Bosnia y Herzegovina

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En 1699, Bosnia se convierte en la provincia más occidental del imperio, declarada legalmente por el tratado de Karlowitz. Sin embargo, los peligros son constantes. El príncipe Eugenio de Saboya, del imperio austrohúngaro, ya tiene la vista puesta en Bosnia. En la década de 1690, invade buena parte del país, obligando al sultán a abandonar la capital, Sarajevo, en 1699, para establecer su residencia en Travnik, que también está entre los objetivos del príncipe.

Sin embargo, los siglos XVIII y, especialmente, XIX suponen el debilitamiento del poder otomano. Significativos retrocesos y revueltas empiezan a socavar los cimientos del imperio. La primera gran revuelta campesina se produce en 1831. La nobleza, hasta entonces protegida, ve amenazados sus privilegios mientras que los campesinos, abrumados por las cargas, se organizan. Herzegovina, hambrienta, se levanta en 1875. Y la revuelta se extiene rápidamente al resto de Bosnia, hecho que los serbios y montenegrinos, sus vecinos, apoyados por los rusos, aprovechan para declarar la guerra a los otomanos. Esta revuelta durará tres años. La Revolución francesa ha calado y el concepto de Estado-nación avanza en los Balcanes. Derrotados, los otomanos deben negociar, porque las guerras de Crimea los debilitan, lo que los rusos aprovechan para consolidar sus posiciones en Serbia y Montenegro.

1878: Durante esta época turbulenta, Austria-Hungría, que ya ha penetrado varias veces en Bosnia y que está en Croacia desde hace mucho tiempo, toma el control administrativo de Bosnia y Herzegovina después del Congreso de Berlín en julio de 1878. El Congreso de Berlín no se limita a Bosnia, ni mucho menos. De hecho, con las revueltas de 1875 comienza la gran crisis oriental que se extiende desde Croacia hasta Rusia. En cualquier caso, Austria-Hungría administra Bosnia y extiende de inmediato su influencia a todos los ámbitos, aun cuando el país permanece bajo la soberanía del sultán. En 1882 se instala un gobierno civil liderado por el húngaro Kallay.

Del dominio austrohúngaro a la Primera Guerra Mundial: de 1878 a 1918

Se crea un estatuto especial de «Corpus separatum», que significa que Bosnia no pertenece ni a Austria ni a Hungría. Aún así, se realizan grandes inversiones en la economía, administración y transformación de las ciudades, con la aportación de las técnicas de la revolución industrial. Esto no evita las reivindicaciones nacionalistas, apoyadas por las potencias extranjeras hostiles a Austria-Hungría. Para protegerse, el Imperio se anexiona Bosnia y Herzegovina en 1908, lo que no supone ningún cambio para sus habitantes, pero impide la reclamación de esta por parte de los serbios y el Imperio otomano. En 1910, la provincia establece su propio Parlamento en el que están representados todos sus pueblos constituyentes. Al mismo tiempo, los intelectuales croatas desarrollan la idea de un Estado independiente que reúna a todos los eslavos del sur. —Que es precisamente lo que significa «Yugoslavia» —. Es la aparición de esta idea la que marcará los Balcanes del siglo XX.

28 de junio de 1914: el príncipe heredero Francisco Fernando, que ha caído en desgracia en la corte, se encuentra en Sarajevo. Un joven serbio, miembro del movimiento nacionalista serbio Mano Negra, asesina al archiduque. Su objetivo es volver a unir Bosnia a Serbia. Austria declara entonces la guerra a Serbia. El juego de las alianzas hace el resto; Alemania apoya a Austria contra Rusia, Francia se moviliza contra Alemania: es el comienzo de la Primera Guerra Mundial.

Los bosnios siguen siendo leales a Austria, aunque algunos musulmanes están al servicio de los serbios. En Bosnia, son los bosnio-serbios quienes pagan el precio más alto. Durante el conflicto se entablan contactos entre los nacionalistas eslavos del sur y, en 1917, la Declaración de Corfú sienta las bases de un Estado que los reúne a todos.

Del reino de Yugoslavia a la Segunda Guerra Mundial: de 1918 a 1945


Del reino de Yugoslavia a la Segunda Guerra Mundial: de 1918 a 1945 - Monumento dedicado a la Segunda Guerra Mundial en el parque nacional de Sutjeska.

© Dinosmichail – iStockphoto

El 1 de diciembre de 1918, cuando el Imperio austrohúngaro desaparece, Bosnia y Herzegovina se integra en el nuevo reino independiente de los serbios, croatas y eslovenos, cuyo acto fundador había sido firmado por el gobierno serbio en el exilio, los nacionalistas croatas, eslovenos y montenegrinos. El Tratado de Versalles de 1919 separa definitivamente el país del Imperio de los Habsburgo. Pero no todo comienza tan bien. En noviembre de 1918, los serbios regresan a Bosnia para tomar represalias contra los musulmanes. El 28 de junio de 1921, el parlamento del reino decide, a petición de los serbios, establecer un estado centralizado. Los croatas y eslovenos están en contra. Sin embargo, el país se rebautiza en 1929 como «Reino de Yugoslavia», el reino de los eslavos del sur. Un rey serbio, Pedro I, consigue plenos poderes. La iniciativa inicial, encaminada a crear un estado multiétnico, beneficia a los serbios. Estos, más fuertes económicamente y más numerosos, provocan el resentimiento de los croatas y entre las dos guerras aumentan los sentimientos nacionalistas de todas las partes implicadas. Los extremistas croatas celebran alianzas con los fascistas italianos y alemanes y crean una sociedad secreta llamada «Ustasha». La monarquía se convierte en dictadura. Al mismo tiempo, los musulmanes bosnios, liderados por Mehmed Spaho, se ponen mayoritariamente de parte de los croatas.

1939 y la Segunda Guerra Mundial: l alcanzan un acuerdo asignando parte de Bosnia al banland de Croacia. En 1941, los ustashis croatas de Ante Pavelić se anexionan Bosnia sin más, que se convierte así en provincia de Croacia y se encuentra dividida en dos zonas de ocupación: la alemana y la italiana. Esos mismos ustashis asesinan a muchos serbios en campos de exterminio. La comunidad judía no escapa a la persecución. Esta violencia es tan grave que surgen dos movimientos: los chetniks y los partisanos. En un primer momento, los chetniks son reconocidos como el gobierno yugoslavo en el exilio. Después, los aliados optan por ayudar a los partisanos comunistas y a su líder, un tal Josip Broz, a quien llaman Tito. Acaba de nacer el mito. Durante el conflicto, el papel de los bosnomusulmanes es complejo: una parte considerable combate con los ustashis croatas, aunque la mayoría elige aliarse con Tito y sus grupos de resistencia «multiétnicos».

La República Federativa Socialista de Yugoslavia: de 1945 a 1992

1945, la segunda Yugoslavia. A iniciativa del Consejo de la Resistencia, en noviembre de 1943 nace la República Federativa Socialista de Yugoslavia. Está integrada por las seis repúblicas constitutivas, entre ellas Bosnia y Herzegovina. Tito toma la delantera. Es un comunista, en la línea de la URSS, aunque se desmarcará más tarde de esta para fundar el movimiento de los no alineados. La guerra civil mundial entre partidarios de los ustashis y chetniks y la persecución nazi costó un millón de vidas. La doctrina del nuevo estado se convierte en «la heroica lucha del pueblo yugoslavo contra el fascismo». Los odios, rivalidades y atrocidades cometidas por unos y otros desaparecen de los libros y de los discursos oficiales. La paz durará cuarenta y cinco años.

Se ponen en marcha a lo largo de los años, una economía y sistema político comunistas más flexibles y abiertos que los demás regímenes comunistas del mundo.

Se puede entrar y salir de Yugoslavia libremente.

1968 se reconoce la identidad bosníaca (musulmanes), así como la identidad serbia y croata. La nacionalidad musulmana no implica necesariamente ser musulmán, es una identidad nacional.

1974 se aprueba una nueva Constitución y una nueva organización política en Bosnia: para poner en igualdad de condiciones a los tres componentes de la República de Bosnia, Tito crea una presidencia tripartita que representa a los serbios, croatas y bosníacos. Cada comunidad es entonces parte del «pueblo constituyente» de Bosnia y Herzegovina. Tito muere en 1980 y, en 1985, empiezan las tensiones dentro de la Federación yugoslava.

En enero de 1990, el XIV Congreso de la Liga Comunista abolió el papel dirigente del partido en Yugoslavia y permitió la celebración de elecciones multipartidistas, las primeras desde 1945. Surge nmediatamente una multitud de partidos, muchos de ellos nacionalistas. En Bosnia, las elecciones parlamentarias de noviembre de 1990 permiten la aparición del SDA bosníaco, el SDS serbio y el HDZ croata, todos nacionalistas. Ganan los siete escaños de la Presidencia colegiada y Alija Izetbegović, fundador del SDA musulmán, toma la delantera del nuevo gobierno. No es un desconocido; se trata de un exactivista encarcelado dos veces por sus postulados nacionalistas.

 

Las cosas se precipitan en 1991. En junio, Croacia y Eslovenia abandonan la Federación y declaran su independencia. Solo Serbia desea mantener la Federación yugoslava. Ante la inminente desintegración de Yugoslavia, los serbios de Bosnia forman regiones autónomas serbias (RAS) que las autoridades locales se niegan a reconocer. Estallan los conflictos: la JNA, el ejército federal yugoslavo, superado numéricamente por los serbios, controla Móstar por poco tiempo.

A nivel gubernamental, las negociaciones están estancadas. Los bosnioserbios ahondan en su oposición creando una asamblea serbia en la República de Bosnia y Herzegovina y celebran un referéndum para mantener la Federación. La mayoría lo aprueba.

Minorías en Bosnia

Durante mucho tiempo, otras comunidades han venido a establecerse en Bosnia. Quizás la más importante sea la de los judíos y, en particular, la de los judíos sefardíes que huían de la Inquisición española. Desde el siglo XVI salen de España a Italia, Alemania África y algunos de ellos a la Dalmacia croata. En contacto con los musulmanes de Bosnia y ante su acogida, deciden instalarse aquí. Los otomanos aceptan cualquier otra religión monoteísta y permiten a los judíos preservar su cultura y religión. La comunidad se instala en Sarajevo, pero también en Móstar, Tuzla y Zenica.

Los judíos se integran entonces en el mosaico bosnio y prosperan hasta las dos guerras mundiales que, en particular la segunda, son tan crueles con ellos como en otros lugares de Europa. Fueron deportados 14.000 judíos de Bosnia. Hoy no son más de unos cientos en el país.

Los húngaros, muy integrados, son bastante numerosos. Su presencia procede del dominio del reino de Hungría en la Edad Media en Croacia, pero también en Bosnia, en tiempo de los bans. El imperio austrohúngaro, más tarde, también tiene que ver para algunos con su presencia constante en Bosnia.

Los gitanos, mal integrados, como en otros lugares de Europa, tendrán el mismo camino que los de Rumanía. Muchos menos desde la Segunda Guerra Mundial, cuando fueron deportados por los nazis, sobreviven alrededor de las ciudades. En los años 1950, lejos de otras comunidades, vivían con sus costumbres en pueblos aislados. Ajenos al último conflicto, su situación ha empeorado aún más desde la caída del comunismo. Ausente de toda vida social, es difícil estimar la importancia de esta comunidad, pero podría llegar a varias decenas de miles de personas.

El estallido de Yugoslavia y la guerra: de 1992 a 1996

El 1 de marzo de 1992 es la fecha designada por el estado para celebrar un referéndum abierto a todos los grupos étnicos. Los serbios lo boicotean ampliamente y proponen la independencia. El «sí» obtiene un 62%. Por lo tanto, lo inevitable está en marcha. Milicias y grupos paramilitares se están formando sobre las ruinas del ejército yugoslavo, la JNA.

A principios de abril de 1992 comienzan los primeros combates esporádicos en los suburbios de Sarajevo. El 6 de abril, día que Bosnia y Herzegovina se declara independiente y es reconocida por la comunidad internacional, comienza el asedio a la ciudad. La guerra de Bosnia será terrible: los tres componentes del conflicto se destrozan; los serbios contra los musulmanes (y viceversa), los musulmanes contra los croatas (y viceversa), los croatas contra los serbios (y viceversa). Habrá 100.000 muertos y dos millones de desplazados, es decir, la mitad de la población del país. Las Naciones Unidas, la OTAN, Europa, todos se implican para intentar detener este conflicto con más o menos voluntad.

Finalmente, el 21 de noviembre de 1995, los acuerdos de Dayton, firmados en París en diciembre, ponen fin a una guerra de casi cuatro años. El país está completamente arruinado. Las fronteras exteriores están protegidas y el país está dividido en dos entidades con una amplia autonomía. La Federación croatomusulmana posee el 51% del territorio y la Republika Srpska (Serbia) el 49%. Cada entidad tiene su gobierno, su ejército, su policía, su sistema educativo, etc. Ambos están encabezados por una presidencia colegiada, como antes, pero con las competencias extraordinariamente reducidas. Aún así, tanto unos como otros son controlados por la OAR (Office of the High Representative), el órgano creado por las Naciones Unidas y encargado de la implementación del componente civil de los acuerdos de Dayton, cuyo mandato no tiene fecha límite. La OAR tiene además la facultad de derogar las leyes votadas que no le convienen, así como de destituir a cualquier político de sus funciones.

Reconstrucción de Bosnia y Herzegovina: de 1996 hasta nuestros días

Desde 1996, el país se ha ido reconstruyendo ayudado por la comunidad internacional, que ha aportado hasta ahora unos seis mil millones de dólares. Las tensiones se atenúan y el PIB, aunque no ha recuperado el nivel que tenía en 1991, aumenta cada año.

En 2002, Bosnia y Herzegovina se une al Consejo de Europa para convertirse en su 44º miembro. En enero de 2003, la Unión Europea reemplaza a las Naciones Unidas en la gestión de la fuerza policial internacional. En diciembre de 2004, la SFOR, la fuerza de estabilización (militar), es sustituida por la EUFOR, la fuerza europea que reemplaza a la OTAN. Desde entonces, su personal ha descendido a 600 hombres. En diciembre de 2006, el país se adhiere a la Asociación para la Paz de la OTAN, antesala de la adhesión propiamente dicha.

El genocidio de Srebrenica sigue estando muy presente. La detención de Radovan Karažić (líder de los serbios de Bosnia) en 2008 y de Radko Mladić (jefe militar de los serbios de Bosnia) en 2011 permite constituir una nueva etapa en el proceso de duelo de las familias bosnias. Radovan Karažić fue condenado en 2016 a cuarenta años de cárcel y, un año después, Radko Mladić fue condenado a cadena perpetua.

En octubre de 2014, el Partido Socialdemócrata, en el poder desde 2010, se derrumba. Sin embargo, el sistema político complejo garantiza a todos los partidos que al menos estarán en el poder de alguna de las instituciones políticas del país…

Política y economía

Política

Estructura estatal

Bosnia y Herzegovina es un régimen de tipo presidencial y parlamentario, constitucional, pero con dos grandes singularidades: una presidencia tripartita y dos entidades autónomas que podrían compararse con una federación de dos estados. Los acuerdos de Dayton de 1995 alteraron profundamente la organización del país.

Partiendo desde arriba, encontramos:

El poder ejecutivo. Una presidencia, elegida por sufragio universal, de cuatro años (desde 2002). Su singularidad, desde la Constitución de 1974, es ser colegiada y rotatoria para respetar la representación de las tres comunidades del país, inscritas en la Constitución como pueblos constituyentes de la nación. Así pues, esta Presidencia incluye a un miembro bosníaco, un croata y un serbio. En las elecciones generales de octubre de 2014 (hay nuevas elecciones en 2018), Bakir Izetbegovic (bosníaco), Zeljka Cvijanovic (serbio) y Dragan Covic (croata) ejercen esta función, ocupando cada uno de ellos el cargo de presidente durante ocho meses. Después encontramos un Consejo de Ministros encargado de implementar las políticas y tomar decisiones en el ámbito de sus distintas competencias. El presidente del Consejo es nombrado por la Presidencia. Este a su vez nombra a los demás ministros y a sus viceministros que no deben pertenecer a la misma población.

El poder legislativo. Es bicameral, es decir, hay dos cámaras. Es ejercido por una Cámara de Representantes de 42 miembros elegidos por sufragio universal por cada entidad, a razón de dos tercios (14 croatas y 14 bosníacos) para la Federación croato-musulmana y un tercio (14) para la Republika Srpska.

La segunda cámara, la Cámara de los Pueblos, consta de quince miembros nombrados por las asambleas de cada entidad. Dos tercios para la Federación (5 bosníacos y 5 croatas), un tercio para la RS (5 serbios).

Las instituciones centrales, legislativas y ejecutivas son competentes para los asuntos exteriores, la política monetaria, las comunicaciones, la financiación de las operaciones públicas y otras prerrogativas de menor importancia. Dado que lo que no es explícitamente competencia del Estado central corresponde a las entidades, se comprende el considerable poder que estas tienen. El funcionamiento del Estado central estará garantizado por las contribuciones de ambas entidades.

Entidades

La Federación de Bosnia y Herzegovina. Antiguamente Federación croatomusulmana, consta de dos cámaras. Una Cámara de Representantes (140 miembros elegidos por sufragio universal) y una Cámara de los Pueblos (60 elegidos y 60 miembros designados por los cantones divididos entre 30 bosníacos y 30 croatas).

Además, la Federación está dividida en diez cantones, dos de ellos con estatuto especial y que disponen de una asamblea elegida por sufragio universal. Bajo los cantones encontramos cuarenta opština, los municipios, con niveles inferiores, la ciudad, el distrito y el ayuntamiento. El presidente y el vicepresidente de la Federación son elegidos por su Parlamento (reunión de las dos Cámaras). Un primer ministro bosníaco y un viceprimer ministro croata complementan la organización de la Federación, que incluye once ministerios.

La Republika Srpska. Dispone de una sola Cámara. Su Asamblea está compuesta por 140 miembros elegidos por sufragio universal. El poder ejecutivo lo ejerece el presidente de la Republika Srpska, elegido por sufragio universal. El gobierno se compone de veinte ministerios, a la cabeza de los cuales hay un primer ministro y tres viceministros. A nivel local, sin cantones, el poder está directamente en los municipios, incluso si de acuerdo con la Constitución se crearan cuatro regiones. El distrito de Brčko no está vinculado a ninguna de las dos entidades.

Las entidades tienen, pues, el poder real en Bosnia, ya que los presupuestos y gran parte de las competencias se hacen a este nivel. Así pues, cabe señalar que el ejército, la educación, la justicia, los asuntos interiores y las finanzas son competencias que pertenecen el ámbito de las entidades, lo que lleva prácticamente a considerar dos estados distintos dentro de un mismo país.

También encontramos una Comisión de Derechos Humanos compuesta por una Cámara de Derechos Humanos y una Oficina del Defensor del Pueblo. Por último, el Tribunal Constituciona está compuesto por nueve miembros elegidos por las entidades, proporcionalmente, y tres más seleccionados por el Presidente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos tras consultar con la presidencia.

Así, Bosnia y Herzegovina tiene un sistema político-administrativo complejo, ya que existen trece constituciones, trece asambleas legislativas y casi doscientos gobiernos.

Alto Representante Internacional en Bosnia y Herzegovina

Es el poder político más alto del país y se le encomienda a un político extranjero… La Oficina del Alto Representante en Bosnia y Herzegovina es una institución creada por los acuerdos de Dayton. Se encarga de supervisar y promover la aplicación de dichos acuerdos. Puede tomar decisiones vinculantes y medidas provisionales (revocación de cualquier decisión del ejecutivo o del Parlamento o, por el contrario, decidir sobre algo a lo que se oponen los representantes electos). El Alto Representante ha impuesto así placas de matrícula estándares, un pasaporte único, una moneda vinculada con el marco alemán y después con el euro, una ley de ciudadanía, una nueva bandera, sin contar las destituciones de varios funcionarios locales elegidos.

 

Partidos

Las elecciones generales de octubre de 2014 fueron, en la Federación de Bosnia y Herzegovina, el gran avance del Partido de Acción Democrática de Bosnia (SDA) y la Unión Democrática Croata (HDZ). Fue entonces cuando, como en la Republika Srpska, el partido socialdemócrata, en el poder desde 2010, se hundió.

El SDA, partido de acción democrática, nacionalista musulmán, fue creado por Alija Izetbegović.

El HDZ, la unión democrática croata, nacionalista croata entre bosnio croatas, se dividió en dos, la HDZ-BH y la HDZ en 1990.

SNSD, los socialdemócratas del actual hombre fuerte de la RS, Milorad Dodik.

El SDP, los socialdemócratas. Presente en las dos entidades, aunque, sorprendente, poco étnico.

Economía

Principales recursos

Bosnia y Herzegovina importa todo el petróleo y gas que necesita. En cambio, dispone de trece centrales hidroeléctricas y cuatro centrales térmicas que cubren las necesidades del país. Las inversiones en el sector, especialmente de suizos y austriacos, deberían garantizar un futuro excelente en este ámbito y generar exportaciones. El carbón, con 0,4 millones de toneladas, es un recurso poco significativo. El país dispone de minas de cobre, manganeso, bauxita, hierro y lignito. Pero, aunque estas minas eran el orgullo del país en los discursos oficiales de la era de Tito, no tienen mucho peso en la economía. Lo mismo ocurre con las grandes industrias, que sufrieron mucho con la guerra. La química y la metalurgia, las dos grandes industrias de Bosnia y Herzegovina, solo representan ahora el 26% del PIB del país frente al 50% a principios de los años 1980. De hecho, la industria de la madera, la textil y, en menor medida, la industria alimentaria y la del metal base, son las que proporcionan la mayor parte de los ingresos y exportaciones de la Federación. En la RS, son los metales no ferrosos y la industria química los que participan de la actividad económica.

El declive de la industria se ve compensado por el aumento del sector servicios en el PIB. En este contexto, la tasa de crecimiento ha vuelto a aumentar (3,1% en 2016). Una gran parte de la economía se basa en el sector de los servicios (66% del PIB), que por supuesto incluye el turismo, mientras que la industria representa el 26% del PIB y la agricultura el 7% (cifras de 2016). Las exportaciones e importaciones de bienes y servicios superan el 80% del PIB. La UE es el principal socio comercial del país. El desempleo sigue siendo alto con una tasa del 25,4% de la población activa (en agosto de 2017).

Importancia del turismo

El aumento constante del turismo es innegable. Se estima que el retorno progresivo de los turistas comenzó en 1999. Medirlo es otra historia porque no aparece como tal en los estudios económicos y financieros. Sin embargo, a la luz de las cifras de las pernoctaciones registradas en los hoteles, podemos dibujar tendencias. Se estima que supone el 15% de la economía de la Federación (que representa la parte más importante del turismo del país) y está en constante aumento. En Sarajevo, el turismo representa el 25% del comercio de la ciudad. Por supuesto, es la cifra más alta ya que la ciudad es, por el momento, el peso pesado del turismo en Bosnia.

La tendencia va al alza: si se eliminan los viajes de negocios, y especialmente los de ida y vuelta regionales, y la diáspora, se pueden estimar en 500.000 los turistas reales. Esta estimación está medida a la baja. Los croatas se encuentran a la cabeza, seguidos de alemanes, ingleses, austriacos, franceses e italianos.

Características de la economía bosnia

La gran característica de la economía de Bosnia es su legado comunista. El país había empezado, muy lentamente, a dar un giro hacia la economía de mercado a principios de los años 1990 cuando estalló la guerra.

Al final de este conflicto, las estructuras económicas siguen siendo, por lo tanto, de tipo socialista, y la privatización de la economía está lejos, muy lejos, de haberse completado. Sectores enteros siguen siendo estatales y la ruina del país, tras la guerra, ha hecho que el proceso sea muy lento. Los cupones de privatización emitidos desde la guerra hacen opacos los capitales invertidos y la agencia de privatización se toma su tiempo.

La otra característica se refiere a los daños relacionados con la guerra. Muchas industrias se vieron afectadas o fueron destruidas durante el conflicto y pocas han reiniciado su actividad. Por lo tanto, es el ascenso de la microeconomía lo que caracteriza a la Bosnia de principios del siglo XXI.

Sin embargo, en los últimos años, particularmente en la industria, ha habido un incremento del 20% anual de los índices de producción. Esta, a través de inversiones extranjeras, aumenta en la agroalimentación, los metales básicos, la madera y la química.

De tal forma que los indicadores permiten cierta confianza: la situación mejora con el aumento de las exportaciones, una cierta diversificación y, sobre todo, un acuerdo regional de libre cambio, el CEFTA, que se firmó en diciembre de 2006, estableciendo una zona de libre comercio con los países vecinos. Sin embargo, Bosnia no puede contar con que su agricultura, debido al perfil montañoso del país, sea más que un instrumento de producción limitada que requerirá inversiones extranjeras masivas para seguir garantizando el desarrollo del país.

Y estas podrían aumentar gracias a un entorno legislativo mejor y a una voluntad de avanzar hacia Europa. Los destinos de las exportaciones son Croacia, Serbia, Alemania, Italia, Eslovenia y Suiza. La madera, el aluminio, la energía eléctrica, los productos mecánicos y el calzado son los principales productos exportados. Estas exportaciones se distribuyen entre un 65% en la Unión Europea y un 35% en los Balcanes. La inflación se situó en el 0,2% en 2013.

Retos actuales

Los obstáculos para el desarrollo son múltiples. Como hemos visto, la lenta privatización de la economía es uno de ellos, sobre todo porque, con la desintegración de Yugoslavia, Bosnia perdió sus mercados protegidos. Su aislamiento y, principalmente, sus transportes, ferrocarril y carreteras, son muy lentos y están mal adaptados a los grandes flujos. En este contexto, la situación actual no es buena. El desempleo es endémico con una tasa oficial del 30%, si no se tiene en cuenta la economía sumergida.

Por lo tanto, lo que está en juego es completar la transición, que actualmente se está viendo afectada por un aumento del desempleo y un ritmo lento de las reformas económicas, las únicas capaces de atraer inversiones. Especialmente cuando el país necesita sustituir la ayuda internacional de después de la guerra, que ya ha terminado, por la de la Unión Europea, que se va reforzando. Desde 1991, la Comisión ha concedido 2,25 mil millones de euros en ayudas, que se orientan cada vez más hacia la economía. El Banco Mundial y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo están financiando proyectos en el sector privado (260 millones de euros para el BERD en 2004). En otros ámbitos, la cooperación reforzada y la armonización entre las entidades es el principal desafío para los próximos años. En otras palabras, el sistema político prevaleciente en Bosnia es un freno en todas las áreas. El sistema educativo necesita también reformas estructurales para no incitar más a los jóvenes a emigrar en busca de un mundo mejor.

De esta manera, Bosnia y Herzegovina puede esperar, en la próxima década, que se logre la transición económica propia de los antiguos países comunistas, siempre que cumpla los criterios políticos que le permitan beneficiarse del Pacto de Estabilidad y, sobre todo, que acceda al Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA), primer paso hacia una hipotética adhesión a la Unión Europea. Todo ello a condición de cumplir los criterios de la UE, incluida la reforma de la policía.

Bosnia y España tienen lazos históricos que se remontan al siglo XV, cuando llegaron al país eslavo los judíos de habla hispana expulsados. Aunque, históricamente, y como toda la antigua Yugoslavia, Bosnia está influenciada principalmente por Alemania, Austria, Eslovenia y Croacia. Y España sólo representa el 1,5% de las importaciones. . Es decir, una gota de agua.

A nivel de inversiones, nuestro país es, por lo tanto, un socio anecdótico. Y el único inversor significativo es Inditex, la multinacional española de fabricación y distribución textil. Los productos más importados son los vehículos automóviles. También destaca la importación de prendas de vestir, productos cerámicos y pescado y marisco.

Aunque muchos productos españoles son conocidos y apreciados, la inversión es por tanto baja y solo los distribuidores ofrecen las ventas de algunas marcas emblemáticas sin que las empresas españolas se implanten en el país, excepto algunas PYME.

Por lo que se refiere a lo que resulta visible, encontrará concesionarios SEAT, y tiendas de Inditex, Mango o algunas franquicias de Cortefiel. Los alemanes, siempre presentes, llevan una gran ventaja.

Población e idiomas


SARAJEVO - Sarajevo, calle Ferhadija.

© Istankov – iStockphoto

Población

Orígenes

Los bosnios son de origen eslavo desde el siglo VI; su llegada masiva desde el noreste parece provenir principalmente de Ucrania y Rusia. Muy rápidamente confrontados por el choque de influencias del Imperio romano de Occidente y de Oriente y, más tarde, del Imperio otomano, se dividen en tres pueblos: