Sociología de las organizaciones - Una visión latinoamericana

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Es evidente que los profesionales de hoy en día, han desplazado a sus antecesores: profetas, magos y sabios quienes basaban su autoridad en un conocimiento que manejaban como de su propiedad y de acceso restringido; el profesional actual, en contraste, maneja el conocimiento con una visión de sistema abierto, facilitando con ello la competencia entre ocupaciones/profesiones y la posibilidad de su desplazamiento, resultado del progreso del conocimiento mismo que lo hace fácilmente aplicable por otras sub-profesiones o incluso por el mismo cliente a quien sirve, la auto-medicación es muy claro ejemplo (Scott, 2008).

Sociología de la ciencia y la tecnología

Uno de los primeros estudiosos fue Robert K Merton (1973), estadounidense famoso también por sus estudios sobre el fenómeno burocrático y considerado padre de la técnica Focus Group. De cómo se genera el conocimiento denominado científico y quienes son los encargados de ello, sus métodos y medios de comunicación de sus hallazgos, así como las condiciones que lo favorecen o retardan su producción, fueron los motivos del trabajo pionero de Merton en materia de sociología de la ciencia y la tecnología, empresa que no ha sido fácil pues se trata de una auto-evaluación de la comunidad científica. Le sigue en importancia sobre este tema, el francés Bruno Latour quien ha producido varios textos, muchos de ellos originalmente en inglés, siendo uno de los primeros La ciencia en acción (1987) en cuya introducción el autor aclara que la sociología de la ciencia no debe ser confundida con la sociología de los científicos, sus carreras, sus recompensas, de sus maniobras, de sus pequeñas cocinas; tampoco debe pensarse, sigue diciendo Latour (1987) que la sociología de la ciencia, es el estudio del error que la ideología o los aspectos sociales introducen en la verdad científica. El interés de la sociología de la ciencia son los objetos que usa, los contenidos y las teorías en sí.

En La ciencia en acción, Latour logra un análisis muy real y crítico de la misma, demostrando como el contexto social y los contenidos técnicos son esenciales para una comprensión plena de la actividad científica. Enfatiza que a diferencia de la filosofía que es reflexiva, la ciencia sólo puede ser entendida mediante su práctica, por eso la ciencia en acción es el examen del rol de la literatura científica, las actividades del laboratorio, el contexto institucional de la ciencia en el mundo moderno (patentes, empresas, universidades) y los medios por los cuales los descubrimientos llegan a ser aceptados, dando como resultado una fotografía muy real de la ciencia, a tal grado que cambió nuestra concepción original de la generación del conocimiento científico como algo ordenado y aséptico.

En otro libro Latour (1993) fiel a su enfoque de observar la práctica de la ciencia, presenta una serie de casos de estudio destacando entre ellos un análisis histórico de los trabajos de Pasteur, el biólogo francés que descubrió los microbios y su método de eliminación denominado en su honor: pasteurizacion; Latour, estudiando el trabajo de Pasteur y sus seguidores desde 1870 hasta 1914, muestra como la bacteriología y la sociedad francesa se transforman de manera conjunta, al mostrar la resistencia de la iglesia por aceptar el descubrimiento por su relación con el infierno, su posterior aceptación y aplicación, dio lugar a una revolución en la medicina (higiene), pero también en la industria alimenticia (producción y consumo de lácteos) y finalmente en la ciencia misma, con el reconocimiento de la microbiología como un cuarto reino de la naturaleza. Los trabajos de Latour sobre Pasteur se publicaron originalmente en francés en 1984 con el título de Pasteur: guerra y paz con los microbios y se traducen al inglés en 1993 con el título La pasteurización de Francia.

iii) tercer grupo de especialidades

Sociología de las Finanzas

Los años recientes han sido testigo de un surgimiento de trabajos acerca del funcionamiento de las instituciones y los mercados financieros desde ópticas diferentes a la economía; las recientes crisis financieras globales ciertamente han contribuido a este interés, especialmente la de 2008, muy bien evidenciada por el premiado documental dirigido por Charles Ferguson: Inside Job (Trabajo Confidencial, se tituló en español). Es evidente que hay una hipertrofia del sector financiero especulativo como fuente de grandes riquezas sin vínculo con la producción, que grandes riquezas monetarias se han generado con la intermediación de las bolsas de valores, como también grandes derrumbes de precios y cotizaciones de los papeles que circulan en ellas han esfumado los ahorros de mucha gente.

Los Economistas Consternados (Les Economistes Atterrés, 2011) un grupo de economistas europeos cuyo pensamiento diverge con respecto a la lógica económica actual, se refiere a la financierización de las empresas, cuando éstas y sus directivos son presionados a otorgar un mayor peso a los intereses de los accionistas, —los fondos de pensiones entre ellos— para así obtener mayores utilidades, pagar mayores dividendos y elevar de la cotización de las acciones en la bolsa. La financierizacion de las empresas resulta evidente cuando las bolsas o mercado de valores, en vez de ser los medios para facilitar la creación y expansión de estas, vía suministro de capital diverso y barato, se convierten prácticamente en sus controladoras, cuyos agentes consideran a las empresas como partes de un “portafolio de actividades” sin advertir los profundos cambios en su gestión que le imprimen, sobre todo en la forma en que se reparte el valor que crean.

De la Garza (2006) bosqueja el origen de esta hipertrofia o financierización de la economía y las empresas, partiendo del principio de que hay o debiera haber una relación entre el valor de una acción y el de los activos de una empresa que coloca títulos en el mercado de valores, sin embargo, llega un momento en que las acciones parecen que tiene capacidad de reproducirse por sí mismas, porque su precio se eleva o disminuye por el juego de la oferta y la demanda como si fueran mercancías, cuando en realidad son “papeles”, surge entonces una especie de “fetichizacion” porque el valor de las acciones está impregnado de subjetividad y de relaciones de poder, por lo mismo se vuelven capital (riqueza) aunque su valor es de cambio, no como el capital físico (maquinaria y equipo) que tiene valor de uso.

Según de la Garza (2006), las crisis financieras no son tanto por separación excesiva entre el valor de los activos de las empresas y el precio de las acciones, sino por pánicos subjetivos motivados por factores aleatorios, que Taleb (2005) un ex-corredor de la Bolsa de New York, busca identificar y explicar, sin que lo logre del todo. Lo que es un hecho es que, la financierizacion de las empresas, genera efectos sociales perversos como cuando las personas ganan más en una inversión financiera especulativa, que en una inversión productiva y se omite que una parte importante de la acumulación de capital o riqueza se ha desprendido del trabajo como actividad material.

Bajo esta óptica los sociólogos de las finanzas estudian las instituciones financieras modernas, los tipos de actores involucrados en las transacciones de esta naturaleza, específicamente las bolsas de valores, las casas de bolsa, las agencias calificadoras, las tecnologías que facilitan las operaciones y en general, el rol de la economía financiera en la riqueza de las empresas y naciones. Knorr-Cetina y Preda (2006 y 2012) los pioneros en el tema se proponen en su más reciente trabajo, llevar al cabo un análisis del sistema financiero actual, que data de 1980, formulando las preguntas siguientes: ¿Cuándo se plantaron las semillas del sistema financiero actual y como llegó a tener la gran influencia que tiene? ¿Facilitaron los gobiernos este desarrollo? ¿Qué teorías económicas sustentan e impulsan la expansión del sistema financiero? ¿Qué rol juegan en las transacciones financieras, variables sociales tan importantes como la confianza? ¿Emergen tipos específicos de finanzas en culturas especificas? Desde las ópticas empírica, sociológica y cultural, ¿Qué es un mercado financiero? Coordinando un grupo de autores de procedencia europea, estadounidense y asiática, Knorr-Cetina y Preda, revisan una variedad de temas relativos al rol de las finanzas en un mundo globalizado y su desarrollo histórico, buscando dar respuesta a las preguntas antes citadas. En México, Escalante (2016) ha señalado otras consecuencias de esta forma de pensar la economía que inexplicablemente se normaliza con su enseñanza en las universidades.

Sociología del trabajo

Esta especialidad adquiere una gran fuerza y legitimidad, al publicarse en Francia en 1961 el Tratado de Sociología del Trabajo de Friedmann y Naville (1963), en la cual se resalta la importancia del trabajo en la sociedad moderna. En sus dos tomos, los autores de esta obra fundacional concentran los trabajos de otros sociólogos que más tarde adquirirían brillo propio, como Michel Crozier y Alain Touraine. Posteriormente, en el año 2000, Enrique de la Garza, profesor de la Universidad Autónoma de Metropolitana de la CDMX, coordinó la publicación del Tratado de Latinoamericano de Sociología del Trabajo, que agrupa trabajos empíricos de buena parte de los especialistas de este campo en la región. El mismo autor, en 2006, complementa y actualiza el Tratado al publicar: Teorías Sociales y Estudios del Trabajo: nuevos enfoques, ofreciendo una nueva oleada de visiones teóricas y trabajos empíricos sobre el tema, realizados en la América Latina por un nutrido grupo de autores.

La sociología del trabajo se concentra en el estudio, en sus diversos aspectos, de todas las colectividades humanas que se constituyen con motivo del trabajo. La definición de trabajo es un punto fundamental: es la acción humana, pero con algún grado de obligatoriedad, sea de naturaleza externa o interna; la influencia interna puede provenir de una disciplina libremente consentida, como es la del artista que realiza una obra de gran aliento, sin ser presionado por la necesidad, como cuando Marcel Proust, escribió En busca del Tiempo Perdido, gozando de holgura económica; la influencia seria externa, como cuando Balzac presionado por sus acreedores escribió La Comedia Humana; ambos escritores, gloria de las letras francesas, fueron trabajadores de la literatura. En resumen, cualquier actividad, incluso la creativa, es trabajo en la medida que implica una obligación, se distingue de la acción libre de cualquier presión, como sería la lectura o cualquier pasatiempo. (Friedmann y Naville, 1963).

 

Para de la Garza (2006) el trabajo puede entenderse como la transformación de un objeto como resultado de la actividad humana. Esta actividad no es aislada, sino que implica cierta interacción con otros individuos y como resultado de esta, el individuo se transforma, porque el trabajo implica cierto nivel de conciencia, en cuanto a las metas, la manera de lograrlas y los resultados. Este nivel de conciencia es el que se erosiona con la rutina proveniente de una excesiva división técnica del trabajo, típica del trabajo asalariado; el contraste es claro entre un productor independiente y un trabajador asalariado, el primero vende su producto por un precio y conserva su personalidad; un asalariado en cambio, al no identificar el fruto de su trabajo por estar muy dividido, prácticamente se vende a sí mismo, pierde su dignidad como persona y se convierte en un esclavo del salario. Para Chomsky (2017), los trabajadores hacen huelga no solo para conseguir pan sino también rosas, es decir, por su dignidad y su independencia, por sus derechos como hombres y mujeres libres.

Pero el concepto de trabajo va más allá del asalariado, incluye el no-remunerado como el doméstico y cualquier forma de colaboración obligada como las de naturaleza espiritual, familiar y asistencial. La sociología también amplía su campo para incluir el no-trabajo, esto es actividades de ocio, diversión y de superación, en el caso de los trabajadores activos, incluyendo estudios sobre los inactivos por desempleo, incapacidad o jubilación. Recientemente se ha puesto interés en las formas precarias de trabajo como el informal, el temporal, el creativo, el subcontratado, el que realizan los migrantes indocumentados, etc.

Los mas recientes estudios empíricos de la sociología del trabajo para la América Latina (AL de aquí en adelante) se sintetizan como sigue (de la Garza, 2006):

•Implantación de nuevas tecnologías en empresas. Se constata que las nuevas tecnologías de producción, como robotización y procesos controlados por computadoras, están presentes en la industria y en sectores avanzados como la banca y las telecomunicaciones, pero se trata de un número reducido de empresas, casi siempre de tamaño grande y cuya producción se dirige al mercado externo. El hallazgo cuestiona la idea de que, en AL, se concentran los procesos que insumen mucha mano de obra, sugiriendo la idea de que los costos de transporte, de energía, los impuestos, etc. se ponderan junto con los de la mano de obra, para decidir la localización de las plantas.

•Nuevas formas de organización del trabajo (NFOT). Agrupando bajo este rubro a técnicas diversas de organización y gestión tales como: calidad total, equipos de trabajo, justo a tiempo, re-ingeniería, gestión por procesos, etc. resulta interesante hacer notar que las investigaciones empíricas sobre este tema en AL, reportan que, como las nuevas tecnologías de producción, las NFOT están presentes pero de manera selectiva (en empresas grandes y orientadas a la exportación) e incompleta, más aún, su adopción no va asociada a las nuevas tecnologías, como la teoría anticipaba.

•Flexibilidad del trabajo. Es un tema con varios ángulos de aplicación, todos ellos ligados a la productividad y al salario, a saber: i) flexibilidad laboral: implica contratar sin el derecho a beneficios por antigüedad y estabilidad laboral, pero asociada a un aumento salarial y compensaciones por la productividad lograda más allá de cierta meta. ii) flexibilidad en la tarea o polivalencia: los trabajadores no tienen definido un puesto o un grupo de tareas especializadas, más bien están en disponibilidad de realizar una gama extensa de ellas; y iii) flexibilidad en el horario, es decir, no se tiene horas fijas de entrada y salida en el lugar de trabajo, pero sí la obligación de acumular cierto número de horas a la semana o entregar un volumen de trabajo determinado. Los estudios empíricos sobre la adopción de la flexibilidad y sus impactos son dispersos y no concluyentes, adicionalmente, su escasa difusión se explica por las modificaciones legales aún pendientes, como es el caso de México, por la resistencia de los obreros a que una flexibilización tenga como consecuencia una precarización del trabajo.

•Encadenamientos productivos y redes de empresas. Este tema, muy influenciado por las teorías de la organización y la gestión, aun cuando consideran a diversos agentes interactuando, tienen como unidad de análisis a la empresa y ponen sus intereses como centrales. Sobre el punto, la sociología del trabajo ha realizado estudios sobre las consecuencias de la subcontratación (“out-sourcing”) y la precarización del trabajo.

Para finalizar este punto y antes de pasar al abordaje de la sociología de las organizaciones y la de la empresa, resulta interesante señalar la interrelación de la sociología del trabajo con ellas. Al concentrarse en el estudio de la conducta social que tiene su origen en el proceso productivo, la sociología del trabajo tiene una importante área de traslape con la de las organizaciones, pero va más allá cuando, como antes se comentó, al incluir aspectos vinculados al trabajo, pero ubicados más allá del espacio organizacional, como la familia obrera, las organizaciones laborales, las formas de ocio y diversión de los trabajadores, etc. así como el trabajo no remunerado y el informal. (ver figura 1-2)

Figura 1-2: Traslape de dominios sociológicos Fuente: propia

La sociología de las organizaciones por su parte se constriñe al espacio de la organización, pero su estudio no se reduce a los trabajadores y sus vínculos, incluye también a los empleados y directivos, así como a los proveedores y a los consumidores —en cuanto a sus relaciones interesadas con la organización— y los impactos sociales y ambientales de la propia organización. La sociología de la empresa, por su parte, es un tema particular de la de las organizaciones (ver Figura 1- 2) desde el momento que la empresa, especialmente la mercantil, es un tipo particular de organización, pero de mucho interés en las economías de mercado.

La sociología de las organizaciones

Desde hace varios años se acepta que todo proceso social o bien tiene su origen en la organización formal o está fuertemente mediado por ella, porque vivimos en una sociedad organizacional y nuestra conducta está asociada a colectividades, por tal motivo, el estudio de la organización está en el núcleo de las ciencias sociales. Actualmente se ven a las organizaciones como elementos importantes en la explicación en áreas claves de la sociología tales como: estratificación, procesos políticos, sicología social, movimientos sociales, cambio social, etc.

El peso de las organizaciones en la sociedad ha impuesto un tema para la sociología que es dilucidar si este gran invento de la sociedad moderna y su proliferación, que suple a la familia y al Estado en el suministro de ciertos bienes y servicios, ha valido la pena por sus beneficios sociales o, por lo contrario, se ha convertido en fuente de poder que rebasan al Estado y ponen en peligro la convivencia y el bien común. Cobra relevancia el debate, a raíz que muchos países han concedido el estatus de persona a las organizaciones, engendrando con ello a personas ficticias2 con todos los derechos de las personas físicas, pero sin toda la gama de obligaciones (Searle,2014).

La sociología de la organización, según Bernoux (2009), parte de la pregunta general ¿cómo explicar el comportamiento de los individuos y los grupos en el seno de las organizaciones? poniendo el método como algo crucial, mientras que otros autores (Mayntz,1972; Perrow,1991) le atribuyen como propósito el análisis de las organizaciones y su impacto individual y social, específicamente en cuanto a:

i)sus formas de interacción social: es decir si el ingreso, permanencia y relación de la gente con ellas es voluntaria, es de cooperación interesada, es por la fuerza, etc.

ii)su estructuración, es decir: la manera en que impone un orden en su interior para lograr la cooperación.

iii)su gobierno y sus fines, es decir, quién define y cómo maniobra para lograr los fines organizacionales.

iv)sus procesos internos, es decir, la toma de decisiones, el manejo del conflicto, etc. y

v)sus relaciones con el medio circundante, es decir ¿en qué medida la organización es económica, social y ambientalmente responsable en cuanto a la definición de sus propios fines y los métodos que usa para lograrlos?

El análisis sociológico de las organizaciones es una forma científica y crítica de describir el fenómeno y examinar sus impactos, tiene una gran diferencia con la gestión de las organizaciones o “management” que busca prescribir como se deben conducir o estructurar3, en función al interés de quienes controlan la organización. Por el contrario, la sociología de las organizaciones tiene un gran traslape con la teoría de la organización, esta última, además de la visión sociológica, busca incorporar los aportes de la antropología, la psicología, la matemática, la teoría de sistemas, etc. en la descripción y explicación del funcionamiento y forma de las organizaciones.

A continuación, se dan a conocer los orígenes de los desarrollos y aportes fundamentales de la sociología de las organizaciones y sus autores; el tiempo y el lugar, en buena medida explican la esencia de sus contribuciones:

•Alemania: Max Weber (1864-1920) gran estudioso de la economía y la sociedad en la modernidad fue el primero en hacer notar la emergencia de la burocracia como una forma de organizar, técnicamente superior a las anteriores, la cual pronto es adoptada por las grandes empresas. Weber es considerado el fundador de la sociología de la organización mientras que su discípulo Robert Michels (1876-1936) al realizar un análisis sociológico sobre un partido político alemán y contra lo esperado, concluye que la democracia organizacional es una imposibilidad en la burocracia, sellando su hallazgo con la frase: la ley de hierro de la oligarquía, que lo inmortaliza. Actualmente, Renate Mayntz es de las pocas mujeres estudiosas de sociología de las organizaciones que tiene un texto específico sobre el tema (1972).

•Francia: de la sociología del trabajo se desprende de manera natural la de las organizaciones, su autor más notable es Michel Crozier (1922-2012) siendo El fenómeno Burocrático (1963) su primer libro sobre el tema, pero será en El actor y el sistema (1977) —escrito junto con Erhard Friedberg— en el que fundamentará su método denominado análisis estratégico centrado en el poder y en la consideración clave: de que los individuos son inteligentes y reaccionan ante cualquier restricción a su libertad. La línea de Crozier ha sido continuada y ampliada por Bernoux (2009) y su grupo (Ambalard, Bernoux, et al 2005), cuyos textos incluyen casos concretos de intervención en empresas y organismos.

•España: El sociólogo de mayor reconocimiento en la actualidad es Antonio Lucas Marín quien transita de la organización a la empresa (1994), su último trabajo es junto con Garcia-Ruiz (2002). En el mismo sentido esta el trabajo de Alonso y Fernandez-Rodriguez (2018).

•Estados Unidos: el interés por el análisis sociológico de las organizaciones inicia con Talcott Parsons (1902-1979) quien las ubica claramente como elementos clave en el funcionamiento del Sistema Social, que era el principal propósito de su obra (1952). Parsons había estudiado en Alemania y tradujo la obra de Weber al inglés y se dice que de manera deliberada tradujo dominación como autoridad buscando eliminar la noción de conflicto que Weber concedia al termino dominación, a esta traducción se le denomina la parsonizacion de Weber (Clegg,Courpasson y Philllips, 2006). Posteriormente, la sociología de la organización se confunde con la teoría de la organización, una muestra de este traslape, son los trabajos de Merton et al (1952), Selznick (1952), Gouldner (1954) y Whyte Jr (1961), entre otros, que buscan develar los impactos de las organizaciones burocráticas —que se presume racionales y eficientes— en el individuo y la sociedad. Mención aparte merece Mayo (1945) fundador de la corriente de las relaciones humanas en las organizaciones, que se estudiara con más detalle en el capítulo 4. Textos específicos de Sociología de la Organización son los de Perrow (1991) y Etzioni (1964), este último, aunque de origen alemán, hizo la mayor parte de su carrera en los Estados Unidos.

 

•América Latina: como en los Estados Unidos, tampoco hay una clara frontera entre la sociología y la teoría de la organización. Con justicia podría señalarse al argentino Bernardo Kliksberg como el pionero en el tema por sus dos tomos sobre El Pensamiento Organizativo (1975). Esta revisión crítica de la corriente principal en ese tiempo, es el preámbulo para sus subsiguientes trabajos que hasta la fecha fluyen, que insisten en la necesidad de lograr una gestión social de las organizaciones latinoamericanas; vale la pena comentar un trabajo previo de Kliksberg (1973) que reúne textos propios y de Michel Crozier, Georges Friedmann y Paul Fraisse, revisando la pertinencia de la burocracia, las relaciones humanas y el marketing, cuestionando su supuesta universalidad y rechazando su exposición ahistórica, para la época era algo insólito. En México, dos profesores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM): Eduardo Ibarra y Luis Montaño (1984) publican Mito y poder en las organizaciones, después de vencer la férrea resistencia de las autoridades universitarias por la orientación critica de su contenido. La segunda parte de ese libro está dedicado a la Sociología de la Organización. Tiempo después (1995) en la UAM se inaugura el primer Programa de Doctorado en Estudios Organizacionales, dando con ello un impulso definitivo y sostenido al análisis sociológico de las organizaciones.

Definición, diversidad y diferenciación de las organizaciones

Las organizaciones son sistemas sociales de acción colectiva orientadas hacia el logro de fines concretos (Mayntz, 1972), esta definición se complementa con los siguientes rasgos indispensables:

1.Cuentan con reconocimiento legal que brinda permanencia y legitimidad al sistema social y con ello se distingue de la acción colectiva efímera como la protesta callejera.

2.Muestran una mínima estructuración u orden interno que divide el trabajo y asegura regularidad en las conductas, y

3.Tiene una coordinación consciente, ejercida por un grupo que tiene por responsabilidad la fijación de metas y el logro de estas.

De esta manera nuestro objeto de estudio se concentra en lo formal y legal, eliminando a la delincuencia, al mitin callejero y a otras colectividades efímeras y fluidas, como las sectas o los movimientos terroristas, no porque no posean importancia, sino porque aún no se cuenta con las teorías y métodos adecuados para abordarlos. De cualquier manera, es evidente que existe una gran diversidad y diferenciación de organizaciones las cuales se pueden distinguir en función a una tipología basada en dos ejes principales:

•Objetivos primarios: i) Realización Social, que es el caso de los Organismos) y ii) Realización económica que es el caso de las Empresas Mercantiles) y

•Propiedad: iii) publica, iv) privada y v) social,

de esta manera se distinguen seis posibles especies de organizaciones, tal como se muestra en el Cuadro 1.1.

Cuadro 1-1: La diversidad de las organizaciones y su propiedad


Objetivos primariosPropiedad publicaPropiedad privadaPropiedad socialobservaciones
Realización social:OrganismosFundacionesSindicatosPartidos PolíticosAsociaciones Voluntarias (ONG y Clubes)Los Hospitales, Universidades,Museos, Empresas Creativas y Culturales y Centros de Investigación Científica, pueden ser de propiedad pública, privada, social o púbico-privado.Las cárceles pueden ser públicas o privadas.Las Iglesias* pueden ser de propiedad privada o social.
Realización económica:Empresas mercantiles(2)(3)cooperativasLos bancos pueden ser de propiedad privada o pública.

Fuente: propia; (1) La mayor parte de los organismos son públicos. (2) Las empresas públicas son escasas, en México serian Pemex y CFE aun considerando su nuevo estatuto jurídico: Empresas Productivas del Estado. (3) La mayor parte de las empresas mercantiles son privadas. (*) Las Iglesias en la antigüedad, por el poder que acumulaban, se confundían con el Gobierno, pero en la modernidad tienen más rasgos de organización, aun así, su gran tamaño y poder espiritual las vuelve muy complejas y difíciles de tipificar, incluso algunas llegan a poseer empresas mercantiles.

Pocos de los seis posibles tipos de organización del Cuadro 1-1 están claramente asociados con una “especie” de organización conocida, por ejemplo, fundaciones y sindicatos son típicamente organismos de propiedad privada, mientras que las cooperativas son empresas de propiedad social; otras no tienen esa clara asociación con un tipo de propiedad, tal como se indica en la columna observaciones del cuadro antes citado. No obstante, la tipología anterior deja al descubierto las bases de la diversidad organizacional y anticipa como cada tipo de organización demanda formas diferentes de estructuración y gestión.

Por ejemplo, en cuanto a participación de la gente: la universidad es muy diferente de la empresa mercantil, esta última es autócrata es decir los propietarios mandan, mientras que la primera es más abierta a la participación de sus miembros en su gobierno y gestión. Las cooperativas son democráticas en su conducción y gobierno, cada miembro es un voto en la asamblea, su máximo órgano, mientras que, las empresas mercantiles son plutocráticas, pues los votos dependen de la propiedad, a mayor propiedad más votos. En cuanto a estructura, las empresas creativas-culturales, como se verá en el capitulo 8, tienen una parte con estructuras flexible donde los creadores trabajan con libertad y una parte rígida y burocrática donde están los administradores sujetos a reglas y normas. La orquesta sinfónica o la compañía de opera son ejemplos.

La prisión, los hospitales psiquiátricos y los campos de concentración de migrantes, contrastan con la empresa mercantil en cuanto el acceso a ella, en la en las primeras, el ingreso y permanencia es contra la voluntad de las personas, mientras que en la empresa mercantil los empleados y consumidores son más libres de interactuar con ella. A las organizaciones en las que la gente permanece contra su voluntad, se les denomina instituciones totales, término acuñado por el sociólogo canadiense Irving Goffman (Clegg, Courpasson y Philips, 2006) para referirse a ciertas organizaciones que cuentan con poder concentrado que al rodear completamente a la persona le impiden escapar, señalando que las instituciones totales son sólo un caso extremo de lo que sucede en las organizaciones normales en materia de poder e influencia.

Otra forma de vislumbrar la diversidad es la indicada por Scott y Davis (2007) y sus tres modelos alternativos para concebir, armar y conducir a las organizaciones, a saber: i) sistemas racionales, ii) sistemas naturales, o iii) sistemas abiertos:

i)Sistemas racionales: la conducta de la organización y sus participantes es vista como acciones coordinadas y ejecutadas por agentes conscientes de los objetivos de la organización y dotados de normas y políticas de actuación fruto de un proceso de formalización constante. El lenguaje empleado está cargado con términos tales como información, conocimiento, eficiencia, optimización, etc. proyectando la idea del cálculo racional como base de las decisiones y acciones dirigidas al logro de objetivos claros, que una vez tomadas son implementadas bajo la guía de una jerarquía y procedimientos establecidos. La metáfora que subyace a este modelo es la máquina.