdida!...—
Sus poemas se me presentan con relativa continuidad espacio-temporal, con muy pocos nexos y sobre todo con muy pocos verbos y, por tanto, con pocas oraciones; cuando aparecen los verbos lo hacen casi como adjetivos, para indicar un estado y no una acción. Permítame el lector hacer un comentario muy personal: al leer muchos de los poemas he de confesar que me recuerda un poco a las películas de Terrence Malick… siempre tengo la sensación de estar ante algo misterioso y atractivo, y en ocasiones sublime, pero que no me es posible acabar de comprender del todo, llegar a apreciar esa idea que subyace, la metáfora que conecta y explica la sucesión de imágenes entrelazadas. En ese sentido, me hace pensar en un Dios sin voluntad y sin gerundio. En la naturaleza de las cosas.
En una crítica escrita en el semanario Blanco & Negro del diario ABC, se escribe acerca de la obra de mi abuela: “Para gustar de la espontaneidad y de la sensibilidades finísimas de la poesía de María Luisa de Iriarte, precisa que el lector esté identificado con la moderna adjetivación aportada a las nuevas formas líricas por García Lorca y Jorge Guillen. En las composiciones poéticas que María Luisa de Iriarte ofrece en su libro recientemente editado, logra la inspirada poetisa comunicar a su versos un original ritmo esmaltado de imágenes que alcanzan el máximum de la modernidad.”
DESVÍO
Este desatado juego,
desigualdad igualada,
los sentidos desprendidos
y desdobladas las manos,
este vaivén cerca y lejos,
estrictos tú y yo en contorno
exterior, desalojado,
¿qué imán, estrella, acto, ensueño,
lo unirá entero, plegado,
un solo grito en su clave?...
Creación, rasgo, principio,
masas de promesa en niebla...
¡Cuando imagen absoluta
tus simetrías cerradas!...
—Cuando génesis, rotundo,
tu palabra terminada!...—
El amor está muy presente en muchos de los poemas, como por ejemplo en este poema de Romances de amor antiguo y otras composiciones, publicado en 1933. Es un amor próximo, de pálpito íntimo y expansivo, de sensaciones y de descubrimiento.
Extasis
Dame tus manos.
Desentrañan el tedio,
y todos los perfiles de la vida
anidan en su cavidad soñada.
Estampa de lo excelso
y la caricia,
insensible, vencida
a ellas, escondo en su dibujo
mi aquiescencia...
Dame tus manos...
¡Quiero adormir en su vigor, eterna,
la rosa de mi voz desentendida!...
El acto sexual se revela también de manera manifiesta y potente, con palabras que sugieren trazos de intimidad de pareja, a mitad de camino entre el espíritu y la carne, y con referencias claras como “entraña”, “límites”, “vicio”…con una sensación sorda pero constante de anclaje en el insondable gerundio, en la infinitud del instante complicado y prohibido.
Tú
…
Horizontal espíritu,
cuánto resorte!...Dentro,
clavijas infinitas
borran caos infinitos...
Mi creación se aumenta
en tus complicaciones
entrañadas, divinas...
—¡Mientras llueven rutinas en la carne
con límites, con vicios!...—
Dejo a los especialistas evaluar la calidad de su trabajo. Espero que esta edición pueda ayudar a descubrir a una poetisa que tal vez tenga algo que aportar a lo que conocemos sobre la realidad de su tiempo. Son muchas las mujeres en la historia que, aun estando su producción literaria a la altura de sus pares masculinos, no han recibido el reconocimiento apropiado. Además, en España, hubo mucho exilio interior, es decir, gente ligada a la cultura que se quedó, que no se marchó del país: estas personas corren el riesgo de pasar absolutamente desapercibidas, incluso no reivindicadas. Si fue difícil exiliarse, para muchos de ellos fue muy difícil quedarse y ver como sus relaciones desaparecían y su obra artística fue relegada al anonimato, sin ningún reconocimiento.
El lector decidirá si la obra poética de mi abuela merece ese reconocimiento. Lo que es seguro es que merecía que sus descendientes hicieran lo posible por ver la obra editada y divulgada, como era su máxima esperanza.
Una vida en el ayer, un recuerdo por delante
La lectura de sus poemas me ha hecho cambiar mi manera de ver a mi abuela. Y es que los versos que se pueden encontrar en este libro ciertamente no son resultado de la forma de ver el mundo de una anciana de ochenta años, que era lo que yo conocía hasta ahora. Al aproximarme a ella a través de recuerdos de familia y versos inextricables, he pasado a verla como una mujer joven con un alma rica en matices, con un corazón palpitante de intensidad y de amor. Y a imaginarme su vida, sus deseos y aspiraciones, y los dolores que sé que sufrió, desde otra perspectiva completamente diferente. Desde la perspectiva de un igual. Y, de alguna manera, me he sentido como siguiendo sus huellas.
Huellas
Verdea la distancia
en descanso de huellas sucedidas...
Y el camino pequeño,
idea de camino,
va guardando los números
descontados
al conjunto de anhelos...
¡Distanciada distancia!...
¡Idea de camino
el camino pequeño!...
El final será en mina
—¡oh, aprendiz interior!—
¡el Universo!...
Creo que sí, que tenía razón cuando decía que el final, todo final, será en mina. Trabajando para sacarle el valor a la vida, viviendo en el gerundio con dolores y alegrías en los bolsillos y esperanzas en los ojos. Siempre he pensado que los recuerdos son la base de todo. No son solamente un vehículo para contar nuestras historias del pasado: nuestros recuerdos son también la clave para entender lo que somos hoy en día y, lo que es más importante, lo que queremos ser mañana.
Con este prólogo y sobre todo con la publicación de estos poemas, espero que mi familia pueda por fin cerrar el círculo de esta historia inacabada, permitiendo que todas las vivencias y recuerdos que brevemente hemos descrito, así como muchos otros, dejen de ser las señales de un pasado brillante y de un futuro robado, para convertirse en “algo nuestro que importa”, en huellas que podamos seguir en pos de un futuro que sea, finalmente, absolutamente nuestro.
Con cariño,
Jesús
Romances de amor antiguo
y otras composiciones
I
ROMANCE EN CELOS
¡Campanadas de tus besos
dando en mis manos morenas!
¡Voz de tus ojos agudos
con las pestañas en reja!
Para nosotros la noche
es sólo un ánfora negra,
solemne arcón de recuerdos
y reliquias indiscretas.
¡Campanadas de tus besos
dando en mis manos morenas!
Celo celos del encaje
suaves coloquios en hebras,
del pañuelo de una noche,
noche de vinos y fiesta1,
de las cintas, los caminos,
y los besos, flores secas.
¡Campanadas de tus besos
dando en mis manos morenas!
¡Cela celos del ayer
y del mañana que empieza!
1. “Juerga” en la edición original. Mi abuela realizó algunas modificaciones manuscritas a su primera publicación.
II
ISLA
¡Moneda de oro en el mar!
Isla menuda y concreta:
pálida tierra desnuda,
gris zarpa de las palmeras.
Fija a sus flores enormes
de sombra, mi sombra espera
todos los porqués eternos
enlazándome su yedra...
(¡Y en caminante quietud
el alma que cava y sueña!)
Amor, ronda de los vientos,
ronda azul de ruta cierta,
clava en mis horas de mar
y de alma isla en isla tierra,
los horizontes ausentes
abiertos en transparencia!
¡Prisión de armonía doble
y fuego en yunque de emblema,
con sus tres huellas de hierro
engarzan mi carne ciega!
(¡Moneda de oro en el mar!...
Sobre la isla concreta! ...)
III
ROMANCE EN ETERNO
¡Amor, rodemos la vida
rama nieve de azucenas,
en ámbito2 de kilómetros,
por la eterna carretera!
Bosques con hadas y noche.
Ilusión luna violeta.
Hospedaje en barnizadas
gentes, con entrañas viejas.
Panas en piedras de acaso
Barranco de las tormentas
Líneas y horizontes locos,
matemáticas inciertas.
¡Y hasta la cifra que marca
el timón de resistencia,
canción de paisaje en una,
a la deriva, bohemia!
¡Amor, rodemos la vida
rama nieve de azucenas,
en ámbito3 de kilómetros,
por la eterna carretera!
(¡Alba, de manos unidas!
anillo, sonrisas nuevas!
2. Corrección manuscrita, “Ámbito” en la edición original.
3. Ídem.
IV
CONVIVENCIA
Amor; soñaré esta noche,
norte de la convivencia,
ala azul de los instintos
en telarañas de niebla.
Tu voz dibujará líneas
exactas a tu silueta,
mis oídos afilados
desentonarán tu ausencia
(disparada, turbia, prisa
derrotándose en los muros
de la frente y las palabras)
y en terso frescor oculta
sorprenderá la concreta
suma de tus cualidades
sobrias, íntimas, extremas...
Amor; soñaré esta noche,
norte de la convivencia...
¡Cuánto brío desprendido
hasta separar la arena
y delimitar lo cierto
en las venas de la tierra! …
— ¡Y qué suave tu verdad
menuda, sutil y tierna! ...—
V
ROMANCE DE AUSENCIA
Rítmicos remos del faro
abriendo montes de niebla.
Humo negro de la noche.
Y barco en ruta y promesa.
¡Avanza tu adiós, amor,
grito y ser en mar y tierra!...
¡Las gaviotas de tus voces,
garfios de roce y de seda,
y la nube de tus manos,
sabor de vida y ausencia,
desplazan4 cercano aún,
la distancia que te aleja!...
¡Avanza tu adiós, amor,
grito y ser en mar y tierra!...
¡Guardaste una presa en ti,
mi esquivada intermitencia
ancla tus noches sin puerto
y tus madrugadas recias,
a su torvo compromiso
de recabadas esperas!...
4. “desprenden” en corrección posterior. No queda claro. Hay otra anotación contigua de difícil lectura que parece decir “rumores”.
TONALIDADES SOBRE AMOR
VI
SITUACIÓN
Tu voz gris. Pájaro suelto.
Concreción de tu sentido.
Amor. Fauno azul. Fingido
norte de huracán envuelto.
Arista de espera. Parco
azar. Disoluto arco
de lluvia de firmamentos.
Plano de canta neblina.
—¡Oh mariposa en espina!—
Girasol de sentimientos.
VII
INTIMIDAD
Girasol de sentimientos.
Pupila de acero y oro
redonda evidencia. Coro
de aves en giros violentos.
Cavidad celada y mina
con mis sueños en prístina
quietud, maleables, míos.
Casta suavidad perfecta
rasgando a fibra directa
pétalos de sombra fríos.
VIII
ABSOLUTO
¡Pétalos de sombra fríos,
enjambre, de lo que espero
continuación! Fondo artero
a mis perfiles tardíos.
Libre unidad omnisciente
estacionaria y presciente
en clausurada emoción.
Dominación meridiana
dorando—poda cercana—
semillas de corazón.
IX
ABSTRAIDO
Semillas de corazón,
llanuras de tenuidad.
Desierta serenidad,
anónimos de abstracción
mis pasos áridos. Onda
del plástico mar que afonda
su multiforme premura
llevando al vario momento,
en cuadratura del viento,
montañas de humana altura
X
INQUIETUD
Montañas de humana altura.
Estrictos filos en reto
de convicciones. Secreto
equilibrio sin cordura.
Asombros5, vacilaciones;
dislocadas actuaciones
y estructuras confundidas.
Celos de lo no previsto,
en mi cielo del existo
verdes estrellas dormidas.
5. Corrección manuscrita, “Pruritos” en la edición original.
XI
CIERTO
Verdes estrellas dormidas.
Alas rectas. Convivencia
humana y divina: ciencia
de las manzanas vividas.
Credo inmóvil. Invasora
situación que rememora
en inminencia certera,
un cénit trémulo al raso
del dolor. En negro vaso
reflejo de flama entera.