Definición y diseño de productos editoriales. ARGN0210

3.4.Proceso de cartografía

Para algunas obras se requiere de un diseño cartográfico según el contenido que se exponga. Los mapas consisten en la representación gráfica para facilitar el entendimiento espacial de los objetos, conceptos, condiciones, procesos y eventos del planeta.

Definición

Cartografía

Procede del griego (xaptiΣ) chartis, que significa mapa, y (Γpaφein) graphein, que significa escrito. Se trata del arte o la ciencia que se encarga de trazar mapas geográficos.

Los primeros mapas se confeccionaron hace varios miles de años, pero la cartografía ha evolucionado según los desarrollos teóricos, los cambios tecnológicos y las actuales necesidades de la sociedad.

En los últimos años, los sistemas cartográficos por Internet han facilitado el acceso y la difusión de este tipo de representaciones. No obstante, todavía se continúa produciendo cartografía en forma tradicional.

Sin embargo, a través de los modernos sistemas motorizados por bases de datos inteligentes, las técnicas tradicionales están pasando a ser algo del pasado. De este modo, los sistemas modernos permiten hoy obtener representaciones que rápidamente ayudan a comprender las intrincadas relaciones de los rasgos terrestres.

En general, el diseño cartográfico debe determinar cómo utilizar cada elemento que se represente con el propósito de comunicar de forma clara y con costes razonables.

Por todo ello, se entiende que la aplicación de técnicas cartográficas al mundo editorial permite establecer relaciones de contenidos, órdenes y jerarquías en relación al proceso de composición de una publicación.

Ejemplo de libro con diseño cartográfico

3.5.Maquetación

Otro de los pasos que hay que llevar a cabo en el proceso de edición es la maquetación; lo cual se refiere a la disposición ordenada de los diferentes elementos de la publicación. El maquetador se encarga de organizar en el espacio los componentes escritos, visuales, audiovisuales, etc., para facilitar e incidir en la comunicación de los contenidos.

Maquetar es estrictamente distribuir elementos gráficos o textuales en un espacio determinado de la página; sin embargo, en el diseño editorial se hace más hincapié en el proyecto gráfico y el proceso de producción:

Preprensa: preparación de impresión.

Prensa: impresión.

Postprensa: acabados.

No obstante, en la actualidad todo el aspecto gráfico de la actividad editorial se conoce como maquetación. Normalmente, para maquetar se utilizan en los ordenadores programas de autoedición para componer los elementos en las páginas antes de imprimir: QuarkXpress, Adobe InDesign, Adobe PageMaker, etc.

Los maquetadores toman una serie de decisiones para desarrollar su trabajo, entre otras:

Eligen los tamaños de las imágenes y la tipografía.

Deciden qué textos se insertan en determinadas páginas y en qué lugar.

Analizan el tipo de tinta utilizada.

Estudian los límites espaciales del texto en la página.

Si se presentan columnas, determinan el número de ellas y la distribución en el espacio.

Deciden el color que se utiliza en el documento.

Eligen el espaciamiento, es decir, el espacio interlínea, entre columnas y entre cada elemento gráfico.

Concretan la tipología, esto es, la variedad y tipos de fuentes tipográficas.

Ejemplo de maqueta de una obra editorial

3.6.Materias primas

Para llevar a cabo el producto gráfico se tendrán que utilizar una serie de materias primas que se necesitan en el proceso. Estos elementos son los que a continuación se exponen:

El papel: un material que resulta de un conglomerado de fibras aplanado hasta que se consiguen superficies continuas y lisas. Pueden tener distintos gramajes, estampados y formas, pero el más utilizado es la hoja de 1 m2. Para las obras este material es el más utilizado.

Ejemplo de rollo de 1 m2 de papel

Definición

Pliego

Posee tres significados: o bien se trata de una porción o pieza de papel de forma cuadrangular, doblada por el medio; o bien, de una hoja de papel que no se dobla por ningún lado; o bien, de un conjunto de páginas de un libro según la editorial.

El cartón: se utiliza para cubiertas, estuches y otras envolturas del libro y también existen distintos grosores en este elemento.

Ejemplos de distintos tipos de cartón

Materiales menos frecuentes:

Textiles: se usan a veces telas para las cubiertas y portadas de los libros.

Ejemplo de libro infantil hecho de tela

Pieles: en algunas ediciones de coleccionista se utiliza como diseño muy estético y atractivo.

Metales: para algunas ediciones lujosas aún se sigue utilizando pero no es lo habitual.

Plásticos: utilizado en cubiertas y estuches del producto.

Maderas: solo se utiliza en aquellas ediciones muy cuidadas porque es un material de alto coste.

Ejemplo de libro de madera

Materiales necesarios para la conformación del producto:

Colas: utilizadas para pegar y empastar pliegos.

Cuerda o hilo: para coser esos pliegos.

Alambres: para la costura de los pliegos.

Grapas: para fijar documentos de poco grosor y peso.

Anillas: para unir hojas que puedan ser modificadas.

Tornillos: para fijar resistente y rígidamente sin importar el peso de las hojas.

Nota

La cola es una sustancia adhesiva de naturaleza proteica que se obtiene del colágeno presente en las pieles, los huesos, las pezuñas y los tejidos de los animales.

3.7.Tintas. Bibliotecas de color

Cuando se desarrolla un producto editorial y la maqueta de este se utilizan unos colores, con unos motivos que pueden ser variados: atraer la atención del público, inspirar algún tipo de sensación o sentimiento con el color elegido, etc.

Para llevar a cabo este proceso se hace uso de distintos elementos, como son las tintas y las bibliotecas de color.

Tintas

Existen varios tipos de tintas que han ido evolucionando con el paso del tiempo. La más antigua conocida es la tinta china, hecha a partir de distintas semillas y animales marinos, como el calamar.

Más tarde, se hizo uso de la tinta pigmentada con componentes como barnices, que aseguraban la adhesión de la tinta a la superficie. Con este tipo de tinta llegaron los colorantes, los cuales dan paso al nacimiento del color en función de la energía de la luz que recae sobre el colorante.

Si se utilizan estos pigmentos se esparcen sobre un papel y se disponen unos junto a otros para examinar los efectos que se producen. La mezcla de estos da otros colores. Ahora bien, el proceso puede llevar tiempo.

Sin embargo, hoy en día las tintas en la impresión dan como resultado variadas y heterogéneas pinturas para desarrollar la imagen que se desee.

Actualmente, hay que hablar de las tintas en distintos dispositivos modernos, como pueden ser los ordenadores, las tabletas, los móviles, etc., en los cuales la visión es perfecta en cuanto a colores. Además, también se utiliza tinta electrónica en los e-reader que están en el mercado y que simulan casi a la perfección la tinta impresa del libro físico.

Los colores y las imágenes se pueden modificar o variar si se desea, con notable rapidez y facilidad. El resultado que aparece en la pantalla puede imprimirse después sobre papel mediante una impresora o bien guardarse.

En general, en las impresoras la tinta va incluida en el interior del dispositivo. Aunque existen otras opciones, lo más habitual es que se utilicen el negro, el magenta, el amarillo y el cian, y con la unión de estos colores se consiguen todos los demás.

Bibliotecas de color

Tanto los programas de pintura como los de dibujo tienen una gran variedad de colores básicos o paletas de color. Se presentan en forma cuadrada, con pequeños cuadrados de elementos de color que se clasifican en:

Colores neutros.

Colores primarios.

Colores secundarios.

A esta paleta se le puede añadir o quitar colores sencillamente y así el usuario la configura con los pigmentos que él desee, quedando una paleta personal adaptada a las necesidades específicas.

La paleta de color también puede incluir una biblioteca de color. Se trata de un sistema estandarizado que clasifica diferentes tonos de colores y permite ver el color sobre un soporte, ya sea papel o digital. De este modo, se puede sacar una idea aproximada del resultado final.

Las principales bibliotecas de color se suelen incluir en las aplicaciones informáticas actuales. Además, cada uno de estos sistemas tiene su propio método para identificar la tonalidad del color.

Cada biblioteca o paleta ofrece muchos colores premezclados con sus números de referencia. Así, se pueden comprar muestras de estas bibliotecas y ver cómo resultan en la impresión.

Existen distintas marcas comerciales que disponen de paletas de colores, y las más conocidas son: Pantone, Focoltone, Anpa, Trumatch, Toyo, DIC, Pantone Matching System (PMS), etc.

La última que se presenta se compone de una gama de unos mil tonos directos, unos doscientos metalizados, unos diez sobre soporte transparente y metalizado, otros cien tonos en pastel, etc.

Se trata de una guía estándar para obtener tonalidades según una cantidad de posibles tintas básicas en superficie mate y brillante. Cada tono obtenido se referencia con un número.

Ejemplo de distintos colores con sus referencias numéricas

Para crear un color, la paleta de colores debe tener un mezclador de colores con tres modalidades separadas:

RGB (Red-Green-Blue): se corresponden con los colores primarios: rojo, verde y azul. Con estos y variando la luz pueden resultar el negro, el gris y el blanco. Si se añade al gris el color rojo, da el cian oscuro. De forma semejante, si se añade al gris el verde, resulta un magenta oscurecido. También si se le añade al gris el color azul se obtiene un amarillo oscurecido.

CMYK (Cyan-Magente-Yellow-Black): con estos mezcladores se representan los colores: cian, amarillo, magenta y negro. Con ellos se puede mezclar y resultan otros muchos colores según el porcentaje de mezcla que se utilice para cada uno.

HSV (Hue-Saturation-Value): según el tono, la saturación y el brillo. Se refiere a la creación de colores con la manipulación del valor y la intensidad de los mismos.

Actividades

7.Indique tres ejemplos de libros en los que se utilice cartografía.

8.Investigue cómo surgen los siguientes colores: naranja, morado y verde.

3.8.Calendarios de producción

A la hora de elaborar un proceso editorial y su diseño es absolutamente necesario llevar a cabo una serie de plazos de tiempo para las distintas entregas del libro.

Los plazos temporales normalmente son las editoriales las que los proponen al autor, aunque siempre puede haber un diálogo o cesión de días o semanas si este no pudiera completarlo o acabar la entrega del texto.

Por eso, el tiempo estipulado debe ser realista y posible, es decir, un libro es un texto de una extensión más o menos variada y el tiempo de trabajo debe adaptarse a un ritmo ni muy largo ni muy corto para que el autor se sienta cómodo, trabajando pero no estresado o presionado.

Las fechas bailarán alrededor de elementos como las páginas del libro, los diseños si los contiene y que se realicen, el contenido mismo y la investigación que conlleve, etc.

En general, las empresas editoriales se basan en las estadísticas para dar unos plazos aproximados a los autores, sobre todo los noveles que no han trabajado con ellos. De esta forma, las entregas ayudan al escritor a organizarse el material y ver cuánto debe dedicarle a la obra durante el tiempo de que dispone diaria, semanal o mensualmente.

Una vez que se establezca el calendario de producción por parte de la editorial y el autor esté de acuerdo, se firmará un contrato y se desarrollará la obra.

En cada plazo, el autor mandará el texto a la editorial y esta tendrá que llevar a cabo una serie de pasos:

La relectura del texto.

La reescritura de lo que se considere que hay que modificar.

Una evaluación.

Las correcciones que hay que comunicarle al escritor.

La maquetación correspondiente del producto.

Las distintas correcciones de las pruebas de impresión.

Los respectivos cotejos y comparaciones entre las pruebas de impresión para ver distintos resultados finales.

En definitiva, la escritura es solo el primer paso en el camino de la obra que se publica. Las metas y fechas son importantes, pues son las fases del proceso de producción, y si no se llevan a cabo el proyecto se verá abocado al fracaso o a dilaciones interminables.

Al autor le viene bien saber de cuánto tiempo dispone para organizarse las horas de trabajo y el rendimiento, según las capacidades reales de su vida (como trabajo, familia, compromisos, enfermedad, imprevistos, etc.).

Por su parte, la editorial también debe cumplir esas metas y comprometerse a la parte de trabajo con respecto al escritor y a la obra misma. Todo ello llevará al resultado final, que es el producto editorial.

Actividades

9.Según algunos estudios, la mayoría de la gente que compra un libro de una colección quiere seguir adquiriendo la colección completa, aunque haya en ella algunos títulos que no sean muy afines al gusto del lector. Señale a qué cree que esto se debe.

4.Estándares de calidad aplicables al proceso

De acuerdo con la Real Academia Española, estándar es: “Aquello que sirve como tipo, modelo, norma, patrón o referencia”. Por tanto, los estándares de calidad son normas y protocolos que deben cumplir los productos de cualquier tipo, en este caso los productos editoriales para poder distribuirlos y difundirlos en el mercado para que lleguen al cliente.

Existe la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) que se dedica a acreditar y certificar que el producto cumple con estos estándares y es apto para que llegue a los consumidores en las condiciones convenientes.

Para realizar este proceso se manejan unos mecanismos que detectan los posibles errores de calidad de cada obra editorial: el análisis, el control, la observación, etc. Son estas herramientas las que sirven para autenticar la profesionalidad del producto.

4.1.Normas de compaginación

La compaginación es tarea muy relevante en la preparación de un libro, pues consiste en componer las páginas de la obra tomando el material, añadiendo detalles, etc. Si se realiza correctamente, la obra presentará los contenidos de manera que estos se vean reafirmados y se facilite su comprensión. Existen dos tipos de compaginación:

Sencilla: consiste en componer el texto sin cuadros, tablas, imágenes, etc., es decir, todo seguido sin ninguna interrupción gráfica.

Compleja: se trata de aquel trabajo de componer una obra añadiendo elementos que acompañan al texto: esquemas, imágenes, aclaraciones, recursos editoriales, etc.

En todo caso, no existen unas normas rigurosas cuyo seguimiento certifique un resultado acertado. Sin embargo, la compaginación puede intervenir sobre diversos aspectos del diseño de la maquetación, por lo que habrá que conocerlos y estudiar la forma en que afectan al producto editorial finalizado. Es posible distinguir algunos de los principales rasgos que son las que a continuación se exponen:

Jerarquía: sirve para establecer un orden de prioridades y utilizar los elementos según la trascendencia en relación con el conjunto del documento.

Peso: consiste en la capacidad de algunos elementos gráficos para atraer la mirada del lector antes que ningún otro componente.

Equilibrio: cada elemento representado tiene una tensión visual, un peso, por tanto debe reinar en el plano un equilibrio para compensar la página.

Configuración geométrica: se refiere a la definición del área de trabajo en el folio, dejando unos límites o márgenes.

Textos: es importante sopesar el formato y las dimensiones del elemento textual, así como su relación de proporciones con el soporte y el resto de componentes del diseño.

Elementos gráficos: es la parte que apoya e ilustra el mensaje y debe interrelacionarse adecuadamente con la información para conseguir una armonía atractiva.

Espacio: es aquel vacío que queda en la página y tiene su importancia, pues a través de él se separan los elementos.

Formato de publicación: es indispensable que el maquetador sepa cómo se publicará el documento porque así organizará el trabajo y lo adaptará al formato.

4.2.Normas de calidad estandarizadas

Existen algunas normas que se han utilizado en tantas ocasiones que han llegado a convertirse en básicas y estandarizadas. Se presentan algunas de ellas:

Las tablas. Se muestran datos cuantitativos dispuestos de una forma ordenada en columnas y filas. Se puede utilizar cualquier tipo de ilustración, como diagramas, fotografías u otro tipo de representación. Debe ser titulada, numerada con caracteres arábigos y referida en el texto por su número.

Las comillas dobles. Se utilizan para una serie de casos:

Citar dentro del texto literalmente lo que alguien ha dicho.

Presentar una palabra con tono irónico.

Para presentar una jerga.

Para marcar una expresión que el autor se ha inventado y no existe como tal.

Para resaltar el título de un artículo o capítulo de un libro pero ya mencionado en el texto.

Las cursivas. Se utilizan en los siguientes casos:

Con palabras de otro idioma.

En títulos de libros y revistas.

Para presentar un término nuevo, técnico y clave en el texto.

En una oración, se utiliza para indicar un elemento omitido.

Los paréntesis. Se utilizan en citas y en referencias bibliográficas, pero también:

Para introducir una abreviatura.

Para resaltar letras de una serie de puntos enumerados.

Para intercalar un inciso en el texto.

Actividades

10.Defina tres normas de calidad estandarizadas y exponga algún ejemplo.

11.Señale por qué deben ir los subtítulos precedidos y seguidos de una línea en blanco entre el título y el cuerpo de la obra.

4.3.Control de los procesos editoriales

Una vez que se hace la entrega del texto a la empresa editorial, allí se necesita una evaluación del documento para las posibles modificaciones. Existe un control de los procesos editoriales que comienza en el momento en el que se toma la decisión de escribir un producto literario y lanzarlo al mercado, y acaba en el momento en el que se difunde el libro en los distintos establecimientos.

No obstante, cada uno de los pasos del proceso requiere de un trabajo en equipo, una coordinación en las ideas que se llevan a cabo y un esfuerzo por parte de los empleados que buscan un resultado común: el producto editorial acabado satisfactoriamente.

Por eso, una vez que el escritor entrega su documento a la editorial, es el momento de los correctores, los cuales se dedican a leer, revisar y evaluar el texto, para que puedan confirmar que la comprensión es absoluta y plena.

Normalmente, no se consigue ese fin en una primera revisión. Sino que se le devuelve al escritor para que modifique algunos puntos que no han quedado del todo definidos, mejore algún apartado, modifique alguna palabra, etc.

Sin embargo, por parte del autor debe tener en cuenta que el rechazo de un artículo no siempre indica que sea de mala calidad, sino que no se ha adaptado al modo de expresión requerido. A veces, no es adecuado por la temática, que es poco novedosa, o al contrario, puede ser demasiado novedosa y adelantarse a su tiempo y los editores no se atreven a publicarlo aún.

Por su parte, la editorial debe asegurarse de que las publicaciones salgan al mercado en un tiempo razonable y que sea el estipulado, y que los estándares de producción sean los adecuados para la presentación perfecta.

Aplicación práctica

Imagine que está trabajando en el proceso que hay que llevar a cabo para la elaboración de un producto editorial. El autor ha escrito un libro infantil y a su empresa no le gusta mucho el título que le ha puesto porque no atrae lo suficiente al tipo de público al que va dirigida la obra. En concreto, su trabajo consiste en buscar un título sugerente a esta imagen que va a llevar el producto.

SOLUCIÓN

El producto que va a difundirse en el mercado es un cuento infantil con esta imagen en la portada. La imagen es muy atractiva para los niños y el título debe ayudar a inspirar y despertar su interés. Algunos de los posibles títulos podrían ser: “Abre el libro y verás”; “¿Quieres viajar a través de este libro?”; o “¿Quieres saber qué ven estos niños?”.

La imagen es muy evocadora para una portada de cuento infantil y el título debe confirmar esa inquietud que produce para así forman un conjunto de ideas, todas alrededor de la curiosidad.