Preparación del terreno para la instalación de infraestructuras, siembra y plantación de cultivos herbáceos. AGAC0108

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Capítulo 3

Labores superficiales de preparación de suelos

1. Introducción

Para preparar el suelo en su capa más superficial se pueden usar varios tipos de aperos. Con el uso de estos aperos se va a conseguir obtener un suelo esponjoso, suelto y arenoso.

A veces, la graduación y el uso de un tipo u otro de accesorio dentro del mismo apero podrán realizar una labor más o menos profunda en el suelo, con uno u otro objetivo.

Para optimizar el trabajo, en muchas ocasiones se recurre al uso conjunto de dos o más aperos, por lo que todos los que usan en este tipo de labores están relacionados entre sí.

2. Exigencias de los cultivos en la preparación superficial de suelos

Cuando se habla de agricultura, en el suelo pueden distinguirse varias capas, las cuales básicamente son tres: la capa superficial, que ocupa una profundidad de entre 5-20 cm; el subsuelo, que ocupa una profundidad de hasta 100-150 cm; y finalmente la capa conocida como roca madre, que es la capa más profunda y carece de nutrientes e interés para la agricultura.

Una de las exigencias a tener en cuenta a la hora de realizar algún cultivo herbáceo es que el suelo, en su capa más superficial, debe cumplir una serie de características, como son que debe estar suelto, mullido, aireado y con una gran capacidad de que el aire y el agua penetren en él.

Si el suelo más superficial no tiene las mencionadas características, difícilmente se podrán llevar a cabo cultivos en condiciones óptimas para que sea rentable y productivo.

Las tareas de preparación superficial del terreno se vienen realizando desde la antigüedad, y desde entonces lo que ha cambiado ha sido la maquinaria y el modo de realización de las tareas, con el avance de las nuevas técnicas agrícolas; pero la labor propiamente dicha sigue consistiendo en deshacer o romper el suelo, haciéndolo más “esponjoso” y menos compacto.


Sabía que...

El ser humano descubrió la agricultura hace 10.000 años.

Los objetivos que se persiguen con la preparación superficial del suelo son los siguientes:

1 Permitir el aireado.

2 Permitir el almacenamiento de agua.

3 Eliminar las semillas que hay en la capa externa, ya que, al enterrarlas mediante el volteo, se impide su nascencia.

4 Eliminar las malas hierbas, raíces y maleza existentes.

5 Mezclar la tierra con otros elementos aportados como abonos, enmiendas orgánicas e inorgánicas, plaguicidas, etc.

6 Favorecer la realización de algunas labores agrícolas, como la siembra, la plantación, la recolección, etc.

No hay que confundir la preparación superficial de suelos para cultivos herbáceos con el resto de tareas y labores que se realizan para el cultivo propiamente dicho, o para mantener el suelo en condiciones óptimas entre dos cosechas, ya que es muy habitual en este tipo de cultivos que existan algunos periodos de tiempo en los que la tierra permanece sin cultivar o “desnuda”.

Un labrado excesivo del terreno aumenta la mineralización de la materia orgánica existente en el suelo, por lo que esta se elimina a una gran velocidad. Ello va a provocar una menor capacidad de resistencia ante la erosión, ya que, al no haber materia orgánica, se aumenta la inestabilidad del suelo y se pierde su estructura.

La realización de las labores superficiales de preparación de suelos, por tanto, han de llevarse a cabo cuando se vaya a realizar la siembra, según el tipo de planta que se vaya a cultivar. Por ejemplo, si el terreno se prepara en otoño y no se siembra de inmediato, este queda expuesto a la erosión del viento y las lluvias del invierno, por lo que puede perderse parte de su capa superior, la más fértil. Es importante evitar la pérdida de esta capa, ya que se necesitará mucho tiempo, a veces incluso años, para que se regenere por sí misma.


Importante

Hay que realizar las labores superficiales justo antes de comenzar la siembra.

Hay que tener en cuenta que todas las semillas, cuando nacen, necesitan encontrar una tierra suelta y aireada para poder desarrollarse correctamente, y que durante la primera fase de crecimiento la semilla solo se alimenta de las reservas internas que contiene, por lo que la fuerza que ejerce la incipiente raíz es muy débil si se compara con la que ejerce cuando la planta ya se encuentra desarrollada y tiene parte aérea.

Toda semilla pasa por las fases de:

1 Germinación, en la cual necesita un buen contacto con la tierra, de ahí que esta deba tener un estado arenoso.

2 Nascencia, en la cual la semilla necesitará la ausencia de terrones y piedras en la capa superficial, ya que dificultarían su crecimiento vertical hacia arriba.

3 Enraizamiento, en la que la capa inferior del suelo no debe estar compactada, para que la raíz pueda crecer verticalmente hacia abajo sin obstáculos. Igualmente, en esta fase no debe haber grandes huecos que puedan llenarse de agua durante mucho tiempo, ya que ello pudriría las raíces.


La tierra debe estar suelta para favorecer el crecimiento inicial de las plantas

La siembra es una de las tareas más delicadas de todas las que se realizan en agricultura. Por tanto, en su ejecución debe tenerse muy en cuenta tanto la colocación de la semilla propiamente dicha como el estado de la tierra donde se hace. Esta tierra donde se depositan o mezclan las semillas se conoce como lecho de siembra.

Las tareas que se vayan a realizar para preparar el lecho de siembra han de llevarse a cabo siempre teniendo en cuenta:

1 El tipo de terreno existente, para usar la maquinaria adecuada y aportar enmiendas en caso necesario.

2 La semilla de la especie vegetal que se va a cultivar, para preparar la tierra acorde al tamaño de la misma.

3 El área geográfica, para conocer el clima que tendrá la semilla durante sus fases de germinación, nascencia y enraizamiento.

En el lecho de siembra se forman cuatro capas bien diferenciadas:

1 Zona superficial, con partículas de un tamaño superior a 5 cm, que protegen el suelo contra la erosión.

2 Zona que rodea la semilla, cuyas partículas son de un tamaño de 5 mm de diámetro.

3 Zona de asentamiento de semilla, que, dependiendo del tipo de semilla, tendrá una u otra profundidad.

4 Zona de desarrollo radicular.


A: Zona superficial / B: Zona que rodea la semilla / C: Zona de asentamiento / D: Zona de desarrollo radicular.

3. Tipos y regulaciones de gradas, cultivadores y aperos similares

Para realizar labores superficiales de preparación de suelos, se pueden usar los siguientes aperos:

1 Gradas.

2 Cultivadores.

3 Vibrocultivadores.

4 Rodillos.

5 Motocultores.

Las gradas que se usan para este tipo de labores pueden ser de dos tipos: de disco o de dientes. Las gradas de dientes, a su vez, pueden ser de diente rígido o de diente flexible.

Los rodillos son equipos especialmente diseñados para trabajos que están relacionados con la presiembra, triturado y mezcla de rastrojos, restos vegetales y preparación de terrenos para siembra directa.

Un rodillo puede estar constituido por un elemento que va acoplado horizontalmente al avance del tractor, aunque en ocasiones son dos o tres rodillos que, aunque independientes, realizan el trabajo en un único tramo.

Existen diversos tipos de rodillos:

1 Esqueleto.

2 Liso.

3 Ondulado.

Cambridge.

5 Espiral.

Cultiipaker.

7 Discos.

Croskills.

9 Estrella.


Rodillo Croskill


Rodillo Cultipaker


Rodillo de discos (articulado)


Rodillo Cambridge (articulado)

Los rotocultores o rotocultivadores son aperos que trabajan accionados por la toma de fuerza del tractor.

 

Trabajan el suelo hasta una profundidad de 25 cm.

Crean un mayor desmenuzado y esponjado de la capa superficial de la tierra que los aperos que son arrastrados. Igualmente, las malas hierbas y agregados quedan más mezclados, y enterrados hasta la mitad inferior de la zona trabajada.

Pueden realizar caballones para sembrar, plantar y transplantar. Un rotocultor puede combinarse con otros aperos, como puede ser una sembradora o un rodillo, creando así lo que se conoce como un tren de trabajo, de manera que en la misma pasada del tractor se realizan varias labores, ahorrando tiempo, trabajo y gastos.

Hay rotocultores de eje vertical y de eje horizontal.


Rotocultor horizontal

Los rotocultores horizontales más conocidos son las fresadoras. Popularmente, está muy extendido el llamar rotavator a este apero, aunque este término no es del todo correcto, ya que es una marca comercial.

Están formados por un rotor que va girando, accionado por la toma de fuerza del tractor. El rotor lleva unas cuchillas con forma recta, curva, de escuadra o retorcida.


Distintos rotores de un rotocultor horizontal

Estas cuchillas son montadas en un plato o disco, que se distribuye a lo largo del rotor. Cada uno de los discos monta un número comprendido entre cuatro y seis cuchillas.

Estas cuchillas pueden ser de varios tipos:

1 Azadas en escuadra.

2 Azadas curvadas.

3 Cuchillas rectilíneas.

4 Formones.


A: Escuadra / B: Curvada / C: Recta / D: Formón.

El apero tiene una caja de cambios que regula el giro del rotor. Este giro es en el mismo sentido que lo hacen las ruedas de tractor, de manera que el uso del apero no solo no entorpece el avance ni requiere de más arrastre del tractor, sino que ayuda a su avance.

La anchura de trabajo de los rotocultores puede ser de muy diversos tamaños, desde pequeños rotores de 80 cm hasta los más grandes, que pueden llegar a los 3-4 m en grandes extensiones.

Los rotocultores articulados tienen la ventaja de poder trabajar adaptándose al terreno, regulando su ancho de trabajo según el terreno lo permita o la disposición de las plantas lo requiera.

Los rotocultores de eje vertical se conocen también como gradas rotativas.


Gradas rotativas

Estos rotocultores o gradas constan de una serie de rotores situados perpendiculares al suelo. Cada uno de estos rotores tiene dos o tres púas hacia abajo, de manera que gira sobre sí mismo arañando el suelo con las púas. Cada rotor gira en sentido contrario al rotor de al lado, llevando entre las púas de cada uno un desfase. Las revoluciones de cada rotor, así como el sentido de giro, se pueden regular para conseguir el efecto deseado, pudiendo así dejar la tierra más o menos suelta.

El rotocultor vertical, a la hora de fragmentar el suelo, no es tan agresivo como el rotocultor horizontal. Provoca una mayor formación de tierra fina, ya que las partículas se rompen por la fricción a la que se ven obligadas al romperse verticalmente. Esta tierra fina, al ser partículas pequeñas, se filtra hacia la parte interior del suelo.

Debido a la rotación de las púas en vertical, al ir avanzando, va lanzando hacia la parte trasera del apero los terrones más grandes. Por lo tanto, el terreno queda con los terrones más grandes en superficie y la tierra fina enterrada.


El uso de gradas rotativas es muy recomendado para el enterrado y mezclado de fertilizantes sólidos con la tierra, así como para conseguir que las malas hierbas y maleza queden bien desmenuzadas, mezcladas y enterradas en el suelo.

Al igual que con el rotocultor horizontal, se suele añadir al apero un rodillo, una sembradora u otro apero, para conseguir la realización de varias tareas o labores al mismo tiempo. Además de reducir costes, se consigue evitar una mayor compactación del suelo, ya que se anulan varios pases de tractor.

4. Funciones, misión y labores específicas de gradas, cultivadores y aperos similares

Las funciones principales de cada uno de los siguientes aperos agrícolas se muestran en la tabla que aparece a continuación.


Cultivador- Airear el suelo.- Disgregar el terreno.- Cortar raíces.
Vibrocultor- Airear el suelo.- Disgregar el terreno.- Secar suelos húmedos.
Gradas rotativas- Preparar el terreno para la siembra.- Enterrar fertilizantes.- Triturar y mezclar restos vegetales del suelo.
Rodillo- Compactar el suelo excesivamente suelto.- Cubrir la semilla.- Disgregar el terreno.- Preparar cama de siembra.
Rotocultor- Preparar cama de siembra.


Aplicación práctica

Un agricultor ha realizado una labor profunda en una parte de la finca, y en otra parte de la misma, además de esa labor profunda, ha realizado una labor superficial. ¿Tendrán el mismo crecimiento las plantas en ambas parcelas?

SOLUCIÓN

No, ya que en la parte en la que solo ha realizado una labor profunda las semillas tendrán mucha más dificultad para germinar, nacer y enraizar, al estar la capa superficial dura.

5. Gradeo

Las gradas de disco son usadas con la finalidad de eliminar restos vegetales y dejar el terreno en condiciones de sembrar. También se usan para cubrir las semillas en aquellas ocasiones en las que se siembra a voleo. Las gradas pueden llevarse arrastradas o suspendidas por el tractor. En el primer caso, van enganchadas a la barra del tractor y tiradas por el mismo, y en el segundo caso se usan en tractores que tienen elevador hidráulico y enganche de tres puntas.

Las gradas de dientes o púas se usan para el alisado y nivelado del suelo después de la labor de pase de arado. La grada de dientes remueve el terreno hasta una profundidad aproximada de 5 cm.


Tractor ejerciendo el gradeo del terreno

6. Pases de cultivador

Los cultivadores son aperos que están formados por brazos en cuyos extremos se colocan rejas, siendo estas de diversas formas, tipos y tamaños. Pueden emplearse en distintas labores, tanto antes como después de la siembra.


Cultivador

Según el tipo de reja, los tipos de cultivadores más usados son:

1 Regeneradoras de prado, de rejas estrechas y cortantes, que se usan para airear el terreno.

2 Escarificadoras, que llegan a una profundidad de 15 cm, son robustas y se utilizan para disgregar el suelo.

3 Cavadoras, que son más anchas que las escarificadoras, se usan para suelos arcillosos y para los que contienen restos o elementos extraños.

4 Retorcidas, que se emplean para enterrar residuos.

5 Apocadoras, que forman caballones en el suelo.

6 Extirpadoras, que se usan para cortar las raíces de las malas hierbas.


Distintos tipos de rejas para cultivador

Existen cultivadores ligeros y pesados, los cuales se diferencian según la labor que vayan a realizar y el tamaño que tengan. Los ligeros se usan en todas las labores secundarias, es decir, en labores superficiales; y los pesados pueden usarse en labores de preparación profunda de suelos.

Las condiciones en que se encuentra el suelo van a determinar el uso del cultivador, ya que si está muy compacto se formarán terrones de gran tamaño, por lo que será necesario aplicar varias veces la labor en una misma zona.

7. Pases con vibrocultor

Los vibrocultivadores trabajan a una profundidad de 10-15 cm y están formados por brazos flexibles en forma de “S”, que suelen ser de un tamaño menor que los brazos del cultivador.

Los brazos del vibrocultivador llevan una reja, que puede ser distinta según la tarea que vaya a realizar:

1 Reja escarificadora, usada fundamentalmente para la preparación del lecho de siembra, así como para otros múltiples usos.

2 Reja ancha, usada para suelos duros y compactos, así como para airear los suelos que están húmedos, y así secarlos.

3 Reja doble, que son dos rejas muy estrechas de aproximadamente 0,5 cm, con una separación entre sí de 15 cm. Su uso es especial para preparar lechos de siembra de partículas muy finas.

El vibrocultivador se usa cuando el suelo está en unas buenas condiciones para ser penetrado. No es apto su uso cuando está compacto, duro o muy denso.


Vibrocultivador



Aplicación práctica

Un terreno tiene malas hierbas y el agricultor quiere eliminarlas de raíz. Si va a realizar esta labor con un cultivador, ¿qué tipo de reja deberá usar?

SOLUCIÓN

La reja extirpadora, ya que es la más adecuada para esta labor.

8. Resumen

La importancia de un buen estado de la tierra a la hora de sembrar es fundamental. Las labores superficiales de preparación del terreno hay que realizarlas justo antes de llevar a cabo la siembra.

Cada apero realiza una o varias labores en el suelo, siendo las fundamentales las que van encaminadas a preparar el lecho de siembra. Así, gradas, cultivadores, vibrocultores, rodillos y rotocultores, calibrados según las necesidades de cada cultivo, llevarán a cabo estas tareas.


Ejercicios de repaso y autoevaluación

1. Indique si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas.

1 Una de las exigencias a tener en cuenta a la hora de realizar algún cultivo herbáceo es que el suelo, en su capa más superficial, debe estar compacto y con una gran capacidad para que el aire circule de abajo hacia arriba.VerdaderoFalso

2 Las labores superficiales de preparación de suelos han de llevarse a cabo cuando se vaya a realizar la siembra.VerdaderoFalso

 

3 Los rotocultores crean un mayor desmenuzado y esponjado de la capa superficial de la tierra que los aperos que son arrastrados.VerdaderoFalso

4 Los formones son unos tipos de cuchillas que se colocan en las gradas de púas.VerdaderoFalso

5 El uso de gradas rotativas es muy recomendado para el enterrado y mezclado de fertilizantes sólidos con la tierra.VerdaderoFalso

6 Las gradas de dientes o púas se usan para el alisado y nivelado del suelo antes de la labor de pase de arado.VerdaderoFalso

2. ¿Cuáles son los objetivos que se persiguen en la preparación superficial del suelo?

1 Permitir el aireado.

2 Permitir el almacenamiento de agua.

3 Eliminar las semillas que hay en la capa externa, ya que, al enterrarlas mediante el volteo, se impide su nascencia.

4 Todas las opciones son correctas.

3. ¿Cuáles son las fases por las que pasan todas las semillas?

1 Germinación, nascencia y enraizamiento.

2 Germinación, nascencia y crecimiento.

3 Germinación, brotación y enraizamiento.

4 Todas las opciones son correctas.

4. Los rotocultores horizontales más conocidos se denominan...

1 ... gradas rotocultoras.

2 ... fresadoras.

3 ... rotocultores de disco.

4 ... vibrorotocultores.

5. La anchura de trabajo de los rotocultores...

1 ... siempre es la misma.

2 ... varía en función de las necesidades.

3 ... siempre es inferior a 150 cm.

4 ... siempre es superior a 150 cm.

Capítulo 4

Técnicas de mantenimiento y conservación del suelo

1. Introducción

Las binas y escardas son técnicas empleadas para el mantenimiento y conservación del suelo, y para evitar la aparición de malas hierbas. Su realización es muy importante, sobre todo en los primeros estados de desarrollo de los cultivos. Igualmente, los aclareos de plantas han de realizarse en las primeras fases de crecimiento, ya que van destinados a asegurar una densidad de plantación adecuada.

El aporcado es otra técnica cuyo objetivo es favorecer un fuerte enraizamiento y una eficaz protección de la planta.

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