Claves secretas de la historia

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En la iglesia, los dos investigadores británicos encontraron dos inscripciones con la palabra «sign»: una sobre el portal, «IN HOC SIGNO VINCES» («mediante esta señal conquistará»); y otra dentro de la iglesia, «PAR CE SIGNE TU LE VAINCRAS» («mediante esta señal lo conquistará»). Según Wood y Campbell, la señal en cuestión se refiere al pentagrama y ambas inscripciones estarían apuntando hacia el número 18, que es el ángulo de la punta de un pentagrama dividido por dos.

Habiendo establecido estas conexiones geométricas entre la iglesia de Rennes-le-Château y la frase que alude a Poussin y Teniers, después se examina la pintura Los pastores de la Arcadia, y se observa a un pastor arrodillándose y apuntando hacia la letra «R» de la inscripción «ET IN ARCADIA EGO». Al darse cuenta de que esta letra hace el número 18 del abecedario inglés, los autores británicos supusieron que el pintor sería uno de los custodios del secreto del pentagrama.

Otra evidencia de su inteligencia matemática se halla en la disposición de los bastones de los pastores en la pintura —están partidos por la mitad, justo en un punto donde quedan ocultos por otros detalles de la obra— un indicio de que él sabría que al partir la constante f por la mitad se conseguía el seno de 18 º. Al descifrar la frase, a primera vista sin sentido, Wood y Campbell descubrieron que incorporaba las distancias principales de la geometría del pentagrama del suelo y, además, revelaba la identidad del dios más temido por los egipcios: Set. Una posible confirmación de este descubrimiento viene de la réplica de la tumba mostrada en Los pastores de la Arcadia, construida en la zona. Parece ser que el número de piedras que recubre su interior era de 56 —el número, según el historiador griego Plutarco, que representa al dios Set.

Sin duda, Berenguer Sauniere también descubrió la relación entre la pintura de Poussin y los misterios de Rennes-le-Château, responsable de conducirle a un gran tesoro, o quizá fue un pago por su silencio.

La isla de Bornholm

Varios estudiosos han destacado los paralelismos entre las iglesias redondas medievales de la isla danesa de Bornholm, en el mar Báltico, y la geometría sagrada que los templarios habían utilizado en Rennes-le-Château.

Según parece, en 1162 el arzobispo danés Eskil viajó a Francia para visitar al Gran Maestre de los templarios, Bertrand de Blanchefort, nueve años después de la muerte de su antecesor, Bernard de Clairvaux. Según la versión histórica oficial, el propósito de la visita fue preparar una cruzada contra los paganos que habitaban la costa oeste del mar Báltico, en lo que hoy es Estonia y Letonia. Sin embargo, Haagensen y Lincoln creen que dicha cruzada se produjo en un momento en que los templarios se sentían muy vulnerables tras la muerte de su protector de Clairvaux y por ello, construyeron unas iglesias en Bornholm donde esconder algunos de sus tesoros. La distribución de reliquias en diferentes zonas de Europa sin aparente relación entre sí, pudo ser una táctica para protegerlas contra posibles depredadores. Por tanto, la visita de Eskil en un momento tan crítico, sería la oportunidad buscada por la orden militar para esconder algunas de las piezas más valiosas, como el Arca de la

Alianza y el Santo Grial, entre otras. Además, la pequeña isla de Bornholm estaba protegida y era fácil de controlar. No parecía pues un destino atractivo para invasores que desearan crear un nuevo reino.

Salvo los habitantes de Escandinavia, pocos han oído hablar de esta isla. Hacia 1200, su población no pasaba de unos pocos miles, aunque ya tenía una larga historia. Sus primeros habitantes tenemos que buscarlos hace más de 10.000 años y quedan vestigios de la Edad del bronce (2000-3000 a. C.) pertenecientes a una civilización de gran riqueza. Los enterramientos de este periodo ponen de manifiesto que hubo contactos con los pueblos mediterráneos, situados a más de 3.000 kilómetros en una época en que los viajes eran lentos y peligrosos. El mismo periodo asistió a la erección de más de mil dólmenes esparcidos por toda la isla, el único lugar de Escandinavia donde existe una cantidad tal. Todavía no se sabe por qué, pero se especula que esta isla reunía características muy particulares para las gentes de este periodo. Además, el nombre Bornholm guarda información de gran interés. La palabra holm, es «isla» en danés antiguo y, hace siglos, el nombre de la isla era «Burgunderland» o «Bungunderholm», de donde procede su denominación actual. El prefijo «Burgund» parece tener relación con el antiguo reino de los burgundios, pueblo que tras establecerse a orillas del Rin, se trasladaron a las cuencas del Saona y del Ródano, extendiéndose, hacia el siglo V, entre la actual Borgoña y el sureste francés. Podría parecer especulativo asociar una remota isla del norte de Europa con Francia, pero, en realidad, quizá se trata de algo más que una coincidencia.


En 1985-86 se desenterró un tesoro de valor incalculable en un prado de Bornholm. Se trata de más de 3.000 figuras pequeñas de oro, de apenas 3 cm de longitud, pero con tal riqueza de detalles, que hacía falta un microscopio para apreciar la delicadeza de la artesanía. Acuñadas en troqueles, el tesoro de Bornholm incluye más de 100 patrones. El patrón que más se repite es el de una persona de aspecto noble y cabellos largos que sostiene un bastón o cetro. Las figuras han sido fechadas entre los siglos V y VII, cuando los reyes merovingios estaban en su apogeo. Según unos manuscritos encontrados en Rennes-le-Château, el tesoro de Berenguer Sauniere perteneció supuestamente a Dagoberto II —el último rey de la dinastía merovingia de Francia, asesinado en el año 679.

La aparición de un tesoro relacionado con los reyes merovingios en Bornholm proporciona una clave importante en este misterio, ya que se los ha vinculado con la línea de sucesión davídica y la nobleza de Borgoña. Además, el historiador español, Orosius, en su Historiae Adversum Paganos (417) explicaba ya a inicios del siglo V que los primeros burgundios (o borgoñones) procedían de Bornholm y de las orillas de esa parte del Báltico, extendiéndose y asentándose posteriormente por las orillas del Rin, en las inmediaciones de la actual Coblenza. Más tarde, cuando fueron vencidos por Atila, rey de los hunos, emigraron más hacia el sur conquistando una amplia región de las montañas Jura y extendiéndose hasta la línea del río Durance, cerca de la actual Marsella.

Las insólitas iglesias de Bornholm

En la época medieval se construyeron quince iglesias en la isla y once de ellas siguen todavía en pie, siendo la base de las investigaciones de Haagensen y Lincoln. Cuatro eran redondas y en ningún otro sitio del mundo, salvo Jerusalén, hay tantas juntas. Sobresale en estas construcciones circulares, la disposición del coro y el ábside, que están directamente relacionados con una rotonda circular formando círculos concéntricos que interactúan entre sí. La bóveda de la rotonda está apoyada en una columna central única. Estas iglesias redondas no tienen igual en toda Dinamarca. Sin embargo, existe un diseño que coincide y está en la capilla de una fortaleza conocida en la época medieval: Château Pelerin, en Ashlit, Palestina, construida por los templarios.



Además de las cuatro estructuras circulares, todas las iglesias de Bornholm tienen unas torres muy poco comunes, lo que obligan al observador a preguntarse sobre el propósito del diseño y su origen. Se ha observado que las iglesias de la isla están entrelazadas dentro de un diseño geométrico complejo. El análisis cuidadoso de las distancias entre ellas, ha permitido trazar una forma hexagonal que da lugar a una estrella de David sobre el suelo, entre otras formas tales como triángulos equiláteros, estrellas de cinco y siete puntas, etc. Las investigaciones apuntan que la intención de los templarios era esconder sus tesoros en ciertos puntos clave del trazado geométrico, que sólo los iniciados pudieran encontrar en fechas posteriores. En 1955 se realizó una excavación bajo el suelo de la iglesia de Oesterlar, la más grande de todas, y se encontraron vestigios extraños que sólo podían responder a la existencia de una cripta secreta. Por otra parte, la iglesia de Olsker, otra estructura peculiar en cuanto al diseño geométrico, también parece haber tenido una construcción subterránea bajo una escalera. En 2001 se realizaron unas investigaciones con instrumentos de georadar y gravímetros en la iglesia de Osterlars, confirmando la existencia de una enorme estructura subterránea por debajo del edificio. Estas investigaciones replicaban otras realizadas en Rennes-le-Château, donde se descubrió una cripta en el subsuelo de la iglesia, así como la existencia de un posible baúl o cofre debajo de la torre de Magdala de Sauniere. Todo apunta a la existencia de un vínculo entre Osterlars y Rennes-le-Château..., y es probable que los templarios escondieron sus tesoros en diferentes sitios.

Otro emplazamiento relacionado con los templarios y su tesoro es la capilla de Rosslyn, en Escocia. Se ha constatado la posibilidad de que existiera una cripta en el subsuelo del santuario. Esta cripta sería más grande que la capilla y, según el tratamiento informático de su planta con programas CAD, sería una réplica, a escala reducida, de la del templo de Salomón. Hasta la fecha, el Rosslyn Chapel Trust (Fundación de la Capilla de Rosslyn) no ha podido llevar a cabo una investigación en toda regla por no contar con los permisos pertinentes del Gobierno de Escocia.

 

Geometría invisible

Los planos de las plantas de las iglesias de la isla de Bornholm muestran que han sido construidas en tres círculos. Dentro del simbolismo de la geometría sagrada, los tres círculos representan, en el caso del cristianismo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La distribución de estas iglesias sobre la isla, que tiene forma de cuadrilátero, responde a un diseño geométrico. La línea que une las dos iglesias más orientales cruza la línea que une las otras dos iglesias formando un ángulo de 30 grados con una precisión del 99,6 por ciento. Este ángulo es muy corriente en la geometría sagrada, ya que es parte de la formación de la estrella de seis puntas de David.

Los investigadores Erling Haagensen y Henry Lincoln, danés e inglés respectivamente, autores de The Templars’ Secret Island (La isla secreta de los templarios), han estudiado a fondo la isla de Bornholm y sus vínculos con Rennes-le-Château. En sus prospecciones, pudieron encontrar estrellas invisibles de 5, 6 y 7 puntas, en cada caso interrelacionando diferentes iglesias de la isla. En el caso de la estrella de cinco puntas, la isla de Christiansoe, a unos 20 kilómetros de la costa norteña de Bornholm, estaría en un eje que pasa por el medio de la punta situada al lado de esta costa norteña. No hay evidencia de que Christiansoe estuviera habitado cuando se construyeron las iglesias de Bornholm. No obstante, antes de 1684, cuando el rey danés Christian V estableció una base militar en la isla, su nombre era Kirkholmen (isla de la Iglesia). Según una carta actualmente en el Archivo Nacional de Dinamarca y escrita en 1756 por el capitán Herman Bohn Wolfsen, comandante de la base de Christiansoe, antes de dinamitar una zona de rocas para utilizar la piedra en la construcción de un muro, él había visto una gran roca plana sobre la cual alguien había tallado un enorme brújula en cuyo centro había un orificio para colocar un palo con una veleta. La talla en cuestión habría estado en el centro de la pequeña isla y justo al extremo del mencionado eje. Este descubrimiento parece probar que las iglesias de Bornholm no fueron construidas aleatoriamente y que prueban la estancia de los templarios en esta zona.

La capilla de Rosslyn, clave del Nuevo Jerusalén

En el norte de Escocia, cerca de Aberdeen, hay una pequeña capilla en el pueblo de Rosslyn, considerada como el monumento emblemático más importante de la masonería internacional, debido a la gran variedad de símbolos masónicos que contiene. Dicha capilla fue fundada por William Sinclair, y su construcción empezó hacia 1447. Este noble escocés era el último príncipe de las islas Orkney, así como canciller real de la Corona escocesa. Fue también patrón de la masonería en Europa y Gran Maestre e iniciado en el grado más alto. Al principio, la capilla de Rosslyn iba a ser una de las siete grandes catedrales construidas en toda Europa, desde Escocia hasta España, pero por razones aún sin aclarar, ésta no fue terminada, aunque sus cimientos permanecen como la muestra del gran proyecto que entrañaba. La explicación oficial es que se gastó tanto dinero en decorar la parte terminada del edificio, que no quedaron fondos para el resto. Hay también otra explicación, propuesta por los ya mencionados Christopher Knight y Robert Lomas. Según estos investigadores, se dejó la capilla de Rosslyn sin terminar como símbolo de las ruinas del templo de Salomón, donde los primeros nueve templarios supuestamente encontraron manuscritos con las enseñanzas secretas de Jesús, así como distintas reliquias. Puede que esta capilla esconda el Arca de la Alianza y otros tesoros de gran valor.

Existe una macabra leyenda asociada a esta capilla. Parece ser que el masón encargado de construirla recibió un patrón de una columna, de diseño exquisito, que había de ser levantada a la entrada de la catedral. No quiso empezar hasta ver el original, bien en Roma o donde quiera que fuere. Por lo tanto, viajó al extranjero y, durante su ausencia, el aprendiz construyó la columna, según se cree, después de soñar cómo era. Cuando el masón regresó le invadió la envidia al comprobar la perfección y exactitud del trabajo de su sencillo aprendiz y, preso de cólera, le asestó un golpe de mazo provocándole la muerte. Desde entonces, a unos metros del suelo, hay un busto de piedra del aprendiz con una herida en la cabeza, concretamente en el hemisferio derecho.

Para Tim Wallace-Murphy, coautor, junto a Trevor Ravenscroft, de The Mark of the Beast (La marca de la bestia), la cabeza herida de este masón simboliza el cambio de conciencia de la humanidad desde lo espiritual e intuitivo a lo racional, que es lo que ocurrió a partir del siglo XV. Desde el asesinato del aprendiz, la columna que fuera la causa de su desgracia, se llamó «columna del Aprendiz», cuyas tallas representan el Árbol de la Vida y equivale a la Boaz del Templo de Salomón y los templos masónicos. La otra columna, que debería representar a Jaquin, no está en Rosslyn, y se cree que debe estar en alguno de los lugares de Europa visitados por el maestro masón, al final de un alineamiento de catedrales que representan la Tierra como un templo.

Conocedores del significado de las columnas del templo de Salomón y del Alto y Bajo Egipto, el arco sobre la columna desconocida y la del Aprendiz sería una constelación de estrellas: la Vía Láctea. Es curioso observar que en la capilla de Rosslyn hay una gran profusión de lilas talladas en la bóveda, encima del coro. En el templo de Salomón, el arco sobre Boaz y Jaquin había sido decorado con lilas como símbolo de las generaciones futuras de la línea de sangre de Israel. Al lado de las lilas de Rosslyn hay muchas estrellas, talladas como imagen de la Vía Láctea.




En su búsqueda de la otra columna, Ravenscroft y WallaceMurphy indagaron en toda la documentación que pudieron encontrar sobre William Sinclair, a fin de averiguar la fuente utilizada para dibujar el patrón de la columna que había proporcionado a su constructor. Parece ser que Sinclair poseía los registros nórdicos de los primeros viajes vikingos por el Atlántico hacia el continente americano, y los dos investigadores concluyeron que no sería descabellado pensar que el noble escocés hubiera enviado estos registros a Portugal para ayudar a este reino en sus expediciones transoceánicas.

Esta deducción movió a Ravenscroft a visitar Portugal siguiendo el rastro de la otra columna, el Árbol de la Sabiduría. Después de cruzar Inglaterra, Francia y España en coche, llegó finalmente a su destino. Buscó la columna en Sagras, Lisboa y Coimbra, sin éxito. Finalmente, por pura casualidad, estando atrapado en un atasco, descubrió la columna en la plaza de Cintra, una pequeña ciudad cercana a Lisboa. La columna tiene casi tres metros de alto y está tallada con cuatro espirales dobles de follaje en relieve que giran alrededor de la columna en dirección contraria a las manecillas del reloj. Además de este detalle, la columna de Cintra es idéntica a la de Rosslyn. De todos modos, esta nueva columna parecía no tener relación ni con una catedral ni con una iglesia y se desconocía su origen. Sólo se sabe que fue construida a principios del siglo XV. A pesar de este detalle, Ravenscroft intuyó que había descubierto la columna Jaquin del templo apocalíptico en piedra.

El número siete se repite continuamente en el Apocalipsis de san Juan: siete estrellas, siete candelabros de oro, siete mensajes, siete ángeles de las siete iglesias, siete sellos, siete trompetas y siete viales de ira.

Se sabe que casi todas las grandes catedrales de Europa fueron construidas sobre antiguos emplazamientos druidas y, tras localizar las columnas de Boaz y Jaquin en los dos extremos del pórtico del templo apocalíptico en la tierra, Trevor Ravenscroft esperaba encontrar siete catedrales sobre dichos emplazamientos. Los druidas creían que los siete chacras no sólo se hallaban en el ser humano, sino también en el cuerpo del planeta. El conocimiento de estos centros telúricos y su funcionamiento, era parte importante de la sabiduría mística. Por esta razón, existe una secuencia de siete oráculos planetarios entre la península Ibérica y Escocia. El oráculo del Sol, el más importante, estaba situado en Carnuntum, entre el Loira y el Eure, documentado por Julio César en De Bello Gallico. Sobre esta gruta de iniciación solar, se construyó la catedral de Notre-Dame, en Chartres. El oráculo de la luna se localizó en Galicia, y, sobre él, se levantó la catedral de Santiago de Compostela. Los oráculos de Mercurio y Venus se situaron en los chacras de la tierra donde actualmente están las ciudades de Toulouse y Orleans, y sobre las grutas druidas en cuestión se construyeron las catedrales respectivas. Además, la catedral de Notre-Dame de París, junto al río Sena, está situada en el antiguo emplazamiento del oráculo de Marte, y la de Notre-Dame de Amiens, sobre el oráculo de Júpiter. Finalmente, la capilla de Rosslyn, originalmente diseñada para convertirse en una gran catedral, se levanta sobre el oráculo de Saturno.

Parece ser que antes del cristianismo, los peregrinos druidas que veneraban a la diosa de la tierra, viajaron desde Iberia hasta Escocia, pasando por estos oráculos planetarios y de ese modo, sincronizaban los siete chacras humanos con el alineamiento correspondiente de los siete chacras de la tierra. La gran configuración de las dos columnas en cada extremo y las siete catedrales entre ellas, bajo el arco real de las estrellas, no representa un monumento estático. Cada vez que hay un alineamiento de los siete planetas mencionados, el conjunto de columnas y catedrales se aviva creando un aura en forma de arco iris sobre los extremos. El último gran alineamiento se dio el 5 de mayo de 2000 y marcó el principio del «final de los tiempos» descrito por san Juan en su Apocalipsis.

Dicho alineamiento se dio el mismo año en que astrónomos de todo el mundo informaron al público sobre el descubrimiento de un gran destello de luz en el centro del universo —quizá, el acontecimiento comunicado a las niñas del pueblo español de San Sebastián de Garabandal, cuando el 8 de junio de 1961, fueron testigos de una aparición mariana—. En uno de los mensajes recibidos, María decía que después de un gran acontecimiento de luz y justo cuando la Nueva Jerusalén empezara a vislumbrarse entre el cielo y la tierra, empezarían los grandes desastres vaticinados. Menos de un año y medio después del gran alineamiento del 2000, las dos columnas que simbolizaban el poder económico del mundo fueron derribadas por un ataque terrorista en Nueva York, una señal más antes del cumplimiento de las revelaciones de san Juan y el establecimiento de un nuevo templo espiritual uniendo el cielo y la tierra.

Conclusiones

La persecución de los templarios durante la Inquisición obligó a esta orden de caballeros a construir sus iglesias y templos o bien siguiendo una geometría sagrada basada en estrellas de 5, 6 o 7 puntas desplegadas sobre grandes superficies de terreno o bien erigiéndolos sobre antiguos santuarios druidas, llamados «oráculos planetarios» que concentraban las energías telúricas en los chakras (ruedas de energía) de la tierra.

El diseño templario de unas estrellas sobre el terreno podría corresponder a un lenguaje matemático aún sin descifrar donde esconder su botín de oro, reliquias varias y manuscritos o quizá son estrellas simbólicas del cielo del Nuevo Jerusalén que promete la paz continua y el amor incondicional del dios andrógino. Debajo de este cielo están siete grandes templos distribuidos por España, Francia y Escocia, flanqueados por dos columnas que representan las energías femeninas y masculinas en Escocia y Portugal. Es la representación simbólica del Nuevo Jerusalén prometido después de los acontecimientos apocalípticos descritos en las Revelaciones de san Juan.

3. Los Illuminati y los saboteos

En el capítulo 6 («Las elites del dinero»), me extenderé en explicar como Adam Weishaupt, fundador de la sociedad secreta de los Illuminati de Baviera, recibía ayudas económicas de M. A. Rothschild, creador de la dinastía banquera más poderosa del mundo. Ahora quiero mostrar cómo esta sociedad secreta ha influido directamente en la política y la mayoría de las tragedias históricas de los últimos cien años.

 

En la segunda mitad del siglo XVIII, la población de la región de Baviera era de mayoría católica y contaba con una aristocracia ampliamente asentada. La ciudad de Ingolstadt, donde residía Weishaupt, está ubicada en las orillas del Danubio, a unos setenta kilómetros al norte de Múnich. Por entonces, Baviera contaba con más de 25.000 iglesias para 40.000 habitantes, además de 19 conventos y monasterios. En este escenario, el poder de los jesuitas era evidente en todos los lugares y Baviera era un opositor radical a la Reforma. A pesar de este talante religioso, Weishaupt afirmó que el ateísmo, la apostasía y el deísmo eran más frecuentes en Baviera que en cualquier otro lugar.

Influencia jesuita

Weishaupt empezó a formar los Illuminati de Baviera cuando era profesor de derecho canónico en la universidad de Ingolstadt. Por entonces estudiaba para hacerse sacerdote jesuita. Sin embargo, cuando en 1773, el papa Clemente XIV prohibió los Illuminati, su disgusto le llevó a romper con la Iglesia católica. Sin embargo, no declinó su interés por la teología jesuita. Otra influencia importante en su vida fue la del mercader Kolmer. Algunos investigadores, como Jim Marrs, sostienen que, en su trayecto a Francia y Alemania, hacia 1770-73, Kolmer se encontró con Cagliostro en la isla de Malta, antigua sede de los caballeros templarios. Al parecer, Cagliostro, el futuro revolucionario francés, se involucró entonces en actividades masónicas, así como también lo hicieron Giovanni Giacomo Casanova (el eterno amante veneciano) y el enigmático conde de Saint-Germain. Habría sido Kolmer quien, en Alemania, transmitiera sus conocimientos secretos a Weishaupt, quien empleó muchos años en trabajar para consolidar los distintos sistemas ocultos en su sociedad secreta, los Illuminati. Marrs argumenta que la adopción del calendario persa por los Illuminati de Baviera evidencia su respeto por los antiguos misterios de Mesoptamia.

El estudio profundo de los secretos de Kolmer y del conocimiento que poseía de los jesuitas fueron la base para que Weishaupt estableciera una estructura piramidal para sus iniciados, situando a personas claves dentro de los nueve grados superiores. Para sus compañeros de los Illuminati, Weishaupt era conocido por su nombre de iniciación, Espartaco, en memoria del esclavo que lideró la famosa revuelta contra los romanos en el año 73. Según Paul H. Koch, autor del libro Illuminati, Weishaupt se veía a sí mismo como un nuevo héroe rebelde en contra del orden establecido, tanto en el ámbito material como espiritual..., una especie de Lucifer humanizado.

Por otra parte, Jim Marrs sostiene que Weishaupt estudió las enseñanzas del líder de los Hassasins (los Asesinos), una sanguinaria secta musulmana contemporánea de las cruzadas en Tierra Santa, que recibió este nombre porque, antes de sus hazañas, los miembros solían consumir hasish (hachís) para iluminarse. Probablemente, por esta razón, el mismo Weishaupt consumía este narcótico para alcanzar la «iluminación» durante los rituales de la orden.

En total, el llamado Rito de los Iluminados de Baviera contaba con trece grados de iniciación. A saber: 1.º) Preparatorio; 2.º) Novicio; 3.º) Minerval; 4.º) Iluminado menor; 5.º) Aprendiz; 6.º) Compañero; 7.º) Maestro; 8.º) Iluminado mayor; 9.º) Iluminado dirigente; 10.º) Sacerdote; 11.º) Regente; 12.º) Mago; 13.º) Rey. Si un miembro llegaba al grado de sacerdote podía asumir los poderes del Estado y debía actuar en consecuencia.

Hoy es ampliamente aceptado que el sistema interno de los Illuminati de Baviera, copiaba las técnicas jesuíticas de espiar a otros miembros para probarlos y conocer sus debilidades. Denunciarse unos a otros era también otra técnica para asegurarse de que nadie del último escalafón de la orden trabajaría en contra de los demás. En muy poco tiempo, Weishaupt reclutó para su sociedad secreta, a las mejores cabezas de las finanzas, la industria, la educación y la literatura. Utilizó el soborno y el sexo para controlar a los que iban alcanzando posiciones superiores; posteriormente, el chantaje le garantizaba el mantenimiento de este control. En esta etapa, los Illuminati empiezan a utilizar a sus adeptos (los iniciados de grados superiores) como consejeros de políticos, pero siempre desde una posición discreta sin salir de su anonimato. De esta manera, las medidas adoptadas por aquellos beneficiaban a los Illuminati, que pretendían erradicar las condiciones sociales que fueran un obstáculo para conducir a los hombres hacía lo que consideraban su estado natural y de felicidad. Este «sueño» significaba eliminar a las monarquías y a la Igle-sia, por lo tanto la orden pronto tuvo enemigos muy poderosos.

Infiltraciones, expansión y ocaso de los Illuminati en Alemania

El «Nuevo Testamento de Satanás», que se trata en el capítulo 6, es un calco de la ideología de los Illuminati, cuyo gran objetivo era y sigue siendo crear un Nuevo Orden Mundial. Este plan exigía que el grupo se expandiera haciendo ostensible su presencia en otros lugares. En julio de 1782, varias logias masónicas se reunieron con un grupo dirigente de los Illuminati en el convento de Wilhelmsbad. Weishaupt, considerado su conocimiento y prestigio, aprovechó la ocasión para unificar y controlar todas las ramas europeas de la organización masónica. Hay que decir que sólo obtuvo un éxito parcial, ya que ni la Gran Logia de Inglaterra, ni el Gran Oriente de Francia, ni los teósofos del sueco Emmanuel Swedenborg le apoyaron. Frustrado por este resultado, uno de los seguidores más fieles de Weishaupt, el barón Von Knigge, dimitió, retirándose a Bremen, donde murió en 1796. El fundador de los Illuminati se sentía entre la espada y la pared; por una parte estaba acosado por los masones ingleses y por la otra, tuvo que soportar la traición de un tal Joseph Utzschneider, que, después de salirse de los Illuminati, envió un documento a la gran duquesa Maria Anna de Baviera, advirtiéndola de que los Illuminati eran responsables de organizar una conspiración, con el fin de extinguir el cristianismo y las monarquías europeas.

El resultado de esta grave denuncia fue que, en 1784, el elector de Baviera, el duque Karl Theodor Dalberg prohibió el establecimiento de cualquier sociedad, fraternidad o grupo secreto no autorizado. La situación se hizo tan delicada que, en palabras de Paul Koch, en su libro Illuminati:

Poco después, Weishaupt fue destituido de su cátedra y desterrado, aunque encontró refugio en la corte de uno de sus adeptos, el duque de Saxe, que le nombró consejero oficial y le encargó la educación de su hijo. El resto de los dirigentes de la orden se puso a salvo, refugiándose en la actividad de las logias masónicas europeas y americanas, antes de que, en mayo de 1785, comenzaran las persecuciones, detenciones y torturas de los miembros inferiores de la organización.

En julio del mismo annus horribilis, Weishaupt sufrió un serio revés del destino. Durante la noche de 10 de julio de 1785, el abad Lanz, enviado de Weishaupt, fue alcanzado por un rayo mientras galopaba en medio de una tormenta. Fue la gente del lugar quien encontró el cadáver y lo condujo a una capilla. Entre sus ropas encontraron documentos muy comprometedores para los Illuminati, como «El Nuevo Testamento de Satanás». Debido a este golpe de mala suerte, su conspiración a escala mundial se hizo pública, lo cual vino a marcar a esta sociedad secreta con un tinte de malditismo.

Al publicar los documentos de los Illuminati, el emperador Francisco de Austria supo que todas las monarquías estaban en el punto de mira y, especialmente, la francesa, encabezada por Luis XVI y su hija María Antonieta. Con el destierro de Weishaupt y la disolución de la orden, tanto Francisco de Austria como los reyes de Francia se sintieron a salvo, aunque la realidad era bien distinta.

Alianza con los saboteos

En ese mismo año crítico de 1785, los Illuminati, supuestamente desde la clandestinidad, tuvieron una reunión con los saboteos, creando una alianza que demostraría tener una influencia decisiva en la política mundial desde entonces hasta la actualidad. Pero ¿quiénes eran los saboteos? Este movimiento fue fundado a raíz de las enseñanzas del místico y Mesías judío, Shabbatai Zevi (1626-1676), nacido en la ciudad turca de Izmir (o Esmirna). El primer maestro de Shabbatai fue Isaac di Alba con quien estudió la cábala desde 1650. Seis años después, Shabbatai continuó sus estudios con R. Joseph Eskhapa, uno de los mejores cabalistas de entonces. Es muy probable que éste concediera a su alumno el título de hakham (sabio). Ya antes de 1648, Shabbatai había hecho gala de un comportamiento extraño por lo que se refiere a su desprecio de algunas leyes religiosas y a su proclamación como «Mesías». Tras ser expulsado de Izmir, viajó por Grecia, Tracia, Palestina y Egipto, entre 1651 y 1654. En 1665 conoció a Nathan de Gaza que le confirmó como Mesías, dando lugar a su proclamación oficial el 18 de junio de 1666, año que fue designado como el primero del milenio del Mesías Prometido. Pronto fue reconocido en Palestina y entre los países de la diáspora. Es importante decir que todo el mundo judío de 1665-1666 creyó que Shabbatai no era un mero profeta o maestro si no un Mesías y una encarnación de Dios.